lunes, 30 de marzo de 2009

“Con faldas y a lo loco” o la obra maestra de Dios

Ayer domingo se cumplieron 50 años del estreno en cines de la obra maestra de Dios. Bueno, de una de sus obras maestras. Bueno, y de uno de los dioses que hay, porque si en el mundo religioso ya hay demasiados (Jehová, Alá, Zeus, Apis, Anubis, Piscis… ¿o Piscis no era un Dios y Apis era un foie-gras? No sé, no sé), en el mundo pagano ya ni os cuento. Yo venero al Dios de Fernando Trueba, o sea, a Billy WiIder. Por eso digo que no es posible hablar de “su obra maestra”, sino de ”una de sus obras maestras”. Porque no podemos decir que Testigo de cargo sea mejor que El apartamento, o Sabrina que Perdición, o Primera plana que El crepúsculo de los dioses. Pero la película que ayer cumplió medio siglo es quizá la más famosa y divertida de Wilder: Con faldas y a lo loco.
  • Con faldas y a lo loco está considerada por el AFI (un Instituto estadounidense que se pasa la vida publicando unos ránkings que a la postre se convierten en las clasificaciones oficiales) como la mejor comedia y la 14ª mejor película de la historia. La segunda mejor comedia es Los bingueros.
  • Que no, bobos, que es broma.
  • En la línea de nuestro cursillo de inglés Fucking translations, el título de la película no está muy bien traducido. Con el diccionario en la mano, deberían haberla llamado A algunos les gusta caliente, tal y como hicieron en Francia o Italia. Pero si hoy en día en España traducimos Meet Dave por Atrapado en un pirado, pues por qué no iban a llamar en los años 50 “Con faldas y a lo loco” a Some like it hot. En México y Argentina tampoco se cortaron un pelo: allí se llamó Una Eva y dos Adanes. Con un par de cojones.
Con faldas y a lo loco. Sí, lo que pone en inglés no tiene nada que ver.
  • Wilder ofreció primero a Jerry Lewis el papel de Jack Lemmon, pero él cómco de las mil muecas lo rechazó. Desde entonces y hasta su muerte, Jack Lemmon le envió a su amigo Lewis una caja de bombones todos los años, coincidiendo con el aniversario del estreno de la película (o sea, tal día como yer).
  • La película iba a ser en color. Marilyn Monroe lo firmó así en su contrato y estaba supercontenta. Pero tras hacer las pruebas de maquillaje con Tony Curtis y Jack Lemmon y ver lo mucho que se les notaban los potingues en sus caretos de varón, Billy Wilder decidió hacerla en blanco y negro para que no parecieran unas drag-queens. Cuentan que Marilyn se enfadó mucho y que le dijo a WIlder muy cabreada: “Doo-doo-bi-doo”, que es lo que mejor sabía decir Marilyn. No sirvió de nada: la película se rodó en blanco y negro.
  • Pero en realidad, Wilder tenía muchos más motivos para enfadarse con Marilyn que viceversa: la actriz llegaba tarde al plató, se olvidaba de los textos, llevaba al rodaje a una profesora de interpretación a la que hacía mucho más caso que a Billy Wilder, se quedaba embarazada durante el rodaje (bueno, esto creo que en realidad no le enfadó)… Una vez dijo de Marilyn: “Antes quedabas con ella a las 9 y llegaba a las 11. Ahora la llamas en mayo y llega en octubre”. Wilder dio orden de que no se la invitara a la fiesta de fin de rodaje, para que veais si acabó harto de la estrella.
  • Pero ojo, Billy Wilder tampoco era el colmo de la formalidad: rodó Sabrina escribiendo el guión día a día. Pero una vez sólo pudo escribir un folio, y todo su equipo estaba ya listo para rodar durante una jornada completa. Llamó a Audrey Hepburn aparte y le djo: “Audrey, hoy no tengo más que un folio de guión. Hazme el favor de equivocarte muchas veces para que sólo podamos rodar esta escena”. Audrey, que adoraba a WIlder, lo hizo así. A la semana siguiente, ya estaba listo el guión completo.
  • Y es que Wilder también tenía su mala leche, a veces hiriente y a veces infantil, como todos los dioses (el de la Biblia tuvo peregrinando por el desierto a todo un pueblo durante ¡40 años! porque un día adoraron a un becerro de oro, ¡eso sí que es mala leche!). En los Oscar de 1945, Perdicion optaba a 7 premios. Pero se los fue llevando todos Siguiendo mi camino, de Leo McCarey. Cuando Leo se levantó a recoger el Oscar al mejor director, Wilder estiró su pierna por el pasillo y le puso la zancadilla. Tal y como lo leéis. McCarey dio un traspiés y subió al escenario pensando que se había tropezado él solito.

