lunes, 30 de marzo de 2009

“Con faldas y a lo loco” o la obra maestra de Dios

Ayer domingo se cumplieron 50 años del estreno en cines de la obra maestra de Dios. Bueno, de una de sus obras maestras. Bueno, y de uno de los dioses que hay, porque si en el mundo religioso ya hay demasiados (Jehová, Alá, Zeus, Apis, Anubis, Piscis… ¿o Piscis no era un Dios y Apis era un foie-gras? No sé, no sé), en el mundo pagano ya ni os cuento. Yo venero al Dios de Fernando Trueba, o sea, a Billy WiIder. Por eso digo que no es posible hablar de “su obra maestra”, sino de ”una de sus obras maestras”. Porque no podemos decir que Testigo de cargo sea mejor que El apartamento, o Sabrina que Perdición, o Primera plana que El crepúsculo de los dioses. Pero la película que ayer cumplió medio siglo es quizá la más famosa y divertida de Wilder: Con faldas y a lo loco.
  • Con faldas y a lo loco está considerada por el AFI (un Instituto estadounidense que se pasa la vida publicando unos ránkings que a la postre se convierten en las clasificaciones oficiales) como la mejor comedia y la 14ª mejor película de la historia. La segunda mejor comedia es Los bingueros.
  • Que no, bobos, que es broma.
  • En la línea de nuestro cursillo de inglés Fucking translations, el título de la película no está muy bien traducido. Con el diccionario en la mano, deberían haberla llamado A algunos les gusta caliente, tal y como hicieron en Francia o Italia. Pero si hoy en día en España traducimos Meet Dave por Atrapado en un pirado, pues por qué no iban a llamar en los años 50 “Con faldas y a lo loco” a Some like it hot. En México y Argentina tampoco se cortaron un pelo: allí se llamó Una Eva y dos Adanes. Con un par de cojones.
Con faldas y a lo loco. Sí, lo que pone en inglés no tiene nada que ver.
  • Wilder ofreció primero a Jerry Lewis el papel de Jack Lemmon, pero él cómco de las mil muecas lo rechazó. Desde entonces y hasta su muerte, Jack Lemmon le envió a su amigo Lewis una caja de bombones todos los años, coincidiendo con el aniversario del estreno de la película (o sea, tal día como yer).
  • La película iba a ser en color. Marilyn Monroe lo firmó así en su contrato y estaba supercontenta. Pero tras hacer las pruebas de maquillaje con Tony Curtis y Jack Lemmon y ver lo mucho que se les notaban los potingues en sus caretos de varón, Billy Wilder decidió hacerla en blanco y negro para que no parecieran unas drag-queens. Cuentan que Marilyn se enfadó mucho y que le dijo a WIlder muy cabreada: “Doo-doo-bi-doo”, que es lo que mejor sabía decir Marilyn. No sirvió de nada: la película se rodó en blanco y negro.
  • Pero en realidad, Wilder tenía muchos más motivos para enfadarse con Marilyn que viceversa: la actriz llegaba tarde al plató, se olvidaba de los textos, llevaba al rodaje a una profesora de interpretación a la que hacía mucho más caso que a Billy Wilder, se quedaba embarazada durante el rodaje (bueno, esto creo que en realidad no le enfadó)… Una vez dijo de Marilyn: “Antes quedabas con ella a las 9 y llegaba a las 11. Ahora la llamas en mayo y llega en octubre”. Wilder dio orden de que no se la invitara a la fiesta de fin de rodaje, para que veais si acabó harto de la estrella.
  • Pero ojo, Billy Wilder tampoco era el colmo de la formalidad: rodó Sabrina escribiendo el guión día a día. Pero una vez sólo pudo escribir un folio, y todo su equipo estaba ya listo para rodar durante una jornada completa. Llamó a Audrey Hepburn aparte y le djo: “Audrey, hoy no tengo más que un folio de guión. Hazme el favor de equivocarte muchas veces para que sólo podamos rodar esta escena”. Audrey, que adoraba a WIlder, lo hizo así. A la semana siguiente, ya estaba listo el guión completo.
  • Y es que Wilder también tenía su mala leche, a veces hiriente y a veces infantil, como todos los dioses (el de la Biblia tuvo peregrinando por el desierto a todo un pueblo durante ¡40 años! porque un día adoraron a un becerro de oro, ¡eso sí que es mala leche!). En los Oscar de 1945, Perdicion optaba a 7 premios. Pero se los fue llevando todos Siguiendo mi camino, de Leo McCarey. Cuando Leo se levantó a recoger el Oscar al mejor director, Wilder estiró su pierna por el pasillo y le puso la zancadilla. Tal y como lo leéis. McCarey dio un traspiés y subió al escenario pensando que se había tropezado él solito.

Una vez, antes de morir en 2002 a los 96 años, le preguntaron a Billy Wilder si era importante que un director de cine supiera también escribir. Contestó que no, pero que era conveniente que supiera leer. Como homenaje al Dios de Trueba y a Con faldas y a lo loco, os dejo con el tráiler original de 1959. Decía el viejecito Osgood Fielding que “Nadie es perfecto”… pero yo creo que el cine de Billy WIlder sí que lo es. ¿Y vosotros?