viernes, 15 de mayo de 2009

La historia de Eurovisión III: 1990 - 2009

Tras las dos primeras entregas de la historia española de Eurovisión, algunas aportaciones antológicas de ciertos comentaristas, algunos cabreos de otros y unas cuantas apuestas sobre Soraya de varios ludópatas, afrontamos el tercer y último capítulo de esta serie. Porque sólo faltan unas horas para la final de Eurovisión, de la que Soraya, que no sé por qué en una entrevista amenazó con cantar sin ropa interior, ha estado a punto de ser descalificada por una gilipollez de TVE al no televisar la semifinal.
Bueno. Nos falta la peor etapa de España en el Festival: los 90 y los 00 (¿cómo coño se llama esta década en la que estamos?).
1990 - 1995
Empezamos la nueva década dejándole a Europa bien clarito que España es super racial y todo eso. Y hala, enviamos a las Azúcar moreno con Bandido. Más lolailo imposible. Actuaron las primeras, pillaron desprevenida a la orquesta y tuvieron que empezar otra vez porque no las siguió ni el señor de los platillos. Aún así, quedaron las quintas. Y heredando los vicios de la década anterior, la cancioncita llevaba sus castañuelas. 1990 Azúcar moreno -Bandido. Y en 1991 comienza una “etapa intimista” (y aburridísima) que nos fue fatal. Aunque empezó dignamente, con Sergio Dalma cantando Bailar pegados con la voz ronquita y quedando el 4º. Pero a partir de ese momento, España se empeña en que lo mejor es enviar a un tipo soso a cantar una canción sosa con una música sosa y una letra sosa. Y en los 90 repite esta táctica hasta 5 veces. En el año 92, el año de la Olimpiada y de la Expo, TVE envía a Serafín Zubiri. Que ya hay que tener mala hostia para enviar a un ciego a un festival que se llama Euro-visión. Serafín cantó Todo esto es la música, pero si escucháis bien la letra, yo creo que Serafín está cantando “Todo esto es el sexo”, y además no tengo muy claro si activo o pasivo. Serafín acabó en “Mira quién baila”. En TVE son unos hijos de puta: primero le mandan a Euro-visión y luego a un programa en el que se dice la palabra “Mira”. 1992 Serafín Zubiri - Todo esto es la música (o el sexo).
Como Serafín quedó el 14, España cambió de estrategia y envió a una mujer vidente. En 1993 fue Eva Santamaría, que quedó la 11. La canción Hombres era surrealista, una especie de rap o qué sé yo qué rayos era. A los hombres no es que nos pusiera a caer de un burro, es que una vez caídos el burro nos pisaba y nos hacía caca encima. Pero de verdad que lo mejor de la actuación fueron los bailarines. No he visto una cosa más descontrolada, exagerada, desacompasada y arrítmica desde la actuación de Ortega Cano precisamente en “Mira quién baila”. Por favor, echadle un vistazo al vídeo. Yo no paro de descojonarme con la coreografía.
Y en 1994 volvemos al rollo “chico soso con canción romántica”. Alejandro Abad, que había compuesto ya alguna canción de Eurovisión, cantó Ella no es ella con muy poquita voz, y además en el estribillo se hacía un lío, no tenía ni idea de si ella era ella, o quién era ni nada. Y así no hay quien gane, quedó el 18, qué mal. 1994 Alejandro Abad - Ella no es ella, y no sé quíén es. Y acabamos el lustro con la mejor posición de España desde 1979, y que no se ha vuelto a repetir: Anabel Conde, una jovencísima y desconocida cantante, se sube al escenario de Dublín a defender Vuelve conmigo con un virtuosismo vocal acojonante. Qué bien cantó esa noche. Como decía la pasada semana Esmoquin room, es la canción que más votos ha recibido en toda nuestra historia. 2º puesto y olé. 1995 Anabel Conde - Vuelve conmigo.
