viernes, 29 de enero de 2010

Qué se puede ir a ver al cine (y que no)

Ya sabéis que con una cadencia exacta de aproximadamente una vez cada cierto tiempo, todos los que hacemos este blog nos reunimos en una sauna con varias odaliscas sudorosas y un negro zumbón, y decidimos democráticamente qué películas deberíamos destacar de la cartelera. Elegimos aproximadamente una veintena, y las clasificamos en tres grupos: imprescindibles, prescindibles e imposibles. Primero voto yo, que para eso firmo el blog. Luego votan Freddy y Willy, que son encantadores pero también ciegos. Luego votan los becarios: Sam y Perkins, pero no les hacemos caso, es más, siempre nos cachondeamos de lo poco que cobran. Llegados a este punto, Wilkinson nos trae unas cervezas y nos baila un par de jotas. Y al final, las chicas del grupo, que se llaman Michael y José Ramón, toman nota y pasan a limpio nuestras decisiones. Os parecerá un proceso un poco machista, pero amigos, esto es Menstyle. Si no estáis de acuerdo, meteos en Vogue.es, que por cierto, es una delicia de site.
Dicho esto, os repito una vez más que algunas de las películas que menciono (una minoría) no las he podido ver en persona. En tal caso, procuro recurrir a la opinión de la gente de la que más me fío (y no me refiero ahora mismo a Freddy y a Willy). Así que vamos allá.
SE PUEDE IR A VER:
AVATAR, si es que aún no la habéis visto. Es que hay que verla por obligación. Por el salto cualitativo de la 3D, que no se limita a un fondo rodado e incrustado en un chroma, sino a escenarios construidos expresamente. Yo no veo en 3D, así que no os puedo hablar mucho de este salto. Además, si no la veis, no podréis hablar luego de los Oscar y de tal y cual. La historia es bien floja. Un amigo muy listo decía hace unos días que ya que Cameron ha tardado 12 años en hacerla, podía haber empleado más tiempo en escribir el guión. Mientras tanto, y a todo esto, Cameron ha mutado en una señora mayor, igual que Paul McCartney.
UP IN THE AIR. De lo mejor que se puede ver ahora mismo en el cine, pero en parte porque no hay muchas obras maestras rulando por ahí. Va a ser una de las películas que el martes nominarán a los Oscar. Y de las películas de los Oscar os quiero ir hablando más detenidamente, así que de momento, simplemente os la recomiendo. Ya la diseccionaremos.
George Clooney en "Up in the air". A veces es duro ser tan guapo, creedme, sé de lo que os hablo.
CELDA 211. Aún está en los cines. Dentro de dos semanas va a ganar el Goya a la mejor película, director, actor, guión adaptado y algunos otros. Es una de las mejores películas españolas que he visto en mucho tiempo, y Daniel Monzón, del que yo no era muy devoto tras ver El robo más grande jamás contado y sobre todo La caja Kovak, me ha ganado hasta el resto de mis días. Bueno no, me ha ganado hasta que haga otra película mala. Si es que la hace.
EN TIERRA HOSTIL. Se estrena hoy, y es conmovedora, aunque al final aparece una especie de mensaje que me descoloca un poco. No va de la guerra de Irak, sino de uno de los trabajos más duros que tienen que hacer los soldados en Irak. La dirige Kathryn Bigelow, que va a competir en los Oscar con James Cameron, su ex-marido. Habría que preguntarle si se divorció porque James empezó a mutar en una señora mayor, igual que Paul McCartney.
LA CINTA BLANCA. Michael Haneke, ese señor que nos revolvió el estómago con La pianista o Funny games, ha hecho una película magnífica sobre por qué surgió el nazismo (o sea, sobre la infancia de los futuros nazis, antes de la 1ªGM). Va a ganar el Oscar, porque se está llevando todos los premios a la mejor película extranjera.
EL SECRETO DE SUS OJOS también podría ganar el Oscar, pero lo va a ganar Haneke. Si aún no habéis podido ver esta maravilla policíaca con tintes sentimentales, psicológicos y de thriller, todavía estáis a tiempo. Campanella y Darín vuelven a poner al cine argentino en lo más alto, esta vez con coproducción española. Qué buena es, chicas.
INVICTUS. Hay que verla porque es de Clint Eastwood, de Morgan Freeman y sobre Nelson Mandela. También os hablaré de ella más despacito cuando desgranemos los Oscar. Podía ser casi perfecta, si no fuera por la recreación de un partido de rugby que se me hizo más largo que una subida en bici a Covadonga amenizada por Sánchez Dragó y Miguel Ríos.
