jueves, 28 de mayo de 2009

Ella sí que estuvo en Cannes

Durante la pasada semana, unos seiscientos lectores de este blog, o tal vez dos, me preguntaron por qué no había contado nada del Festival de Cannes, cuando Menstyle sí que había hablado, cuando Cannes es el centro de la actualidad cinematográfica, cuando Tarantino, Almodóvar, Lars Von Trier, Coppola, Amenábar, Haneke, Coixet, Scorsese… habían estado en Cannes.
¿Por qué entonces, Dios mío, este blog ignoraba Cannes con tanto desprecio? Pues bien:
PORQUE YO NO ESTUVE EN CANNES, COÑO, QUE HAY QUE DECÍROSLO TODO.
Pero yo os debía este post, y ese post que os debo os lo voy a pagar. Así que me he esperado a que volviera de Francia una querida amiga que sí que ha estado allí. Se llama Raquel Santos, ha entrevistado a medio Festival y ha estado haciendo las crónicas de Cannes para  CANAL+ y para los informativos de Cuatro (sí, sí, hablando con Iñaki Gabilondo). Y como yo me fío de ella como si fuera yo mismo (pero qué estoy diciendo, de ella me fío de verdad), la he abordado y pedido una entrevista para este blog. Y ella ha accedido con gran amabilidad, la pobre. Así que espero que esta entrevista os explique más o menos cómo fue el Festival. Y aunque Raquel se dará cuenta de que la he manipulado un poco (la entrevista, no a ella), vosotros no tenéis por qué. Ah, y como cuando Raquel habla es como si vieras el cielo, pues he puesto sus palabras en color azul, para que las distingáis de las mías, porque yo hablo de color negro. Ah, y pienso en cursiva.
Hola Raquel, qué guapa estás hoy.
- Tú también, Jose, estás increíblemente atractivo, como todos los días.
- (Bueno, me temo que la primera respuesta me la he inventado bastante. Prometo no hacerlo más) Si te parece Raquel, vamos a comenzar con un resumen del Festival… La Palma de Oro ha sido para “El lazo blanco” de Michael Haneke. ¿Merecida?
- A ver, Jose, en Cannes dicen Háneke.
-¿No es Hanéke?
- No, ahí dicen Háneke.
- (Pues si vas a empezar corrigiéndome, lo dejamos) Bueno, pero ¿cómo es la película?
- Pues es la más perturbadora que hemos visto. Sí, se ha merecido la Palma, pero también podía haber ganado “Un profeta” de Jacques Audiard, por ejemplo… Es en blanco y negro, tiene un ritmo muy pausado, y podría parecer que está contada como un cuento… Pero no es así.
- ¿Y cómo es Hánéké? (Yo lo voy a acentuar en todas las vocales, como los mañicos) ¿Cómo es un tipo de cuya cabeza pueden salir historias con tanta violencia?
- Bueno, en esta película la violencia está más contenida, no se ve tanto como en La pianista o Funny games (qué pasa, señores, es que Raquel y yo sabemos un huevo de cine y hablamos de la filmografía de Hànékê como quien no quiere la cosa. Eso sí, si no conocéis estas dos películas ¡buscadlas!). En ese pueblo y en esos niños de Alemania de principios de siglo hay algo macerándose que luego desembocará en los nazis del futuro, pero la violencia es latente, no explícita. Ahora, una cosa te digo, a mí Haneke me pareció un tipo altivo y engreído.
- Anda leche, ¿sí?
- Pues sí: mira en la primera pregunta de la entrevista le mencioné una frase de uno de sus personajes, y me respondió: “Eso pregúntaselo al personaje”. Entonces le recordé una frase que dice Tarantino, algo así como que los directores son dioses para los personajes, así que algo de ellos deberían saber… “Pero yo no soy Tarantino”, me respondió. Así que opté por una entrevista más convencional.
Raquel Santos en Cannes entrevistando nada menos que a Francis Ford Coppola
- ¡Pues él se lo pierde, Raquel! (Anotar en mi agenda por si un día me toca entrevistarle: “Cuidadín con Hánêkë, es un sihoputa”). Bueno, pues pasamos a otro premio: el mejor actor ha sido Christoph Waltz por “Malditos bastardos”, precisamente de Tarantino