Una vez, antes de morir en 2002 a los 96 años, le preguntaron a Billy Wilder si era importante que un director de cine supiera también escribir. Contestó que no, pero que era conveniente que supiera leer. Como homenaje al Dios de Trueba y a Con faldas y a lo loco, os dejo con el tráiler original de 1959. Decía el viejecito Osgood Fielding que “Nadie es perfecto”… pero yo creo que el cine de Billy WIlder sí que lo es. ¿Y vosotros?

viernes, 27 de marzo de 2009

“Pelotas” y otras series españolas

Como sigo tan mal de lo mío, cada vez que estrenan una serie española en televisión me da por ver el primer capítulo. Procuro cumplir con esta costumbre desde que tenía unos 18 años, o sea, que hace ya exactamente… bueno a quién le importa cuánto hace de esto lo importante en la vida es que lleves bien tu edad y seas joven de espíritu no cuántos años tengas en el carné a ver si de repente os creéis vosotros que sois unos jovencitos si lo que sois todos en realidad es unos hijos de perra. Ups, perdón, me ha surgido de repente un brote bipolar de la crisis de los 40. Mierda, al final se me ha escapado la edad.
El caso es que esta temporada le he dado diferentes oportunidades a varias series españolas, y he descubierto que con los años voy teniendo menos aguante. Recuerdo cuando en los 90, junto a Enrique Catá - la persona que más sabe de televisión de Hachette y por ende (que no sé lo que es) del mundo - fui capaz de aguantar casi completas series como Los ladrones van a la oficina o Menos lobos. Hoy no resistiría ese suplicio, pero lo sigo intentando. Os voy a poner unos ejemplos de resistencia a algunas series que han empezado (y algunas concluído) esta temporada.
A ver si llego. Hacía tiempo que no veía una serie tan así. Procede de la factoría de José Luis Moreno, que por fin ha demostrado que no es infalible (bueno, yo ya intuía que no era infalible), y por fortuna no ha repetido el éxito de Aquí no hay quien viva o Escenas de matrimonio. Por cierto, nunca entendí el éxito de la primera y me deprimo cuando asisto al de la segunda (aunque lo entiendo mejor, por desgracia para este país). A ver si llego, que debería haberse llamado A ver si cuela, exhibía unos diálogos imposibles en un supuesto barrio campechano, con un Manuel Manquiña lamentable intentando ligar a la antigua usanza (antigua de casposa, no de clásica) con una Miriam Díaz Aroca que estaba de lo más rabanerilla, con lo que esta mujer ha sido. Ah, qué tampoco ha sido tanto, bueno, da igual. La serie pretendía hablar de la crisis, pero la única crisis que se veía por ahí era la de la ficción española. Destilaba un tufillo a ciertas cosas que se estrenaron en los primeros 90, como Menudo es mi padre o Éste es mi barrio, series que protagonizaban El Fary o José Sacristán y que ya en su época nos sonaban pasadísimas. No os puedo contar mucho más de A ver si llego, porque sólo la aguanté 30 minutos, de corte de publi a corte de publi. Telecinco la mantuvo en emisión 5 semanas. Vamos, que la que no llegó fue la serie. Calificación: Serie Caca.
Miriam Díaz Aroca en la verdulería. Ah no, perdón, que es una carnicería.
Águila roja. Como esta serie es de TVE y TVE esta temporada está que no se lo cree, pues la están viendo muchísimos espectadores. Como vieron la miniserie del 23-F, el programa de José Mota, Amar en tiempos revueltos, etc, etc. A mí no me gusta. Vale, no es A ver si llego, pero es una serie como de cartón piedra. Los decorados son de cartón piedra, los personajes son de cartón piedra, los diálogos son de cartón piedra, el cartón piedra es de cartón piedra… Los protagonistas, Águila Roja y Sátur, no parecen personajes del Siglo de Oro, sino dos señores bajitos metidos en una fiesta de disfraces temática del Siglo de Oro. Porque no hablan de vos ni de nada, hablan como tú y como yo, a no ser que tú hables de vos. Y aunque hay algún buen actor por ahí suelto, en general dicen las frases como con desgana, como si el director de la serie les dijera “anda, Perenganita, suelta la frase ya y nos vamos a comer todos”. Y Perenganita va y la suelta. Aguanté un capítulo. Calficación: Serie Pocha.

Doctor Mateo
. De Antena 3, está funcionando bien y tiene su mérito, porque empezó barriendo los domingos hasta que Tele5 volvió a colocar en esa franja a Aída (sin Aída) que recuperó el liderazgo, pero Doctor Mateo se mantiene en un honroso segundo puesto y muy cerquita de los gritos del clan de Aída (sin Aída). Cuando la estaban anunciando, a Gonzalo de Castro le decían “¿Vas a estrenar una serie de un doctor con mala leche? Mira, como House“. Y Gonzalo se enfadaba porque decía que aún no la habían visto y que no se parecía a House. Tenía razón: no tiene nada que ver con House. Ya les gustaría. Pero aún así, no está del todo mal, aunque a mí se me hace lenta, sin ritmo, con escena muy largas y anodinas… Pero Gonzalo sabe aplicar esa vis cómica que tiene a un personaje supuestamente serio, como en una secuencia que tuvo con un aldeano que estaba mal de la chola. Pongo un ejemplo puntual porque, con todo, sólo la resistí un capítulo y medio. Tampoco me ha enganchado. Calificación: Serie pasable.
Pelotas. Y llego al quiz del post del blog. De momento, es la única novedad española del año que sí me ha enganchado. Porque tras ese tropezón que tuvieron con su segunda película Cobardes, José Corbacho y Juan Cruz han recuperado el espíritu de Tapas. Y aunque el nombre Pelotas parece invitarte a ver algo más grueso, la serie combina la ternura y la coña de Tapas, Ángel de Andrés López se ha encontrado con el papel de su vida (qué bien interpretado, qué bien escrito, qué bien pensado), te crees a todos los personajes, muy pronto los conoces y les vas cogiendo cariño o manía, pero por los personajes, no por los actores, como en las buenas series que vienen de fuera. Ay, chicas, pero qué sorpresa más buena me he llevado este año con Pelotas, hacía cuánto que no soltaba carcajadas y reprimía emociones con una misma serie española. Me pasaba un poco con Médico de familia, pero porque yo no estaba bien en esa época. Tampoco lo estoy ahora, pero que me pase con Pelotas me resulta menos humillante. Pelotas compite los lunes con CSI, Life y Hay alguien ahí (que creo que no está mal, pero no la he visto, claro, porque me coincide con Dexter y Pelotas, y veo una y grabo la otra), así que no está triunfando precisamente en audiencia: el último lunes hizo un 12%. Como no la veais y me la quiten por baja audiencia, os vais a enterar. Como pase eso os pienso escribir un post larguísimo sobre Leticia Sabater.
S.O.S. Salvemos "Pelotas".
No quería terminar este post sin hablaros de otra serie, que en este caso aún no ha nacido. Se llama No ligo, y su capítulo piloto se está paseando por algunas televisiones en busca del lugar que se merece. Su creador es Rafael Fernández, que ha diseñado un cóctel de personajes frikis y más convencionales, de situaciones lógicas y delirantes, de gags refinados y más gruesos, de secuencias toleradas y desternillantemente eróticas… Una delicia, valiente y arriesgada, que he tenido ocasión de ver porque Rafael, de vez en cuando, se asoma a este blog. De verdad que esta serie debería estar ya en una televisión generalista (o temática, en el peor de los casos), así como algunas de las que he citado jamás debieron salir a antena. Creo que a Rafael no le importará que os plante aquí el tráiler de su serie. ¡Suerte con ella! 

