jueves, 28 de mayo de 2009

Ella sí que estuvo en Cannes

Durante la pasada semana, unos seiscientos lectores de este blog, o tal vez dos, me preguntaron por qué no había contado nada del Festival de Cannes, cuando Menstyle sí que había hablado, cuando Cannes es el centro de la actualidad cinematográfica, cuando Tarantino, Almodóvar, Lars Von Trier, Coppola, Amenábar, Haneke, Coixet, Scorsese… habían estado en Cannes.
¿Por qué entonces, Dios mío, este blog ignoraba Cannes con tanto desprecio? Pues bien:
PORQUE YO NO ESTUVE EN CANNES, COÑO, QUE HAY QUE DECÍROSLO TODO.
Pero yo os debía este post, y ese post que os debo os lo voy a pagar. Así que me he esperado a que volviera de Francia una querida amiga que sí que ha estado allí. Se llama Raquel Santos, ha entrevistado a medio Festival y ha estado haciendo las crónicas de Cannes para  CANAL+ y para los informativos de Cuatro (sí, sí, hablando con Iñaki Gabilondo). Y como yo me fío de ella como si fuera yo mismo (pero qué estoy diciendo, de ella me fío de verdad), la he abordado y pedido una entrevista para este blog. Y ella ha accedido con gran amabilidad, la pobre. Así que espero que esta entrevista os explique más o menos cómo fue el Festival. Y aunque Raquel se dará cuenta de que la he manipulado un poco (la entrevista, no a ella), vosotros no tenéis por qué. Ah, y como cuando Raquel habla es como si vieras el cielo, pues he puesto sus palabras en color azul, para que las distingáis de las mías, porque yo hablo de color negro. Ah, y pienso en cursiva.
Hola Raquel, qué guapa estás hoy.
- Tú también, Jose, estás increíblemente atractivo, como todos los días.
- (Bueno, me temo que la primera respuesta me la he inventado bastante. Prometo no hacerlo más) Si te parece Raquel, vamos a comenzar con un resumen del Festival… La Palma de Oro ha sido para “El lazo blanco” de Michael Haneke. ¿Merecida?
- A ver, Jose, en Cannes dicen Háneke.
-¿No es Hanéke?
- No, ahí dicen Háneke.
- (Pues si vas a empezar corrigiéndome, lo dejamos) Bueno, pero ¿cómo es la película?
- Pues es la más perturbadora que hemos visto. Sí, se ha merecido la Palma, pero también podía haber ganado “Un profeta” de Jacques Audiard, por ejemplo… Es en blanco y negro, tiene un ritmo muy pausado, y podría parecer que está contada como un cuento… Pero no es así.
- ¿Y cómo es Hánéké? (Yo lo voy a acentuar en todas las vocales, como los mañicos) ¿Cómo es un tipo de cuya cabeza pueden salir historias con tanta violencia?
- Bueno, en esta película la violencia está más contenida, no se ve tanto como en La pianista o Funny games (qué pasa, señores, es que Raquel y yo sabemos un huevo de cine y hablamos de la filmografía de Hànékê como quien no quiere la cosa. Eso sí, si no conocéis estas dos películas ¡buscadlas!). En ese pueblo y en esos niños de Alemania de principios de siglo hay algo macerándose que luego desembocará en los nazis del futuro, pero la violencia es latente, no explícita. Ahora, una cosa te digo, a mí Haneke me pareció un tipo altivo y engreído.
- Anda leche, ¿sí?
- Pues sí: mira en la primera pregunta de la entrevista le mencioné una frase de uno de sus personajes, y me respondió: “Eso pregúntaselo al personaje”. Entonces le recordé una frase que dice Tarantino, algo así como que los directores son dioses para los personajes, así que algo de ellos deberían saber… “Pero yo no soy Tarantino”, me respondió. Así que opté por una entrevista más convencional.
Raquel Santos en Cannes entrevistando nada menos que a Francis Ford Coppola
- ¡Pues él se lo pierde, Raquel! (Anotar en mi agenda por si un día me toca entrevistarle: “Cuidadín con Hánêkë, es un sihoputa”). Bueno, pues pasamos a otro premio: el mejor actor ha sido Christoph Waltz por “Malditos bastardos”, precisamente de Tarantino

