lunes, 27 de julio de 2009

Qué películas hay que ver estas vacaciones y el pie de Sienna Miller

Dentro de unos días se acaba el mes de julio, he pedido que lo prolonguen un poco para seguir más tiempo con este blog, pero por lo visto no se puede por no sé qué de la financiación autonómica. Así que, amigos, me marcho unos días de vacaciones, pero no sin antes dejaros con una guía de las películas que van a llegar este verano a los cines, y con mi humilde pero excelsa teoría sobre si debéis verlas o no. Como siempre os digo, aún no he podido verlas todas, pero cuento con opiniones muy fiables de gente que sí que ha podido, como María José Cantudo.
Así que vamos allá.
Up. No dejéis de verla. Es la enésima maravilla de la Pixar. Una vez más, igual que en Wall-E, se arriesgan con una primera parte de cine casi mudo con un homenaje a Chaplin y Keaton que funciona, vaya si funciona. La primera vez que la casa se eleva gracias a los miles de globos de colores, se me pusieron los pelos de punta. Se me pusieron de punta los de los brazos, los de la cabeza ya estaban de punta por la gomina que utilizo, que es la misma que Mario Conde, que lo vi en un programa de televisión (se estrena el 31 de julio).
Up, una vez más la Pixar se marca la mejor película del año.
Asalto al tren Pelham 123. Yo no soy muy fan de Tony Scott, tampoco os creáis que me vuelve loco su hermano Ridley (excepto sus 3 grandes películas). Sobre todo porque a Tony Scott cuando coge la cámara le entra un ataque de Parkinson. Pues en esta película debe de estar en tratamiento, porque está más tranquilo y consigue una historia de acción más que pasable. Denzel Washington sale airoso, como siempre. Un tío que gana un Oscar por una película como Training day sale airoso de lo que sea (se estrenó el 24 de julio).

Enemigos públicos
. Michael Mann se saca de la manga una historia de gángsters casi perfecta. Es un caso real, de la época de la Depresión del 29 (qué apropiado), y se llama así porque hay un momento clave en el que Johnny Depp está viendo la pelicula clásica Enemigo públicoMarion Cotilliard, guapísima, como no podía ser menos (se estrena el 14 de agosto).
Arrástrame al infierno. Ahí picas porque es de Sam Raimi, pero no tiene nada que ver con Spiderman ni El ejército de las tinieblas ni nada. Innova, eso sí, porque no lo puede evitar, pero vamos, que si no es porque hace mucho calor y buscáis una sobredosis de aire acondicionado en el cine, mejor una cervecita en una terraza (se estrena el 31 de julio).
G.I. Joe es como la película de acción del verano. A mí la verdad es que no me hace mucho tilín… pero bueno, se puede pasar el rato en plan maromo, con los amigos, sin la churri, con palomitas y con una gaita por si acaso, pero siendo muy conscientes de que vamos simplemente a eso. Una de las protagonistas es un cañón llamado Sienna Miller, sobre la que os recomiendo que leais el especial que María Blázquez firma en Menstyle. Por cierto, en la anterior portada de Fotogramas salía Sienna Miller. Y sí, está buenísima, pero en uno de los pies sólo tiene cuatro dedos. ¿Photoshop? ¿Darwin? No sé, qué raro es todo (hablando de portadas, creo haber comentado alguna vez el cambio brutal que ha dado la página web de Fotogramas desde que la coordina mi admirado Carlos Alonso). G.I. Joe se estrena el 7 de agosto.
El asombroso misterio del pie tetratarsiano de Sienna Miller.
Resacón en Las Vegas. Qué risa me da el título original, Hangover, porque pienso en el resacón y en Ernesto de “Hangover” y todo me cuadra. Es una comedia de estas gamberras que siempre están de moda pero que ahora han vuelto con más ganas, con despedida de soltero que acaba en desastre. Lo mejor: el cameo de Mike Tyson as himself. Lo demás, totalmente olvidable  (se estrena el 14 de agosto).

Año uno
es del gran gurú de ese tipo de comedias, Jude Apatow. El actor es Jack Black, uno de los actores y tipos más excesivos de Hollywood. Y la película va de la época prehistórica. Pues eso, vosotros mismos (se estrena el 28 de agosto).
De American Playboy ya os hablé el otro día, así que dejadme en paz  (se estrena el 28 de agosto).
Anticristo. Es la de Lars Von Trier, por la que dijo en el Festival de Cannes que él era el mejor director del mundo (sí hombre, ¿y Clint Eastwood y Mariano Ozores qué?) y por la que le preguntaron los periodistas que cuándo se había vuelto tan loco. No la he visto, me ha dicho un amigo que si no quiero ver una ablación en primer plano y cosas así, que no vaya. Y no quiero, la verdad (se estrena el 21 de agosto).
Mapa de los sonidos de Tokio. A mí Isabel Coixet me pone muy nervioso cuando filma, aunque no tanto como cuando habla. Pero en esta película la tolero mejor, seguramente porque mola mucho cómo saca Tokio. Eso sí, yo la vería en V.O.S. porque el doblaje de Rinko Kikuchi y Sergi López es desesperante (se estrena el 28 de agosto).
Por si queréis usar este blog como guía cinematográfica del verano, os cuento cuáles son los demás estrenos que llegan desde hoy hasta finales de agosto y de los que me he enterado, de momento. De los que no me he enterado no os voy a contar nada, hala.
  • Viernes 31 de julio: Desgracia, Sex Drive, Un trabajo embarazoso, Rojo oriental.
  • Viernes 7 de agosto: Mi vida en ruinas, Exorcismo en Connecticut, Mein Führer, “N” Napoleón y yo.
  • Viernes 14 de agosto: El año que mis padres se fueron de vacaciones, El latido de la montaña.
  • Viernes 21 de agosto: El mundo de los perdidos, Ong Bak 2.
  • Viernes 28 de agosto: Shorts, la piedra mágica.
Y ahora sí, me marcho de vacaciones. Será sólo durante unas semanas, yo os echaré mucho de menos, vosotros a mí no, y entonces yo me pondré digno y tampoco os echaré de menos a vosotros. No os puedo decir dónde me voy porque luego me agobian los fans y los gatos, pero os daré unas pistas: estaré en una ciudad donde antes había un muro de Berlín, y en zonas aledañas de dicho país germánico, y luego unos días en una localidad cántabra de donde es David Bustamante y donde se podría cantar: “Al pasar la barca, me dijo el _____”, pero en vez de barquero, pues en femenino. Más no os voy a contar, porque tampoco soy tonto y me vais a descubrir.
Pasadlo pirata. Nos vemos en unos días.