miércoles, 25 de marzo de 2009

Un año (ya) sin Rafael Azcona

Parece mentira, pero ayer se cumplió un año desde que Rafael Azcona decidió poner punto y final al guión de su vida. Parece mentira que haya hecho un año, y parece mentira que Rafael ya no esté en este mundo, escribiendo las mejores películas de la historia del cine español (El verdugo, El pisito, El cochecito, Plácido, Vivan los novios, La grande bouffe, El bosque animado, Ay, Carmela, Belle epoque…). No sé escribir homenajes basados en filmografías de cineastas, así que me voy a limitar a contaros algunas cosas que sé sobre Rafael Azcona porque antes alguien me las han contado a mí.
Yo no supe quién era Rafael Azcona por  sus películas. Yo no soy un cinéfilo nato, como mi hermana Beatriz, a mí en el mundo del celuloide me ha ido curtiendo la vida (léanse estas últimas palabras superafectadamente, como las dirían Marisa Paredes o Rocío Jurado). La primera noción que tengo de Azcona es un libro muy viejo que había en mi casa y que se llamaba Los muertos no se tocan, nene, y que yo me leí muchas veces de niño junto con Diario de un niño tonto de Tono y Todos los ombligos son redondos de Álvaro de la Iglesia. Me moría de risa con ese moribundo que pronunciaba su última frase muy bajito, y que sólo la oye uno de los hijos, que entiende: “Papá dice que quiere patatas”. Descubrí el humor de Tono, Mihura y Azcona (y muchísimas otras cosas)  gracias a mi padre, que les conoció en persona en las tertulias del Gijón y en unos certámenes de humor que se llamaban “Paleta Agromán”, y que andará por ahí arriba (o donde sea) partiéndose de risa con ellos y haciéndoles caricaturas.
Rafael Azcona
Cuando en agosto pasado se estrenó Los girasoles ciegos, tuve que entrevistar a José Luis Cuerda y a algunos de sus actores. Todos hablaron de Azcona, les preguntara o no. Cuerda, que ha escrito muchos guiones con él, me contaba que lo mejor de Rafael era que tenía un “detector de mierda” en la cabeza. En cuanto leía una frase (suya o no), sabía perfectamente si iba a funcionar. A este trabajo entre el escritor y director, Rafael lo llamaba “hablar el guión”. Y me contaba (Cuerda) que de sus colaboraciones con Azcona aprendió tres frases que siempre repetía el maestro. Una: “Lo más mezquino es ir directamente al corazón del espectador. Es lo más fácil y lo más cobarde”. Dos: “Los directores españoles no escribís mejores guiones porque no vais en autobús” (= no escucháis cómo haba la gente) . Y tres: “No le pongas pie a la foto” (= si ya has contado una cosa con una imagen, mejor que los actores no hablen). Qué curso debería haber dado Rafael Azcona a tantos guionistas españoles que se quejan ahora de la crisis de nuestro cine. Aunque el curso está ahí para quien quiera hacerlo, consiste en unas 100 películas que están a disposición de todo el mundo.