-
Pues sí, merecidísimo. Es el actor secundario, pero se come a Brad Pitt con patatas, estás deseando toda la película que aparezca su personaje, no sé, es…
- (Huy, yo creo que Raquel se gusta de Christoph Waltz. Voy a cambiar de tema a ver qué hace) ¿Y entrevistaste a Tarantino? ¿O total, como habla tan rápido y en inglés ya ni le entrevistas porque no se le va a entender?
- Pues no le entrevistamos porque en el último piso del Hotel Carlton, donde estaba él, se fue la luz. Así que tuvimos que conformarnos con la rueda de prensa. Pero le entrevisté en otro festival, y lo que le pasa a Tarantino es que junta tantas cosas y tanto cine en su cabeza que las suelta rapidísimo. Y no es tan altivo como Haneke, al revés… En su película, “Malditos bastardos”, se carga el III Reich, pero al “estilo Tarantino”. Eso sí, se me hizo un pelín larga, yo no sé si áún la piensa retocar en montaje antes de estrenarla… (Qué lista es Raquel: un par de horas después de charlar con ella recibo en mi mail la noticia de que Tarantino, en efecto, va a alterar el montaje)
- ¿Son ciertos los rumores que te sitúan en la fiesta de Isabel Coixet abordando a Tarantino hasta que te dio dos besos?
- Ay Jose, te dije que esto no lo contaras (bueno, esta parte de la entrevista no fue exactamente así, pero la anécdota es medio cierta y ahí queda).
- Huy, perdón. Entonces pasamos a Lars von Trier. ¿Está tarado?
- Pues yo no pude entrevistarle (lo hizo otro querido compañero nuestro, Raúl de Lamo), pero los periodistas en la rueda de prensa se indignaron con él. Lars von Trier hace cine para expulsar sus demonios, y los expulsa en forma de violencia, y eso no le gusta a mucha gente… Aún así, yo quiero verla.
- Caramba, pues que estómago (es que por lo visto sale hasta una ablación con unas tijeras de podar).
- Ya, pero es que hay que otorgarle el beneficio de la duda, y además hay que verla para poder opinar (mierda, tiene razón). Y por cierto, en la rueda de prensa se autoproclamó el mejor director del mundo… pero bueno, igual todos piensan eso de sí mismos, ¿no?
- Pues no lo sé, a lo mejor Pedro Temboury no…
- Ya pero a lo mejor Pedro Almodóvar sí…
- Es verdad, Almodóvar yo creo que pensaba que le iban a dar la Palma de Oro y todo…
- Pues a eso me refiero… (Mierda, vuelve a tener razón. Voy a cambiar de tema)
- Vamos con los premios a mejor director y actriz… ¿qué te parecen?
- El de actriz (Charlotte Gainsbourg) muy bien: salir viva y airosa del rodaje de Lars von Trier ya merece el premio. Y la película del mejor director, Brilante Mendoza, “Kinatay”, es muy complicada: puede estar 40 minutos con el mismo plano. Pero luego es a la que más vueltas le di en la cabeza. Es Dogma filipino puro y duro (me parece genial lo de “dogma filipino”. Me suena a eso de “disco chino filipino” (qué absurdo, o era chino o era filipino), pero en este caso con sentido y en versión intelectual. Me gustan las cosas que dice Raquel).
- Creo que te diste un paseo por La Croissette con Alejandro Amenábar… ¿cómo es la película?
- Pues si te digo la verdad, hubiera querido que “Ágora” me gustara más. A ver: es una superporodcción a la antigua, con pocos efectos especiales. Y hasta en las escenas de miles de extras, Alejandro  tiene un hueco para ciertos detalles… Pero alguna cosa me sobra, redunda demasiado en las luchas que tenemos los humanos por las ideas religiosas… creo que quedaría igual de claro sin repetir tanto… Pero está muy bien, ¿eh?
- Y un tipo que con 23 años hizo “Tesis”, que tiene un Oscar y tropecientos Goyas, que de repente se ha metido en una superporducción tan bestia… ¿es luego tan normal como parece?
- Es que es muy inteligente, pero no es de los que cuando hablan sientan cátedra. Pero ya lo que haya dentro de su cabeza… Porque parece que has quedado con él para tomar unas cañas, pero luego surge una conversación muy interesante.
- Y hablando de españoles en Cannes, ¿de qué color llevaba las gafas Isabel Coixet?
- Ay, no sé, eran de pasta finita. Yo qué sé. Su película, “Mapa de los sonidos de Tokio”, me parece como todo su cine… ella rueda bien, no sé… pero no me creo la relación entre Sergi López y Rinko Kikuchi. Sergi, por cierto, reconoció que no había visto ninguna película de Isabel Coixet.
- Pues eso que tiene ganado. Yo es que no puedo con Isabel Coixet, me parece que quiere ir de sensible hasta en los títulos de las películas.
- Y a mí qué me importa (bueno, esto no lo dijo Raquel, pero lo pensó seguro)
- Bueno Raquel, y ya para terminar… ¿A quién le darías la Palma de Oro al entrevistado más simpático?
- Pues a Coppola… No, mejor a Terry Gilliam. Sí, con diferencia. Es divertido, interesante, entrañable, cariñoso… Hasta me hice una foto con él, cosa que no hago nunca, y me cogío con un cariño…
- Hablando de sexo, ¿le diste a Elena Anaya recuerdos míos, como te dije antes del Festival?
- Pues sí, le dije que estabas prendado de ella como actriz y como mujer.
- Coño, qué vergüenza. ¿En serio que se lo dijiste?
- Que sí. Le dije que la habías entrevistado varias veces, y se quedó muy satisfecha con tus recuerdos, y además se acuerda del programa y tal, pero no te ponía cara.
- No, deja, deja, mejor que no me la ponga. Pues qué maja (es que a mí Elena Anaya me gusta más que a un tonto Elena Anaya). ¿Y la Palma de oro al tipo más desagradable?
- A Michael Haneke. Me hizo hasta sudar.
- (Uf, sudar, qué poco glamour). ¿La Palma de oro al más guapo?
- A Christoph Waltz, el mejor actor. Yo no sabía que existía, pero ya no se me va a olvidar (¿lo veis? Raquel se gusta de él).
- ¿Pama de Oro a la más humilde?
- A Mariah Carey. Contra todo pronóstico, estuvo encantadora y nada diva.
Pues qué más puedo decir. Que muchísimas gracias, Raquel, por aguantarme durante… ¿45 minutos o así, que estuvimos hablando? Y vosotros, después de esta entrevista, supongo que habréis entendido por qué ha ido Raquel a Cannes y no yo. Para que la conozcáis, os dejo con una de esas crónicas que envió a CANAL+ desde el Festival de Cannes.