viernes, 24 de julio de 2009

Amanece, que no es poco

Hay una película que en 2009 cumple 20 años. Bueno, qué chorrada, hay un montón de películas que en 2009 cumplen 20 años, concretamente todas las que se estrenaron en 1989. Pero hay una en concreto que merece la pena destacar, recordar y ver o volver a ver. Se llama Amanece, que no es poco, es de José Luis Cuerda, y si dejamos a un lado a Luis Buñuel, es la mayor muestra de surrealismo que se ha hecho en el cine español. Y si hablamos de humor surrealista, yo diría que la mayor.
Cartel de "Amanece, que no es poco".´De acuerdo, el cartel es feo.
La primera vez que la vi me quedé perplejo, descolocado, y con agujetas en el estómago de reírme (es que no tengo abdominales). Era incapaz de explicar de qué trataba eso que había visto, pero me había gustado, como el rock’n’roll a los Rolling. Después empecé a descubrir a mucha gente a la que también le había encantado esa marcianada. Amanece, que no es poco es una película de las denominadas “de culto”. De hecho, hace dos semanas la han liado parda (guiño al anterior post) en Albacete con fastos, celebraciones conmemorativas y tal, de donde es José Luis Cuerda. Han organizado un concurso de cortos (Amanece que no es corto), han invitado al director y a actores del rodaje y se ha creado una ruta turística por los lugares en los que se rodó la película: en la Sierra del Segura, Ayna, Liétor, Molinicos y Albacete capital (donde tendrán que estar ambientados los cortos del certamen). En Madrid, la Academia de Cine organizó un pase al que se podía asistir disfrazado de personaje de la película. Yo, por llevar la contraria, fui vestido de Heidi y no me dejaron entrar.

Pero aparte de ser una película “de culto”, existen muchas razones para amar (y ver o volver a ver) Amanece que no es poco:
  • Por el nivel cultural de ese humilde pueblo. Cuando un grupo de americanos le piden indicaciones a un labrador, éste les responde: “Yo no puedo contestarles, yo soy un hombre muy primario, estoy sujeto terriblemente a las pasiones”. Al salir de misa, dos niños vestidos con traje regional comentan: “¿Tú crees que los conocimientos que adquiramos ahora en la escuela serán de rango inferior a los bienes espirituales que nos han sido dados en la misa?” Y la niña, más gañancilla, le responde: “¡Pues probablemente sí!”.
  • Porque Cuerda se toma la santa misa a cachondeo, pero sin herir más sensibilidades que aquellas que se empeñen en sentirse ofendidas. Los pregones de Manuel Alexandre no son en nombre del señor alcaldeeee, sino del señooor curaaaa: “Se hace saber que Dios es uno y trino”. Luego le confiesa al cura: “Yo he pregonado lo de uno y trino, pero creo que la gente no se ha enterado bien”.
Cassen y Saza. La autoridad divina y la autoridad terrena.
  • Porque hablando de esta pareja clerical, hay una frase genial que le dice Manuel Alexandre al cura durante el ayuno voluntario: “¿Y no seria mejor que le dieras a los pobres lo que no te comes tú?”.
  • Porque a Tito Valverde, cuando piensa en una mujer, le sale un fogonazo del culo. Precisamente hay una mujer (muy mayor) que cada vez que goza en la cama con Tito, da a luz a unos gemelos a los diez minutos, de lo que disfruta.
  • Porque Wolffo, un tipo que visita este blog y que escribe libros de cocina (dentro del género de los rece-relatos o las rela-recetas, no sé calificarlo bien), y que es una especie de genio renacentista, dice que es una de sus películas favoritas. Por algo será.
  • Porque Quique San Francisco quiere cambiarle el papel a cualquiera que pasa por su lado. Es el único que parece saber que está dentro de una película.
  • Por la música que se canta en este pueblo. Los labradores vuelven a casa entonando canciones a capella y a cuatro voces dignas de los Hilliard Ensemble. Y en el bar del pueblo, donde se entran de uno en uno a emborracharse hasta que la Guardia Civil te permite irte ebrio y dar paso al siguiente, una soprano canta Lascia la spina, una bellísima pieza de Händel, perteneciente a un no muy famosos oratorio (El triunfo del tiempo y del desengaño). Qué pueblo más culto, qué gozada.
  • Porque de hecho, aquí plagiar a Faulkner es un delito más grave que matar a tu mujer “porque era muy mala”. Claro, que a Luis Ciges, con esa carita y esa voz, yo también le perdonaría todo.
  • Por el maestro del pueblo. En la puerta de la escuela, recibe a cada niño con una frase exclusiva: “Buenos días, Jaime, de poderosas piernas… Mari Carmen, bella hija de hermosísima madre… Hola Rafaelito, veloz con el tirachinas… ¿Qué tal has dormido, Sixto? Teórica imaginación…” A mí me encantaría recibir así a mis compañeros de trabajo: “Buenos días, Paquita, de trato insoportable… Cómo estás, Juanito, de ego incontrolado… Hola Elenita, de enormes pechos…” Las clases de este maestro son un musical de godspel. Los niños acaban agotados, pero aprenden perfectamente geografía y anatomía.
  • Porque el borracho del pueblo (Miguel Rellán) se desdobla y es capaz de estar a la vez delante y detrás de la gente. “Será una de las cosas que hacen los borrachos sin darse cuenta”, dice. A la mujer del borracho se la tira el negro del pueblo, así que Rellán practica este desdoblamiento para ver si la impresiona y la recupera.
  • Porque algunos hombres brotan de los bancales como si fueran una coliflor. Y luego crecen y salen del todo o se atascan. Pastora Vega se enamora del suyo.
  • Porque a las atracciones de feria (caballitos) sólo pueden ir los mayores. Los niños tendrán que esperar a cumplir 29 años.
  • Porque los sudamericanos exiliados que viven en el pueblo tienen dos buenas costumbres que van alternando: unos días van en bici y otros huelen bien.
  • Porque en ese pueblo, las elecciones no son para elegir al alcalde. También son para elegir a la puta del pueblo, a las adúlteras, al tonto del pueblo o a la marimacho.
  • Por Luis Ciges, Antonio Resines, Manuel Alexandre, Cassen, Miguel Rellán, Aurora Bautista, María Isbert, Fernando Valverde, Quique San Francisco, Chus Lampreave, José Sazatornil

