Tras las dos primeras entregas de la historia española de
Eurovisión, algunas aportaciones antológicas de ciertos comentaristas, algunos
cabreos de otros y unas cuantas apuestas sobre Soraya de varios ludópatas,
afrontamos el tercer y último capítulo de esta serie. Porque sólo faltan unas
horas para la final de Eurovisión, de la que Soraya, que no sé por qué en una
entrevista amenazó con cantar sin ropa interior, ha estado a punto de ser
descalificada por una gilipollez de TVE al no televisar la semifinal.
Bueno.
Nos falta la peor etapa de España en el Festival: los 90 y los 00 (¿cómo coño
se llama esta década en la que estamos?).
1990 - 1995
Empezamos la nueva década
dejándole a Europa bien clarito que España es super racial y todo eso. Y hala,
enviamos a las Azúcar
moreno con Bandido.
Más lolailo imposible. Actuaron las primeras, pillaron desprevenida a la
orquesta y tuvieron que empezar otra vez porque no las siguió ni el señor de
los platillos. Aún así, quedaron las quintas. Y heredando los vicios de la
década anterior, la cancioncita llevaba sus castañuelas. 1990 Azúcar moreno -Bandido.
Y en 1991 comienza una “etapa intimista” (y aburridísima) que nos fue fatal.
Aunque empezó dignamente, con Sergio
Dalma cantando Bailar pegados con la
voz ronquita y quedando el 4º. Pero a partir de ese momento, España se empeña
en que lo mejor es enviar a un tipo soso a cantar una canción sosa con una
música sosa y una letra sosa. Y en los 90 repite esta táctica hasta 5 veces. En
el año 92, el año de la Olimpiada y de la Expo, TVE envía a Serafín Zubiri. Que ya
hay que tener mala hostia para enviar a un ciego a un festival que se llama
Euro-visión. Serafín cantó Todo
esto es la música, pero si escucháis bien la letra, yo creo que
Serafín está cantando “Todo esto es el sexo”, y además no tengo muy claro si
activo o pasivo. Serafín acabó en “Mira quién baila”. En TVE son unos hijos de
puta: primero le mandan a Euro-visión y luego a un programa en el que se dice
la palabra “Mira”. 1992 Serafín Zubiri - Todo esto es la
música (o el sexo).
Como Serafín quedó el 14,
España cambió de estrategia y envió a una mujer vidente. En 1993 fue Eva Santamaría, que quedó
la 11. La canción Hombres
era surrealista, una especie de rap o qué sé yo qué rayos era. A los hombres no
es que nos pusiera a caer de un burro, es que una vez caídos el burro nos
pisaba y nos hacía caca encima. Pero de verdad que lo mejor de la
actuación fueron los bailarines. No he visto una cosa más descontrolada,
exagerada, desacompasada y arrítmica desde la actuación de Ortega Cano precisamente
en “Mira quién baila”. Por favor, echadle un vistazo al vídeo. Yo no paro de
descojonarme con la coreografía.
Y en 1994 volvemos al rollo
“chico soso con canción romántica”. Alejandro
Abad, que había compuesto ya alguna canción de Eurovisión,
cantó Ella no es ella
con muy poquita voz, y además en el estribillo se hacía un lío, no tenía ni
idea de si ella era ella, o quién era ni nada. Y así no hay quien gane, quedó
el 18, qué mal. 1994 Alejandro Abad - Ella no es ella, y
no sé quíén es. Y acabamos el lustro con la mejor posición
de España desde 1979, y que no se ha vuelto a repetir: Anabel Conde, una
jovencísima y desconocida cantante, se sube al escenario de Dublín a defender Vuelve conmigo con un
virtuosismo vocal acojonante. Qué bien cantó esa noche. Como decía la pasada
semana Esmoquin room, es la canción que más votos
ha recibido en toda nuestra historia. 2º puesto y olé. 1995 Anabel Conde - Vuelve conmigo.
1996 - 2000
Tras 14 años siendo
socialista, España se hace del PP. ¿Afectará esto a Eurovisión? Ni un poquito.
