Estaba el otro viernes yo en
casa insultando a unos tramoyistas y de pronto me dije: “¡andá, si los viernes
en Cuatro echan 21 días
y yo hace mucho que no lo veo porque Samantha
Villar me pone de los nervios!” Así que puse la tele, pero sólo
salía el Tío de la Vara.
Y entonces miré el teletexto, que desde el apagón analógico lo veo
superpequeño, y comprobé que ese viernes no ponían el programa. Y me dije a mí
mismo, “porras, hoy yo tenía cuerpo de Samantha
Villar” (quiero decir que el cuerpo me pedía ver 21 días, no que mi cuerpo ese
día fuera como el de Samantha
Villar, y que me hubiera salido rajita). Pero yo soy muy
perseverante: si no consigo una cosa a la primera, lo vuelvo a intentar. Si no
sale a la segunda ya lo dejo, pero esta vez no hizo falta, porque me pude
quitar el mono en la web de Cuatro. Busqué 21
días y me salieron varios títulos. Elegí al azar uno de los
últimos: 21 días en la
industria del porno (qué pasa, que no cuela lo de “al
azar”, ¿no?).
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Samantha Villar rodando su primera peli porno. Porque la escena que veis al fondo, amigos, no pertenece precisamente a una versión moderna de "Bambi". |
Ah: quiero dejar una cosa
clara. Os voy a hablar de porno pero no esperéis que utilice palabras como
“polla”, “coño” o “semen”. Ya me conocéis, tengo una educación exquisita y un
espectacular conocimiento del vocabulario hispano, así que prefiero utilizar
sinónimos mucho más ricos léxicamente como “cirulo”, “gruta del amor” o
“sánex”, igual que hago en mi vida cotidiana. Si buscáis guarradas os habéis
equivocado de blog.
Bueno, pues en el programa
éste Samantha se pasa los cinco primeros días acompañando a Dunia Montenegro, una de
las pornostars más famosas de España, aunque no es española, pero no recuerdo
donde nació porque cuando lo dijeron yo estaba mirándole distraídamente las
peras. Las dos nuevas amigas van a un rodaje, se prueban ropa de pilingui,
Sammy acompaña a Dunia a depilarse la vieira… pues eso, las cosas naturales que
hacen dos amigas nuevas. Pero Sammy abandona muy pronto a Dunia porque la ve
rodar una escena lésbica y a su parteneire se le rasga un poco el interior del
choto, y a Samantha no le pareció bien, porque ella es muy de no perecerle bien
que la gente se vaya por ahí rasgando las intimidades.
Luego visita a Torbe, que es el gurú del
porno freak por Internet, un tipo que en el programa se comporta como un loco
histérico con el que no se puede hablar, pero que yo sé que no es así porque me
ha contado cosas de él mi amigo Rafa, que le conoce perfectamente.
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Una escena de "21 días" en la que ruedan una escena de una película muy freaky de Torbe. |
También convive con una actriz
debutante, asiste al rodaje de una escena en la calle e incluso ella rueda una
escena (como directora) con gatillazo incluido. Y de too esto me interesa una
conversación de Samantha con una actriz mientras hacen yoga, en la que le
explica cuáles son las mejores posturas para hacer el guarri y que quede
estético en cámara (se lo explica la actriz a Samantha, no al revés). Pero el
resto no sé, como que no me descubre nada nuevo. Es que yo tengo CANAL+ desde
hace mucho y algunos viernes no salía.
Tengo varios amigos que no han
pasado 21 días en la industria del porno, sino que llevan cerca de él unos seis
meses, y los que les quedan, porque trabajan en un programa llamado Mundo X (CANAL+). Y
las cosas que me cuentan y cómo me las cuentan me parecen mucho más reales y
sobre todo más divertidas que las que contaba Samantha Villar. Pero claro, os hablo de
cuatro personas que te pueden hacer llorar de risa contándote el funeral de un
mormón ñoño.