A Jesús Franco, el último Goya de Honor, el Tío Jess, el autor de 180 películas, se le pone una sonrisa en la boca sólo con mencionar a Mihura, TonoNeville y Azcona. Luego te cuenta algunas anécdotas y entonces ya sí, le entra la risa a él y a ti también. Rafael Azcona, que también fue Goya de Honor, no iba nunca a recoger los premios (”no por modestia, sino porque lo paso mal físicamente”). Tenia alergia a los homenajes. Además del honorifico, recibió 7 Goyas, el último hace unos meses precisamente por Los girasoles ciegos. Todavía nos queda un trabajo de Azcona por estrenar: Los Esperpentos de Valle-Inclán, un trabajo de José Luis García Sánchez que TVE lleva meses anunciando pero que no acaba de estrenar, se ve que está muy liada con Águila roja.
Javier Cámara es de Logroño, como Azcona y como mi hermana Silvia, y cada vez que se encontraban (Cámara y Azcona, no Cámara y mi hermana SIlvia) no hablaban de cine, sino de Logroño. Y dice Javier Cámara que cuando alguien de La Rioja le saluda, siempre le acaba diciendo: “Conocerás a Rafael Azcona… ¡Ése sí que era un genio!”. En Logroño están muy orgullosos de ser paisanos de Rafael. El famoso “repelente niño Vicente” de Azcona no es más que un compendio de las virtudes que obligaban a aprender los nacionales a los niños logroñeses de la posguerra.
"El repelente niño Vicente". Durante años, en España se llamaba así a los niños repipis de la clase, sin saber que se aludía a un personaje de Azcona ni nada.
Raúl Arévalo no conoció en persona a Azcona, pero dice que se lleva para él el inmenso honor de compartir la primera escena de Los girasoles ciegos (un primer plano de Raúl rezando) con las palabras “A Rafael Azcona”. Aún no se cree que haya filmado un trabajo de uno de los mejores guionistas del mundo (sic). Y lo mismo dice José Ángel Egido, que cuando Cuerda le envió el guión y le dijo de quién era, comenzó a repetir como un niño: “¡Voy a hacer un guión de Rafael Azcona!”. Tampoco le conoció en persona, pero dice que es el guión más hermoso y mejor escrito que ha leído nunca.

Y ahora llega el redoble de tambores… ¡tachán! ¡Yo sí conocí a Rafael Azcona! Bueno, conocer, conocer.. quiero decir que tuve la inmensa suerte de hablar unos minutos con él y entrevistarle (ojalá le hubiera conocido). Fue en la presentación de un libro de Elvira Lindo,  el 5 de abril de 2001, me acuerdo del día exacto no porque lo conserve en la memoria (que debería), sino porque justo antes de hacer la entrevista me llamó mi amigo Nacho Utges para comunicarme que habían echado a Carlos el Yoyas de Gran Hermano 2, y esa fecha se encuentra fácil en Internet. Perdón por la anécdota.
Yo no me pongo muy nervioso cuando hago entrevistas, no porque no me impongan (que sí que lo hacen), sino porque en mis venas hay una horchata, o algo así me han dicho a veces. Pero con Rafael Azcona la admiración bloqueó todas las sinapsis que pudieran realizar mis neuronas. Me acerqué a saludarle y él me mostró su mano y dijo: “No te la estrecho porque la tengo dislocada”… pero no le dejé acabar, porque mi cerebro ya había enviado la orden de “saludar a Azcona”, y le cogí la mano y se la apreté con furia, además yo saludo como los hombres, no como esas personas que en vez de una mano firme te ofrecen una trucha blanda. Nunca olvidaré la carita de dolor de Azcona, el rubor que inundó mi jeta y la vergüenza que pasé.  Solamente dijo: “Vaya”. Luego Azcona estuvo cariñoso, amable, ocurrente, ingenioso… Y al acabar la entrevista me contó un cosa que desde entonces hago todos los días: “Yo leo el periódico de atrás a adelante. Así empiezo contento por la tele, luego me salto la economía y los deportes, llego a cultura y sociedad, y así disfruto leyendo unos minutos. Y sólo al final, las noticias de verdad me amargan el rato. Si empiezo por el principio, me leo todo el periódico deprimidísimo”. Desde ese día, yo leo el periódico del revés. Y reconozco que no siempre, pero muchos días, cuando estoy leyendo lo que echan por la tele, me acuerdo de Rafael Azcona. Cuando nos despedimos, me ofreció la otra mano. Yo no me hubiera ofrecido ninguna.

Si queréis saber más cosas de Rafel Azcona, CANAL+ emitió un especial con su última gran entrevista, dirigido por David Trueba, realizado por Gonzalo Cabrera e ideado y defendido por Jorge Ortiz. Se llama Rafael Azcona, oficio de guionista”, y estuvo nominado al Mejor Documental por la Academia de la Televisión. Es una delicia.

lunes, 23 de marzo de 2009

“Los abrazos rotos”: varias cosas raras

Lo primero de todo, quiero avisar de que soy fan de Pedro Almodóvar. Es verdad que soy más fan de un Almodóvar que no es éste, que tuve en mi habitación de adolescente gañán los carteles de sus películas hasta Carne trémula (que cuando se estrenó, para qué engañarnos, ya era bastante poco adolescente), que me gustó mucho más una etapa suya que otra… pero sigo esperando sus películas con ansia, sigo yendo a verlas al cine en su primera semana, cuando no en su primer día (como he hecho con Los abrazos rotos y como hacía en los 80-90 con mi amigo Enrique Catá, que hasta vimos Laberinto de pasiones de madrugada en los Cines Alphaville, como tenía que ser).
Por eso, cada vez que voy a ver una película de Almodóvar y no me gusta mucho mucho mucho, me enfado, le muerdo la tripa a mi chica y le tiro una piedra a una vaca, siempre por este orden, de la rabia que me da. Y algo así me ha pasado con Los abrazos rotos. No me ha parecido lo terrible que le pareció a algunos compañeros de trabajo de los que me fío y mucho, o incluso a Carlos Boyero. Más bien me posiciono en el ala moderada de amigos como Javier Ocaña de El País o Cristina Iglesias de Cinexprés, que me hizo una bonita defensa de la película basada en la comodidad que siente cuando entra en el mundo estético y delirante de Pedro Almodóvar (y yo me siento más que cómodo allí). Pero el caso es que salí del cine decepcionado, y si no le mordí la tripa a mi chica fue porque cuando me agaché me metió la rodilla en la boca. Qué tía, qué rápida se ha vuelto (por cierto, a ella le gustó más que a mí, y sus opiniones suelen ser sensatas).
Penélope Cruz con una peluca pelirroja. Le ponen muchas, en la película.
No me voy a poner a contar el argumento o a hacer una crítica de la película, porque yo no soy crítico, para eso ya está Cándida Villar. Lo que os voy a enumerar son algunas de las cosas raras que yo vi en Los abrazos rotosporque en casi todas las películas de Almodóvar hay cosas raras, como que en Todo sobre mi madre el travelo fuera Tony Cantó o que en Volver, que era casi perfecta, aparezca la secuencia del programa de TV. Luego están KikaLa mala educación, en las que casi todo me parece raro.