Se me podían ocurrir muchas más razones para amarla, pero me parece que ya os la he destripado lo suficiente. No lo puedo evitar: adoro esta película, que no es poco.

miércoles, 22 de julio de 2009

Tele YouTube

Hay que citar las fuentes. Hay que decir las cosas en las que nos inspiramos, basamos o directamente copiamos. Yo para vestir, por ejemplo, copio descaradamente a Paco Clavel, y no pasa nada por reconocerlo. Digo esto porque hace unos meses el diario El País, en su suplemento “Domingo”, publicaba un artículo titulado “Devorados por YouTube”. Hablaba de gente anónima que se había hecho famosa colgando un vídeo en la red y de vídeos que se habían hecho famosos tras ser colgados por gente anónima. Acababa con un ránking de algunos de los vídeos más vistos en Youtube. El artículo lo firmaba Carmen Pérez-Lanzac, y la verdad es que le quedó pirata de la muerte.
Tanto, que al día siguiente, el telediario de TVE hacía un reportaje en el que sacaba todos estos vídeos tan famosos… pero no mencionaba que había fusilado la idea de El País. Y claro, la cosa cantaba La Traviata, el domingo lo leo en el periódico y el lunes lo veo en la tele, qué guay ¿no?. Pues no, muy mal. Hay que citar las fuentes (¿por qué cuando algo llama la atención canta La Traviata y no Rigoletto o La chica ye-yé?).
Ya que os he contado esto, no os voy a dejar con la duda y os voy a decir cuáles eran algunos de esos vídeos tan visitados en Youtube de los que hablaba El País, por si os apetece recordarlos o conocerlos. Pero primero leeros mi post entero, que si no me echan de Menstyle y yo estoy enamorado de este portal y de la gente que lo hace. Eso sí, yo citaré mi fuente y mi inspiración, ya sabéis: Paco Clavel.
El niño anestesiado, uno de los vídeos más vistos de YouTube. Fijaos la cantidad de visitas que llevaba en el momento de capturar esta foto.
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Y ahora viene mi genial idea: Tele YouTube. Tele YouTube sería un canal de televisión con programas sobre todos los temas, pero hechos con vídeos sacados de la red. Soy la bomba, seguro que a nadie se le había ocurrido esto antes. Debo reconocer que yo no soy un gran buceador de vídeos en Internet, y que la parrilla de la programación de este canal se la debo a queridos amigos que me los envían, como Julio o Alejandro.
Por ejemplo, la franja horaria de tarde y noche en Tele YouTube  podría quedar así:
14:00. Concurso: Cifras y letras. Programa cultural en el que los responsables te ponen a huevo que las letras formen, por ejemplo, palabras derivadas del verbo “follar”.
15:00 Informativo. Conducido por Beatriz Pérez de Aranda, es el único informativo de la televisión en el que a la presentadora se le vienen a la cabeza, sin venir a cuento, ciertas hortalizas de forma fálica.
16:00. Telenovela. El camionero amoroso. Historia de un conductor de camión que se enamora de una bella conductora. No apto para los oídos sensibles a las burradas más impensables.
20:00. Fútbol. Brasil - Zaire. En Zaire juega el increíble defensa Ilunga, un jugador capaz de salirse de la barrera que está formando para sacar la falta que le correspondía sacar a Brasil.

23:00. Música noche: Ritmos coreanos. Concierto de un grupo chinorri con el batería con más afán de protagonismo de la historia de la música moderna.