P.D. Leo que, mientras estaba en un acto en el Festival de Cannes, unos ladrones entraron en casa de Mónica Bellucci para robar. Y digo yo que hay que estar loco para conseguir entrar en casa de Monica Bellucci y elegir uno de los momentos en los que ella está fuera.

martes, 26 de mayo de 2009

Ya puedes hacer lo que quieras con Popeye

Seguro que usted, querido lector, llevaba mucho tiempo queriendo tirarse a Popeye. Tirarse a Popeye figuradamente, en el sentido de abalanzarse sobre su figura, su imagen, sus beneficios, sus derechos de autor. Bueno, pues ya lo puede usted hacer, querido lector.
Ahora voy a dejar de trataros de usted y de querido lector, que era sólo un formulismo para empezar. Y os explico: a lo que me refiero es que los derechos de explotación de Popeye han caducado en Europa, y ya podemos usarlos para lo que queramos. ¿Podemos editar libros de Popeye? Yes, we can. ¿Podemos hacernos una camiseta de Popeye? Yes, we can. Voy más allá: ¿podemos vender camisetas de Popeye? Yes, we can. ¿Podemos tatuarnos a Popeye en el culo, de modo que su ojo tuerto (el “pop eye” que le da nombre) coincida con el nuestro? Yes, we can, pero sería de muy mal gusto. Aunque insisto: eso sólo se puede hacer en Europa. Un estadounidense tendrá que seguir tatuándose a su padre, y si es tuerto, mejor.
¿Por qué esas diferencias? Pues porque los derechos de autor con respecto a la creación de personajes de ficción funcionan de manera distinta allá y acá. En Europa, cuando pasan 70 años desde la muerte de un dibujante, sus creaciones pasan a ser propiedad pública. Es decir, cuando se cumplan 70 años de la muerte de Walt Disney, y siempre que no salga vivo de la mítica nevera en la que se dice que está congelado, podremos usar desde su primera creación, que era un conejo llamado Oswald, hasta la última, que no sé si fue El osito Winnie. En cambio, en EEUU tienen que pasar 95 años desde la creación del personaje. O sea, que si su creador vive 200 años, o si Walt Disney sale de la nevera en 2080 sacudiéndose la escarcha y algunos trozacos de mantequilla, dará igual: si Mickey Mouse cumple 95 años, su creador pierde los derechos, por muy vivo que esté.
Según esto, Popeye ya es de dominio público en Europa (su dibujante, Elzie Crisler murió en 1938). Pero en EEUU no, porque fue creado en 1929. Qué cosas. Yo, como estoy en Europa, puedo usarlo para lo que quiera. Por ejemplo: puedo usar su careto y el de Oliva para ponerlos en una foto en la que mi novia y yo estamos con un moro que toca la flauta y otro que toca un tamborcete, y nadie me puede decir nada. ¿No os parece un chollo? En cambio mis amigos José Luis y Queta, que viven en Chicago, no podrán hacer esto hasta 2024. Qué putada más grande.
Mi chica y yo usando a Popeye y a Oliva como nos viene en gana
En el caso de Popeye hay un tercer agravante: una empresa llamada King Features Syndicate explota los derechos de Popeye como marca registrada. Y las marcas se rigen por otras leyes, pero no estoy seguro de cuáles son. Por si acaso, si se os ocurre lanzar al mercado una línea de bragas de quita y pon, por ejemplo, no las llaméis Popeye. Llamadlas Poyeya, que se parece mucho y creo que la marca no está registrada.

Esto mismo podría pasar en breve con Supermán, El pato Donald, El gato Félix, Mickey Mouse o Betty Boop. Y si nadie lo impide, en pocos años todos podremos sacara al mercados tazas de Mickey, fundas para móvil de Betty Boop y gallumbos de Supermán para llevar por fuera (bueno, los jóvenes ya llevan los gallumbos por fuera, pero yo me refiero a fuera-fuera del todo, por encima del pantalón).
Yo, que soy hiperemprendedor y más listo que el hambre, me voy a aprovechar de esta normativa, al tiempo que os hago un favor a todos vosotros. He creado un personaje cojonudo y lo he registrado allá donde he podido. Se llama Puchi, y os vais a mear con sus aventuras. Puchi queda bien en tazas, posavasos, toallas, polainas, camisetas y preservativos con sabor de pera. Puchi va a ser un éxito en el mercado. 
El muñeco "Puchi". En el año 2104 podrás hacer con él lo que te salga del chisme.
Y ahora viene la parte altruista: dentro de 95 años, en 2104, tenéis mi permiso para ir a EEUU y explotar gratuitamente todo el merchandising de Puchi. Y cuando yo fallezca, Dios quiera que sea dentro de muchos años (os enteraréis por este blog, porque el último post que escriba me lo voy a dedicar a mí y va a ser precioso), sólo tenéis que esperar 70 años y a partir de entonces forraros con mi creación. A no ser que me dé por congelarme en una nevera como Disney y reaparecer de golpe. Pero esto no es posible, porque mi amigo Luis me prometió un día, bastante borracho, que si esa desgracia me sucedía a mí antes que a él me disecaría y me colocaría en el salón de su casa. Se lo pedí yo, que también iba bastante cargado. Dios mío, cómo se puede ser tan gilipollas.