  1. La eleccion de Lluís Homar, como protagonista. Todo el mundo se tiene que enamorar apasionadamente de él, pero yo no encuentro los motivos. Y no sé qué me pasa con Lluís Homar, que me parece un actor excelente, pero en Los abrazos rotos no me gusta, en La mala educuación me chirría, en Cobardes me avergüenza, y en la serie esa del Rey me da mucha risa. Aún así, sigo pensando que es un monstruo de la interpretación.
  2. La elección de José Luis Gómez como empresario sin escrúpulos. A este actor si que sé por qué le admiro. Y si le habéis visto en TV en Los pazos de Ulloa, en el cine en Pascual Duarte, o en teatro haciendo un monólogo sobre Azaña, también sabréis por qué. En Los abrazos se supone que es un tiburón despiadado, pero a mí durante toda la película me dan ganas de darle un besito.
  3. La elección de Rubén Ochandiano. Hace el mismo personaje en dos épocas: en una me hace gracia, pero en la otra no me lo creo. Como veis, no me ha convencido mucho el casting masculino de Almodóvar. La verdad, es que excepto Javier Cámara (en Hable con ella),  y Eusebio Poncela y Antonio Banderas (en La ley del deseo el primero y en todas las que hizo el segundo), no se me ocurren muchos actores que me hayan parecido sublimes en el mundo de Pedroooooo. Si al final va a ser verdad lo de que es un director de mujeres…
  4. Por no hablar de la aparición de Dani Martín, el de El canto del loco. Qué mala suerte, tener que decir sólo una frase y que te salga tan mal.
  5. También se me hace rara la reacción de Blanca Portillo cuando en un momento de la historia (intento no desvelaros nada) ven una película que el personaje de Lluís Homar rodó años atrás. Esa película es un autohomenaje a Mujeres al borde de un ataque de nervios (esto espero que ya lo supierais), y puede provocar risa, pero no la reacción de Blanca Portillo, creo yo.
  6. Muchos de los diálogos no me parecen de Almodóvar, que creo que es uno de los tíos que mejor dialogan en España. Como culmen, hay una escena en la que al personaje de Tamar Novas le dicen (y aquí me invento un ejemplo para no reventaros la película) que su novia de toda la vida es lesbiana. Y él reacciona diciendo: “¿Así que es lesbiana? ¡Qué cabrona! Por cierto, te ha llamado antes”. Excepto lo de la lesbiana, el diálogo es tal y como lo cuento. Y hay muchos igual de poco creíbles. Qué cosas.
Penélope Cruz poniéndose un colgante con la ayuda de José Luis Gómez, pero a éste no se le ve.
Con todo, no me parece una película desechable. Aunque tal vez fuera de lugar, Pedro consigue que te rías (no creo que consiga que llores), que entres en su mundo, que disfrutes con el absurdo papel de “lectora de labios” de Lola Dueñas, que goces con sus imágenes barrocas como esa lágrima cayendo en la manzana (días después leo un comentario de Enrique y andá, es verdad, si era un tomate)… Los abrazos rotos no es el mejor Almodóvar, pero como digo con otros directores, cuántos cineastas españoles querrían que sus películas buenas les salieran así de mal… ¿Qué cuál es para mí el mejor Almodóvar? Pues, respondiendo a muchas peticiones vuestras, he elaborado la lista de sus películas en mi oden de preferencia. No es fácil, porque muchas de ellas me gustan igual, y seguramente si dentro de un mes repito esta lista, me saldría distinta. Pero bueno, es divertido, y además así también podéis opinar sobre el tema los que no hayáis visto todavía Los abrazos rotos.

(P.D. Que digo yo que es mentira que haga esta lista respondiendo a muchas peticiones vuestras, la verdad es que no he recibido ni una sola petición, en realidad hago la lista porque me sale de las pelotas).
  1. Mujeres al borde de un ataque de nervios.
  2. Átame.
  3. Qué he hecho yo para merecer esto.
  4. La ley del deseo.
  5. Volver.
  6. Todo sobre mi madre.
  7. Entre tinieblas.
  8. Laberinto de pasiones.
  9. Hable con ella.
  10. La flor de mi secreto.
  11. Tacones lejanos.
  12. Carne trémula.
  13. Los abrazos rotos.
  14. La mala educación.
  15. Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (que conste que ésta no la considero una película, sino la manera más inteligente que he visto en el cine de decir: “señoras y señores: miradme, yo existo”).
  16. Matador.
  17. Kika.

