miércoles, 20 de mayo de 2009

Saber vivir como Manuel Torreiglesias

A estas alturas, seguro que todos suponéis que le dedico un post a Manuel Torreiglesias por un único motivo… ¡pues no! ¡no es sólo por eso, listos! Que sepáis que yo soy fan de Torreiglesias desde mucho antes de que estallara el famoso “affaire Saber vivir“, de hecho, hace unos meses ya avisé en este blog de que un día le dedicaría una entrada para él solito (ver penúltimo párrafo de un post de enero). Y ese día ha llegado.
Para empezar, no entro a juzgar si Manuel Torreiglesias habrá trincado ilegalmente pasta de la publicidad del programa, ante todo apliquemos la presunción de inocencia. Él mismo se declaró inocente en una rueda de presa en la que curiosamente no admitió preguntas. Pero sí me gustaría llamar la atención sobre una cosa: que esta acusación no le ha extrañado a nadie. Quiero decir, que si de repente se publica que Pocoyó ha abusado sexualmente del elefante rosa ése que tiene, seguro que alguien saldría a defenderle, o diría “qué raro, con lo buenecito que parece Pocoyó”. Oye, pues con Torreiglesias nadie ha salido a la palestra para cuestionar el asunto (que yo sepa). Pero insisto: mientras no se diga lo contrario, presunción de inocencia pa tós.
Manuel Torreiglesias, con sus flores y sus cosas.
Mi homenaje a Manuel Torreiglesias se debe a que se nos va un grande de TVE. Para mí, las vacaciones ya no serán lo mismo sin él. Debido a mi horario laboral, sólo puedo ver Saber vivir en vacaciones, y además lo suelo hacer fuera de España y en TVE Internacional, porque me pillaba en la hora de la ducha antes de salir a trabajar o a turistear por ahí. Y me lo pasaba bomba con sus enfados, sus desvaríos, sus afirmaciones, su mundillo y las anécdotas que generaba y que me gustaría compartir con vosotros. Algunas las recuerdo de memoria y me las vais a tener que creer. Otras las voy a colgar en formato audio, ya sabéis, emepetrés o guab (bueno, a quién pretendo engañar, no controlo mucho de este tema).