P.D: A muchos de vosotros este post les habrá parecido absurdo. Tiene su lógica: ES absurdo. Pero es que ayer fue el día del Orgullo Friki, y había que estar a la altura. El día del Orgullo Friki se celebra el 25 de mayo porque ese día se estrenó La guerra de las galaxias. Yo pensaba que se conmemoraba el nacimiento de mi amigo Sigfredo, pero po lo visto no es por eso. En cualquier caso, felicidades a todos.

viernes, 22 de mayo de 2009

Qué se recomienda ir a ver al cine (y qué no)

Una vieja tradición de este blog, que se ha ido transmitiendo de boca a oreja y de generación en generación, y que ya se ponía en práctica desde los tiempos ancestrales de druidas y griots…
Bueno basta, que este blog lleva sólo 8 meses en el mundo y lo que voy a hacer hoy me parece que es solamente la cuarta vez que lo hago. El caso es que me parece una sana costumbre que, más o menos cada dos meses, repasemos unidos como lapas la cartelera para comentar las películas que hay en los cines. Hasta ahora las estaba clasificando como “qué se recomienda ir a ver y qué no”, pero hoy voy a ser más categórico. Porque estamos en crisis, porque no hay que andarse con medias tintas, y porque el cine está muy caro, señora. Yo creo que hay cosas por las que merece la pena pagar, cosas por las que no, y algunas por las que si pagas no pasa nada, pero que tampoco te convierten en otra persona. Y esto es una suerte, porque un día fui al cine con mi novia y salió convertida en otra persona, y lamentablemente esa persona era Andrés Montes, el pelmazo de La Sexta. Qué horror, igual lo soñé, pero no molaba nada.
Ah, y lo que siempre digo: no he visto el 100% de las películas que menciono (aunque sí el 75 o más), pero les he preguntado por las demás a algunas de las personas de las que más me fío en este mundo. Lo sé: esto no os tranquiliza nada. Bueno, pero es lo que hay. Vamos allá:
Películas que valen los 7 euros que cuestan (o que cuestan los 7 euros que valen, no sé ahora)
1. DÉJAME ENTRAR. Es la mejor película de terror que nos ha llegado en mucho tiempo (y no de demasiado terror, lo digo para que los miedosos no cometan el error de abstenerse). Sutil, bella, sencilla… Te deja pensando en los personajes, en lo que les ha pasado, en lo que les va a pasar. Y te habla de amistad, lealtad, acoso escolar, primer amor… Y es sueca. Casi toda la gente que la ha visto y con la que la he comentado, ha salido del cine entusiasmada.
2. GRAN TORINO. No es la mejor película de Clint Eastwood, opino (la taquilla ha opinado lo contrario), pero nadie puede decir que sea mala o que te duela el bolsillo por ir a verla. Harry el sucio (aunque no se llame así) is back, además de jubilated.
3. LA VERGÜENZA. La película que ganó en Málaga se deja ver, aunque de repente se convierta en una obra de teatro y baje el ritmo. Pero ojalá todas las óperas primas fueran así. Qué buen actor se está haciendo Alberto San Juan, leñe.
4. MONSTRUOS CONTRA ALIENÍGENAS. Aunque la veas sin gafas 3D (yo casi no veo por un ojo, así que cuando me hablan de estas gafas me da la risa floja), con las películas animadas de Dreamworks siempre te vas a reír, y aquí además vas a disfrutar de los homenajes al cine de terror de los 50. Que salga la voz de Carolina Cerezuela me pone nervioso, porque me dan ganas de verle el escote y sólo veo un puto dibujo. ¿He dicho esto último en voz alta? Mierda, qué patético soy.
Monstruos contra Alienígenas. ¿Veis? ¿A qué al personaje le falta la caja torácica de Carolina Cerezuela?
5. GÉNOVA. Michael Winterbottom, que hace dos películas al año, vuelve a hacer de la sencillez virtud. Esta frase la he copiado, me parece que a Carlos Boyero. Un viudo se traslada a Génova con sus hijos, y la imagen de Génova que te dejan entre todos hará que veas para siempre esa ciudad con otros ojos. O sea, la verás con los mismos, con los tuyos, pero la verás de otra manera. Si no conoces a Winterbottom, mejor gástate los 7 euros en alquilar dos suyas anteriores y luego decides.

6. STAR TREK
. Mira que a mí los vulcanianos me la han tocado desde niño (es una forma de hablar, no vayáis ahora a denunciar al Señor Spock por pederasta), pero reconozco que esta película es otra cosa. Los trekkies puristas discreparán, pero yo creo que merece la pena verla, disfrutar, salir del cine y olvidarte del tema. JJ Abrams es mucho JJ Abrams.
Películas que ni fu ni fa
1. X-MEN ORÍGENES: LOBEZNO. Título más largo. Digo lo mismo que de Star Trek… No va a cambiar tu vida, pero te hace pasar un buen rato. La meto en este saco y no en el primero porque con todo, me llega a aburrir más que Star Trek.
2. ÁNGELES Y DEMONIOS. Mira que a mí me gustó poco El Código Da Vinci… pero ésta es mejor, más acción, más intriga (es que de la intriga de El Código, que no leí previamente, no me enteré ni de la mitad). Y en ésta segunda parte mola que vayan matando curas. No por el hecho de que los maten en sí, sino por cómo lo hacen.
"Ángeles y demonios". Que es El código Da Vinci, pero en Roma.
3. LA REINA VICTORIA. A mi pareció que ni fu, pero la fiable compañera con quien la vi se decantó más bien por ni fa. Vamos, que las he visto mejores pero también peores.