SHERLOCK HOLMES. Recomiendo verla porque es trepidante y divertida… pero por poco más. Quien busque algún indicio del personaje original de Sir Arthur Conan Doyle, lo lleva crudo. De hecho, coloco esta película en la frontera entre las que se puede ir a ver y las que…
SE PUEDE IR A VER, PERO SI NO VAIS NO PASA NADA:
CHÉRI. La última de Stephen Frears, un tipo que suele hacer buenas películas y al que no resulta nada fácil entrevistar: mi compañero de CANAL+ Daniel Rodríguez, al que voy a echar de menos durante un tiempo, consiguió hace unos días, a duras penas, arrancarle algún monosílabo. Chéri está ambientada en el siglo XIX, en el mundo de las cortesanas, en París, muestra la culpabilidad, el amor, las bajas pasiones… Sí: igual que Las amistades peligrosas. Demasiado igual.
Michelle Pfeiffer en "Chéri". Qué guapa sigue estando Michelle. Y no es fácil, creedme, sé de lo que os hablo.
NINE. Otra de las de los Oscar, de la que ya hablaremos. A mí me ha gustado normal y corriente. Pero soy la persona que conozco a la que más le ha gustado (bueno no, creo que a Carlos García, insigne realizador y amigo, le gustó más que a mí). Conociendo las taras mentales de los dos, no os fiéis ni un pelo.
ÁGORA. La coloco en este apartado porque si no la habéis visto ya es porque no habéis querido, entonces tampoco tenéis prisa, y entonces no merece la pena que la veais ahora, hay otras mejores. Yo soy de los que se quedó un poco frío después de verla. Pero me caen muy bien la película, Amenábar y Rafa Nadal, si bien esto último no viene al caso.
DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS. La historia del ilustrador Maurice Sendak rodada por Spike Jonze con monstruos no digitales, sino con disfraces al estilo de Espinete a mí no me convenció en absoluto, aun siendo consciente de que estaba viendo una buena película. Os dejo a vosotros la elección. En las demás no, en las demás tenéis que hacer lo que yo os diga.
RICKY. Yo creía que iba a ser un remake de Toby, la película aquella de Lolo García, pero no, Ricky no es un ángel sino un niño que vuela y punto. François Ozon me ha hecho disfrutar más con otras historias, pero ésta no está mal. Y Sergi López, que trabaja más en Francia que aquí, siempre está bien (en francés).
SE RECOMIENDA NO IR A VER:
QUÉ FUE DE LOS MORGAN. Hugh Grant y Sarah Jessicca Parker juntos echan para atrás incluso antes de ver la película. El punto de partida es original, una pareja que se odia pero que tras convertirse en testigos de un crimen tienen que convivir con una nueva identidad. Pero luego se convierte en una comedia romántica más, con los mismos chistes, códigos y tics de siempre. Aunque no la hayas visto, créeme: ya la has visto.
ROMPEDIENTES. La protagoniza Dwayne Johnson, “La roca”, que es un tipo muy afable que por extrañas circunstancias de la vida entrevisté una vez en una playa de California y con el que me hice una foto en la que parezco su llavero. El rompedientes del título es él, y tiene alas como Ricky, pero porque él es una especie de ángel especializado en dar hostias. Con eso os lo digo todo.
Dwayne Johnson, "El rompedientes". Dios. Qué bestia.
TENIENTE CORRUPTO. ¿Por qué se hacen remakes de películas que no necesitan remakes? El Teniente corrupto de Abel Ferrara y Harvey Keitel no era la bomba, así que el de Werner Herzog y Nicolas Cage tampoco lo es. Para colmo, Herzog dice no haber visto la película de Ferrara. Yo que Ferrara no vería la de Herzog.
FAMA. Aún sigue en la cartel, supongo que por el tirón del programa de TV. Digo lo mismo: el musical de Alan Parker de 1980 no era para tirar cohetes, y este remake no le llega ni a la suela del zapato (de ballet). Y el tirón y el carisma de la serie no se adivina ni en la canción “Fame”, que no sé por qué motivo no sale en la película (sólo se sugiere en los créditos).
LA HERENCIA VALDEMAR. Una película española de terror que se ha puesto en el número 6 de la taquilla y que es la cosa más demencial que he visto en mucho tiempo. Tan demencial, tan demencial, que le voy a dedicar el próximo post completo, hombre.
Y a vosotros os dedico un abrazo. Sin vuestra presencia en este blog mi vida sería como la de esos perros que por la noche son obligados a perseguir a los mineros asturianos, siendo golpeados por sus dueños antes de salir de sus perreras mínimas, en las que no ven el sol y en las que sólo reciben como alimento cortezas de queso seco.