Patricia Mediavilla me
suele analizar personalmente a las actrices a las que entrevista y trata (y que
son bastante normales). Alberto
del Valle me enseña las fotos que se hace en festivales con
estrellas porno, que no sé cómo lo hace pero en todas parece que son las
actrices las que le han rogado que se haga una foto con ellas. Y los que más
cosas me cuentan son Nacho
Valcárcel (un realizador de aúpa, reciente padre, músico y
compositor de un grupo que se llama Cosmonauta y
que está ganando todos los concursos que se convocan sobre la faz de la tierra)
y Pedro Temboury
(el director de Karate a muerte
en Torremolinos y
Ellos robaron la picha de Hitler). Son dos de las personas con las
que más me río de Europa.
Por ejemplo, me contaron un rodaje
de una película porno al que tuvieron que ir, grabar y luego montar (no hacer
chistes con la palabra “montar”). Y en ese rodaje vieron cosas tristes y cosas
cómicas. Cosas tristes que no se contaban en Cuatro y que debe de ser el pan
suyo de cada día, como el disgusto de una actriz porque no le salía una escena
de sexo anal, y que llorando les explicaba a todos que nunca sería una actriz
completa hasta que eso le saliera (mejor dicho, le entrara). Y en los
descansos practicaba el fornicio para dilatar. Pobre.
Pero también cosas
graciosísimas, como que los actores, entre toma y toma, se andan masajeando la
cornetilla para que no se les baje. Bueno, esto creo que lo sabe todo el mundo.
Pero lloraba de risa cuando Temboury
me contaba que un actor, sin dejar de darle a la zambomba, se le acercó y le
preguntó con total naturalidad: “oye,
¿y esto cuándo sale en la tele?”. Pedro no sabía si contestarle
igual: “el viernes a la 1
(zaca, zaca, zaca)”. También me contaba que en el rodaje de repente
un actor puede aparecer, saludarte y estrecharte la mano. Y claro, según lo
escrupuloso que seas… ¿qué haces? ¿se la coges? ¿te pones un condón en la mano?
O que en una escena de sexo
oral femenino (o sea, un cunilingus, es decir, un caballero libando de la
hendidura del placer) de pronto el director gritó: “¡corten!”, y la actriz gritó más alto: “¡ni de coña!”
O el caso contrario: ver a un
actor que, a punto de terminar, extrae el tornillito del amor de la
tuerquecita del clímax, se va a un rincón, cuenta hasta diez y recita una
alineación de fútbol, para volver enseguida a ensamblar el cohetito.
Y también me orinaba de la juerga cuando me contaban que entrevistaron a un actor justo después de rodar una escena y de expulsar el néctar del amor. Y claro, el pobre estaba agotado. Pedro me decía: “José María, son como los futbolistas, te dicen jadeando y sudando: pues sí (…), la escena ha estado bien (…), he terminado tres veces hoy… ¡dicen lo mismo que Messi cuando mete tres goles!”
Y también me orinaba de la juerga cuando me contaban que entrevistaron a un actor justo después de rodar una escena y de expulsar el néctar del amor. Y claro, el pobre estaba agotado. Pedro me decía: “José María, son como los futbolistas, te dicen jadeando y sudando: pues sí (…), la escena ha estado bien (…), he terminado tres veces hoy… ¡dicen lo mismo que Messi cuando mete tres goles!”
Y me hablan de precios. Estas
actrices cobraron 150 euros por sesión. En 21
días se hablaban de cantidades mayores. Como decía Gomaespuma, no todo el
monte es orgasmo. El gran Jess
Franco opina que proporcionalmente están mejor pagadas que en
su época. No sé, a mí me parece poco…
Mis amigos, además de
construir un estupendo programa de televisión, me hacen pasar unos ratos
estupendos escuchándoles. Por mí que estén mucho más que 21 días en el mundo
del porno. Siempre que ellos quieran, claro.
P.D:
Pedro y Patri me acaban de utilizar como actor de doblaje para ponerle la
voz a un reportaje sobre un productor de porno gay alemán. Qué cosas me han
hecho decir. Una vez más han conseguido que me parta de risa, son únicos.