4. LA SOMBRA DEL PODER
. La típica película que si la ves no te cabreas, pero si no la ves casi que serás mejor persona el resto de tus días, y encima tendrás 7 euros más. Pero entretiene. Lo mismo diría de THE INTERNATIONAL, DINERO EN LA SOMBRA.
5. LOS ABRAZOS ROTOS. Cuanto más tiempo transcurre, más ganas me dan de pasar esta película al tercer apartado. Almodóvar estará siendo aplaudido en Cannes, pero para mí Los abrazos rotos está muy lejos de ser su mejor película. Concretamente, unos 20 años lejos.
6. RUDO Y CURSI. Lo mismo digo: me gustó más el día que la vi que ahora que la recuerdo. No vayas a verla porque te guste el fútbol: no hay ni un puto gol, como cuando juega el Madrid últimamente (bueno, miento, en sus partidos sí que hay goles).
7. SICKO. Mantengo lo que dije hace unos días de esta película: el fu lo ponen los apabullantes datos que aporta el documental sobre el sistema sanitario de EEUU. El fa, cómo los intenta manipular Michael Moore.
Películas que dan ganas de descambiar en el Carrefur, pero no has guardado el tíques
1. 17 OTRA VEZ. Zac Efron es lo más para los adolescentes, pero como yo no lo soy desde hace unos años (más de 10 y menos de 30), pues no me interesa nada. Además, casi ni te enteras de que sale Matthew Perry, el gran Chendler de Friends, y eso no puede ser, hombre. Lo mismo me sucede, pero con el agravante de que además de no ser adolescente tampoco soy nena, con HANNAH MONTANA, LA PELÍCULA. Pero si eres adolescente, vete a ver las dos. Y tráeme un paquete de tabaco cuando vuelvas.
2. AL FINAL DEL CAMINO. Típical producto español mal enfocado. No sé a qué público va dirigida, por suerte, aunque funcionó bien en taquilla. Yo no me reí ni una vez, miento, me reí mucho en la primera secuencia con las caras de Malena Alterio, y pensé “¡Qué buena pinta!”. Ahí se acabó el disfrute.
3. FUGA DE CEREBROS y MENTIRAS Y GORDAS. Atípical productos españoles bien enfocados. No van dirigidos a mí, que me espantan, pero sí a un público muy concreto que ha llenado las salas, y de qué manera. Yo no iría ni loco, pero…
4. ESPERPENTOS. Uf. Pobre Valle-Inclán y todo eso, pero el título parece elegido por un crítico de cine después de ver la película. Estaba pensada para hacer una serie de televisión, y se nota. Y que San Rafael Azcona me perdone.
5. FAST AND FURIOUS. Yo es que no puedo con estas películas: drogas, policías, persecuciones y coches ruidosos. Y yo odio 3 de estas 4 cosas.
6. NOCHE EN EL MUSEO 2. A ver: la película así suelta no estaría mal. Pero si has visto la primera (que me sorprendió para bien), ya has visto la segunda. Cambian de museo (Washington en vez de NY), pero el mono sigue pegando a Ben Stiller, el dinosaurio cobrando vida y Robin Williams poniendo caras.
7. NUNCA ES TARDE PARA ENAMORARSE. La madre que parió a Dustin Hoffmann y Emma Thompson, y mira que me gustan los dos… pero no en un romance tan empalagoso, caramba.

Bueno, pues ésta es mi opinión, tan válida como cualquier otra. Bueno, no. Es más válida que la de Belén Esteban (que me tiene loco de lo fea que se ha puesto, por cierto) y menos que la de Jordi Costa, por ejemplo. Pero válida al fin y al cabo. Eso sí, si habéis visto últimamente alguna de las películas en cartel y queréis añadir alguna que merezca la pena, o alguna que merezca la pena pero de muerte, os lo agradecería bastante, porque cuantas más personas opinemos, más justas serán las decisiones, como decía Francisco Franco (¿o era otro quien lo dijo?).