1996 - 2000
Tras 14 años siendo socialista, España se hace del PP. ¿Afectará esto a Eurovisión? Ni un poquito. Seguimos quedando siempre entre los puestos 6 y 23, con mayor querencia a los cercanos al 20. En 1996 España envía a un primo de los Ketama, Antonio Carbonell, que cantó Ay, qué deseo, que parecía una canción de Ketama. Es que en España tenía mucho éxito Ketama. Ya, vale. Pero en Europa no. Quedamos los 20. 1996 Antonio Carbonell - Ay, qué deseo. ¿Cómo arreglar eso? Muy fácil. ¿Quién tiene en España unos genes de artista total y de éxito en el mundo? Dyango, ¿no? ¿Y quién había ganado hacía poco la OTI? Su hijo Marcos Llunas, ¿no? Pues hala, pa Eurovisión. Quedó 6º, que no es poco. Cantó Sin rencor (vamos, que la canción se llamaba así, no sé si cantó con rencor, sin rencor, con ganas o sin ellas). La letra venía más o menos a decir “Sin rencor, cariño mío, pero yo te dejo y ahí te quedas tú sola, zorra”. 1997 Marcos - Llunas - Sin rencor. En el 98 volvemos a enviar a un compositor de canciones sosas que cuando las canta él es más soso aún. Mikel Herzog con ¿Qué voy a hacer sin ti? Empezamos a tocar fondo, ¿a que de este tipo y de este tema ya ni os acordáis? La letra parece un poema de amor de un adolescente, con frases como “eres la niña de mis ojos, eres la reina de mi corazón”. Pelín tópico, ¿no? 1998 Mikel Herzog - Qué voy a hacer sin ti.
Menos mal que en 1999 enviamos a una mujer mucho más animosa: Lydia (qué, tampoco os suena mucho, ¿eh?), que cantó No quiero escuchar, que es lo que debió de pensar el jurado. Participaron 23 países. Lydia estuvo ahí ahí, peleando con los de la cabeza, que si ganamos, que si no… pero al final no pudo ser y quedó la 23. Y para cerrar la década, en el año 2000 tiramos de estrategia e inteligencia. Como ya se hizo en los 60 con Conchita Bautista y con Raphael, España decide volver a enviar a un cantante que haya tenido un éxito reciente. ¿Cómo se llamaba el ciego ése tan simpático? Serafín Zubiri. ¿Cómo quedó en el 92? El 14. Ah, pues que vaya otra vez. Zubiri repitió con Colgado de un sueño. Yo oigo el estribillo y creo que por las cosas que dice, de lo que está colgado es de un chute de heroína. Esta vez quedó mucho mejor: el 18. Ah no, que no quedó mejor, que quedó peor. Bueno, no importa. 2000 Serafín Zubiri again - Colgado de un sueño y de la droga.
2001 - 2004
(Nota: como de verdad que no sé cómo llamar a la década de los dos miles, voy a llamarlos con cualquier palabra, por ejemplo, “los años patata”)
En la década de los años patata, TVE decide rescatar Eurovisión. Y no empieza mal. En 2001 envía (¡por fin!) una canción festivalera, bailable, pegadiza, cantada por un chico simpático y con buena voz. Vamos mejorando. David Civera quedó el 6 con Dile que la quiero. 2001 David Civera - Dile que la quiero. Pero el bombazo llegó en 2002. TVE se inventa lo de Operación Triunfo, Rosa de España se va a Tallín y el festival bate el récord de audiencia en televisión de todos los tiempos. Rosa defiende Europe’s living a celebration, y Bisbal, Chenoa, Geno y Bustamante bailaron detrás como si estuvieran boxeando. La verdad es que lo hacían fatal, es que lo suyo era cantar leñe. Quedamos los 7, pero se había recuperado el espíritu eurovisivo. Lo que no sé es si esto hacía falta, la verdad.
