lunes, 15 de marzo de 2010

¿Un buen año para el cine español? Claro, ¡yo no soy tonto!

Odio el eslogan publicitario que he utilizado en el título, pero para esta entrada viene que ni pintado (Pausa léxica: ¿porque se dirá “venir que ni pintado”? ¿quiénes vienen pintados? ¿los de Avatar? No sé, amigos, no sé).
Veréis, me ha dado por escribir este post por dos motivos:
  1. El viernes pasado me invitaron a ver una película española que aún no se ha estrenado y que es mala hasta decir basta, pero yo no lo dije, así que me la tuve que tragar enterita. Y pensé: “coño, yo por esto no pagaría ni un duro, pero por Celda 211 o El secreto de sus ojos podría incluso pagar otra vez”.
  2. El día antes vi un gag de Enjuto Mojamuto (Muchachada Nui) en el que se le aparecía el dios de las descargas ilegales. Y Enjuto le decía: “Me estoy bajando una película española”. Y el dios: “¡No jodas!” Y Enjuto: “Qué va, es la última de Peter Jackson”. Y el dios: “Ah, qué susto me has dao”.
    Guardad estos dos datillos, porque luego los utilizaremos para la salsa.
Hemos oído hasta la saciedad que 2009 ha sido un buen año para el cine español. Que el público ha vuelto a las salas. Que hemos subido la cuota con respecto al cine americano. Que ha sido el segundo mejor año de la década después de 2004. Y todo esto es incontestable, las cifras así lo indican. Pero por una razón muy sencilla y que parece una perogrullada: los espectadores hemos vuelto a las salas porque los cineastas españoles han hecho buenas películas. Y cuando no buenas, sí bien pensadas.
Penélope Cruz en "Avatar". Digo, en "Los abrazos rotos", el primer éxito de taquilla de 2009.
- NIÑA (con voz angelical y algo aturullada): Bueno, ¡pero eso no dice nada!
- BLOGUISTA (con paciencia y voz de Julie Andrews): Quizá con ejemplos lo entendáis…
  • En marzo se estrenó Los abrazos rotos. Para ser un Almodóvar no funcionó demasiado bien, pero hizo bastante caja, que es de lo que se trata en este post (más de 4 millones €).
  • La fiesta económica continuó con Mentiras y gordas (4 millones 200) y Fuga de cerebros (¡casi 7 millones!). Buenas no son, pero están bien pensadas y dirigidas a un público muy concreto que respondió y fue a las salas. Y eso vale, si queremos hacer industria habrá que hacer pelis malas pero taquilleras para que luego pueda haber pelis buenas. Para entendernos, es algo parecido a lo que hacen Robert Redford o George Clooney, que a veces actúan en chorradas sonrojantes para sacar pasta y poder rodar luego películas de autor y en blanco y negro, como Quiz show o Buenas noches y buena suerte.
  • Después del verano llegó El secreto de sus ojos, una película que se nota de lejos que es argentina pero que como es una coproducción española, pues parte de sus beneficios se quedan en nuestra hucha. El secreto de sus ojos lleva seis meses en los cines, ha ganado el Goya, ha ganado el Oscar y puede que sea la película que más tiempo ha aguantado en las salas este año. Sin contar todavía el repunte que le dará el Oscar, en España ya han pagado por verla 1 millón de espectadores.
  • Y en octubre, [Rec2]. La floja reaparición de mi adorada, reverenciada y dioscomomegustaestachicayquebienmecae Manuela Velasco consiguió cerca de 5 millones. Vale, la película no era buena, pero que le quiten lo bailao a sus productores.
  • Más tarde se estrenó la carísima Ágora. Aquí no amortizó su coste, que es una burrada, pero en cuanto se estrene en EEUU y a poco que funcione en Europa, al menos cubrirá gastos. Eso sí, con más de 20 millones de euros, es la película española más taquillera de 2009 y la cuarta en el ranking absoluto.
"Ágora", la película española más vista del año.
  • Y en noviembre llegó la otra maravilla del año, un gran éxito de taquilla (cerca de 7 millones)  y la película española más rentable de 2009: Celda 211. Daniel Monzón consiguió que media España viera su drama carcelario y que saliera del cine diciendo “qué buena, no parece española”, un piropo muy jodido, pero un piropo al fin y al cabo. Que además aquí tiene más mérito, porque con Luis Tosar hablando como Joaquín Sabina y Antonio Resines de partenaire… ¿cómo no va a parecer española?
  • Y por citar algún ejemplo tardío, encontraríamos en noviembre a Spanish movie, otra chorrada que se llevó un buen pellizco económico (llegó a ser número 1) y Planet 51, película de dibujos que convivió con Spanish movie y que también llegó a ser número 1.
Ya lo dijo Álex de la Iglesia en su discurso de los Goya: “Nos miramos el ombligo, nos encanta nuestro ombligo, tenemos pósters de nuestro ombligo en casa (…) Pero nos pagan por hacer un trabajo, y hay que hacerlo bien. Este año ha sido uno de los mejores, pero el siguiente tiene que ser todavía mejor” (algo que espero que esté aplicando en esa Balada triste de trompeta que está rodando estos días en Alicante y que en principio tiene una pinta un poco así). Y decía Daniel Monzón que “lo que está claro es que la gente acude al cine cuando la película es atractiva”. Y esto parece una obviedad, pero es así. Porque otros años peores para nuestro cine, y en otros discursos de presidentes de la Academia, parecía que se nos regañaba al público por no ir al cine, y se nos decía “id al cine, e id a ver cine español”. Coño, pues haced vosotros cosas chulas y ya voy yo a verlas si eso.
Jaime Rosales es listo y no se queja de que la gente no vaya en masa a ver Tiro en la cabeza, ni le he oído nunca llorar porque la gente se bajara de Internet La soledad. Porque sabe que la gente no se la bajó. Sabe que su cine no está hecho para eso.
Alexandra Jiménez en "Spanish movie" haciendo de Penélope Cruz en "Avatar". Digo, en "Los abrazos rotos". No, en "Volver".
Y en otra dirección, decía el distribuidor Enrique González Macho (al que los madrileños le debemos que haya cines en V.O.S.) que todo esto está muy bien, pero como no se acabe rápido con las descargas ilegales se puede ir el negocio al garete. Y aquí me acuerdo de Enjuto Mojamuto, porque por supuesto que los distribuidores tienen la obligación de enfrentarse a la piratería, que está muy mal, pero que no vale como única excusa. Este año, si alguien se ha bajado cine español, habrá sido Ágora, Celda 211 o Spanish movie. Y a sus productores les ha ido tan bien con estas películas, que casi no se habrán dado cuenta del porcentaje perdido por las descargas. Pero con todos los respetos, no me imagino a los ciberpiratones bajándose Agallas, Tres días con la familia, Hierro o Siete minutos.

Total, que claro que 2009 ha sido un buen año para la industria del cine, para la taquilla, para el porcentaje… ¡Pues claro! Porque nos hicieron buenas películas. Y porque las promocionaron bien. Y porque nos enteramos de que se hacían. Entonces fuimos al cine y pagamos por ellas. Como decía en el título, ¡yo no soy tonto!