miércoles, 20 de mayo de 2009

Saber vivir como Manuel Torreiglesias

A estas alturas, seguro que todos suponéis que le dedico un post a Manuel Torreiglesias por un único motivo… ¡pues no! ¡no es sólo por eso, listos! Que sepáis que yo soy fan de Torreiglesias desde mucho antes de que estallara el famoso “affaire Saber vivir“, de hecho, hace unos meses ya avisé en este blog de que un día le dedicaría una entrada para él solito (ver penúltimo párrafo de un post de enero). Y ese día ha llegado.
Para empezar, no entro a juzgar si Manuel Torreiglesias habrá trincado ilegalmente pasta de la publicidad del programa, ante todo apliquemos la presunción de inocencia. Él mismo se declaró inocente en una rueda de presa en la que curiosamente no admitió preguntas. Pero sí me gustaría llamar la atención sobre una cosa: que esta acusación no le ha extrañado a nadie. Quiero decir, que si de repente se publica que Pocoyó ha abusado sexualmente del elefante rosa ése que tiene, seguro que alguien saldría a defenderle, o diría “qué raro, con lo buenecito que parece Pocoyó”. Oye, pues con Torreiglesias nadie ha salido a la palestra para cuestionar el asunto (que yo sepa). Pero insisto: mientras no se diga lo contrario, presunción de inocencia pa tós.
Manuel Torreiglesias, con sus flores y sus cosas.
Mi homenaje a Manuel Torreiglesias se debe a que se nos va un grande de TVE. Para mí, las vacaciones ya no serán lo mismo sin él. Debido a mi horario laboral, sólo puedo ver Saber vivir en vacaciones, y además lo suelo hacer fuera de España y en TVE Internacional, porque me pillaba en la hora de la ducha antes de salir a trabajar o a turistear por ahí. Y me lo pasaba bomba con sus enfados, sus desvaríos, sus afirmaciones, su mundillo y las anécdotas que generaba y que me gustaría compartir con vosotros. Algunas las recuerdo de memoria y me las vais a tener que creer. Otras las voy a colgar en formato audio, ya sabéis, emepetrés o guab (bueno, a quién pretendo engañar, no controlo mucho de este tema).

(Aquí hago un paréntesis para hablaros de Sebastián Maspons. Atrévete, el programa de radio de Cadena Dial en el que colaboro, le dedicó el pasado martes un homenaje a Manuel Torreiglesias. Y Sebastián, que trabaja en el programa, tiene guardados cerca de 400 (¡creo que me dijo 400!) clips de audio de Saber vivir. Sebastián es un tipo fantástico que me llama por teléfono para grabar mis chorradas las semanas en las que no entro en directo. Hablar con Sebastián me alegra el inicio de la mañana, me acerca psicológicamente al viernes y me divierte bastante. Porque Sebastián en 10 minutos puede grabar mi intervención, contarme 3 chistes, hacer 4 juegos de palabras, imitarme al Señor Barragán y sacar de dentro a su mítico personaje radiofónico Jacinto Pinto. Además, me ha hecho el pedazo de favor de prestarme los clips de Saber vivir que os voy a poner hoy. Gracias, Sebas.)
A ver: estos son los motivos por los que soy fan de Manuel Torreiglesias.
1. Por tratar con un poco de desprecio a su audiencia, pero con un desprecio elegante.
  • Normalmente, cuando ya ha entendido el contenido de una pregunta, Manuel corta al televidente: “Vale, vale, que ya le hemos entendido”. Esto lo hace incluso cuando no es una pregunta. Transcribo de memoria una conversación reciente: dice un hombre mayor: “Hola, amigo”. Responde Manu: “¡Cómo me gusta cuando me llaman amigo!” “Claro, porque todos ustedes son mis amigos, porque me ayudan a…” “Bueno, bueno, ya está bien, a ver la pregunta”.
  • También se lo hace a las señoras, a las que a veces llama “bonitas”. Una  pobre mujer estaba un día piropeando el programa de una manera un poco insistente, pero Manu es inflexible con la escaleta: “la pregunta, la pregunta”Clip 1.
  • Otro día llamó una mujer. “¿Manuela?” “No, soy Carmen” (es evidente que ha habido un cruce de líneas, algo muy normal en un programa de llamadas) “No puede ser, es usted Manuela”. “Bueno, ¡si sabré yo quién soy!”, respondió la pobre mujer.
  • Además, cuando Manu ve que su audiencia no le sigue el rollo, interpreta sus palabras. Una mujer aseguraba que relacionaba el calcio con la leche y él la corrige “No, lo relacionas con los huesos”. Joder, a ver quién le dice que no… Clip 2.
2. Por tratar con un poco de desprecio a su equipo, pero con un desprecio elegante.
  • De los alegres desplantillos de don Manuel no se libran ni los grafistas. Cuando cambiaron la tipografía del programa, no se cortó en decir que la letra era muy pequeña, porque claro, como el diseñador estaba de vacaciones… Clip 3.
