Con todo esto de los Oscar y
de que he estado fuera y de que he pasado unos días en el calabozo por zumbarme
a un pato, se me había olvidado contaros una cosa horrible que me pasó hace un
par de semanas con mi tele.
Pues que creía que se me había
estropeado. Llegué a pensar que ya había tenido lugar el apagón analógico, y
como mi televisión todavía no tiene TDT ni USB, pues creí que cogía señales a
su bola, como si el futuro no estuviera ya aquí, contradiciendo a Radio Futura.
Veréis: era miércoles por la
noche, los alemanes iban de gris y vosotros de azul. Puse la tele en el canal
5, y me apareció Mira quién
baila. Pero uno no es tonto, tiene cultura y sabe perfectamente
que Mira quién baila
es de la 1. Así que pensé: “se están descolocando los canales para que cuando
tenga que rendirme a la TDT Jiménez
Losantos no encuentre su sitio”. Y le di al botón de “echar
canales patrás”. La 4 estaba bien, porque salía Pablo Motos avergonzando a Melanie Olivares, que
seguro que tenía cosas interesantes que contar. Seguí hacia atrás y llegué a la
3. Mierda, avería absoluta: en Antena 3 se veían programas de hace 20 años,
concretamente Farmacia de
guardia. Entonces me puse las gafas y lo que había ahí no era
exactamente Farmacia de guardia,
sino “La última guardia”,
un telefilme en el que se reunían los personajes de la serie más exitosa de la
historia de A3, como si se hubieran encontrado en el Facebook. Que espero que
esta práctica no siente precedente, aunque en el fondo reconozco que me
encantaría que Curro Jiménez
se reencontrara con El
Estudiante y con El
Algarrobo, aunque con El
Algarrobo no se podría reencontrar porque estaba en Farmacia de guardia
reencontrándose con Concha
Cuetos.
Volví a la 5 y
seguían con Mira quién baila.
Consulté mi periódico de cabecera (el “Qué!”), y descubrí que el programa se
había pasado de TVE a Telecinco, como si fuera Sáez y Tamayo (todo esto es mentira, ya lo sabía
hacía mucho, pero me parece que contado así queda todo más simpaticón).
Entonces me alegré de que la tele no se me hubiera estropeado, pero a cambio me
entró el pánico del teleadicto: ¿cuál de las dos cosas veo? Las dos parecen
patéticas. Quiero verlas. ¿Cuál elijo, por San Serenín?
Y al final hice zapping. Así
que no me enteré bien de ninguno de los dos programas y me enteré un poco de
ambos. Y confieso que:
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Pilar Rubio que, ¡mira! también baila. En este caso, un cha cha cha. |
- Cuando empezó
La última guardia creía que Carlos Larrañaga estaba actuando beodo.
Luego me di cuenta de que no, que ahora habla con un extraño deje. Carlos
conserva su vis cómica, pero lamentablemente el guión no.
- Pilar Rubio está buena. Anne
Igartiburu es guapa, pero no está buena, según mis
cánones. Lo mejor de que Pilar
Rubio presente MQB es que ya no cubre los preestrenos y
los festivales a los que voy yo, y ya no tengo que enfadarme con ella y
con sus cámaras porque se meten en medio de mis entrevistas sin respeto
alguno. Empezó el programa nerviosísima, tanto que me puso nervioso a mí y
volví a Antena 3.
- Mierda, le di al 4. Pablo
Motos le estaba haciendo soplar por un tubo de cristal a Melanie Olivares.
Retrocedo al 3.
- La hija mayor de Concha
Cuetos no es la de antes, es otra, antes era Eva Isanta. Hablaba
con desdén de su ex-marido, que no salía en el capítulo. Claro, porque
cuando hace 15 años se acabó la serie, el marido era Caco Senante, y a
poco que haya ensanchado ahora no cabría en el plató. Porque ya había
mucha gente, digo.
- Vuelvo a MQB. Sale Carmen
Lomana hablando con
Pilar Rubio. Adiós, pero si a ésta se la entiende peor que
a Carlos Larrañaga.
Cambio.
