lunes, 1 de marzo de 2010

Aquel horrible día en el que vi al tiempo “Mira quién baila” y “Farmacia de guardia”

Con todo esto de los Oscar y de que he estado fuera y de que he pasado unos días en el calabozo por zumbarme a un pato, se me había olvidado contaros una cosa horrible que me pasó hace un par de semanas con mi tele.
Pues que creía que se me había estropeado. Llegué a pensar que ya había tenido lugar el apagón analógico, y como mi televisión todavía no tiene TDT ni USB, pues creí que cogía señales a su bola, como si el futuro no estuviera ya aquí, contradiciendo a Radio Futura.
Veréis: era miércoles por la noche, los alemanes iban de gris y vosotros de azul. Puse la tele en el canal 5, y me apareció Mira quién baila. Pero uno no es tonto, tiene cultura y sabe perfectamente que Mira quién baila es de la 1. Así que pensé: “se están descolocando los canales para que cuando tenga que rendirme a la TDT Jiménez Losantos no encuentre su sitio”. Y le di al botón de “echar canales patrás”. La 4 estaba bien, porque salía Pablo Motos avergonzando a Melanie Olivares, que seguro que tenía cosas interesantes que contar. Seguí hacia atrás y llegué a la 3. Mierda, avería absoluta: en Antena 3 se veían programas de hace 20 años, concretamente Farmacia de guardia. Entonces me puse las gafas y lo que había ahí no era exactamente Farmacia de guardia, sino “La última guardia”, un telefilme en el que se reunían los personajes de la serie más exitosa de la historia de A3, como si se hubieran encontrado en el Facebook. Que espero que esta práctica no siente precedente, aunque en el fondo reconozco que me encantaría que Curro Jiménez se reencontrara con El Estudiante y con El Algarrobo, aunque con El Algarrobo no se podría reencontrar porque estaba en Farmacia de guardia reencontrándose con Concha Cuetos.
Volví a la 5 y seguían con Mira quién baila. Consulté mi periódico de cabecera (el “Qué!”), y descubrí que el programa se había pasado de TVE a Telecinco, como si fuera Sáez y Tamayo (todo esto es mentira, ya lo sabía hacía mucho, pero me parece que contado así queda todo más simpaticón). Entonces me alegré de que la tele no se me hubiera estropeado, pero a cambio me entró el pánico del teleadicto: ¿cuál de las dos cosas veo? Las dos parecen patéticas. Quiero verlas. ¿Cuál elijo, por San Serenín?
Y al final hice zapping. Así que no me enteré bien de ninguno de los dos programas y me enteré un poco de ambos. Y confieso que:
Pilar Rubio que, ¡mira! también baila. En este caso, un cha cha cha.
  • Cuando empezó La última guardia creía que Carlos Larrañaga estaba actuando beodo. Luego me di cuenta de que no, que ahora habla con un extraño deje. Carlos conserva su vis cómica, pero lamentablemente el guión no.
  • Pilar Rubio está buena. Anne Igartiburu es guapa, pero no está buena, según mis cánones. Lo mejor de que Pilar Rubio presente MQB es que ya no cubre los preestrenos y los festivales a los que voy yo, y ya no tengo que enfadarme con ella y con sus cámaras porque se meten en medio de mis entrevistas sin respeto alguno. Empezó el programa nerviosísima, tanto que me puso nervioso a mí y volví a Antena 3.
  • Mierda, le di al 4. Pablo Motos le estaba haciendo soplar por un tubo de cristal a Melanie Olivares. Retrocedo al 3.
  • La hija mayor de Concha Cuetos no es la de antes, es otra, antes era Eva Isanta. Hablaba con desdén de su ex-marido, que no salía en el capítulo. Claro, porque cuando hace 15 años se acabó la serie, el marido era Caco Senante, y a poco que haya ensanchado ahora no cabría en el plató. Porque ya había mucha gente, digo.
  • Vuelvo a MQB. Sale Carmen Lomana hablando con Pilar Rubio. Adiós, pero si a ésta se la entiende peor que a Carlos Larrañaga. Cambio.