Ya está. Por cierto, no os perdáis el artículo sobre Los abrazos rotos que ha publicado José Luis Díez en Menstyle.

jueves, 19 de marzo de 2009

Qué se recomienda ir a ver al cine (y qué no)

Este post de repaso a la cartelera es ya una tradición en este blog. ¿Puede tener tradiciones un blog que no lleva ni seis meses en el ciberespacio? ¿Puede tener costumbres arraigadas un bebé de 14 meses? ¿Por qué la vida de los bebés se cuenta en meses, que te dicen “Freddy ya tiene 28 meses” y tú tienes que pensar la edad con una calculadora? ¿Usar una calculadora es pensar? Bueno, como podría estar enlazando gilipolleces durante horas, mejor me cojo la cartelera y os digo un poco por encima lo que yo creo que se puede ir tranquilamente a ver al cine y lo que no. Excluyo Los abrazos rotos de Pedro Almodóvar, que se estrenó ayer, porque de ella os hablaré exclusivamente el próximo lunes.
SE RECOMIENDA IR A VER
  • THE VISITOR. Además ésta os la recomiendo encarecidamente, porque es la típica película que no durará mucho en la cartelera. Es una hIstoria sobre la inmigración tratada de una manera inédita, es sencilla, es bonita, no tiene la necesidad de acabar bien ni horriblemente mal… A mí es la que más me ha gustado esta temporada, o casi. Y con un Richard Jenkins que aún debe de estarse preguntando por qué no le dieron el Oscar. Pues te lo digo yo, Richard, porque si un actor como Adrien Brody confesó en la ceremonia haber buscado quién eras en Google, imagínate el desconocimiento sobre ti que tendría el grueso de la Academia (y no me refiero a Michael Moore). Es mucho más famoso Sean Penn, dónde va a parar. 
Richard Jenkins en "The visitor". Como diría Cándida Villar: vayáis a verla, vayáis a verla, vayáis a verla.
  • A CIEGAS. La última de Fernando Meirelles, basada en Ensayo sobre la ceguera de José Saramago. Han pasado dos semanas desde que la vi, y la película me ha subido unas décimas. No de fiebre, que podría ser, quiero decir que si el día que la vi me pareció que merecía un 6,5, a lo mejor ahora ya va por el 6,8. ¿No os pasa que algunas películas os suben o bajan cuando las pensáis un poco? ¿O no pensáis jamás en las películas una vez vistas, cosa que me parecería de lo más saludable, vive Dios?
  • EL LUCHADOR. Es una película independiente, sencilla, sin demasiadas pretensiones… No pasará a la historia del cine, pero es muy agradable de ver, y Mickey Rourke nunca olvidará que ese Oscar que llevaba su nombre tatuado en su pecho, se lo quitó Sean Penn de las mismísimas manos. Aunque yo creo que se lo debería haber quitado Richard Jenkins (esta mañana Carlos Boyero opinaba exactamente lo mismo).
  • GRAN TORINO. Aunque para ser de Clint Eastwood a mí me decepcionó un poco, si hubiera sido de otro director me habría llevado una agradable sorpresa. Porque Clint Eastwood es bueno hasta cuando está flojo. Eso sí, la película va de menos a más, cosa que se agradece. En Gran Torino Clint escupe, gruñe y se retira como actor. Los dos primeros datos no son para que vayáis a verla, os los digo porque a mí me pusieron muy nervioso. El tercero (lo de su retirada como actor) sí es un motivo para homenajearle. Por cierto, Clint lleva dos semanas siendo número 1 en taquilla y unos días rodando otra nueva película con Morgan Freeman y Matt Damon. Qué tío, es que no para.
  • CAPITÁN ABU RAED. Ojo: la vas a encontrar en muy pocos cines pero la historia no puede ser más bonita: el señor de la limpieza del aeropuerto de Ammán se encuentra una gorra de capitán, unos niños le confunden con un piloto y él les empieza a contar historias de viajes que nunca ha hecho pero que ha leído mil veces y que le han contado los viajeros que pasan por la terminal. Para colmo es jordana: una rareza y una delicia.
  • Y por supuesto, se recomienda ir a ver algunas de las películas ya comentadas en este blog: Slumdog millonaire, La duda, The reader… y Vals con Bashir, que con The visitor es lo mejor que he visto en los últimos meses. ¿Cuántos meses exactamente? No lo sé, no me agobiéis con vuestras preguntas pejigueras.
SE RECOMIENDA NO IR A VER
  • EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON. Recomiendo no ir a verla porque si tuvierais muchas ganas, habríais ido ya. Y si no habéis ido ya es porque no os deslumbra el cine “grande” (”grande” en el sentido de presupuesto, efectos, reparto, etc). Y si no os deslumbra la “grandeza” de Benjamin Button, la película os parecerá vacía, larga, lenta y que pierde una oportunidad única de hablar de un tema más que interesante.
  • LA PANTERA ROSA 2. Si Peter Sellers levantara la cabeza, se le caería otra vez de vergüenza. Steve Martin, que además ha escrito el guión (¿era necesario?) no consigue arrancar en 90 minutos ni la décima parte de las carcajadas que arranca Peter Sellers en la secuencia inicial de El guateque, por ejemplo. En fin, ya revolvió en su tumba a Spencer Tracy con sus dos versiones de El padre de la novia,así que tampoco nos vamos a llevar las manos a la cabeza.
Steve Martin vestido de torero. Sin comentarios.
  • DUPLICITY. Ya sé que la acaban de estrenar, pero es que es una chorrada. Son Julia Roberts y Clive Owen haciendo de espías industriales, pero como son pareja, pues acabarán desconfiando el uno del otro. A mí me ha recordado a Señor y Señora Smith pero sin tanta acción y sin intentar matarse el uno al otro. Y no olvidéis que hablamos de otra peliculita que también era fina…
  • HOTEL PARA PERROS. Ya el nombre echa para atrás. Básicamente, trata de unos niños que recogen a perros abandonados. Los niños son repelentes, están mal doblados (no, no es una peli para ver en V.O.S.) y de lo que en realidad te entran ganas es de recoger a los perros y abandonar a los niños.
  • EN EL NOMBRE DEL REY. La verdad es que ésta no se me ha ocurrido ir a verla, pero yo sólo os aviso de que ganó nosecuántos Premios Razzie, ya sabéis, los anti-Oscar. Por algo será.
  • UNDERWORLD: LA REBELIÓN DE LOS LICÁNTROPOS. Hoy estoy haciendo una cosa que está fatal: deciros que no vayáis a ver películas que yo tampoco he visto. Pero qué se puede esperar de una historia cuya sinopsis dice que es “un retroceso en el tiempo para darnos cuenta del origen del conflicto entre aristocráticos vampiros y salvajes licántropos”. Yo sólo he visto una escena en la que un líder en plan Braveheart arenga a su gente muy enfadado y dice “¡Sólo tenemos dos opciones! Ser esclavos… ¡¡¡ o licántropos!!!”, y me dio mucha risa. La película debe de ser horrorosa, pero aun así hoy llevo puesta una camiseta de Underworld que me han enviado mis amigos Mandy y Juan, de Sony Pictures.
Mi camiseta de "Underworld". Así soy yo: coherencia cero.
En fin, que esto es todo. Ahora os toca a vosotros. ¿Recomendáis ir a ver algo? ¿No ir? ¿Estáis de acuerdo con lo que he dicho? ¿No lo estáis? ¿Qué tal se os da cocer la pasta al dente? ¿Os habéis pasado ya al blue ray? ¿Qué es eso exactamente? ¿Eh, eh, eh? Feliz fin de semana, día del padre a quien lo sea o lo tenga, buen puente a quien lo disfrute y para todos los demás muchos besos en las corvas.