Ah, que esos perros no existen. Bueno, entonces no sé. Pero vamos, que os aprecio un huevo.

martes, 26 de enero de 2010

Los 20 años de Antena 3 TV

Decía Gardel que 20 años no es nada. Ya, ya. Y una mierda. Cuando tienes más del doble de años que Antena 3 TV y te crees que el año 90 fue ayer y te sientes superjoven, de repente ves meter goles a Messi o a Agüero, que a mí me parecen dos señores, y resulta que nacieron cerca de 1990, y entonces dices “coño, qué mayor soy” (por cierto, ¿por qué los futbolistas me parecen siempre tan mayores? ¿no os de la sensación de que Raúl lleva 20 años teniendo 30?).
Todo esto viene a cuento porque leo con estupor que las privadas cumplen 20 años en 1990. O sea, Antena 3, Telecinco y mi CANAL+. Los cumpleaños de Cuatro y La Sexta serían mucho más tarde, pero como Telecinco y Antena 3 las han engullido, pues ya no sé si los celebrarán o no. El caso es que la primera en cumplir 20 años ha sido Antena 3 TV, más concretamente ayer. Y me da rabia, porque a  mi lo que me parece que fue ayer fue su nacimiento, no su aniversario.
Y recuerdo este nacimiento como lo más divertido que le ha pasado a la televisión desde que yo tengo uso de razón. Bueno, o desde que la veo, porque uso de razón no sé si he tenido alguna vez. Antena 3 radio llevaba mucho tiempo anunciando que cuando llegaran a la televisión nos íbamos a enterar de lo que era bueno. Que por fin íbamos a ver programas de Encarna Sánchez, José María García, José María Carrascal y Antonio Herrero, que en paz descanse. A mí todo esto me daba un poco de susto, pero bueno, me apetecía que hubiera más teles. Poco después, en la calle empezaron a aparecer vallas publicitarias que anunciaban: “El santo, ahora en color” (El santo era una serie que TVE emitió en los 60), “Vuelven Los hombres de Harrelson” (que en 1990 ya eran una reliquia), “Veréis en Antena 3 qué risa”, etc. Pero lo que Antena 3 TV no sabía que durante sus primeros meses iba a ser una televisión básicamente de humor. Como no había otras privadas y aún no existían los programas de zapping, pues nadie se cebó en ella, pero hoy en día a SLQH se le quedaría corto el tiempo sólo con emitir los errores de A3TV.
Así empezó todo.
Recuerdo los telediarios de José María Carrascal con una sonrisa que no se me pone ni cuando pienso en Martes y Trece. Siempre se sentaba al final del informativo en la esquina de la mesa, que a mí me parecía que se iba a caer o que se iba a clavar el pico en el culete. Y recuerdo con excesiva alegría cuando se empeñaba en leer en directo los titulares de periódicos extranjeros, en francés, alemán, inglés… le daba igual, porque luego los traducía también en directo, y hacía las dos cosas fatal. El resultado era parecido al que consigue mi amigo Luis cuando canta en inglés, que para que os hagáis una idea es como si cualquiera de vosotros se pusiera a leer sin ensayar un libro escrito en escandinavo (a no ser que sepáis escandinavo). No he encontrado en youtube a Carrascal leyendo titulares, pero sí dando los resultados de la lotería, que produce el mismo efecto.
Pues todo en Antena 3 era así en 1989. Se pusieron en 1990 a hacer la tele que ya habíamos visto en los 70, con un par de cojones. Los pobres no conseguían que los programas salieran bien. Claro, que si una de las apuestas de la nueva tele era un magazine llamado “Simplemente Mayra”, el doctor Bartolomé Beltrán mostrándonos sus orondos dientes mientras nos aseguraba que “La salud es lo que importa”, pues claro, el éxito era difícil (sólo lo consiguieron, y de qué manera, con Farmacia de guardia, que en breve va a estrenar su verrión telefilme en plan “qué pasó con”).
Había un programa graciosísimo que se llamaba JM. Lo presentaba Juanjo Menéndez, que en paz descanse también el hombre. Era de entrevistas. Pero no sé como acababa, porque siempre me quedaba dormido en el minuto diez. Juanjo, gran actor, entrevistaba con un ritmo y un ambiente que hacía que Jesús Quintero pareciera un epiléptico con dos rayitas de más. Un día aguanté despierto más de 10 minutos y se durmió el invitado.
Hay que tener en cuenta que en 1990 el PSOE llevaba 8 años en el poder y le quedaban 6, así que Antena 3 TV adoptó el pape de “oposición” a la televisión pública. Y así, Pedro J. Ramírez nos daba sus opiniones en una cosa que se llamaba “La picota del Mundo”. No entro a valorar las ideas de Pedro J., respeto cualquier opinión (bueno casi), el problema es que Pedro J. también las contaba fatal. Luis Herrero tenía otro espacio de opinión, en el que colaboraba Federico Jiménez Losantos (como veis, era un festival progresista). Encarna Sánchez también tuvo un programa en el que un día se entrevistó a sí misma (os lo juro, con un ingenioso truco de cámara). Y Antonio Herrero daba las noticiasm y Luis Herrero también. Y José María García los deportes. Pero todos parecían echar de menos la radio y olvidarse de que les miraba una cámara, y entonces estaban como enfadados, hacían gestos y no quedaban bien (en uno de sus primeros informativos de Cuatro, Gabilondo hizo un gesto subiendo la mano para que entrara una imagen, como en la radio: video killed the radio star).
Los sábados, después de Espacio 1999 (una serie de ciencia ficción con Martin Landau que a mi me enganchó un montón… pero en 1977 años, cuando yo era un niñico), Carlos Pumares presentaba un programa de cine que se llamaba Polvo de estrellas. Que así por el nombre puede parecer un reality show porno con actores de Hollywod, pero no, era una versión en tele de su programa de radio. A mí me llegó a gustar su programa de radio, pero en la tele resultaba que Pumares era feo y ponía cara de mala leche. En la radio hablaba de películas clásicas y estrenos, pero en la tele hablaba de las pelis que emitía Antena 3, que como no había pasta, pues eran malísimas. Años después se convirtió en el hazmerreír de las tertulias de Sardà, pero yo ya me reía con él en Antena 3.
Espacio 1999, una serie que ya era viejuna hace 20 años.
Unos meses más tarde nació Telecinco, y con su concepto de la Teleteta eclipsó por completo el nacimiento de Antena 3 TV. Hasta que en 1992 no la compró Asensio, Antena 3 no remontó el vuelo (luego llegó a ser líder de audiencia).
Yo recuerdo ese primer año como algo divertidísimo, entre otras cosas porque estaba en la Facultad y me moría de risa comentando las jugadas con Enrique Catá de Hachette, el tío que más sabe de televisión de España y que se acordará de mil anécdtas más que yo, pero los años me han respetado el físico de una manera realmente envidiable pero se ha cebado en mi memoria, convirtiéndola en la de un pez cirujano pequeño. El físico me lo ha respetado, pero porque yo ya era raro y un poca cosa de joven.
¿Os acordáis de esta Antena 3, o de repente vais de jóvenes y  no os acordáis ni de Cuatro porque cuando nació erais muy pequeños?