Misma estrategia en 2003, pero con menos tirón, porque Beth era una catalana que defendía una especie de rumba techno ye yé (con guitarra lerele) que no enganchó mucho. Como también venía de O.T., pues también tuvo mucha audiencia, pero menos. Dime, se llamaba la canción, y quedó la 9. Yo la he bailado muy borracho. 2003 Beth - Dime. En 2004 el que se pierde soy yo, lo siento. No sé qué me pasó ese año, pero no hice no caso a Eurovisión ni  nada. Ya estaba Zapatero, pero no creo que fuera el motivo de mi despiste. Vuelve a ir un ganador de O.T., Ramón, pero os juro que si alguien me dice ahora que el que fue se llamaba Chopito, pues también me lo creo. Seguro que fue muy famoso Ramón, pero la audiencia ya no le respaldó. La canción, Para llenarme de ti, bajó al número 10. Yo la escucho y me parece que este Ramón estaba salido perdido. 2004 Ramón - Para -llenarme de ti salido perdido.
2005 - 2009
Como lo de O.T. empezaba a no cuajar, y encima el programa se muda a Telecinco, pues TVE decide mandar a Eurovisión una canción horrorosa, para que no se diga. Son de sol cantaron Brujería, yo creo que aprovechando el éxito que en España tuvo el Aserejé, porque la canción se me parece un poco. ¿Y qué le pareció a Europa este sucedáneo del Aserejé? Pues no sé cómo deciros, le debió de parecer mal, porque la dejaron la 21. 2005 Son de sol - Brujería pseudo Aserejé. Así que al año siguiente, el directivo de TVE que decide las canciones que van a Eurovisión, dijo: “Claro, es que habéis enviado un sucedáneo del Aserejé y hemos quedado los 21. Si es que sois unos inútiles. Hay que mandar a las Ketchup, las del Aserejé de verdad, que son geniales y que ya veréis que bien nos dejan”. Las Ketchup cantaron Bloody Mary y decían Dutifrí. Quedaron las 21. 2006 Las Ketchup - Bloody mary pseudo Aserejé.
En 2007, ya perdido totalmente el norte, España envía un extraño producto llamado D’Nashs (es el primer intérprete español de Eurovisión cuyo nombre no sé decir). Eran un grupo diseñado especialmente para adolescentes, o para gays, o para elefantas hembra, nunca lo tuve muy claro. Cantaron I love you mi vida. Qué título tan raro, en inglés y español a la vez. Es como si Raphael hubiera cantado Let’s talk del amor, o Massiel La, la, the. D’Nashs tampoco eran la solución. Mejoraron a Las Ketchup, pero poco. Quedaron los 20. 2007 D’Nashs - I love you mi vida.
Y así llegamos al 2008, y al fenómeno del Chiki-chiki. Yo defiendo el Chiki-chiki. Había llegado un momento en el que Eurovisión no interesaba a nadie, España enviaba productos rarísimos, siempre ganaban países del Este y encima se sometió la elección de la canción a votación popular. Y España se lo tomó a cachondeo y votó por el falso producto de El Terrat. Aún así Rodolfo Chikilicuatre obtuvo el mejor puesto en 4 años: el 16.
Y este año, esta noche, nos representa Soraya. La noche es para mí. Cantará con bragas, seguramente. Y es la última en actuar, dicen que eso es bueno. Hace dos años, Tony Aguilar me presentó muy contento a Soraya en una cafetería de Madrid como si yo supiera quién era, porque Tony siempre piensa que yo conozco a todo el mundo, y en ese momento yo no tenía ni idea de quién era Soraya. Pero me pareció muy guapa y la traté como si supiera perfectamente quién era, es más, la traté como si fuera Madonna. Llevaba una gorra muy mona (ella) (Tony también) (yo no), y seguramente también llevaba bragas. Ahora sí que sé quién es, y además le deseo mucha suerte.
Pero ¿os confieso una cosa? Esta noche no voy a ver Eurovisión. ¿A que es para matarme? 

(Títulos de crédito de esta HIstoria de Eurovisión: gracias a todos los que habéis comentado, votado, leído, aportado, gracias sobre todo a Beatriz, a Pepe, siempre a Enrique Catá por ayudarme a tenerla en la cabeza y a Tere por aguantar que la tenga)