lunes, 16 de marzo de 2009

Dexter es el amo (iba decir “el puto amo”, pero está feo)

A finales de 2007, la cadena FOX (Digital+ y otros operadores) estrenó en España una de las mejores series que yo recuerdo haber visto: Dexter. Para quien no sepa de qué va la historia, diremos que Dexter Morgan es un forense experto en sangre que trabaja en el departamento de policía de Miami. Es el mejor en lo suyo. Pero tiene un pequeño problema: es un poco psicópata y se dedica a tomarse la justicia por su mano, aplicando su propia medicina a los asesinos que no consigue detener su departamento: los seda, los mata, los descuartiza y los convierte en comidita para los tiburones.
Pero si digo que Dexter es una de las mejores series que he visto no es por su sinopsis, sino por estos otros motivos:
  • La serie juega contigo de una manera inteligente y casi autobochornosa. Y es que te hace aceptar, justificar e incluso desear en cierto modo la pena de muerte. Y en contra de lo que hayáis podido pensar, yo estoy super en contra de la pena de muerte. Ni José Luis Moreno me tambalea esta convicción. ¿Jiménez Losantos? ¿Jordi González? ¿Poti? Tampoco. Pues aqui, desde el primer capítulo, “vas” con Dexter. En la primera temporada deseas que aplique su ley del talión (él la llama “el código de Harry” en honor a su difunto padre). En la segunda y antológica temporada vas todavía más allá: deseas desesperadamente que no le descubran (y están a un paso de hacerlo). Y hoy hace tres lunes que comenzó la tercera temporada, que de momento promete igualar a las dos anteriores gracias a la aparición de un fiscal que parece que va a dar mucho juego (Jimmy Smits, el de La Ley de Los Angeles, que en estos años se ha puesto un poco fondón).
Dexter, que aquí parece muy bueno y muy majo. Majo, lo es. Y bueno, no lo sé.
  • El actor, Michael C. Hall, es uno de los más grandes aciertos de la ficción de los últimos años. Su sonrisa, su gravedad y su aspecto son los que hacen que “perdones” a Dexter y te pongas de su parte. A este actor le conocimos en A dos metros bajo tierra (¡qué gran serie!), era el hermano sensato que mantenía a flote el negocio funerario familiar. Pero además era gay y mantenía una relacion con un policía negro. Hace unas semanas, Michael C. Hall estuvo en Madrid y confesaba que sus padres preferían verle hacer de psicópata asesino a verle besar a un hombre… y encima negro. Así somos los humanos. Bueno, o por lo menos así son sus padres: yo preferiría ver a mi hijo besar a un negro que hacer de gay. No, perdón, me acabo de hacer un lío.
  • Los personajes que van creando los guionistas parecen tocados por una mano divina que hace que quieras saber más cosas de ellos. Le pasaba al policía negro que odiaba a Dexter, al supervisor que llegó a la comisaría en la segunda tempora y que interpretaba (qué gozada de personaje y de actor)  Keith Carradine, a su hermanastra en la ficción y su mujer en la vida real, y a ese fiscal que acaba de llegar y que ya es la única persona que ha visto las manos de Dexter manchadas de sangre. Promete convertirse en un confidente de Dexter y en un compartidor (¿existe esta palabra?) de sus secretos, aunque no de EL SECRETO. Por cierto, cómo les gustaba a algunas de mis hermanas (es que tengo 6) Keith Carradine, no paraban de poner ese tema que se llamaba I’m easy y que ganó el Oscar a la mejor canción en 1975 (véase Nashville de Robert Altman). David Carradine no les salió tan mono a sus padres…
  • La serie les gusta a mi chica, a mi amiga Eva Díaz y a Hernán Casciari. Y las opiniones de la una desde casa, la otra desde Cuatro y el tercero desde su blog de El País, para mí van a misa. Aunque dudo mucho que ninguno de los 3 acompañen a misa a sus opiniones.
  • Hablando de Cuatro… me cabrea cuando veo que esta cadena (que es como prima hermana mía, se supone, o por lo menos trabajo en su mismo edificio) se intenta apuntar al carro del éxito de DexterDexter puedes seguirla en FOX los lunes capítulo a capítulo, o bajártela de Internet. Pero poco más. En Cuatro no. Cuatro la emitió de estrangis, la programó a las 12 de la noche y de dos capítulos en dos. Así no hay quien siga una serie, como ocurre en Antena 3 con 24, en Telemadrid con Nick/Tup o como está haciendo la propia Cuatro con Mad men. Tres sacrilegios, porque estas tres series son tres joyas, pero así es el mundo de las televisiones en abierto.