(Aquí hago un paréntesis para hablaros de Sebastián Maspons. Atrévete, el programa de radio de Cadena Dial en el que colaboro, le dedicó el pasado martes un homenaje a Manuel Torreiglesias. Y Sebastián, que trabaja en el programa, tiene guardados cerca de 400 (¡creo que me dijo 400!) clips de audio de Saber vivir. Sebastián es un tipo fantástico que me llama por teléfono para grabar mis chorradas las semanas en las que no entro en directo. Hablar con Sebastián me alegra el inicio de la mañana, me acerca psicológicamente al viernes y me divierte bastante. Porque Sebastián en 10 minutos puede grabar mi intervención, contarme 3 chistes, hacer 4 juegos de palabras, imitarme al Señor Barragán y sacar de dentro a su mítico personaje radiofónico Jacinto Pinto. Además, me ha hecho el pedazo de favor de prestarme los clips de Saber vivir que os voy a poner hoy. Gracias, Sebas.)
A ver: estos son los motivos por los que soy fan de Manuel Torreiglesias.
1. Por tratar con un poco de desprecio a su audiencia, pero con un desprecio elegante.
  • Normalmente, cuando ya ha entendido el contenido de una pregunta, Manuel corta al televidente: “Vale, vale, que ya le hemos entendido”. Esto lo hace incluso cuando no es una pregunta. Transcribo de memoria una conversación reciente: dice un hombre mayor: “Hola, amigo”. Responde Manu: “¡Cómo me gusta cuando me llaman amigo!” “Claro, porque todos ustedes son mis amigos, porque me ayudan a…” “Bueno, bueno, ya está bien, a ver la pregunta”.
  • También se lo hace a las señoras, a las que a veces llama “bonitas”. Una  pobre mujer estaba un día piropeando el programa de una manera un poco insistente, pero Manu es inflexible con la escaleta: “la pregunta, la pregunta”Clip 1.
  • Otro día llamó una mujer. “¿Manuela?” “No, soy Carmen” (es evidente que ha habido un cruce de líneas, algo muy normal en un programa de llamadas) “No puede ser, es usted Manuela”. “Bueno, ¡si sabré yo quién soy!”, respondió la pobre mujer.
  • Además, cuando Manu ve que su audiencia no le sigue el rollo, interpreta sus palabras. Una mujer aseguraba que relacionaba el calcio con la leche y él la corrige “No, lo relacionas con los huesos”. Joder, a ver quién le dice que no… Clip 2.
2. Por tratar con un poco de desprecio a su equipo, pero con un desprecio elegante.
  • De los alegres desplantillos de don Manuel no se libran ni los grafistas. Cuando cambiaron la tipografía del programa, no se cortó en decir que la letra era muy pequeña, porque claro, como el diseñador estaba de vacaciones… Clip 3.
  • Un televidente le hizo un día una pregunta que no supo o no le correspondía contestar. Educadamente, señaló con el dedo índice muy tieso a su compañero, el que tiene cara de tomate (creo que se llama Luis Gutiérrez, es el que le ha sustituido), y le dice: “A ver, tú, responde”. Hala, como en el cole.
  • Pero hubo un día en el que decidió humillar definitivamente a Gutiérrez. Saludó a unos catedráticos, y el otro pobre también respondió al saludo. Error. Nunca saludes a Torreiglesias si no eres catedrático. Clip 4.
Manuel Torreiglesias, más joven, morenete y sexy, en una columna que tenía antes, creo que en Cambio16, pero no estoy seguro.
3. Porque se despista mucho.
  • Manu se lía un poco con las estadísticas. Puede decir indistintamente “Tres de cada dos personas”, “una persona de cada media”, “doscientas personas de cada cinco”Clip 5.
  • Un buen día, invitaron al plató a una señora de 84 años. Se notaba a la legua que los tenía, bueno quizá tuviera 84, quizá 86… tal vez 81… Manuel Torreiglesias le dijo: “Bueno, usted qué tiene: ¿64 años?”. Si no se lo hubiera dicho tan cabreado, hasta me habría parecido un piropo.
  • Otro día comenzó a llamar a voces a un oyente que no contestaba. “¡Antonio, Antonio!” Claro, el pobre no respondía porque no era el pobre, era la pobre y se llamaba Antonia. Clip 6.
4. Porque le sale una psicología familiar de dentro que no ze pué aguantá.
  • Os juro (bueno no hace falta que lo jure, lo podéis oír) que un día a un niño gordito le dijo en antena que como siguiera comiendo tanto iba a vivir menos que su abuela. Se lo dijo con mucho tacto, eso sí. Clip 7.
  • Otro mítico día, Fernando Ónega hablaba de la situación de las pobres amas de casa en verano, que mientras su familia está de vacaciones ellas siguen limpiando y cocinando para todos. Torreiglesias, para desterrar el machismo de la faz de la tierra, apostilló: “Por eso, niños, tenéis que ayudar mucho a mamá en estas fechas. Y sobre todo vosotras, niñas”. Toma ya. Preparando a los chavales para un futuro mejor. Mejor para ellos, no para ellas.
5. Porque le pasan cosas surrealistas.
  • En una ocasión, Una mujer llamó a Manu para hacerle una pregunta de las de siempre, pero en el momento de ser atendida, se puso a hablar por otro teléfono con un tal Carlitos.  ¡Señooora, que está usted en la tele, déjelo para luego!… Clip 8.
  • Eso sí, Torreiglesias ha demostrado con creces que es capaz de morirse en antena con tal de despedir el programa. Aquí casi se ahoga con un pollo del tamaño de la Gallina Caponata. Clip 9.
  • Y otro día quiso decir un refrán, pero donde dijo dice, dijo diego donde yo dije digo, aunque diego le dije que no sabe lo que dice. Clip 10.
6. Por guarrete, con perdón.
  • A ver, me explico. Guarrete guarrete no, pero de curiosas y escatológicas costumbres, sí. Un buen día reconoció públicamente que de pequeño se meaba en las manos. Con un par de cojones. Clip 11.
  • Y otra vez, una mujer preguntó un día por la eyaculación precoz de su marido. Que también hay que joderse, “mi marido me deja a medias… ¿qué puedo hacer? Ya sé: voy a llamar a Manuel Torreiglesias”. Esta vez no fue Manu el torpe, sino otro médico que quiso dejar bien claro (creo) que él no se estaba cepillando al marido de la señora. Clip 12.
  • Más cosas: ¿a alguien le importa el dedo que te va a meter en el culo el médico que te va a hacer un tacto rectal? Perdón por la contundencia e indiscreción de la pregunta, pero es que Manu demostró un día que a él sí que le importa, incluso tal vez demasiado. Clip 13.
  • Un día yo creo que se puso cachondo, y que Dios me perdone, hablando de su compañera Merceditas. Al final se le fue tanto la olla piropeándola, que acabó dándole la enhorabuena al padre de la muchacha, aunque ya se había muerto hace un poquito de tiempo. Sí ya sé que esto no se entiende así leído. Tenéis que escucharlo. Clip 14.
7. Y por último, para disipar las dudas sobre si Manu tenía intereses ocultos en la publicidad… fijaos cómo le suplica a su audiencia para que se trague los anuncios. ¿Será por la cuenta (corriente) que le trae? Noooooo, por Dios, hemos dicho que no íbamos a ser malpensados (bueno, lo he dicho yo). Clip 15
En resumen, que se nos va un grande grande de la televisión y de los zappings. Y para terminar, os dejo con dos homenajes sexuales (léase esto último con voz de Chiquito de la Calzada) y espontáneos a Manuel Torreiglesias. El primero es un montaje cojonudo gentileza del mentado Sebastián Maspons (mil gracias, Sebastián, insisto). Y el segundo circula desde hace unos años en Youtube, pero yo no puedo evitar las carcajadas cada vez que lo vuelvo  a ver.