Seguimos quedando siempre entre los puestos 6 y 23, con mayor querencia a los
cercanos al 20. En 1996 España envía a un primo de los Ketama, Antonio Carbonell, que
cantó Ay, qué deseo,
que parecía una canción de Ketama.
Es que en España tenía mucho éxito Ketama.
Ya, vale. Pero en Europa no. Quedamos los 20. 1996 Antonio Carbonell - Ay, qué deseo.
¿Cómo arreglar eso? Muy fácil. ¿Quién tiene en España unos genes de
artista total y de éxito en el mundo? Dyango,
¿no? ¿Y quién había ganado hacía poco la OTI? Su hijo Marcos Llunas, ¿no? Pues
hala, pa Eurovisión. Quedó 6º, que no es poco. Cantó Sin rencor (vamos, que la
canción se llamaba así, no sé si cantó con rencor, sin rencor, con ganas o sin
ellas). La letra venía más o menos a decir “Sin
rencor, cariño mío, pero yo te dejo y ahí te quedas tú sola, zorra”. 1997 Marcos - Llunas - Sin rencor.
En el 98 volvemos a enviar a un compositor de canciones sosas que cuando las
canta él es más soso aún. Mikel
Herzog con ¿Qué
voy a hacer sin ti? Empezamos a tocar fondo, ¿a que de este
tipo y de este tema ya ni os acordáis? La letra parece un poema de amor de un
adolescente, con frases como “eres la niña de mis ojos, eres la reina de mi
corazón”. Pelín tópico, ¿no? 1998 Mikel Herzog - Qué voy a hacer
sin ti.
Menos mal que en 1999 enviamos
a una mujer mucho más animosa: Lydia
(qué, tampoco os suena mucho, ¿eh?), que cantó No quiero escuchar,
que es lo que debió de pensar el jurado. Participaron 23 países. Lydia estuvo ahí ahí,
peleando con los de la cabeza, que si ganamos, que si no… pero al final no pudo
ser y quedó la 23. Y para cerrar la década, en el año 2000 tiramos de
estrategia e inteligencia. Como ya se hizo en los 60 con Conchita Bautista y con Raphael, España decide
volver a enviar a un cantante que haya tenido un éxito reciente. ¿Cómo se
llamaba el ciego ése tan simpático? Serafín
Zubiri. ¿Cómo quedó en el 92? El 14. Ah, pues que vaya otra
vez. Zubiri repitió con Colgado
de un sueño. Yo oigo el estribillo y creo que por las cosas que
dice, de lo que está colgado es de un chute de heroína. Esta vez quedó mucho
mejor: el 18. Ah no, que no quedó mejor, que quedó peor. Bueno, no importa. 2000 Serafín Zubiri again - Colgado de un
sueño y de la droga.
2001 - 2004
(Nota: como de verdad que no sé cómo llamar a la década de los dos
miles, voy a llamarlos con cualquier palabra, por ejemplo, “los años patata”)
En la década de los años
patata, TVE decide rescatar Eurovisión. Y no empieza mal. En 2001 envía (¡por
fin!) una canción festivalera, bailable, pegadiza, cantada por un chico
simpático y con buena voz. Vamos mejorando. David Civera quedó el 6 con Dile que la quiero. 2001 David Civera - Dile que la quiero.
Pero el bombazo llegó en 2002. TVE se inventa lo de Operación Triunfo, Rosa de España se va a
Tallín y el festival bate el récord de audiencia en televisión de todos los
tiempos. Rosa defiende Europe’s
living a celebration, y Bisbal,
Chenoa, Geno y Bustamante
bailaron detrás como si estuvieran boxeando. La verdad es que lo hacían fatal,
es que lo suyo era cantar leñe. Quedamos los 7, pero se había recuperado el
espíritu eurovisivo. Lo que no sé es si esto hacía falta, la verdad.