-
Pues sí, merecidísimo. Es el actor secundario, pero se come a Brad Pitt con patatas, estás deseando toda la película que aparezca su personaje, no sé, es…
- (Huy, yo creo que Raquel se gusta de Christoph Waltz. Voy a cambiar de tema a ver qué hace) ¿Y entrevistaste a Tarantino? ¿O total, como habla tan rápido y en inglés ya ni le entrevistas porque no se le va a entender?
- Pues no le entrevistamos porque en el último piso del Hotel Carlton, donde estaba él, se fue la luz. Así que tuvimos que conformarnos con la rueda de prensa. Pero le entrevisté en otro festival, y lo que le pasa a Tarantino es que junta tantas cosas y tanto cine en su cabeza que las suelta rapidísimo. Y no es tan altivo como Haneke, al revés… En su película, “Malditos bastardos”, se carga el III Reich, pero al “estilo Tarantino”. Eso sí, se me hizo un pelín larga, yo no sé si áún la piensa retocar en montaje antes de estrenarla… (Qué lista es Raquel: un par de horas después de charlar con ella recibo en mi mail la noticia de que Tarantino, en efecto, va a alterar el montaje)
- ¿Son ciertos los rumores que te sitúan en la fiesta de Isabel Coixet abordando a Tarantino hasta que te dio dos besos?
- Ay Jose, te dije que esto no lo contaras (bueno, esta parte de la entrevista no fue exactamente así, pero la anécdota es medio cierta y ahí queda).
- Huy, perdón. Entonces pasamos a Lars von Trier. ¿Está tarado?
- Pues yo no pude entrevistarle (lo hizo otro querido compañero nuestro, Raúl de Lamo), pero los periodistas en la rueda de prensa se indignaron con él. Lars von Trier hace cine para expulsar sus demonios, y los expulsa en forma de violencia, y eso no le gusta a mucha gente… Aún así, yo quiero verla.
- Caramba, pues que estómago (es que por lo visto sale hasta una ablación con unas tijeras de podar).
- Ya, pero es que hay que otorgarle el beneficio de la duda, y además hay que verla para poder opinar (mierda, tiene razón). Y por cierto, en la rueda de prensa se autoproclamó el mejor director del mundo… pero bueno, igual todos piensan eso de sí mismos, ¿no?
- Pues no lo sé, a lo mejor Pedro Temboury no…
- Ya pero a lo mejor Pedro Almodóvar sí…
- Es verdad, Almodóvar yo creo que pensaba que le iban a dar la Palma de Oro y todo…
- Pues a eso me refiero… (Mierda, vuelve a tener razón. Voy a cambiar de tema)
- Vamos con los premios a mejor director y actriz… ¿qué te parecen?
- El de actriz (Charlotte Gainsbourg) muy bien: salir viva y airosa del rodaje de Lars von Trier ya merece el premio. Y la película del mejor director, Brilante Mendoza, “Kinatay”, es muy complicada: puede estar 40 minutos con el mismo plano. Pero luego es a la que más vueltas le di en la cabeza. Es Dogma filipino puro y duro (me parece genial lo de “dogma filipino”. Me suena a eso de “disco chino filipino” (qué absurdo, o era chino o era filipino), pero en este caso con sentido y en versión intelectual. Me gustan las cosas que dice Raquel).
- Creo que te diste un paseo por La Croissette con Alejandro Amenábar… ¿cómo es la película?
- Pues si te digo la verdad, hubiera querido que “Ágora” me gustara más. A ver: es una superporodcción a la antigua, con pocos efectos especiales. Y hasta en las escenas de miles de extras, Alejandro  tiene un hueco para ciertos detalles… Pero alguna cosa me sobra, redunda demasiado en las luchas que tenemos los humanos por las ideas religiosas… creo que quedaría igual de claro sin repetir tanto… Pero está muy bien, ¿eh?
- Y un tipo que con 23 años hizo “Tesis”, que tiene un Oscar y tropecientos Goyas, que de repente se ha metido en una superporducción tan bestia… ¿es luego tan normal como parece?
- Es que es muy inteligente, pero no es de los que cuando hablan sientan cátedra. Pero ya lo que haya dentro de su cabeza… Porque parece que has quedado con él para tomar unas cañas, pero luego surge una conversación muy interesante.
- Y hablando de españoles en Cannes, ¿de qué color llevaba las gafas Isabel Coixet?
- Ay, no sé, eran de pasta finita. Yo qué sé. Su película, “Mapa de los sonidos de Tokio”, me parece como todo su cine… ella rueda bien, no sé… pero no me creo la relación entre Sergi López y Rinko Kikuchi. Sergi, por cierto, reconoció que no había visto ninguna película de Isabel Coixet.
- Pues eso que tiene ganado. Yo es que no puedo con Isabel Coixet, me parece que quiere ir de sensible hasta en los títulos de las películas.
- Y a mí qué me importa (bueno, esto no lo dijo Raquel, pero lo pensó seguro)
- Bueno Raquel, y ya para terminar… ¿A quién le darías la Palma de Oro al entrevistado más simpático?
- Pues a Coppola… No, mejor a Terry Gilliam. Sí, con diferencia. Es divertido, interesante, entrañable, cariñoso… Hasta me hice una foto con él, cosa que no hago nunca, y me cogío con un cariño…
- Hablando de sexo, ¿le diste a Elena Anaya recuerdos míos, como te dije antes del Festival?
- Pues sí, le dije que estabas prendado de ella como actriz y como mujer.
- Coño, qué vergüenza. ¿En serio que se lo dijiste?
- Que sí. Le dije que la habías entrevistado varias veces, y se quedó muy satisfecha con tus recuerdos, y además se acuerda del programa y tal, pero no te ponía cara.
- No, deja, deja, mejor que no me la ponga. Pues qué maja (es que a mí Elena Anaya me gusta más que a un tonto Elena Anaya). ¿Y la Palma de oro al tipo más desagradable?
- A Michael Haneke. Me hizo hasta sudar.
- (Uf, sudar, qué poco glamour). ¿La Palma de oro al más guapo?
- A Christoph Waltz, el mejor actor. Yo no sabía que existía, pero ya no se me va a olvidar (¿lo veis? Raquel se gusta de él).
- ¿Pama de Oro a la más humilde?
- A Mariah Carey. Contra todo pronóstico, estuvo encantadora y nada diva.
Pues qué más puedo decir. Que muchísimas gracias, Raquel, por aguantarme durante… ¿45 minutos o así, que estuvimos hablando? Y vosotros, después de esta entrevista, supongo que habréis entendido por qué ha ido Raquel a Cannes y no yo. Para que la conozcáis, os dejo con una de esas crónicas que envió a CANAL+ desde el Festival de Cannes.

P.D. Leo que, mientras estaba en un acto en el Festival de Cannes, unos ladrones entraron en casa de Mónica Bellucci para robar. Y digo yo que hay que estar loco para conseguir entrar en casa de Monica Bellucci y elegir uno de los momentos en los que ella está fuera.