lunes, 20 de julio de 2009

Yo leo los artículos de Playboy

Es mentira, no los he leído en mi vida, yo sólo miraba las fotos pero porque era joven y estaba salido, ahora soy mayor y ya no compro Playboy, porque para algo está Internet. Pero tenía que titular este post con algo relativo a Playboy y he elegido esta ingeniosa frase que viene en una camiseta que tengo. Os voy a contar por qué tenía que escribir algo relativo a Playboy y qué tiene que ver este tema con el cine, y de paso os voy a cascar (perdón, soltar) las reflexiones que me ha provocado este asunto, porque hace mucho que no reflexiono en este blog.
- Durante el último mes he visto dos películas muy distintas pero que en su título hacen alusión a Playboy: Miss Marzo y American Playboy.
- Miss marzo se estrenó en España el 12 de junio. La vi con Rafa Fernández, un tipo que es guionista, ezcritor y que sabe perfectamente lo que es escribir para las pantallas (me lo volvió a demostrar el otro día con una nueva idea para televisión que espero que le funcione). La película nos pareció lo mismo a ambos: una gamberrada que, de habérnoslo propuesto, podríamos haber escrito entre los dos (o sea, la habría escrito él, y si a eso me sumo yo con mi aportación cero, pues nos habría salido un guión entero entre los dos).
- American Playboy la vi más solo que la uva (un amigo mío decía eso porque pensaba que la frase hecha se refería a la última uva que queda en el plato después de las campanadas ¿¿¿???). Se estrena el 28 de agosto, así que anda que no me han invitado al pase de prensa con tiempo ni nada. No es una comedia. En realidad no sé muy bien lo que es.
- Miro en el periódico a ver si siguen echando en los cines Miss Marzo. En Madrid no. Ya que tengo el periódico entre manos, leo que el barco del amor (el de Vacaciones en el mar) está ahora mismo inmovilizado en un puerto con la prohibición de ejercer sus labores a causa de las deudas contraidas por su dueño. Qué cabrón el Capitán Stubing, pienso. Y cierro el periódico, que me despista.
- Miss Marzo la han escrito, dirigido y protagonizado dos chavales llamados Zach Cregger y Trevor Moore. Si no fuera porque la película no es genial, serían dos genios. Uno de ellos es un clon de Jim Carrey, de aspecto y sobre todo de gestos. Si os pone nerviosos Jim Carrey, os pondrá nerviosos Trevor Moore.
El actor que me pone nervioso porque imita a Jim Carrey en la mansión Playboy con dos conejitas.
- La historia consiste en que un chico de educación opusina y su novia virgen y santurrona se disponen a hacer el amor por primera vez en una fiesta, pero él sufre un accidente que le deja en coma. Cuando vuelve en sí (tres años después) su candorosa novia se ha marchado y convertido en una conejita Playboy. Pero qué zorrilla.

- Tiene chistes de caca y pis, y un personaje se llama Polla de Caballo.
- Lo mejor de la película es un cameo que hace Hugh Heffner. Gacioso y autoparódico. El hombre que de mayor no quiera haber sido Hugh Heffner de joven (no sé si me explico), que le tire la primera piedra a Pamela Anderson.
- Si no visteis Miss Marzo en el cine, no os matéis por encontrarla en vuestro vidioclús. Eso sí, si un día la ponen en la tele y estáis con la tarde tonta, igual hasta echáis unas risas. Pero nada más. Ni siquiera la virginal novia está superbuena, yo creo que en la vida real no hubiera salido en el Playboy.
- American Playboy es un título en inglés que está traducido de otro título en inglés que no tiene nada que ver con American Playboy (”Spread”).
- Yo creo que la película está hecha exclusivamente para lucimiento de Ashton Kutcher, el marido de Demi Moore, ése que cuelga en Facebook fotos de su mujer en bragas y luego le pide perdón. Si yo cuelgo en Facebook fotos de mi chica en bragas acabo con la face y con el book introducidos en mi cuerpo vía rectal. Claro, que yo no tengo los abdominales de Ashton Kutcher.
Ashton Kutcher con Anne Heche encima.
- En la película Ashton Kutcher es más un gigoló que un Playboy, pero American Gigoló ya estaba hecha. No conquista mujeres, vive de ellas, las seduce para luego aprovecharse de su dinero, su casa y sus recursos. ¿Es eso prostitución? ¿Tiene nombre eso? O sea, no cobras en metálico, pero te pegas la vida padre a costa de ellas. ¿Cómo se llama eso? ¿Por qué se me han venido a la cabeza Mar Flores y Darek?

- Hay una película francesa que se llama Un engaño de lujo y que trata de una prostituta de lujo (llamémoslo así) que conoce a un futuro prostituto de lujo en una situación ventajosa para uno de los dos, después descubren que ambos se dedican a lo mismo y se enamoran. Ella era Audrey Tatou. Pues bien, American Playboy trata exactamente de lo mismo, pero era mejor la francesa, sin ser gran cosa.
- Si después de ver en la tele Miss Marzo seguís con la tarde tonta, podéis ver también American Playboy. Pero tiene que ser una tarde muy tonta.

¿Veis como no siempre hablo de las películas que me gustan?

viernes, 17 de julio de 2009

El señor que está a mi lado creo que es médico (o Leslie Nielsen)

“¿Es usted médico?” “Así es”. Ésa fue la primera frase que le escuché decir a Leslie Nielsen en 1981, cuando ni siquiera sabía que era Leslie Nielsen. Simplemente era uno de los pasajeros de Aterriza como puedas, el que cuando escucha esa pregunta responde amablemente, pese a que ha sido despertado de un sueñecito que estaba echando con el fonendoscopio puesto.
Después le he podido ver en tropecientas spoof movies, o sea, películas de parodias. Me refiero a Aterriza como puedas 2, Agárralo como puedas 1, 2y½, y 3y1/3, Espía como puedas, Drácula un muerto muy contento y feliz, Scary movie 3, ¡Vaya fugitivo!… La mayor parte de estas películas son malas. Algunas de ellas directamente no tienen gracia. Pero cuando Leslie Nielsen aparece en imagen, me entra la risa floja aunque no haga nada, aunque no diga nada. Este mismo efecto me producía una jefa que tuve en Canal Estilo, pero era por otros motivos que no vienen al caso.
Lo que viene al caso es que, como os conté hace unos días, el pasado mes de marzo tuve la suerte de ser invitado al rodaje de Spanish Movie justo el día en que rodaba su escena Leslie Nielsen. La verdad es que esta coincidencia no fue tal: yo iba a Barcelona exclusivamente porque estaba Leslie Nielsen. Sólo nos atendió a dos medios: a El País y a mí, que más que un medio soy aproximadamente un tercio. Y allí me planté, ante el responsable de prensa y los productores de la película, que me trataron como si para ellos fuera importante que yo estuviera presente, y yo les contaba cosas de mi programa de CANAL+ (gracias al que conseguí la entrevista), de mis radios, de este blog (que por cierto, conocían y celebraban que se llamara como una frase de una película de Leslie). Y mientras yo mantenía la compostura profesional, por dentro sólo pensaba: “¡¡¡ése del fondo es Leslie Nielsen”, ése del fondo es Leslie Nielsen, ése del fondo es Leslie Nielsen!!!”
Leslie Nielsen. En sus gafas se me ve haciéndole la foto.
Le vi rodar su escena, un delirio con homenaje a Aterriza como puedas incluído. Fantástico. Si hizo tres tomas, las tres fueron distintas, las tres habrían valido y las tres tenían gracia. Cada vez que el director decía “¡corten!”, el resto de actores, extras y público aplaudía espontáneamente, por la admiración y por la gracia de cada plano. Y Leslie Nielsen les aplaudía a ellos. Spanish movie tiene buena pinta, pero puede estar más que contenta porque tener además a Leslie Nielsen (por cierto, no os perdáis su segundo teaser, una genialidad que ya nos adelantaron Julio y Juan Jesús en sendos comentarios a este blog).