jueves, 21 de enero de 2010

El timo de los 905

Quería haber escrito este post el 28 de diciembre, porque el tema del que hablaremos hoy me parece una de las inocentadas más desagaradables que la televisión brinda al público en los últimos años, pero ese día estaba yo malherido porque mi sobrino me gastó una sutil broma consistente en introducir una bomba de la guerra civil en activo en mi esófago mientras yo roncaba plácidamente durante la siesta.
Ya recuperado, retomo el tema y os pediría más que nunca que al final me dierais vuestra opinión.
PLANTEAMIENTO
Hace muchos años, digamos que unos 15, las televisiones locales alcanzaron un absurdo auge. Los receptores de televisión, además de TVE, Antena 3, etc, comenzaron a sintonizar con cierta nitidez las señales de Tele 6, Tele Mundo, Minglanilla TV, Tele Sierra, Onda Playa o Tele Potorro. Eran teles cutres, emitían programas eternos en platós improvisados, repetían sus contenidos hasta la saciedad… y en algunas de ellas hasta podías encontrar destellos de ingenio. Pero de pronto, estas teles descubrieron un chollo: los teléfonos con prefijo 803. Las llamadas costaban unas 100 pesetas por minuto, de las que una cuarta parte neta iba a parar a las arcas de la televisión. Y entonces las locales se llenaron de falsos pitonisos, concursos facilones, líneas eróticas, etc. El chollo consistía en mantener a la gente en espera, no en atenderla, porque esas líneas permiten aguantar a muchas personas pagando a la vez, no como las normales, que si están ocupadas comunican y listo. Pero tanto fue el cántaro a la fuente que hubo que regular esta historia.
He aquí la foto del delito. Continuad leyendo.
NUDO
Pero lo que me indigna de todo es que de pronto las televisiones generalistas adoptaron este método. Puedo entender (pero no perdonar) que las televisioncillas locales cayeran en la fácil tentación, pero que Cuatro, Antena 3 o La Sexta engañen así su audiencia me parece indignante y denunciable. Lo hacen con una versión “legal” del concurso, aprovechando resquicios sin regular, pero al fin y al cabo engañan al público, como cuando salen Rappel u Octavio Aceves sacando dinero a la pobre gente que cree en estos farsantes. Si fueran las televisiones quienes les pagaran, me parecería bien, allá ellas, pero que les cedan un espacio para que obtener dinero de la gente que piensa que estos falsos brujos saben su futuro, me hierve la sangre (esta gente es dueña de sus actos, ya lo sé, pero generalmente también es dueña de menos cultura y posiblemente de menos dinero). Huy, qué serio me he puesto, en realidad no me hierve tanto la sangre, de hecho qué susto si me hirviera la sangre.
Dos de estos espacios los emite La Sexta, y se llaman Despierta y gana y Gana ahora. En ambos plantean un pasatiempo que podría resolver un feto de seis meses, tipo “busca la figura diferente” o “adivina cual es la provincia gallega que empieza por O”. Los animadores (porque no son presentadores, son payasos como los que van a los cumpleaños infantiles) aguantan y aguantan en pantalla diciendo chorradas y hablando supuestamente con el “realizador”, riéndose de bromas internas y haciendo tiempo para no coger el teléfono hasta el final del programa, quejándose de que nadie acierta la respuesta y mintiendo con cuentas atrás tras las que nunca pasa nada. Y mientras, la gente llama. Cuando al final y sólo al final entra un concursante y acierta la pregunta apta para embriones, gana una pequeña cantidad de dinero y se les plantea un reto final por 60.000 euros (que en todo momento parece el premio de la pregunta absurda): acertar cuatro letras del abecedario. Mi hermana Susana, de la que el mismo Einstein podría haber aprendido unas cuantas cosas, me calculó la probabilidad de acertar las cuatro letras: 1 entre 17.550.
El pasado 1 de noviembre, un tal Rubén llamó a Gana ahora. Acertó el puto acertijo inicial: “Asdrúbal”. Y se le planteó el reto de las 4 letras y los 60.000 euros. Las clavó: A-J-M-R. La presentadora se quedó paralizada (una tal María Sandoval, que no sé quién es pero que por lo visto salió de un concurso y se dijo que estaba liada con Cristiano Ronaldo). Y tas unos segundos en los que puso cara de ñoña y se rascó un poco, dijo con menos convicción que Belén Esteban retransmitiendo las uvas: “No es… tenían que estar en orden”.
Por favor, mirad el vídeo. No tiene desperdicio.
DESENLACE
Rubén demandó al programa y ¡aleluya! ganó el pleito. Cobrará sus 60.000 euros porque el programa en ningún momento había explicado que las letras tenían que estar en orden, y no se puede legislar un concurso así sobre la marcha. Es como si yo gano la Bonoloto, voy a cobrarla y me dice el lotero: “no te puedo dar el premio porque es que tenías que ser chino”. Coño, pues que me lo hubieran dicho antes y habría sido chino.
La Sexta se lavó las manos, culpando a Llama TV. Incluso en SLQH criticaron el concurso y parodiaron la trampa. Me parece de un cinismo impresionante. Si un programa te parece fraudulento, pues no lo emites y punto, aunque lo haga una productora, igual que si un blog de cine y televisión te parece indigno, pues no lo publicas en Menstyle. Mierda, esto último no quería haberlo sugerido en alto.
Por cierto, desde entonces el programa de La Sexta sí que avisa de que las 4 letras hay que decirlas por orden. Mi hermana Susana me dice que eso reduce la probabilidad de acertar a 1 entre 421.200 (os recuerdo que antes era 1 entre 17.550).
ANTECEDENTES
Hace 14 años yo tenía un programa de un canal local de Madrid que se veía en toda España y que se llamaba Telesierra, o TVL, o Canal 39, según Hacienda persiguiera o no a sus dueños. Lo presentaba y escribía enterito con Enrique Catá, un tipo que podría ser una estrella de la tele o la radio, pero por desgracia para la audiencia también es el mejor documentalista de Europa, así que está en una de las editoriales más importantes de España controlando un poco todo.
En ese programa en directo había un concurso de 20 minutos en el que jugábamos con la gente a las películas (el juego de toda la vida, el de la mímica). Esta sección tuvo un curioso éxito y nos llamaban desde toda España a un teléfono que empezaba por 91, sin que hubiera un sólo momento en el que no tuviéramos a un concursante en antena, a pesar de que los premios eran ridículos y nunca pecuniarios.
A los dueños de la televisión se les pusieron los ojos como al Tío Gilito, con el símbolo $, y nos pidieron que cambiáramos el número a un 803. Lo hicimos unas semanas. Entonces nos pidieron que el concurso ocupara los 90 minutos del programa y que grabáramos más para emitir fuera de él, y nos negamos.
Meses después ya no nos lo pidieron, sino que nos lo exigieron, y ya no recuerdo si nos fuimos nosotros o nos echaron ellos, lo que sí recuerdo es que nos volvimos a negar y que no volvimos a trabajar en ese canal tan fofo.
Años más tarde, los dueños de esa televisión, que eran muy orondos y se apellidaban Del Campo, fueron condenados a prisión por estafa. Salió en la tele y todo. No sé si seguirán allí, ni siquiera sé si llegaron a estar en chirona o si pagaron la fianza con llamadas al 803. Tampoco me importa mucho.
Otro timo en La Sexta: el de la suma.
ANEXO
El 31 de diciembre por la mañana puse el programa de La Sexta por curiosidad. El saltimabanqui que hace de presentador, esta vez de género macho, planteaba un problema matemático: 9 x 11 – 25 + 5 +7 (6 x 5) = ?
Sólo hay una solución: 116. Varios concursantes dieron ese resultado, pero el sonrisas les dijo que era incorrecto. Y cuando alguien volvía a insistir, le regañaba porque ya se había dicho esa cifra. Es como si te dicen que el Quijote no lo escribió Cervantes porque la respuesta está repetida. De pronto, la suma desaparece de la pantalla y cambian de juego porque nadie acierta l suma, si es que sois todos unos torpes. Y cuando ya ha pasado un buen rato sin ver la suma, cuando ya nadie se acuerda de ella porque nadie es tan friki como yo, que le hice una foto y todo, dan el resultado “correcto”: 427. Por si acaso, vuelvo a consultarle a mi hermana pitagórica: la única solución posible es 116. Elegí un día del programa al azar y volví a ser testigo de un timo en toda regla.
(Caramba, me acabo de meter en Youtube y encuentro otro timo, otro intento de timo… ¡¡¡estos tíos son impresionantes!!!