  • Un televidente le hizo un día una pregunta que no supo o no le correspondía contestar. Educadamente, señaló con el dedo índice muy tieso a su compañero, el que tiene cara de tomate (creo que se llama Luis Gutiérrez, es el que le ha sustituido), y le dice: “A ver, tú, responde”. Hala, como en el cole.
  • Pero hubo un día en el que decidió humillar definitivamente a Gutiérrez. Saludó a unos catedráticos, y el otro pobre también respondió al saludo. Error. Nunca saludes a Torreiglesias si no eres catedrático. Clip 4.
Manuel Torreiglesias, más joven, morenete y sexy, en una columna que tenía antes, creo que en Cambio16, pero no estoy seguro.
3. Porque se despista mucho.
  • Manu se lía un poco con las estadísticas. Puede decir indistintamente “Tres de cada dos personas”, “una persona de cada media”, “doscientas personas de cada cinco”Clip 5.
  • Un buen día, invitaron al plató a una señora de 84 años. Se notaba a la legua que los tenía, bueno quizá tuviera 84, quizá 86… tal vez 81… Manuel Torreiglesias le dijo: “Bueno, usted qué tiene: ¿64 años?”. Si no se lo hubiera dicho tan cabreado, hasta me habría parecido un piropo.
  • Otro día comenzó a llamar a voces a un oyente que no contestaba. “¡Antonio, Antonio!” Claro, el pobre no respondía porque no era el pobre, era la pobre y se llamaba Antonia. Clip 6.
4. Porque le sale una psicología familiar de dentro que no ze pué aguantá.
  • Os juro (bueno no hace falta que lo jure, lo podéis oír) que un día a un niño gordito le dijo en antena que como siguiera comiendo tanto iba a vivir menos que su abuela. Se lo dijo con mucho tacto, eso sí. Clip 7.
  • Otro mítico día, Fernando Ónega hablaba de la situación de las pobres amas de casa en verano, que mientras su familia está de vacaciones ellas siguen limpiando y cocinando para todos. Torreiglesias, para desterrar el machismo de la faz de la tierra, apostilló: “Por eso, niños, tenéis que ayudar mucho a mamá en estas fechas. Y sobre todo vosotras, niñas”. Toma ya. Preparando a los chavales para un futuro mejor. Mejor para ellos, no para ellas.
5. Porque le pasan cosas surrealistas.
  • En una ocasión, Una mujer llamó a Manu para hacerle una pregunta de las de siempre, pero en el momento de ser atendida, se puso a hablar por otro teléfono con un tal Carlitos.  ¡Señooora, que está usted en la tele, déjelo para luego!… Clip 8.
  • Eso sí, Torreiglesias ha demostrado con creces que es capaz de morirse en antena con tal de despedir el programa. Aquí casi se ahoga con un pollo del tamaño de la Gallina Caponata. Clip 9.
  • Y otro día quiso decir un refrán, pero donde dijo dice, dijo diego donde yo dije digo, aunque diego le dije que no sabe lo que dice. Clip 10.
6. Por guarrete, con perdón.
  • A ver, me explico. Guarrete guarrete no, pero de curiosas y escatológicas costumbres, sí. Un buen día reconoció públicamente que de pequeño se meaba en las manos. Con un par de cojones. Clip 11.
  • Y otra vez, una mujer preguntó un día por la eyaculación precoz de su marido. Que también hay que joderse, “mi marido me deja a medias… ¿qué puedo hacer? Ya sé: voy a llamar a Manuel Torreiglesias”. Esta vez no fue Manu el torpe, sino otro médico que quiso dejar bien claro (creo) que él no se estaba cepillando al marido de la señora. Clip 12.
  • Más cosas: ¿a alguien le importa el dedo que te va a meter en el culo el médico que te va a hacer un tacto rectal? Perdón por la contundencia e indiscreción de la pregunta, pero es que Manu demostró un día que a él sí que le importa, incluso tal vez demasiado. Clip 13.
  • Un día yo creo que se puso cachondo, y que Dios me perdone, hablando de su compañera Merceditas. Al final se le fue tanto la olla piropeándola, que acabó dándole la enhorabuena al padre de la muchacha, aunque ya se había muerto hace un poquito de tiempo. Sí ya sé que esto no se entiende así leído. Tenéis que escucharlo. Clip 14.
7. Y por último, para disipar las dudas sobre si Manu tenía intereses ocultos en la publicidad… fijaos cómo le suplica a su audiencia para que se trague los anuncios. ¿Será por la cuenta (corriente) que le trae? Noooooo, por Dios, hemos dicho que no íbamos a ser malpensados (bueno, lo he dicho yo). Clip 15
En resumen, que se nos va un grande grande de la televisión y de los zappings. Y para terminar, os dejo con dos homenajes sexuales (léase esto último con voz de Chiquito de la Calzada) y espontáneos a Manuel Torreiglesias. El primero es un montaje cojonudo gentileza del mentado Sebastián Maspons (mil gracias, Sebastián, insisto). Y el segundo circula desde hace unos años en Youtube, pero yo no puedo evitar las carcajadas cada vez que lo vuelvo  a ver.