En resumen: que veais Dexter. Lo que siempre os digo: en la tele, que os la presten en DVD, compradla o en último caso, bajáosla. Pero vedla.

viernes, 13 de marzo de 2009

Fucking translations (Traducciones inexactas)

Tengo una coña con mi amigo Tony Aguilar de 40 Principales y con el inglés. En un inolvidable festival de cine en el que coincidimos en México, Sony Pictures presentó su película de animación Open Season. Y allí mismo nos comunicaron que en España se iba a traducir como Colegas en el bosque. A Tony y a mí, que entre otras muchas cosas compartimos una inexplicable afición por hacer el ganso, nos dio mucha risa y desde entonces decidimos que el y yo éramos “Opens”, o sea, “Colegas”. Y yo llamaba a su habitación del hotel diciendo: “Open the door!… Colega, ¡la puerta!”. Y él a la mía: “Colega the door! Colega the door!” Desde entonces nos llamamos “Open”. Y así me presenta en su magnífico programa de radio Internight. Su compañero David del Río también me llaman Open. Yo soy “El Open”. Y Tony es “mi Open” (lo puedes comprobar aquí).
El caso es que en España tenemos un serio problema con las traducciones de títulos del inglés. Somos capaces de llamar Pozos de ambiciónThere will be blood (con lo sugerente que hubiera quedado Habrá sangre) y luego dejar sin traducir Slumdog millonaire, total, como todo el mundo sabe lo que significa Slumdog… Esto nos ha pasado toda la vida, no solamente ahora. Pero para demostraros que no hay que remontarse a hitos aberrantes como Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and The Sundance Kid) o Con faldas y a lo loco (Some like it hot), voy a pasar a citaros exclusivamente películas que se han estrenado en España desde que nació este blog. Por ejemplo, las seis de hoy vieron la luz entre septiembre y octubre de 2008. Y según vayan apareciendo más ejemplos, iremos ampliando este práctico e imprescindible cursillo de inglés, al que en honor a Tony Aguilar, deberíamos llamar OPEN ENGLISH.
  • Tïtulo original: Meet Dave.
  • Traducción al castellano: Atrapado en un pirado.
  • Ejemplo práctico 1. “I meet a friend” = “He atrapado a un amigo”.
  • Ejemplo práctico 2. “Hello, I am Dave” = “Hola, me he pirado“.
  • Tïtulo original: The air I breathe.
  • Traducción al castellano: Cuatro vidas.
  • Ejemplo práctico 1. “We are in the air” = “Estamos saliendo en Cuatro (TV)”.
  • Ejemplo práctico 2. ”Every breath you take” = “Cada vida que te tomas”.

  • Tïtulo original: Tropic Thunder
  • Traducción al castellano (ésta me encanta): Tropic Thunder: una guerra muy perra.
  • Ejemplo práctico 1. “I go to the Tropic these holidays” = “Estas vacaciones me voy a la guerra“.
  • Ejemplo práctico 2. “Mi novia es muy perra” = “My girlfriend is very thunder“.
  
  • Tïtulo original: Eagle eye.
  • Traducción al castellano: La conspiración del pánico.
  • Ejemplo práctico 1. “Tiger Woods made one Eagle” = “El tigre de madera se hizo un conspirador“.
  • Ejemplo práctico 2. “Kiss my ass eye” = “Bésame el culo con pánico“.

  • Tïtulo original: Mad money
  • Traducción al castellano: Tres mujeres y un plan.
  • Ejemplo práctico 1. “A mí me gustaría estar con tres mujeres, hombre” = “I like Mad men” (gran serie, por cierto).
  • Ejemplo práctico 2. “It’s always the fucking money!” = “¡Siempre me estás jodiendo el plan!”

  • Tïtulo original: Run, fat boy, run!
  • Traducción al castellano: Corredor de fondo.
  • Ejemplo práctico 1. “Soy un corredor de bolsa” = “I’m a bag fat boy“.
  • Ejemplo práctico 2. “Run, stupid!” = “En el fondo soy estúpido”.

Bueno, y hasta aquí la gilipollez del día. Prometo más entregas de este curso de inglés, porque a mí los traductores de títulos de películas me tienen alucinado. Good bye, champions! (= Dios compra en el Champion).