VEREDICTO
Y ahora os toca a vosotros…

lunes, 18 de enero de 2010

Los Globos de Oro

Un año más, me planto delante de la televisión a las 0:30 de la noche del domingo para ver en directo la Ceremonia de los Globos de Oro. Tengo varios motivos para hacer este tremendo sacrificio:
  1. Están nominados Penélope Cruz y Pedro Almodóvar.
  2. La gala la retransmite CANAL+, así que durante esta madrugada están trabajadou en ellou un montón de compañeros y amiguetes.
  3. Cuando acabe la gala tengo que irme a la oficina para que algunos de estos  amiguetes se acuesten y para ponerme a trabajar en un resumen que se emite este noche.
  4. La retransmisión corre a cabo de Juan Zavala, que sabe tanto de cine, es tan buen presentador, tan buena gente y tan amigo mío, que yo le daría un Globo de Oro, pero ni tengo Globos a mano ni sabría en qué categoría dársela. Le acompaña Pepe Colubi, que aporta las pinceladas cómicas y televisivas.
  5. De paso, os cuento a vosotros cómo es esta ceremonia. Que por cierto, empieza con una conexión con la alfombra roja, en la que observo que:
  • Está lloviendo a cántaros en Los Angeles. Hoy me importa un pepino, pero me preocupa por si se repite en los Oscar, porque en esa alfombra roja estará Cristina Teva y no me gustaría que se mojara, en parte porque es una putada para ella y en parte por si encoge, porque a mi gusta así.
  • Penélope Cruz está guapísima, con un espectacular vestido vintage de Armani negro (que se noten mis años en Canal Estilo). Como muchos de los invitados, lleva un lazo como homenaje a los víctimas del terremoto de Haití. Minutos antes, Juan y Pepe hablaron en directo de las posibilidades de Pé con Antonio Rubial, su publicista, con quien yo estuve el pasado martes, fíjate.
  • Paul McCartney (aunque tal vez sea su madre, porque lleva transformándose en ella unos diez años), aparece con un absurdo paraguas bajo el que cabrían Los Beatles, Los Rolling Stones, Village People y Viva la Gente.
El paraguas de Paul McCartney. La imagen es malísima, pero no pude evitar hacerle una foto directamente a la tele para que la vierais.
  • Mickey Rourke se presenta con un sombrerete y con un pivón ruso al que dice que conoció en Rusia, pero que yo creo que habrá conocido en Internet. Mickey  está aún más raro que el año pasado. Iba a decir más feo, pero no, está más raro. Bueno, y más feo.
  • Ya sé por qué les llaman Globos de Oro: por los de Mariah Carey, que lleva un escote que deja atisbar sin tapujos un par de senos que parecen un augurio del éxito de Up, ya que podrían escaparse y empezar a flotar por el éter.
2:00. Comienza la gala. Por primera vez en 15 años hay un presentador: Ricky Gervais, el genial artífice de The Office y de Extras.
2:10. El primer premio es el de actriz de reparto, o sea, el de Penélope Cruz por Nine. Lo entrega Nicole Kidman, su compañera en Nine. Pero el hecho de compartir un pasado con Tom Cruise debe de haber influido en el concepto de “compañera” que tiene Nicole, porque le entrega el premio a Mo’nique por Precious. Así que Penélope pierde su tercer globo y como el año pasado la gala empieza con planchazo. No importa, arriba ese ánimo, aúpa Josemari. Caramba, Mo’nique ocupa aproximadamente el mismo espacio que tres Nicoles Kidmans, proclamo.
2:13. Empiezan a entregarse los premios a los actores de televisión. La mejor actriz de comedia o musical es Toni Collette por United States of Tara, que en España emite Paramount Comedy y en la que Toni hace de un ama de casa con cuatro personalidades. A lo largo de la noche completarán la nómina de actores televisivos:
  • John Lithgow como mejor actor de reparto por Dexter, por interpretar a un asesino en serie en la cuarta temporada, que mi chica, mi amiga Eva Díaz de Cuatro y yo estamos esperando como agua de mayo o a ser posible de antes.
  • Nominados al mejor actor de drama estaban los grandes: Bill Paxton (Big Love), Hugh Laurie (House)… pero lo gana Michael C. Hall, o sea Dexter. Momento emotivo de la noche. Michael C. Hall, que acaba de anunciar en un comunicado que tiene cáncer, que está en tratamiento y que de momento está reaccionando bien. Por favor, Michael, cúrate, porque eres un grandísimo actor y porque tienes que dejarnos ver al menos otras cuatro temporadas de Dexter en Fox y Cuatro.
John Lithgow y Michel C. Hall, premiados por "Dexter".
  • Lo mismo pasa en la categoría de mejor actriz de drama: están nominadas Glenn Close (Daños y perjuicios) y Anna Paquin (True blood), pero se lo lleva Julianna Margulies por The good wife, que en España acaba de empezar a emitir Fox. Julianna, que siempre me ha encantado a mí como mujer bonita, se pierde entre las mesas hasta llegar al escenario, como le sucedió el pasado año a Anna Paquin. Y ya que se pierde, puesa de camino, saluda a George Clooney, con quien estaba liada en la ficción en Urgencias.
  • El mejor actor de comedia o musical de televisión es, por tercera vez, Alec Baldwin por Rockefeller Plaza, y Cloe Sevigny, a la que casi le destrozan el vestido de un pisotón en el escenario, fue la mejor actriz de reparto por Big Love.
2:24. Sale al escenario la madre de Paul McCartney sin el paraguas para presentar la mejor  película de animación, y lo hace leyendo un discurso absurdo que ya podría haber memorizado, leñe. Yo creía que este premio lo iba a presentar Mariah Carey por lo que os había dicho antes, pero no. Eso sí, el de Oro pasa a engrosar la enorme cantidad de Globos que elevaron por el cielo la casa de la maravillosa Up.
2:45. Juan Zavala y Pepe Colubi conectan con Guillermo de Mulder, el corresponsal de CANAL+ en Los Angeles. Gui, un tipo al que adoro porque es imposible no adorarle, hace una descripción maravillosamente delirante de cómo es el trabajo de un reportero en la alfombra roja.
