Como sigo tan mal de lo mío, cada vez que
estrenan una serie española en televisión me da por ver el primer capítulo.
Procuro cumplir con esta costumbre desde que tenía unos 18 años, o sea, que
hace ya exactamente… bueno a quién le importa cuánto hace de esto lo importante
en la vida es que lleves bien tu edad y seas joven de espíritu no cuántos años
tengas en el carné a ver si de repente os creéis vosotros que sois unos
jovencitos si lo que sois todos en realidad es unos hijos de perra. Ups,
perdón, me ha surgido de repente un brote bipolar de la crisis de los 40.
Mierda, al final se me ha escapado la edad.
El caso es que esta temporada le he dado diferentes oportunidades
a varias series españolas, y he descubierto que con los años voy teniendo menos
aguante. Recuerdo cuando en los 90, junto a Enrique Catá - la persona que más sabe de
televisión de Hachette y por ende (que no sé lo
que es) del mundo - fui capaz de aguantar casi completas series como Los ladrones van a la oficina o Menos lobos. Hoy no resistiría ese
suplicio, pero lo sigo intentando. Os voy a poner unos ejemplos de resistencia
a algunas series que han empezado (y algunas concluído) esta temporada.
A ver si llego. Hacía tiempo que no veía una
serie tan así. Procede de la factoría de José Luis Moreno, que por fin ha
demostrado que no es infalible (bueno, yo ya intuía que no era infalible), y por
fortuna no ha repetido el éxito de Aquí no hay quien viva o Escenas de matrimonio. Por cierto, nunca entendí
el éxito de la primera y me deprimo cuando asisto al de la segunda (aunque lo
entiendo mejor, por desgracia para este país). A ver si llego, que debería haberse
llamado A ver
si cuela,
exhibía unos diálogos imposibles en un supuesto barrio campechano, con un Manuel Manquiña lamentable intentando ligar
a la antigua usanza (antigua de casposa, no de clásica) con una Miriam Díaz Aroca que estaba de lo más
rabanerilla, con lo que esta mujer ha sido. Ah, qué tampoco ha sido tanto,
bueno, da igual. La serie pretendía hablar de la crisis, pero la única crisis
que se veía por ahí era la de la ficción española. Destilaba un tufillo a
ciertas cosas que se estrenaron en los primeros 90, como Menudo es mi padre o Éste es mi barrio, series que protagonizaban El Fary o José Sacristán y que ya en su época nos
sonaban pasadísimas. No os puedo contar mucho más de A ver si llego, porque sólo la aguanté 30
minutos, de corte de publi a corte de publi. Telecinco la mantuvo en
emisión 5 semanas. Vamos, que la que no llegó fue la serie. Calificación:
Serie Caca.
![]() |
Miriam Díaz Aroca en la verdulería. Ah no, perdón, que es una carnicería. |
Doctor Mateo. De Antena 3, está funcionando bien y tiene su mérito, porque empezó barriendo los domingos hasta que Tele5 volvió a colocar en esa franja a Aída (sin Aída) que recuperó el liderazgo, pero Doctor Mateo se mantiene en un honroso segundo puesto y muy cerquita de los gritos del clan de Aída (sin Aída). Cuando la estaban anunciando, a Gonzalo de Castro le decían “¿Vas a estrenar una serie de un doctor con mala leche? Mira, como House“. Y Gonzalo se enfadaba porque decía que aún no la habían visto y que no se parecía a House. Tenía razón: no tiene nada que ver con House. Ya les gustaría. Pero aún así, no está del todo mal, aunque a mí se me hace lenta, sin ritmo, con escena muy largas y anodinas… Pero Gonzalo sabe aplicar esa vis cómica que tiene a un personaje supuestamente serio, como en una secuencia que tuvo con un aldeano que estaba mal de la chola. Pongo un ejemplo puntual porque, con todo, sólo la resistí un capítulo y medio. Tampoco me ha enganchado. Calificación: Serie pasable.
Pelotas. Y llego al quiz del post
del blog. De momento, es la única novedad española del año que sí me ha
enganchado. Porque tras ese tropezón que tuvieron con su segunda película Cobardes, José Corbacho y Juan Cruz han recuperado el espíritu
de Tapas. Y aunque el nombre Pelotas parece invitarte a ver algo
más grueso, la serie combina la ternura y la coña de Tapas, Ángel de Andrés López se ha encontrado con el
papel de su vida (qué bien interpretado, qué bien escrito, qué bien pensado),
te crees a todos los personajes, muy pronto los conoces y les vas cogiendo
cariño o manía, pero por los personajes, no por los actores, como en las buenas
series que vienen de fuera. Ay, chicas, pero qué sorpresa más buena me he
llevado este año con Pelotas, hacía cuánto que no soltaba carcajadas y reprimía emociones con
una misma serie española. Me pasaba un poco con Médico de familia, pero porque yo no estaba
bien en esa época. Tampoco lo estoy ahora, pero que me pase con Pelotas me resulta menos
humillante. Pelotas compite los lunes con CSI, Life y Hay alguien ahí (que creo que no está mal,
pero no la he visto, claro, porque me coincide con Dexter y Pelotas, y veo una y grabo la
otra), así que no está triunfando precisamente en audiencia: el
último lunes hizo un 12%. Como no la veais y me la quiten por baja audiencia,
os vais a enterar. Como pase eso os pienso escribir un post larguísimo sobre Leticia Sabater.
![]() |
S.O.S. Salvemos "Pelotas". |