A eso de las 13:30 me dicen que Leslie Nielsen me recibirá en una especie de masía de la localidad en la que tiene lugar el rodaje, Banyeres de Penedès. Qué nervios, qué risa. En efecto, llego a la piscina que hay en el exterior, porque hace un día cojonudo, y por ahí está merodeando Leslie Nielsen, con un traje impecable. Su agente me dice muy nervioso que le explique antes a Leslie lo que le voy a preguntar (los agentes y representantes siempre te hacen creer que su “talent” - ellos les llaman así - son como unos seres superiores e inaccesibles a los que sólo ellos saben tratar, pero luego casi nunca es así, los que son así son los agentes). Así que me acerco, me presento, le hablo en inglés para ver si entiende mi curioso acento que no sé dónde he sacado (menos mal, sí lo entiende), y le cuento que me han dicho que le explique sobre qué vamos a conversar. Me responde sonriente: “Si me lo explicas ahora, lo de luego no será una conversación”. ¡Genial! Empezamos más que bien. “Eso sí”, añade, “háblame alto”. Leslie Nielsen tiene 84 años, pero no los representa. Aunque a veces quizá sí: cuando anda, cuando le miras de cerca… Pero con ese pelazo blanco y esa sonrisa que tiene, no le echarías más de 70. Le indico dónde será la entrevista, junto a la piscina, y me pregunta si yo soy el de televisión o el de prensa. “El de TV”. “¿Y te importa que haga la entrevista con esta máquina de fingir pedos?”, y me hace una demostración. Me quedo perplejo y le respondo: “Usted es Leslie Nielsen y puede hacer lo que le venga en gana”. “So, I think I’m using it”.
Y lo hizo. Cada tres respuestas simulaba un pedo y me pedía perdón. No os voy a aburrir con las cosas que hablamos sobre Spanish movie, sobre su simbolismo en el género de las Spoof movies, sobre la paradójica y solemne seriedad en la vida real de algunos cómicos como Steve Martin o Peter Sellers (evidentemente no es su caso: los dos nos reímos con cada pregunta, cada respuesta y cada pedo)… Pero sí os voy a contar cuatro o cinco frases que se me quedaron grabadas de la entrevista.
Hace unos meses, la revista Premiere incluyó a su personaje Frank Drevin (Agárralo como puedas) en la lista de 100 más importantes de la historia del cine (concretamente el número 55). Se lo cuento: no lo sabía y le hace ilusión. “¿Y por qué crees que ha sido así?” “Porque alguien de la revista Premiere se confundió”.
Leslie Nielsen había estado ya en Barcelona durante los Juegos del 92, pero quería volver. Cuando le llamaron para proponerle el cameo en Spanish Movie (sin muchas esperanzas), accedió si les invitaban a él y a su mujer a pasar unos días de vacaciones en Barcelona. Y lo hicieron, claro.
Y entonces me avisa de que me va a hacer una demostración de su español: “Grasias”. Y yo: “¿Ya está?” Y él: “Yes. Grasias. That’s all my spanish”. Y se descojona. Yo le digo que no se preocupe, que se fije en mi patético inglés. “No, tu inglés está bien… para ser un aficionado”.
Entre respuesta y pedo falso, nos visita una tremenda ráfaga de aire. Mira a la piscina que tenemos al lado, me mira preocupado y me pregunta: “¿Sabes nadar?”
No suelo utilizar este blog como álbum de fotos, pero comprendedme... ¡es que estoy con Leslie Nielsen!
Hablando de su trayectoria como actor, concluye: “Tengo que tener cuidado con los papeles que elijo, porque todo el mundo me identifica con las comedias, y a mí me gustaría volver a hacer películas serias”. Y me mira con gesto grave. Y acto seguido aprieta otra vez la máquina de pedos. Así no hay manera, Leslie: nunca más te darán un papel serio…

…como aquellos que hacías en los años 50, en Forbbiden Planet o en Furia en el valle. Mi hermana Bea, mucho más cinéfila que un servidor, me contaba aquí mismo que Leslie Nielsen, además de ser todo lo que es, es sobrino de Jean Hersholt, el actor que dio nombre a los Oscar honoríficos. Y su hermano fue Primer Ministro de Canadá. Qué cosas.