2:49. Cher, vestida de Morticia Adams, y Christina Aguilera, caracterizada de enana, entregan los premios musicales: mejor canción para Crazy heart y mejor banda sonora para Up.
3:00. Tradicionalmente, el momento de las miniseries me atrae menos, porque cuando se entregan los Globos aún no han llegado a España. La mejor de este año es Grey Gardens y la mejor actriz es su protagonista, Drew Barrymore. Qué cosas, la niña de E.T. derrotando a la de El piano (Anna Paquin), que también estaba nominada. El premio al mejor actor se lo dan a Kevin Bacon por Taking chance. Apellidarse Bacon en EEUU es como si aquí te apellidaras Guijuelo. Eso sí, estas dos miniseries las vamos a ver muy pronto en CANAL+.
3:04. Meryl Streep estaba nominada dos veces como mejor actriz de comedia o musical (a estas alturas ya sabréis que los globos distinguen entre drama y comedia o musical, extraña distinción). A mí no me gusta esta nueva faceta de Meryl de hacer comedias bobas, pero qué es mi opinión en contra de la de todo Hollywood. Meryl se gana a sí misma por Julie y Julia, con lo que ya lleva 7 globos de oro y 25 nominaciones. Es toda una record woman, como en su momento lo fue Massiel.
3:26. El premio al mejor guión recae en Up in the air, una de las películas del año que con este premio se coloca como una de las favoritas para los Oscar.
3:37. Llega el momento de Almodóvar. Una espectacular Sophia Loren sale al escenario para entregar el premio a la mejor película extranjera. Y en ese mismo instante se acaba el momento de Almodóvar. Porque la película ganadora es La cinta blanca, de Michael Haneke. También va a ganar el Oscar, os lo digo por si queréis ponerlo en vuestras quinielas. Haneke tiene tanto pelo blanco y una barba tan blanca y tan espesa, que yo creo que si le das la vuelta a la cabeza se le queda igual el gesto.
3:41. Superado el disgustazo de Almodóvar (es mentira, no estoy disgustado, yo creo que este año Almodóvar no se merecía el premio), se anuncia la mejor serie dramática del año. Por tercer año: Mad men. Es maravillosa, la emite CANAL+ y lleva 3 años ganando este premio. Y la mejor comedia o musical es para Glee, un musical ambientado en un instituto que es del creador de Nip/Tuck. Podremos verla en España en abril, en Fox.
3:53. Dos horas después del no-premio para Penélope, Halle Berry sale a entregar el homónimo masculino. Halle Berry luce un escote al estilo de Mariah Carey, pero mientras el de Mariah me da risa, en el de Halle me quedaría a pasar el resto de la ceremonia. Y de la vida, vive Dios. El premio es para Cristoph Waltz, el nazi de Malditos bastardos. Otro que era favorito, como ya me avisó después del Festival de Cannes mi compañera Raquel Santos. Tarantino aplaude muy contento, y lo digo siempre, pero Tarantino cada vez se parece más a Joaquín Reyes haciendo de Tarantino.
4:00. Leonardo di Caprio y Robert de Niro, que no consigue deprenderese del careto que se le quedó tras rodar Despertares, le entregan el premio de honor Cecil B. de Mille a Martin Scorsese, que sale de debajo de sus cejas para recogerlo y dar un emotivo discurso.
4:18. Llega el primero de los grandes premios: mejor director. Lo entrega Mel Gibson. El ganador es James Cameron por Avatar. O James Cameron también se está convirtiendo en la madre de Paul McCartney, o ha recogido el premio su avatar y yo no tenía puestas las gafas 3D. Se lo dedica a su ex-mujer Katherine Bigelow, que también estaba nominada por En tierra hostil. Qué morbete.
"Avatar", la gran triunfadora de la noche.
4:30. Reese Witherspoon, a la que parece que el maquillador de Joaquín Reyes le ha pegado una barbilla que le sobraba, entrega el premio a la mejor comedia a Resacón en Las Vegas. La película tiene gracia, pero no sé si es como para que tenga un Globo. A mí es que esto de separar las películas en dramas y comedias… No sé, si eres una buena película debería dar igual de qué género seas, ¿no? Recoge el premio mucha gente, entre ellos Mike Tyson, que sigue dando el mismo miedo que en 1988.
4:39. Pero más miedo da Mickey Rourke. Aquí ya ni el maquillador de Joaquín Reyes ni hostias. Mickey le entrega el Globo a la mejor actriz dramática a Sandra Bullock por The blind side. Y el mejor actor de comedia es para Robert Downey Jr. por Sherlock Holmes. Insisto: a mí esto de las comedias y los dramas y de equiparar Up in the air o Avatar con Sherlock Holmes, no me mola nada (¡pensad que Sandra Bullock llegó a estar nominada por Miss Agente especial!)…
4:50. Y acabamos con los dos últimos premios gordos: mejor actor y mejor película. El mejor actor es Jeff Bridges por Crazy heart. Otro gran favorito para los Oscar. Por segunda vez tras el premio a Scorsese, el público se pone de pie. Yo no, porque ya lo he hecho varias veces para ir al baño. Y para acabar, el premio a la mejor película, que lo entrega Julia Roberts. Parece que se va a sacar la estatuilla de la boca, pero no. Es para Avatar, con lo que se convierte en la gran triunfadora de la noche y se coloca como la favorita de los Oscar. Curioso resultado final, que Juan Zavala ya me vaticinó hace una semana y que llevaba vaticinando durante toda la retransmisión.
Así que, resumiendo, Avatar, Up y Crazy heart han ganado 2 Globos de Oro. Resacón en Las Vegas, Precious, Julie y Julia, Up in the air, La cinta blanca, The blind side, Sherlock Holmes y Malditos bastardos se han llevado uno.
En televisión, Dexter y Grey Gardens han sido las triunfadoras con 2 Globos, y Mad men, Glee, Rockefeller Plaza, Big Love, The good wife, Unites States of Tara y Taking chance se llevaron uno cada una.
5:00. Hala, me voy a dormir un rato antes de irme a la oficina, así que no habléis muy alto y bajad la radio, malandrines.


