lunes, 2 de noviembre de 2009

Manuela Velasco (y la maldición del Goya revelación)

Voy a mezclar hoy dos temas, uno agradable y otro desagradable, y los voy a hilar con una sutileza nunca vista desde que Manuel Torreiglesias se fue de TVE. El tema agradable es Manuela Velasco. “Hala”, diréis, “Manuela no es un tema, es una actriz”. “Vale, tenéis razón”, diré yo con cara de “mira que sois quisquillosos” (por cietto, ¿”quisquillosos” viene de “quisquillas”? ¿las quisquillas son quisquillosas?). El tema desagradable es la espeluznante maldición del Goya revelación.
El pasado jueves me llama Tony Aguilar, uno de los cerca de 200 jefes que tengo, por suerte la mayor parte de ellos también amigos. Y me dice: “Open” (Tony me llama “Open”, es una vieja y absurda historia que ya conté por aquí) “Esta noche la invitada de Internight – 40 principales es Manuela Velasco. ¿Te vienes a entrevistarla?” No había acabado Tony de decir “trevistarla” y yo ya estaba en su estudio, repeinado y con una boina calada que me queda monísima, porque creo ya haber dicho alguna vez que a mí Manuela me gusta más que a un tonto una tiza.
Manuela Velasco es guapa, encantadora, simpática y bastante sincera, aunque también un poco falsa, porque a veces me sonreía. Tony y yo hablamos con ella de [Rec] y [Rec]2. Podríais pensar que esto es una perogrullada, que Manuela de cine no tiene mucho más de qué hablar, y tendríais razón: no ha hecho más protagonistas. Pero ojo, Manuela ha aparecido en muchas más películas, y algunas importantes, como Gente pez, Sangre de mayo, El club de los suicidas… También era la niña de La ley del deseo, ésa que se cuela con Carmen Maura en mi colegio (el Ramiro de Maeztu) para reencontrarse con el cura de su infancia. Y ha salido en mil series, no sólo en La chica de ayer, sino en capítulos de El comisario, Cuéntame, Hospital central… Y ahora vuelve a aparecer, con un papel destacado en Doctor Mateo. Pero claro, al final de lo que acabas hablando con ella es de [Rec]. Y te cuenta cómo la liaron Jaume Balagueró y Paco Plaza en el proyecto, y cómo la hacían rodar sin saber lo que iba a suceder o salir de detrás de las puertas. Y sigue manteniendo el secreto del papel que hace en la segunda parte, porque aún hay mucha gente que está yendo a ver [Rec]2. Ya os conté que es la pregunta que más gente me hace antes de ir a verla, porque el final de [Rec]1  no deja a Manuela con muchas esperanzas de supervivencia. Esa parte está bien resuelta, porque la solución a este dilema no es la más sencilla: no, Manuela no hace de zombi.
No suelo poner fotos mías por si la gente las manipula como las de las hijas de Zapatero, pero es que... ¡en ésta estoy con Manuela Velasco!
Nos contó una anécdota buenísima: el pasado fin de semana su chico se quedó encerrado en el ascensor (sí: tiene chico. ¡¡¡Ooooooooh!!!), y Manuela llamó a los bomberos. Imaginaos la escena: los bomberos se bajan del cochecito ése que tienen como de juguete, entran en un portal… y ahí les está esperando Manuela Velasco. Pues eso, que habían visto [Rec] y se creyeron que era una broma, pero supongo que al final sacarían al chico del ascensor. Ahora que lo pienso, ni Tony ni yo le preguntamos por él. Qué ineducados.
Pero como suele suceder, las cosas más jugosas cuando haces una entrevista, se cuentan fuera de la cámara o del micrófono. Quiero decir, con la cámara encendida la gente te cuenta cosas interesantísimas sobre su trabajo, pero con una cautela lógica y profesional. Y luego hay gente como Carmen Maura, Juan Luis Galiardo o Victoria Abril, que ya les da igual todo, y que no distinguen si la cámara está encendida o no. Luego está Alberto San Juan, que según el día en que le pilles no te responde a nada ni con la cámara delante.
Hay cosas que me contó Manuela que no os puedo cotillear. No estaría bien. Me sentiría miserable. Es verdad que tengo este blog y que soy un chivato acusica, pero mantengo un mínimo de dignidad, si bien es cierto que no sé dónde. Si Manuela fuera fea o me hubiera caído mal, igual hasta la traicionaba. Pero por ejemplo, sí os puedo contar de ella que me encantó una cosa: me preguntó si  me había gustado [Rec]2. Y yo, con una sorprendente coherencia conmigo mismo, le dije que no. Bueno; pues no sólo no le molestó, sino que quiso escuchar por qué y me dio la impresión de que comprendió mis argumentaciones, e incluso le interesaron. Normalmente los actores o directores no quieren oír que su película no es buena, aunque un día Antonio Dechent y yo nos reímos con bastante mala leche de una suya que a todas luces era un churro (una vez más, fuera de cámara).
También me contó, fumando el cigarrito de después (de después de la entrevista, por desgracia), que cuando la llamaron para rodar [Rec] ella estaba trabajando en otra cosa. Alguien de esa cosa trató de impedir que hiciera la película, y llegó a decirle: “pues tú eliges: o nosotros o [Rec]”. ¿Os imagináis? “Tú eliges, Manuela, o hacer una película de protagonista absoluta con Balagueró y Plaza con la que puedes ganar un Goya, o esto”. Es como si mi chica conoce a Hugh Jackman, se enamora, y entonces salgo yo: “Pues tú verás, Teresa, o Hugh Jackman o yo”. Os juro que intentaría cualquier cosa menos ésa (aunque sin éxito, me temo). Bueno, el final ya lo conocéis: Manuela hizo [Rec], ganó el Goya y siguió trabajando en otras cosas.
La foto más veces publicada de Manuela Velasco en Rec. Pues hala, una más.
Por cierto, si vives en Madrid, tienes tiempo y aún no has visto [Rec]2, puedes acercarte hoy (lunes, 2-N) al Aula Magna de la Universidad Carlos III: a las 16:00 se proyectará [Rec]2 (gratis), y cuando acabe, Antonio Muñoz de Mesa entrevistará ante el público a Jaume Balagueró y Paco Plaza, y después habrá un coloquio. Si vais y veis por ahí a un pedazo de productora que se llama Ruth Mediodía, decidle que vais de mi parte y que os invite a unos judiones. No os hará ni caso, pero igual le hace gracia y le sacáis un café de máquina (invitación gentileza del programa Taller CANAL+) (la invitación a ver la peli y el coloquio, no la de los judiones).

Se me ha ido la pinza al cielo. ¿Os importa que el segundo tema ése del que os hablaba, lo del Goya revelación, lo dejemos para el próximo día? Gracias tíos, sois mis mejores amigos.
ANEXO:

Me entero hace unos minutos de la muerte de José Luis López Vázquez. Se me acumulan en la memoria un pisito, un plan para atracar un banco a las 3, un padrino de más de 15 niños, Plácido, un novio en Peñíscola que no se quiere casar, una señorita que no sabe bien que es un hombre, muchas y muchas películas de Berlanga… se me acumulan tantas cosas que sólo se me ocurre mandar a esta vida a la mierda y decirle al bueno de  José Luis que descanse en paz, que sus centenares de películas se encargarán de que nunca le olvidemos.