Hace un año, muchos meses antes de esta entrevista, mi chica y yo volvíamos en avión de un viaje por las islas griegas. Teresa tuvo una reacción alérgica bastante brusca, y la tripulación tuvo que preguntar aquello de “¿hay algún médico a bordo?”. Había dos. La actuación de los presuntos médicos, por surrealista, daría para un post completo con final milagrosamente feliz. Durante esos minutos angustiosos, yo no pude quitarme de la cabeza a Leslie Nielsen sentado en su butaca del avión, echando un sueñecito con su fonendo puesto.

miércoles, 15 de julio de 2009

Icono TV

¿Qué es un icono? Habría que preguntárselo a Belén Esteban. El otro día, Jorge Javier Vázquez (que ha tenido que volver a la franja horaria de la que le echaron para “salvar” a Telecinco) le dijo a Belén Esteban que era un “icono gay”. Ella le contestó “sí hombre, y tú un rectángulo”. La muy bestia confundió “icono” con “cono”. Menos mal que no lo confundió con un coño gay.
Por suerte, entre nosotros no hay que explicar lo que es un icono. Un icono es Curro Jiménez. Lo digo tan categóricamente porque hace tiempo lo leí en una revista en la consulta del otorrinolaringólogo, que publicaba una encuesta sobre cuáles eran los iconos de la televisión en España (creo que era “TV más”, pero no pondría la mano en el fuego, de hecho nunca pondría la mano en el fuego, ni por esto ni por nada). Apunté en una hoja los primeros puestos, y me la acabo de encontrar en el bolsillo de un pantalón que tengo que es como gris tirando a verde, de verano, muy fresquito. Y el número uno era Curro Jiménez.
Sancho Gracia as Curro Jiménez.
Me sorprende, porque a Curro Jiménez lo creía un poco olvidado en el tiempo, hay que tener en cuenta que se emitió en 1976, a mí no me dejaban ni verlo, porque tenía dos rombos y porque en un capítulo salía Isabel Pantoja y mi madre no quería que viera chicas con bigote. Luego es verdad que la han repuesto miles de veces, ahora mismo creo que la ponen en Intereconomía o en un canal de éstos de la TDT. Aunque si es por reposiciones, el número uno debería ser Chanquete, pero claro, Chanquete ha muerto. Así que el number one es Curro, el barquero de Cantillana.

El segundo era Félix Rodríguez de la Fuente. Por lo que intuyo que esta encuesta se la han hecho a gente mayor o igual que yo (de edad, espero que de todo lo demás no haya en el mundo mucha gente igual que yo). Félix era un icono, claro que sí. Hace casi 30 años que se mató en Alaska y de alguna manera aún sigue presente en nuestras vidas. Por ejemplo, la hija de mi amiga Ana, que tiene 4 años y medio (la niña, mi amiga tiene más), se sabe la canción de “Amigo Fééééliiiiiix, cuando llegues al cieeeeeloooooo…”. Aunque no sepa quien es ese Félix.
También estaban en la lista Los payasos de la tele y Emilio Aragón. Así, separados. Porque tal vez los más jóvenes no se acuerden de que Emilio empezó en 1978 siendo Milikito, el payaso mudo al que Gaby, Miliki y Fofito no dejaban hablar, y entonces tocaba el cencerro. Este despropósito luego lo superó Rody, al que no sé por qué le pintaban de negro, como al cantor de jazz. Y mira Emilio Aragón dónde ha llegado, con un cencerro ha levantado un imperio. Los payasos para mí son otro icono.
Espinete estaba el cuarto, creo. Es que lo apunté un poco rápido. Bien, me parece bien. Pero para mí tendrían que estar más arriba Martes y Trece, que en la encuesta salían en el quinto puesto. Para mí Martes y Trece simbolizan el mejor humor que ha habido en televisión. Luego puedo preferir a Faemino y Cansado, por ejemplo, pero creo que los especiales que hicieron Martes y Trece entre 1987 y 1990 (aproximadamente) suponen las mejores horas de humor para todos los públicos que hemos visto en España. Se pueden volver a ver ahora y no han envejecido. Mi sobrino vio un especial conmigo y no reconocía a la Doctora Ochoa o a Ángel Casas, pero se reía con sus gags. Y eso es muy difícil. Mirad este sketch: no parece que tenga 20 años.
También andaban por la lista Jesús Hermida y Matías Prats hijo. Yo no recuerdo la tele sin ellos, yo creo que cuando se inventó la tele ya estaban dentro. Aunque Jesús Hermida ya se ha salido, o a lo mejor le ha echado la pobre tele misma, harta de que Jesús le ponga la cabeza como un bombo. Qué pesado era, pero qué programas hizo. Sin ir más lejos, Jesús Hermida trajo Cheers a España. Y Cheers trajo a Frasier. Y Frasier para mí es como Andreíta para Belén Esteban, ya que hablamos de conos.
Leo también en mi papel: “Karlos Arguiñano”. Como apunté esto hace unos meses, no recuerdo si lo puse porque era otro icono o si me lo apunté para acordarme de que tenía que comprar perejil.
Para mí un icono de la televisión española podría ser José María Íñigo. O Mayra Gómez Kemp. O Chanquete. O Leticia Sabater. O Enrique Catá, que hacía un programa conmigo en una tele local, aunque yo creo que éramos igual de iconos los dos. Pero de esto hace ya unos 13 años.

Se admiten más iconos para esta lista paralela (que no para lelos).

lunes, 13 de julio de 2009

V.O.S. (léase “bos”, no “uveoese”)