viernes, 15 de enero de 2010

Yo me gusto de Elena Anaya (“Hierro”)

Cuando yo era un adolescente con granos y te gustaba una chica, en mi barrio se decía que “te gustabas de Fulanita”. Por aquel entonces yo ya era un repollo gafotas, así que me preocupaba más la absurda utilización del verbo “gustar” que las personas que aparecían en las frases como gustadas y gustables. En verano, los niños y niñas nos sentábamos en corro y confesábamos ufanos: “yo me gusto de Fulanita”, “yo de Zutanita”, “pues yo de Perenganito”. A mí me daba una vergüenza horrible decir en alto y delante de todo el mundo de quién me gustaba yo, y sobre todo me daba una vergüenza horrible conjugar así de raro el verbo “gustar”.
Ahora, casi 30 años después, he madurado y ya no me da vergüenza nada. Así que puedo decir abiertamente que yo me gusto de Elena Anaya. Nuestro amor es imposible, lo sé desde que la vi por primera vez en África, pero no me importa, me gusto de ella, es más, me gusto de ella mazo.
Esto viene a cuento porque hoy, un poquito eclipsada por el superestreno de Sherlock Holmes, llega a los cines Hierro. Hierro es un thriller psicológico de no demasiado presupuesto, pero rodado con cierto oficio por un debutante que se llama Gabe Ibáñez, un precioso apellido que, casualmente, coincide letra a letra con el segundo de los míos. Está rodada en la isla de Hierro, por eso se llama así, lo digo por si está leyendo esto algún comprador extranjero y decide titularla “Iron”. No es ese hierro.
Elena Anaya y la isla de Hierro.
Pude hablar el otro día un rato con Gabe y es un tío majísimo y humilde, pero sabedor de que ha hecho una buena película. En nuestra corta pero interesante conversación echamos unas risas con un tema tan poco divertido como que Hierro haya sido obviada totalmente por los Goya. Y él podría aparecer en la categoría de director novel, o Elena en la de actriz. En los apartados técnicos, aunque Gabe es de lo que más orgulloso está, tengo una contradictoria diatriba: no puedo poner pegas a la luz, sonido, música, efectos… pero muchas veces me parecen exagerados, o al menos innecesarios (cuando la veais, fijaos en unos pájaros. Pues me refiero a ese tipo de cosas). Pero he visto cerca de 40 películas de las que este año optan a los Goya y no se me ocurren muchas candidatas mejores para las categorías que os he dicho.
Aún así, Hierro es muy eficaz. El argumento es sencillo: una madre (que interpreta la chica ésa de la que digo me gusto de) pierde a su hijo durante un viaje en Ferry a la isla de Hierro. Ella lo busca, pero en la isla se dan una serie de circunstancias extrañas que te hacen dudar de si la madre hace bien en buscarle o si debería aceptar las trágicas evidencias y abandonar. Por todo esto, me recuerda a algunos planteamientos de películas demasiado recientes en las que otras ilustres madres perdieron a sus hijos: El orfanato (Belén Rueda), El intercambio (Angelina Jolie), Plan de vuelo desaparecida (Jodie Foster), Misteriosa obsesión (Julianne Moore) e incluso Ausentes (Ariadna Gil, aunque ésta no perdía a ningún niño). Pero me gusta comprobar que Gabe no se corta en reconocerlo y en decir que sí, que su película es muy clásica en ese aspecto, que ya lo sabe. Me hubiera decepcionado escucharle algo del estilo “no, yo no tengo referentes, yo aporto cosas nuevas a esos planteamientos”. Pero no fue el caso.
Elena Anaya con los tres niños que aparecen en "Hierro". Elena es la más bajita.
Lo mejor de la película es Elena Anaya. A mí siempre me ha parecido una actriz excelente (y lo digo en serio, aparte de que me parezca guapísima o me caiga bien, creo que es muy complicado encontrar una película en la que Elena esté mal). Y con todo esto del estreno de la película, y en uno de esos regalos que de vez en cuando me depara mi trabajo, el pasado martes tuve que acompañar a Elena Anaya durante toda su jornada de promoción de Hierro, y me hubiera ido con ella a promocionar una de Pajares y Esteso, si hiciera falta. Y os cuento sólo algunos detalles para que entendáis, aparte de las razones obvias, por qué me gusto de Elena Anaya.
  • Porque cuando nos citamos con ella en el hotel en el que iba a hacer las entrevistas promocionales nos saludó con un cariñosísimo “hombreeee, cuánto tiempo”. Es que con Elena Anaya trabajé hace tres años para un documental, en un par de sesiones que resultaron ser muy divertidas. Ella recordaba esos días, pero dudo que se acordara de mí (aunque quién sabe), sobre todo porque me parece que por aquel entonces yo era negro. Pero ese detalle de decir “cuánto tiempo”, y así dejarme pensar que a lo mejor sí me recuerda, pues me hace admirarla más todavía. Por querer que nos sintiéramos bien (y conseguirlo).
  • Porque Elena tuvo dos deferencias maravillosas conmigo, pero involuntarias. Trajo consigo a una maquilladora excelente que se llama Beatriz Matallana, a la que no veía desde hacía bastantes años, cuando servidor frecuentaba la Pasarela Cibeles, y que también me parece muy guapísima. Y porque volvió a propiciarme uno de esos divertidísimos días con Sandra Ejarque y Ainoa Pernaute, que le llevaban la prensa y con las que siempre me lo paso pipa.
  • Por aparecer de rubia, pero sentándole como si hubiera sido rubia toda la vida. Y por lo de tener un ojo de cada color, que en las fotos y en el cine no se nota tanto, pero en persona es hipnotizante. Son distintos, pero ni dispares, o sea, que se parecen de color, no es que uno sea negro y el otro fucsia. Yo tengo también los ojos distintos, pero lamentablemente no es lo mismo.
  • Porque en la película, aparte de un recital como actriz, Elena de un recital físico, sin ningún miedo al desnudo. Yo qué sé, pues uno lo agradece. Claro, que si yo tuviera el cuerpo de Elena tampoco le tendría miedo al desnudo. Me tendría miedo a mí, eso sí.
  • Por su naturalidad y simpatía. Nos concedió una entrevista sin pose alguna, salió en persona a pedir silencio al pasillo del hotel mientras grabábamos, con una educación y delicadeza encantadoras, durante la entrevista te ríes con ella, se le va el hilo, lo retoma, bromea… No es nada diva, y podría serlo, os recuerdo que ha rodado con Julio Médem, Ricardo Franco, Díaz Yanes, Almodóvar, Fernando León… y con Julianne Moore y ¡Hugh Jackman!.
  • Luego la acompañamos a la cadena SER. La mantuvieron un buen rato a la espera, porque estaba hablando Alfonso Guerra de Eric Rohmer (por cierto, algún día os contaré cuánto he sentido su muerte), y este tema se llevó parte del tiempo que tenían reservado para Elena. Cuando acabó de hablar Guerra, Elena no puso ni un mal gesto, al contrario, dijo: “huy, no sabéis cuánto admiro a Alfonso Guerra.
Elena Anaya en la Cadena SER, con María Guerra, de "La ventana".
  • Porque no le da ningún reparo contarte las cosas que va a hacer, sean grandes o pequeñas. No me imagino a Penélope Cruz diciéndote que se tiene que comprar unas medias para el estreno de la noche y pidiéndote que la esperes, e incluso que la acompañes. ¿Y por qué no? ¡En algún momento se tendrá que comprar las medias una estrella! Elena lo hizo, y sin perder un ápice de esa cosa tan absurda y misteriosa llamada glamour.
  • Porque nos propuso acompañarla hasta su casa en coche para no perder tiempo y grabar de camino una historia que nos tenía que contar. Me pidió que no dijéramos dónde vive, porque luego hay gente que la llama al portero automático y es un coñazo. Yo la avisé de que lo peligroso de verdad era que me enterara yo, pero no me creyó.
  • Porque al preestreno de la noche apareció radiante. Llevaba desde las 10 AM promocionando la película, y ya eran las 10 PM. Doce horas de curro. Y en medio se había entrevistado con una profesora de francés (porque va a rodar en ese idioma) y con un director español con el que va a trabajar. Mi cara a esas horas era de cansancio y cierta mala uva. La suya en la alfombra roja lucía una sonrisa espectacular, incluso cuando uno de esos programas de televisión tan graciosos le regaló un bote de lentejas por eso del hierro (ja-ja-ja). Ni ahí perdió la sonrisa. Todo un día dando entrevistas a varias teles, radios, periódicos, revistas, webs, acudiendo al estudio de la SER, a la alfombra roja, saludando a fans, firmando autógrafos, haciéndose fotos en el cine, respondiendo preguntas estúpidas y soportándonos a Edu, Javi, Gonzalo y sobre todo a mí… y no le vi un mal gesto.

Me gusto de la gente así. Me gusto de Elena Anaya.