  • Cuando acabó la serie en el 95, los hijos de Concha Cuetos (los ficticios) aún eran jóvenes adolescentes con granos que no se habían formado como actores. Ninguno de ellos ha seguido (que yo sepa) en el mundo de la actuación, con lo cual si en 1995 no habían llegado a forjarse del todo, imaginaos cómo están ahora de desentrenadillos. Es como si yo, que antes jugaba al fútbol sala, pretendiera estar en forma dentro de 15 años. El ejemplo es perfecto, porque tras 25 años jugando aún no había aprendido a dar pie con bola, yo.
Carlos Larrañaga y Concha Cuetos con sus hijos ficticios. Ficticios porque vistos quince años después, parecen de coña.
  • MQB. El Sevilla bailaba un agarrao. ¿Cuál? Paquito el chocolatero. Como lo oís. Nunca le encontré la gracia a El Sevilla. Hoy tampoco. La pobre bailarina sudó tinta para que aquello tuviera algo de ritmo, pero se notaba a la legua que estaba lidiando con un torombolo.
  • En la farmacia eché muchísimo de menos al Piña, que era amigo de Guille. Podían haber hecho un spin off estupendo con El Piña, pero ya no, ya se pasó su momento. En sus tiempos, El Piña fue novio de la niña del anuncio de “Alucina, vecina”, que lo leí en una revista. Anda que no nos habremos reído Enrique Catá y yo de ese interesantísimo notición.
  • Vuelvo a cambiar y por fin baila Belén Esteban. He dicho “baila” por decir algo: Belén es removida por el bailarín en una especie de foxtrot o algo así. Belén abre bastante la boca mientras baila, y me agobia que alguien del público le arroje un zapato y se lo cuele dentro. Me habían dicho que después de la operación, estaba más guapa. No sé, ¿más guapa que quién? En fin, para gustos se hicieron los colores, yo por ejemplo adoro el fucsia. Ah, antes de bailar dijo “vais a saber quién es Belén Esteban”. Y yo pensé: “no maja, si por desgracia ya lo sabemos”.
La decir guapa es decir poco Belén Esteban bailando ¿veis? con la boca abierta.
  • El argumento del reencuentro de guardia éste no pudo ser más soso. Se reencontraron porque sí, porque iban a cerrar la farmacia, pero luego no. Uno de los hijos viene de muy lejos con un loro. Carlos Larrañaga sale de la cárcel para acudir a la cena. Guille es una especie de concejal o algo así de un partido de derechas. Álvaro de Luna se va en mitad de la cena y ya no se sabe más de él. Y luego en la cena no pasa nada, salvo que dos chicas le dan bofetadas a Guille, seguramente por no haber invitado al Piña.
  • Pues al final la primera gala de MQB la ganó El Sevilla. Pues vaya ojo tengo. A día de hoy, ya llevan 3 galas, y la audiencia ha ido bajando en cada una de ellas. Además, parece ser que TVE les va a prohibir llamarse Mira quién baila y que a lo mejor se tienen que llamar Más que baile. Yo, cinéfilo como soy, lo hubiera llamado “Bailando con bobos”.
  • Cambio de canal y justo se acaba lo de la farmacia. No sé por qué han hecho este telefilme. Bueno sí, para celebrar un poco los 20 años de Antena 3. Porque espero que no fuera un homenaje a Antonio Mercero, no se merece algo así. Se merece uno como el que le dio la Academia el día de los Goya.
Aquella noche aciaga bajé a la farmacia de debajo de casa y saqué a bailar a la farmacéutica. Ella también había estado haciendo zapping, y el encuentro fue precioso. Hoy tenemos dos chavales a los que hemos llamado Andreíta y Piña.

P.D. Ha muerto Rafael de Penagos, un actor de doblaje que interpretó miles de personajes en cine y televisión. Pero los que tengáis ya cierta edad o trasnocharais los fines de semana en los primeros meses de Cuatro, tendréis en la cabeza la voz de George, el Señor Roper. Pues se nos ha muerto esa maravillosa voz. Descanse en paz.