Acabo hoy con una semanita en la que he estado un poco brasas con el cine español y en español, pero es que han coincidido en la cartelera unas cuantas películas que le ponen un toque de optimismo a ese post de hace unas semanas en el que enumerábamos los pecados capitales de nuestro cine. Y aunque seguimos pecando en falta de promoción y originalidad, los títulos de los que os he hablado estos días han conseguido que ahora mismo ir a ver buen cine en castellano no sea una misión imposible. Para los no asiduos a este blog o para los vagos que no quieran ir hacia atrás como los putos cangrejos, les diré que me refiero a Un novio para mi mujer (que es argentina), Spanish Movie (que está en proceso de montaje y que va a tener una promoción cojonuda, ya lo veréis) y Pagafantas, que ha tenido buena promoción, ha entrado la cuarta en la taquilla (medio millón de euros el primer fin de semana) y me cuenta mi amiga Eva que ha sido la segunda búsqueda más veces realizada en Google España después de “San Fermín”. Qué cosas.
Los cuatro actores de V.O.S. Falta el director, que es Gay.
A esta buena racha añado, y ya os dejo tranquilos con el cine patrio durante unos días, V.O.S. Su director es gay. Quiero decir que es Gay, Cesc Gay, un tipo al que le debemos Krampack, En la ciudad y Ficción, tres buenas películas. Es otra comedia, pero en las antípodas de Pagafantas. Dos parejas, un embarazo previamente pactado sin compromiso de por medio, sentimientos hacia alguien de la pareja opuesta, mentiras… Me reconocí en varias facetas de los cuatro personajes de la película, y creo que eso le va a pasar a todo el mundo. Un poco como sucede en Arte, de Yasmina Reza.

- ¿”Arte”? Eso es teatro. Yo no vi “Arte”.
- Bueno, repelente vocecilla interior, pero yo sí, y la ha visto mucha gente, es para ayudar a comprender la película.
- Pero yo no vi “Arte”. El Teatro es muy caro. Eres un gafapasta.
- Déjame vivir, vocecilla interior, que tengo que seguir con el post.
Mencionaba Arte porque V.O.S. es también la adaptación de una obra de teatro de Carol López. Pero la película no parece una obra de teatro, como les sucede a muchas otras adaptaciones (La duda, sin ir más lejos). Cesc Gay ha contado con los cuatro actores que la representaron en Barcelona, dice que de no haberlo hecho habría tenido un problema personal, y me da la sensación de que ha acertado. En eso y en el estilo narrativo que ha elegido, y que ya le están criticando: Cesc Gay combina realidad y ficción pero de una forma arriesgadamente inédita. Los personajes son actores que interpretan un guión, pero cuando la escena acaa, no abandonan el papel (como en Vivir rodando, o tantas y tantas películas de cine dentro del cine), sino que siguen con él pero fuera del plató. O sea, hay escenas que “se ruedan” y otras que no. Y esto, que puede parecer un sinsentido, a mí me resulta interesante, divertido y me mete en la película desde la primera escena.
Como otras veces, pude hablar con Cesc Gay y sus actores. No os voy a contar las cosas que me dijeron, porque creo que sus nombres no os sonarán demasiado y entiendo que os puede aburrir (tal vez sí os suene Vicenta Ndongo, con la que tuve una conversación inteligentísima) (inteligentísima por su parte). Pero sí destacaré una cosa que me dijo Andrés Herrera y que me gustó. En V.O.S. se salta del catalán al castellano y del castellano al euskera en varias ocasiones (en la versión que vi yo, creo que también se estrena una doblada). Andrés, que es catalán, me dijo que a él le encanta vivir en una ciudad donde pasa eso constantemente. Y decía que no era una postura política, sino de vida. En Barcelona pasa eso. Pese a lo que pretendan exportar nacionalistas o centralistas, él ve que la gente cambia de idioma cuando el interlocutor lo precisa, e incluso a veces cuando no lo precisa. Y que le encanta vivir en una España así, multi-idiomática y multicultural (y decía “España”, que a veces se nos olvida que esta palabra y su bandera son de todos, no de unos pocos).
 A mí V.O.S. me ha gustado. A Javier Ocaña y a Carlos Boyero, de El País, no. A Raquel Santos y a Cristina Iglesias, de CANAL+, sí. Lo del primero me preocupa, lo del segundo empieza a dejar de importarme, lo de la tercera me tranquiliza y lo de la cuarta me halaga, porque es la persona que ha hecho posible que yo vea Pagafantas, Un novio para mi mujer, V.O.S. y Spanish Movie (sin pagar y legalmente, quiero decir).
- ¿Por qué siempre citas los gustos de otras personas cuando hablas de películas? ¿Es que no confías en tu propio criterio, botarate?
- Pues claro que no me fío, vocecilla interior, además yo no soy crítico de cine, así que cuando digo que algo me gusta, me parece honesto poner en sobreaviso al  pueblo de que hay gente que no está de acuerdo conmigo.
- Huy, “al pueblo”, pero qué cretino eres, botarate.
Os dejo. La vocecilla interior se está poniendo chula y me está diciendo que coja un cuchillo  jamonero y me lo inserte suavemente en no sé qué orificio, y no quiero que asistáis a según qué espectáculos. Saludos en versión original subtitulada.

P.D. Se me olvidaban las preguntas disimuladas que a veces hago al final y que solamente buscan incitar al comentario. Esta vez van sobre dos cosas que pasan en la película. Una: ¿tendríais un hijo con un/a amigo/a pactando previamente que después no habrá compromiso? (mi respuesta: si ella está buena, sí). Y dos: ¿habéis dado alguna vez un salto entre parejas? Quiero decir, ¿has acabado saliendo con la pareja de un/a amigo/a que salía contigo… y con tu pareja? (mi respuesta: más o menos).