lunes, 18 de mayo de 2009

Life on Mars y La chica de ayer

Antena 3 está emitiendo desde hace cuatro semanas La chica de ayer. CANAL+ emite hoy el segundo episodio de Life on Mars. Son la misma serie. No me refiero a que sean la misma-misma serie, como sucede por ejemplo con Invasión jurásica y Mundo primitivo, o con Entourage y El séquito, que sí que son las mismas series, sólo que Cuatro y La Sexta les han cambiado el título para ver si no nos damos cuenta y las vemos otra vez, digo yo. Pero vamos, que si a mí me pones las Matrimoniadas y me la titulas Los Soprano, yo creo que me doy cuenta.
La chica de ayer y Life on Mars son la versión americana y española de una serie británica que también se llama Life on Mars, y que se puede ver en España en Antena Neox, el canal de TDT de Antena 3, que parece que tiene previsto emitirla cuando acabe La chica de ayer para evitar comparaciones. Lamentablemente, en mi casa aún no tengo TDT qué fuerte (desde aquí un abrazo a International Playboy, que tiene un más que justificado miedo a las barbaridades que pueda escribir).
La versión estadounidense, que es la que yo estoy viendo y que emite CANAL+, no trata sobre la vida en Marte, oh, no. Life on Mars es el título de una canción de David Bowie de 1973, que es el año en el que se desarrolla la serie. La cosa es que un policía de 2008 sufre un accidente de tráfico en plena investigación de un caso (en el que está implicada su novia), y tras el porrazo aparece en el año 1973, ahí, con las Torres Gemelas recién hechas, todavía en pie. El único nexo entre 2008 y 1973 es la música de Bowie que suena en su coche antes y después del accidente (primero en un MP3 y luego en un musicassette de esos que no hace tanto nos recordaban que teníamos que dejar terminar la cinta antes de darle la vuelta). El nuevo jefe del policía teletransportado (que diría un trekkie) es Harvey Keitel.
Life on Mars. La estadounidense. Pues vaya tripa que ha echado Harvey Keitel.
La versión española no nos lleva a 1973, sino a 1977, para aprovechar mejor la transición a la democracia. Buena decisión: en 1973 la policía franquista estaba más preocupada por los últimos ajusticiamientos, por el atentado de Carrero, por la incipiente ETA, aún había pena de muerte, era un cuerpo dictatorial… Da más juego la de 1977. El jefe del policía teletransportado (que interpreta Ernesto Alterio) es Antonio Garrido, el de Identities.
La chica de ayer. Pero si es que hasta en la foto Ernesto Alterio sale asustado.
Entonces, si son iguales, ¿por qué es mejor Life on Mars que La chica de ayer?
  1. Porque Life on Mars es estadounidense y La chica de ayer española. Así de fácil, de duro y de claro.
  2. Por el título. Life on Mars es una canción de 1973. La chica de ayer, de mi adorado y llorado Antonio Vega, es 3 años posterior a 1977. Como título queda bien (por lo de “ayer”), pero el tema no encaja nada en la época. En 1977 nuestras canciones guays eran Vete de Los Amaya, Linda de Miguel Bosé, Fiesta de Raffaella Carrá, Yes sir, I can boogie de Baccara o Enséñame a cantar de Micky. La Ramona no, por un año. De hecho, cuando tiene el accidente, en el coche de Ernesto Alterio tiene que sonar una de Queen (no recuerdo ahora mismo cuál, creo que Bohemian Rhapsody).
  3. Por los actores. No sólo por la imposible comparación entre Harvey Keitel y Antonio Garrido, sino porque Ernesto Alterio está todo el rato con cara de susto y pone la boca muy rara y habla despacio y como crípitico. El actor estadounidense, Jason O’Mara, flipa por aparecer en 1973, pero su cara no muta a la de un pececico asustado.
  4. Por las chicas. La novia americana de 2008 (la que desaparece) es Lisa Bonet. Lisa Bonet era la hija del doctor Huxtable en Bill Cosby, y a mí me gustaba más que a un tonto Lisa Bonet. Luego la vi copulando con Mickey Rourke en El corazón del ángel antes de que a Mickey le operara el cirujano de Carmen de Mairena, y entonces Lisa Bonet pasó de ser para mí un mito juvenil a yo qué sé qué pasó a ser esta chica. Pero esto es un problema mío, no sé para qué os lo cuento. En la española, la “novia” de 1977 es Manuela Velasco. Manuela me gusta y me cae bien, pero yo creo que ve la cara de susto de Ernesto Alterio y entonces piensa que detrás de ella hay una vaca grande o algo así y pone cara de susto también ella.
  5. Por las canciones. Sólo en los primeros 20 minutos de Life on Mars escucho el tema de Bowie y Baba O’Riley, de The Who. En la española un día escuché Gavilán o paloma, de Pablo Abraira. Como diría Alejandro Sanz, no sé cómo decirte, nooooo es lo mismo.
  6. Porque Teresa y Eva Díaz opinan igual que yo. ¿Que no es un motivo sólido? Si pensáis eso es que no las conocéis.
¿Algún punto a favor de la versión española? Sí. Los casos de La chica de ayer se resuelven en unos 70 minutos. Los estadounidenses en 40. El primer capítulo de ambas series es el mismo: mismo caso, mismo guión, misma trama. Y me dio la impresión de que Life on Mars dejaba algún cabo suelto, o poco claro. La chica de ayer, aunque se pasa de lo contrario, te deja atados todos los cabos y si se descuida te ata también los cordones de los zapatos. El primer capítulo de La chica de ayer me gustó bastante. El segundo algo. El tercero pichirichi. El cuarto ni fu ni fa.
Aún no he visto la serie británica, la original. Dicen que es la mejor de las tres.
En otro orden de cosas, a mí me gustaría poder teletransportarme a algún año. Por ejemplo: a 1981 para disuadir de sus ideas al diseñador de Naranjito. A 1966, para ver en directo a Los Beatles. A 1978, para ver cómo me educaron en el colegio y así entender muchas cosas. A 1985, para asistir a los inicios de Faemino y Cansado en el Retiro de Madrid y ver si se me pegaba algo. A 2000, para meter en una urna de Florida una papeleta a nombre de Al Gore. O a 2018, para ver cuántos comentarios hay en este blog en el día de su 10º aniversario. Decía Luis Buñuel que cuando muriera, le gustaría poder levantarse cada 10 años, salir a comprar el periódico y volverse a la tumba. Mira, eso también me gustaría.
Naranjito
¿Habéis visto Life on Mars / La chica de ayer? ¿Con cuál os quedáis? Si no habéis visto ninguna… ¿a qué año os teletransportaríais? Y si no os irías a ningún año, ¿a qué velocidad corre el guepardo guaraní?