Misma estrategia en 2003,
pero con menos tirón, porque Beth
era una catalana que defendía una especie de rumba techno ye yé (con guitarra
lerele) que no enganchó mucho. Como también venía de O.T., pues también tuvo
mucha audiencia, pero menos. Dime,
se llamaba la canción, y quedó la 9. Yo la he bailado muy borracho. 2003 Beth - Dime. En
2004 el que se pierde soy yo, lo siento. No sé qué me pasó ese año, pero no hice
no caso a Eurovisión ni nada. Ya estaba Zapatero, pero no creo que fuera el motivo
de mi despiste. Vuelve a ir un ganador de O.T., Ramón, pero os juro que si alguien me dice
ahora que el que fue se llamaba Chopito,
pues también me lo creo. Seguro que fue muy famoso Ramón, pero la audiencia
ya no le respaldó. La canción, Para
llenarme de ti, bajó al número 10. Yo la escucho y me parece
que este Ramón
estaba salido perdido. 2004 Ramón - Para -llenarme de ti salido
perdido.
2005 - 2009
Como lo de O.T. empezaba a
no cuajar, y encima el programa se muda a Telecinco, pues TVE decide mandar a
Eurovisión una canción horrorosa, para que no se diga. Son de sol cantaron Brujería, yo creo que
aprovechando el éxito que en España tuvo el Aserejé,
porque la canción se me parece un poco. ¿Y qué le pareció a Europa este
sucedáneo del Aserejé? Pues no sé cómo
deciros, le debió de parecer mal, porque la dejaron la 21. 2005 Son de sol - Brujería pseudo Aserejé.
Así que al año siguiente, el directivo de TVE que decide las canciones que van
a Eurovisión, dijo: “Claro, es que habéis
enviado un sucedáneo del Aserejé y hemos quedado los 21. Si es que sois unos
inútiles. Hay que mandar a las Ketchup, las del Aserejé de verdad, que son
geniales y que ya veréis que bien nos dejan”. Las Ketchup cantaron Bloody Mary y decían Dutifrí. Quedaron las 21. 2006 Las Ketchup - Bloody mary pseudo
Aserejé.
En 2007, ya perdido totalmente
el norte, España envía un extraño producto llamado D’Nashs (es el primer
intérprete español de Eurovisión cuyo nombre no sé decir). Eran un grupo
diseñado especialmente para adolescentes, o para gays, o para elefantas hembra,
nunca lo tuve muy claro. Cantaron I
love you mi vida. Qué título tan raro, en inglés y español a la
vez. Es como si Raphael
hubiera cantado Let’s talk del amor, o Massiel La, la, the. D’Nashs tampoco eran la solución. Mejoraron
a Las Ketchup,
pero poco. Quedaron los 20. 2007 D’Nashs - I love you mi vida.
Y así llegamos al 2008, y al
fenómeno del Chiki-chiki.
Yo defiendo el Chiki-chiki.
Había llegado un momento en el que Eurovisión no interesaba a nadie, España
enviaba productos rarísimos, siempre ganaban países del Este y encima se
sometió la elección de la canción a votación popular. Y España se lo tomó a
cachondeo y votó por el falso producto de El
Terrat. Aún así Rodolfo
Chikilicuatre obtuvo el mejor puesto en 4 años: el 16.
Y este año, esta noche, nos
representa Soraya.
La noche es para mí. Cantará con bragas, seguramente. Y es la última en actuar,
dicen que eso es bueno. Hace dos años, Tony
Aguilar me presentó muy contento a Soraya en una cafetería
de Madrid como si yo supiera quién era, porque Tony siempre piensa que yo
conozco a todo el mundo, y en ese momento yo no tenía ni idea de quién era Soraya. Pero me pareció
muy guapa y la traté como si supiera perfectamente quién era, es más, la traté
como si fuera Madonna.
Llevaba una gorra muy mona (ella) (Tony también) (yo no), y seguramente también
llevaba bragas. Ahora sí que sé quién es, y además le deseo mucha suerte.
Pero
¿os confieso una cosa? Esta noche no voy a ver Eurovisión. ¿A que es para
matarme?
(Títulos de crédito de esta HIstoria de Eurovisión: gracias a
todos los que habéis comentado, votado, leído, aportado, gracias sobre
todo a Beatriz, a Pepe, siempre a Enrique Catá por ayudarme a tenerla en la
cabeza y a Tere por aguantar que la tenga)