viernes, 10 de julio de 2009

Famosos en la calle

Los que hayan leído alguna vez este blog ya sabrán que soy periodista, que me dedico a la información cinematográfica y que mi cociente intelectual es semejante al de un papión joven. También sabrán que le daría gracias a Dios por mi trabajo cada día si creyera más en él, pero por lo pronto se las doy a una estampita que tengo en casa de Rafa Sánchez, el de La Unión.
Dedicarte a la información de cine supone que entrevistas a actores y actrices. En estos años he tenido la suerte de hablar con Morgan Freeman, Scarlett Johansson, Dustin Hoffman, Monica Bellucci, Ralph Fiennes, Cate Blanchett, Sylvester Stallone… A mí éstas entrevistas me siguen imponiendo, todavía no he asumido que la persona que tengo enfrente espera ver a un periodista coherente y no al patético friki-fan-aficionado al cine que soy. Pero a ver si me explico: en estos casos yo no me llego a poner nervioso, no pierdo los papeles. Me intimidan, pero sé a lo que voy, sé desde unos días antes que a las tantas y media del día tal del mes cual tengo una cita con Dustin Hoffman. Y cuando llegan esos cinco o seis minutos (porque nunca son más), suelto mis preguntas, escucho las respuestas, intento meter una cuestión original para que vean lo listo que soy y cuando quiero darme cuenta, las Hermanas Hurtado de rigor dicen eso de “¡campaaaaana y se ha acabao!”
Dustin Hoffman. Cómo puede ser que recuerde más borrosamente el día que le conoci que la vez que vi en la calle a Enrique del Pozo.
Entonces, si estoy tan habituado a ver de cerca a actores importantes… ¿por qué el otro día voy andando por mi calle y de repente pasa José Sacristán, me parece impresionante que eso me suceda a mí, me pongo un poco nervioso y empiezo a seguirle un rato hasta que veo que enfila una calle larguísima y me da pereza continuar? ¿Por qué subo a casa y le digo a mi chica “tía, tía, he visto a José Sacristán” y a lo mejor se me olvida añadir “y la semana que viene entrevisto a Kirsten Dunst?

¿Por qué me pone tan contento que mi amiga Maria José, que vive en mi calle muchos años antes que yo, me cuente que en mi calle y en las aledañas han vivido Concha Velasco, Vicente Parra, Alfonso del Real, Sara Montiel, Bobby Deglané, Tino Casal y que fue al colegio Javier Bardem? ¿Por qué ese orgullo, si la mayor parte de ellos me soplan la pirulita? ¿Por qué pienso: “Dios, pero cómo me gustaría verles pasear a todos ellos por estas aceras tan hermosas”?
Pues yo creo que porque hablamos de verles en la calle, y eso no te lo esperas. Pero de todas maneras, no es normal. No es normal la naturalidad con la que llevé que Dustin Hoffman se riera de mis gafas y de mi pelo de pincho, y que de repente busque una cámara de fotos como un loco porque Jorge Javier Vázquez me adelanta por la Plaza Mayor paseando con su novio. Y mi mitomanía (cutre) no se limita a Jorge Javier y Sacristán: os cito otros cuantos ejemplos cutres ocurridos en los últimos días:
Estaba yo tomando un café con Cristina Teva, la presentadora de mi programa de televisión. De pronto noto que algo me roza en la nuca. Me giro y es que había pasado un tipo y me había dado un golpecito. Miro al tipo y es Nacho Vidal. No quiero pensar, dado que yo estaba sentado y él de pie, con qué parte del cuerpo me rozó en la nuca. Nacho se sentó al fondo del café con una novia, amiga o muñeca hinchable de obesísimos pechos. Mira que me gusta Cristina Teva, pero el rato que duró nuestro café, yo no pude dejar de mirar a Nacho Vidal.
Esta vez la testiga fue mi chica: paseábamos por la calle y nos adelanta un tipo. Yo soy miope y ganso, así que dije: “mira, Viggo Mortensen”. Lo dije de coña, porque se parecía un poco. Y tanto: era Viggo Mortensen. Caminaba solo por Madrid, y se paró en el metro de Alonso Martínez a esperar a alguien, supongo que a Légolas. Y te lo quedas mirando, y no sabes si hacerle una foto, pedirle un autógrafo o empujarle escaleras abajo con una risa histérica. En cambio, si me lo ponen enfrente para entrevistarle, seguro que hasta articulo un discurso coherente. ¿Por qué me sucede esto, oh mi señor Jehová?
Una vez, muy jovencito yo, me subí a un autobús en el que estaba Kiko Ledgard. Si no sabes quién es Kiko Ledgard es que eres insultantemente joven. Me senté a su lado y no paré de hablarle hasta que me invitó a tomar café un día a su casa. Nunca fui, pero me lo pasé pipa.
Mi calle. Por ella TIno Casal ha canturreado "Eloise", y Vicente Parra "Dónde vas, Alfonso XII".
Dos testigos más de este misterio: mis amigos Mayte y José Luis. Estamos tomando una cerveza en una terraza de Majadahonda y en la mesa de al lado está Santiago Urrialde (“el reportero total”, el autor de la frase “no siento las piernas”). Sí, lo sé, es cutre como famoso, tanto que incluso el año pasado estuve cerca de colaborar con él. Y me importa un pito su carrera, la verdad, pero hasta que no se fue de la mesa, ninguno de los tres le quitamos ojo.

Cenando también con mi chica en las Tres Manolas, en la Plaza de Ramales de Madrid, entran Fonsi Nieto y Rosauro con una panda de amigos que calificaría de muy pijos si no fuera porque no me gusta clasificar a las personas de muy pijas. No sé quién es Rosauro, eso me lo sopló mi chica, y una vez enterado, su existencia me la sopló a mí. Pero sí que sé quién es Fonsi Nieto, y también sé que sus amigas estaban bastante buenas, así que no es que no pudiera quitarles ojo, es que no pude quitarles oído, porque no veais cómo gritaban para pedir unas ensaladas, los muy condenados.
Eso sí, tampoco hay que ponerse como un amigo mío que dice que cuando era dependiente de un Seven eleven, entró Charlton Heston y en perfecto castellano le pidió un paquete de Fortuna. Yo creo que alucinó. Otro amigo mío más fiable creyó ver a Samuel L. Jackson por Huertas una noche. Y yo en ocasiones veo muertos.

El caso es que no sé por qué tengo este doble rasero con los famosos. ¿Me podéis ayudar? ¿Os pasa esto a vosotros? Venga, contadme qué famosos, cutres o no, habéis visto hace poco.