viernes, 27 de marzo de 2009

“Pelotas” y otras series españolas

Como sigo tan mal de lo mío, cada vez que estrenan una serie española en televisión me da por ver el primer capítulo. Procuro cumplir con esta costumbre desde que tenía unos 18 años, o sea, que hace ya exactamente… bueno a quién le importa cuánto hace de esto lo importante en la vida es que lleves bien tu edad y seas joven de espíritu no cuántos años tengas en el carné a ver si de repente os creéis vosotros que sois unos jovencitos si lo que sois todos en realidad es unos hijos de perra. Ups, perdón, me ha surgido de repente un brote bipolar de la crisis de los 40. Mierda, al final se me ha escapado la edad.
El caso es que esta temporada le he dado diferentes oportunidades a varias series españolas, y he descubierto que con los años voy teniendo menos aguante. Recuerdo cuando en los 90, junto a Enrique Catá - la persona que más sabe de televisión de Hachette y por ende (que no sé lo que es) del mundo - fui capaz de aguantar casi completas series como Los ladrones van a la oficina o Menos lobos. Hoy no resistiría ese suplicio, pero lo sigo intentando. Os voy a poner unos ejemplos de resistencia a algunas series que han empezado (y algunas concluído) esta temporada.
A ver si llego. Hacía tiempo que no veía una serie tan así. Procede de la factoría de José Luis Moreno, que por fin ha demostrado que no es infalible (bueno, yo ya intuía que no era infalible), y por fortuna no ha repetido el éxito de Aquí no hay quien viva o Escenas de matrimonio. Por cierto, nunca entendí el éxito de la primera y me deprimo cuando asisto al de la segunda (aunque lo entiendo mejor, por desgracia para este país). A ver si llego, que debería haberse llamado A ver si cuela, exhibía unos diálogos imposibles en un supuesto barrio campechano, con un Manuel Manquiña lamentable intentando ligar a la antigua usanza (antigua de casposa, no de clásica) con una Miriam Díaz Aroca que estaba de lo más rabanerilla, con lo que esta mujer ha sido. Ah, qué tampoco ha sido tanto, bueno, da igual. La serie pretendía hablar de la crisis, pero la única crisis que se veía por ahí era la de la ficción española. Destilaba un tufillo a ciertas cosas que se estrenaron en los primeros 90, como Menudo es mi padre o Éste es mi barrio, series que protagonizaban El Fary o José Sacristán y que ya en su época nos sonaban pasadísimas. No os puedo contar mucho más de A ver si llego, porque sólo la aguanté 30 minutos, de corte de publi a corte de publi. Telecinco la mantuvo en emisión 5 semanas. Vamos, que la que no llegó fue la serie. Calificación: Serie Caca.
Miriam Díaz Aroca en la verdulería. Ah no, perdón, que es una carnicería.
Águila roja. Como esta serie es de TVE y TVE esta temporada está que no se lo cree, pues la están viendo muchísimos espectadores. Como vieron la miniserie del 23-F, el programa de José Mota, Amar en tiempos revueltos, etc, etc. A mí no me gusta. Vale, no es A ver si llego, pero es una serie como de cartón piedra. Los decorados son de cartón piedra, los personajes son de cartón piedra, los diálogos son de cartón piedra, el cartón piedra es de cartón piedra… Los protagonistas, Águila Roja y Sátur, no parecen personajes del Siglo de Oro, sino dos señores bajitos metidos en una fiesta de disfraces temática del Siglo de Oro. Porque no hablan de vos ni de nada, hablan como tú y como yo, a no ser que tú hables de vos. Y aunque hay algún buen actor por ahí suelto, en general dicen las frases como con desgana, como si el director de la serie les dijera “anda, Perenganita, suelta la frase ya y nos vamos a comer todos”. Y Perenganita va y la suelta. Aguanté un capítulo. Calficación: Serie Pocha.

Doctor Mateo
. De Antena 3, está funcionando bien y tiene su mérito, porque empezó barriendo los domingos hasta que Tele5 volvió a colocar en esa franja a Aída (sin Aída) que recuperó el liderazgo, pero Doctor Mateo se mantiene en un honroso segundo puesto y muy cerquita de los gritos del clan de Aída (sin Aída). Cuando la estaban anunciando, a Gonzalo de Castro le decían “¿Vas a estrenar una serie de un doctor con mala leche? Mira, como House“. Y Gonzalo se enfadaba porque decía que aún no la habían visto y que no se parecía a House. Tenía razón: no tiene nada que ver con House. Ya les gustaría. Pero aún así, no está del todo mal, aunque a mí se me hace lenta, sin ritmo, con escena muy largas y anodinas… Pero Gonzalo sabe aplicar esa vis cómica que tiene a un personaje supuestamente serio, como en una secuencia que tuvo con un aldeano que estaba mal de la chola. Pongo un ejemplo puntual porque, con todo, sólo la resistí un capítulo y medio. Tampoco me ha enganchado. Calificación: Serie pasable.
Pelotas. Y llego al quiz del post del blog. De momento, es la única novedad española del año que sí me ha enganchado. Porque tras ese tropezón que tuvieron con su segunda película Cobardes, José Corbacho y Juan Cruz han recuperado el espíritu de Tapas. Y aunque el nombre Pelotas parece invitarte a ver algo más grueso, la serie combina la ternura y la coña de Tapas, Ángel de Andrés López se ha encontrado con el papel de su vida (qué bien interpretado, qué bien escrito, qué bien pensado), te crees a todos los personajes, muy pronto los conoces y les vas cogiendo cariño o manía, pero por los personajes, no por los actores, como en las buenas series que vienen de fuera. Ay, chicas, pero qué sorpresa más buena me he llevado este año con Pelotas, hacía cuánto que no soltaba carcajadas y reprimía emociones con una misma serie española. Me pasaba un poco con Médico de familia, pero porque yo no estaba bien en esa época. Tampoco lo estoy ahora, pero que me pase con Pelotas me resulta menos humillante. Pelotas compite los lunes con CSI, Life y Hay alguien ahí (que creo que no está mal, pero no la he visto, claro, porque me coincide con Dexter y Pelotas, y veo una y grabo la otra), así que no está triunfando precisamente en audiencia: el último lunes hizo un 12%. Como no la veais y me la quiten por baja audiencia, os vais a enterar. Como pase eso os pienso escribir un post larguísimo sobre Leticia Sabater.
S.O.S. Salvemos "Pelotas".
No quería terminar este post sin hablaros de otra serie, que en este caso aún no ha nacido. Se llama No ligo, y su capítulo piloto se está paseando por algunas televisiones en busca del lugar que se merece. Su creador es Rafael Fernández, que ha diseñado un cóctel de personajes frikis y más convencionales, de situaciones lógicas y delirantes, de gags refinados y más gruesos, de secuencias toleradas y desternillantemente eróticas… Una delicia, valiente y arriesgada, que he tenido ocasión de ver porque Rafael, de vez en cuando, se asoma a este blog. De verdad que esta serie debería estar ya en una televisión generalista (o temática, en el peor de los casos), así como algunas de las que he citado jamás debieron salir a antena. Creo que a Rafael no le importará que os plante aquí el tráiler de su serie. ¡Suerte con ella!