miércoles, 13 de enero de 2010

Lo que nos espera en 2010

Dicho así parece que me voy a poner agorero y a hablar de la crisis o de los escáneres esos con los que nos van a poder ver nuestras cositas más íntimas. Pero no. No es mi estilo. Además yo no noto la crisis: gano una pasta y poseo varias casas y empresas. Y lo del escáner me da igual, porque tengo un implante de titanio en el manubrio en el que rebotan los rayos X. Bueno vale, todo esto es mentira. Pero me gustaría.
De lo que os voy a hablar hoy es de los títulos más destacados que van a llegar en 2010 a los cines. La idea de este post se la debo a Tony Aguilar, que el pasado jueves me pidió esto mismo para su programa de radio Internight (40 principales). Y yo lo hice encantado, sobre todo porque después me regaló un jamón y porque me lo paso muy bien hablando con Tony en la radio. Pero más por lo del jamón.
Más o menos, hablamos de las siguientes películas:
  • Sherlock Holmes. Se estrena ya, el viernes, pero era uno de los títulos más esperados de 2010, sobre todo porque es una versión de Guy Ritchie y por ver al redimido Robert Downey Jr. y al guapetón Jude Law como Watson. Eso sí, aquí Sherlock Holmes es una especie de James Bond y no pronuncia ni una sola vez la frase “Elemental, querido Watson”.
Elemental, querido Jude.
  • The lovely Bones, la última de Peter Jackson. También llega pronto a los cines, la semana que viene. Es la historia de una niña de 14 años que está un poco muerta y que ve desde el cielo como la vida de su asesino (Stanley Tucci, lo mejor de la película), la de sus sus padres (Mark Walbergh y Rachel Weisz) y la de sus amigos tratan de rehacerse sin ella. Como veis, nada que ver con El señor de los anillos o con King Kong. Y mientras tanto, Peter estará supervisando cómo Guillermo del Toro dirige en Australia las dos partes del Hobbit, que llegarán en 2011 y 2012.
  • También llegará enseguida Nine, el musical de Nicole y de Pé, fíjate, dos ex de Tom Cruise unidas por Rob Marshall, el genio que dirigió Chicago. También están en el reparto Daniel Day Lewis, Marion Cotillard, Sofía Loren y Judi Dench, pedazo de elenco. Cinco nominaciones a los Globos, incluida la de Penélope.
  • The road (La carretera), basada en una novela de Cormac McCarthy, el autor de No es país para viejos, con Viggo Mortensen y con un niño. The road trata de un mundo apocalíptico en el que un padre y su hijo viajan en busca de un lugar seguro. Recuerda a un corto de Chapero Jackson llamado The end (of water), o a Hijos de los hombres. O a Soy leyenda. Recuerda, pero no es igual.
  • Shutter Island, la última de Scorsese con su nuevo muso Leo di Caprio, el nuevo Robert de Niro de Scorsese (que hubo un momento que parecía que iba a ser Daniel Day Lewis). ¿Conseguirá Scorsese convertir también a Di Caprio en un amasijo de muecas? No lo sé. En Shutter Island le acompañan Mark Ruffalo y Ben Kingsley, que hace de un siniestro doctor que dirige el psiquiátrico que hay en la isla ésa tan Shutter.
  • Furia de titanes, la versión moderna y digital de aquel clásico de mitología de los primeros 80 cuyos efectos especiales hizo el artesano Ray Harryhausen, y que es una película que adoro porque es la primera que vi en el cine con mi amigo Luis, que dice “Scorzese” en vez de “Scorsese”. Me gusta tanto que se la hice ver a mi sobrino en vídeo, y nunca me la devolvió porque también le gustó mucho.
"Furia de titanes", pero he puesto una foto de la versión antigua, la de Ray Harryhausen.
  • Alicia en el país de las maravillas, que en manos de Tim Burton promete ser más mágica que nunca. Alicientes: Johnny Depp es el sombrero loco, Helena Bonham Carter es la Reina de Corazones y Matt Lucas (el gordito de Little Britain) es el disparatado dúo de “duendes del bosque” (o algo así) formado por Twidledee y Twdledum (¿¿¿que no conocéis Little Britain??? ¡conseguidla ya, es lo mejor que han hecho en humor los ingleses desde Monty Python!).
  • Robin Hood, una película que ya se había hecho en otro momento (como Alicia, Furia de titanes o Sherlock Hokmes), pero que ahora llega de la mano de Russell Crowe y Ridley Scott, o sea que corremos el peligro de ver Gladiator en los bosques de Sherwood. Otro australiano que hace de Robin, porque no lo olvidemos, Errol Flynn también era australiano.
  • Up in the air, nominada a 6 globos de oro y con George Clooney haciendo de un señor que se pasa la vida en un avión porque trabaja en una empresa que suaviza las reacciones de los trabajadores que son despedidos. Una profesión a tener en cuenta en estos tiempos de crisis, por cierto…
  • Invictus, de Clint Eastwood, que cuenta la relación entre Nelson Mandela (ya Presidente de Sudáfrica) y del capitán del equipo nacional de rugby para ayudar a unir el país. Mandela es Morgan Freeman, que yo creo que estaba predestinado a hacer este papel. Joaquín Reyes también lo cree, porque recuerdo que en su Celeeeebrities sobre Nelson Mandela se equivocaba al principio y decía: “Hooooy: ¡Moooorgan Freeeeman!”.
Y luego llegan un montón de segundas (y terceras) partes que nunca fueron buenas:
  • Sexo en Nueva York 2. Si ya no hacía falta la primera parte, pues no os cuento la segunda. La serie cerró magníficamente, pero el filón tentador de continuarla sigue ahí…
  • Iron Man 2. Más de Robert Downey Jr. Pero ojo, que esta vez le acompañan Mickey Rourke, Scarlett Johansson y Gwyneth Paltrow.
  • Millenium 3, la reina en el palacio de las corrientes de aire. Y con esto se acaba la trilogía de Stieg Larsson y de la hacker – investigadora – punkie Lishbeth Salander. Si Stieg Larsson no se llega a morir, tenemos Millenium hasta el próximo siglum.
  • Toy Story 3. Pixar saca los dientes con su arma más clásica.
  • Shrek 4, y Dreamworks responde también con su arma más clásica, aunque ligeramente más cascada.
  • Harry Potter y las reliquias de la muerte. Yo ya no sé por cuántas pelis va ya Harry Potter, pero ésta es la penúltima, y la primera parte de las dos en las que se divide el último libro. En la radio dije que como haga más partes, Harry Potter va a parecer Juan Tamaariz, y a Tony Aguilar le dio mucha risa.
"El mal ajeno". Es española. Ahora os hablo de ella, no seais impacientes.
De las españolas, este año no tocan ni Almodóvar, ni Amenábar, ni Trueba, ni ninguno de los “grandes”. Pero hay tres títulos que se esperan con cierta expectación:
  • El mal ajeno. Amenábar produce, Oskar Santos dirige, y Daniel Sánchez révalo escribe, buena espina da la cosa. Protagonizan Eduardo Noriega (no sé, no sé), Belén Rueda (cada vez más asentada en el género del thriller) y Angie Cepeda (caramba, cómo me gusta esta mujer a mí). La película ha sido elegida para la sección Panorama del Festival de Berlín.
  • Los ojos de Julia, de Guillem Morales. Otro thriller tenso en el que Belén Rueda hace de mujer que se va quedando ciega. Estuve en el rodaje hace unos meses, y os lo conté aquí y todo. La producen Guillermo del Toro y el equipo de El orfanato.
  • Di Di Hollywood, de Bigas Luna, otro rodaje al que fui porque me lo pidió Elsa Pataky. Bueno, en realidad me lo pidió mi jefe, que me cae bien, pero no es lo mismo. Ya sabéis, es La Juani 2. La película, no mi jefe.

Y seguro que me olvido de algunos títulos importantes de 2010, pero es que algo os tengo que dejar para los comentarios, ¿no?