- Cuando acabó la serie en el 95, los hijos de Concha Cuetos (los
ficticios) aún eran jóvenes adolescentes con granos que no se habían
formado como actores. Ninguno de ellos ha seguido (que yo sepa) en el
mundo de la actuación, con lo cual si en 1995 no habían llegado a forjarse
del todo, imaginaos cómo están ahora de desentrenadillos. Es como si yo,
que antes jugaba al fútbol sala, pretendiera estar en forma dentro de 15
años. El ejemplo es perfecto, porque tras 25 años jugando aún no había aprendido
a dar pie con bola, yo.
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Carlos Larrañaga y Concha Cuetos con sus hijos ficticios. Ficticios porque vistos quince años después, parecen de coña. |
- MQB. El
Sevilla bailaba un agarrao. ¿Cuál? Paquito el chocolatero.
Como lo oís. Nunca le encontré la gracia a El Sevilla. Hoy tampoco. La pobre
bailarina sudó tinta para que aquello tuviera algo de ritmo, pero se
notaba a la legua que estaba lidiando con un torombolo.
- En la farmacia eché muchísimo de menos al Piña, que era amigo de Guille. Podían haber
hecho un spin off estupendo con El
Piña, pero ya no, ya se pasó su momento. En sus tiempos, El Piña fue novio de la
niña del anuncio de “Alucina, vecina”, que lo leí en una revista. Anda que
no nos habremos reído Enrique
Catá y yo de ese interesantísimo notición.
- Vuelvo a cambiar y por fin baila Belén Esteban. He
dicho “baila” por decir algo: Belén es removida por el bailarín en una
especie de foxtrot o algo así. Belén abre bastante la boca mientras baila,
y me agobia que alguien del público le arroje un zapato y se lo cuele
dentro. Me habían dicho que después de la operación, estaba más guapa. No
sé, ¿más guapa que quién? En fin, para gustos se hicieron los colores, yo
por ejemplo adoro el fucsia. Ah, antes de bailar dijo “vais a saber quién es
Belén Esteban”.
Y yo pensé: “no maja, si por desgracia ya lo sabemos”.
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La decir guapa es decir poco Belén Esteban bailando ¿veis? con la boca abierta. |
- El argumento del reencuentro de guardia éste no pudo ser más
soso. Se reencontraron porque sí, porque iban a cerrar la farmacia, pero
luego no. Uno de los hijos viene de muy lejos con un loro. Carlos
Larrañaga sale de la cárcel para acudir a la cena. Guille es una especie
de concejal o algo así de un partido de derechas. Álvaro de Luna se va en
mitad de la cena y ya no se sabe más de él. Y luego en la cena no pasa
nada, salvo que dos chicas le dan bofetadas a Guille, seguramente por no
haber invitado al Piña.
- Pues al final la primera gala de MQB la ganó El Sevilla. Pues
vaya ojo tengo. A día de hoy, ya llevan 3 galas, y la audiencia ha ido
bajando en cada una de ellas. Además, parece ser que TVE les va a prohibir
llamarse Mira quién baila
y que a lo mejor se tienen que llamar Más
que baile. Yo, cinéfilo como soy, lo hubiera llamado “Bailando con bobos”.
- Cambio de canal y justo se acaba lo de la farmacia. No
sé por qué han hecho este telefilme. Bueno sí, para celebrar un poco los
20 años de Antena 3. Porque espero que no fuera un homenaje a Antonio Mercero, no
se merece algo así. Se merece uno como el que le dio la Academia el día de
los Goya.
Aquella noche aciaga bajé a la
farmacia de debajo de casa y saqué a bailar a la farmacéutica. Ella también
había estado haciendo zapping, y el encuentro fue precioso. Hoy tenemos dos
chavales a los que hemos llamado Andreíta y Piña.
P.D. Ha muerto Rafael de Penagos, un
actor de doblaje que interpretó miles de personajes en cine y televisión. Pero
los que tengáis ya cierta edad o trasnocharais los fines de semana en los
primeros meses de Cuatro, tendréis en la cabeza la voz de George, el Señor Roper. Pues se nos
ha muerto esa maravillosa voz. Descanse en paz.