A finales de 2007, la cadena FOX (Digital+ y otros operadores)
estrenó en España una de las mejores series que yo recuerdo haber visto: Dexter. Para quien no sepa de qué
va la historia, diremos que Dexter Morgan es un forense experto en sangre que trabaja en el departamento de
policía de Miami. Es el mejor en lo suyo. Pero tiene un pequeño problema: es un
poco psicópata y se dedica a tomarse la justicia por su
mano, aplicando su propia medicina a los asesinos que no consigue detener
su departamento: los seda, los mata, los descuartiza y los convierte en
comidita para los tiburones.
Pero si digo que Dexter es una de las mejores series que he
visto no es por su sinopsis, sino por estos otros motivos:
- La serie juega contigo
de una manera inteligente y casi autobochornosa. Y es que te hace aceptar,
justificar e incluso desear en cierto modo la pena de muerte. Y en
contra de lo que hayáis podido pensar, yo estoy super en contra de la pena
de muerte. Ni José Luis Moreno me tambalea esta convicción.
¿Jiménez Losantos?
¿Jordi González? ¿Poti? Tampoco. Pues
aqui, desde el primer capítulo, “vas” con Dexter.
En la primera temporada deseas que aplique su ley del talión (él la llama
“el código de Harry” en honor a su difunto padre). En la segunda y
antológica temporada vas todavía más allá: deseas desesperadamente que no
le descubran (y están a un paso de hacerlo). Y hoy hace tres lunes que
comenzó la tercera temporada, que de momento promete igualar a las dos
anteriores gracias a la aparición de un fiscal que parece que va a dar
mucho juego (Jimmy
Smits, el de La Ley de Los
Angeles, que en estos años se ha puesto un poco fondón).
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Dexter, que aquí parece muy bueno y muy majo. Majo, lo es. Y bueno, no lo sé. |
- El actor, Michael C. Hall, es
uno de los más grandes aciertos de la ficción de los últimos años. Su
sonrisa, su gravedad y su aspecto son los que hacen que “perdones” a Dexter y te pongas de su
parte. A este actor le conocimos en A
dos metros bajo tierra (¡qué gran serie!), era el hermano sensato
que mantenía a flote el negocio funerario familiar. Pero además era
gay y mantenía una relacion con un policía negro. Hace unas semanas, Michael C. Hall estuvo
en Madrid y confesaba que sus padres preferían verle hacer de psicópata
asesino a verle besar a un hombre… y encima negro. Así somos los humanos.
Bueno, o por lo menos así son sus padres: yo preferiría ver a mi hijo
besar a un negro que hacer de gay. No, perdón, me acabo de hacer un lío.
- Los personajes que van
creando los guionistas parecen tocados por una mano divina que hace que
quieras saber más cosas de ellos. Le pasaba al policía negro que odiaba a Dexter, al supervisor que llegó a la
comisaría en la segunda tempora y que interpretaba (qué gozada de
personaje y de actor) Keith
Carradine, a su hermanastra en la ficción y su mujer en la
vida real, y a ese fiscal que acaba de llegar y que ya es la única persona
que ha visto las manos de Dexter manchadas
de sangre. Promete convertirse en un confidente de Dexter y en un compartidor (¿existe esta
palabra?) de sus secretos, aunque no de EL SECRETO. Por cierto, cómo les
gustaba a algunas de mis hermanas (es que tengo 6) Keith Carradine, no
paraban de poner ese tema que se llamaba I’m
easy y que ganó el Oscar a la mejor canción en 1975 (véase Nashville de Robert Altman). David Carradine no les salió tan mono a sus padres…
- La serie les gusta a mi
chica, a mi amiga Eva
Díaz y a Hernán
Casciari. Y las opiniones de la una desde casa, la
otra desde Cuatro y el tercero desde su blog de El País, para mí van a
misa. Aunque dudo mucho que ninguno de los 3 acompañen a misa a sus
opiniones.
- Hablando de Cuatro… me
cabrea cuando veo que esta cadena (que es como prima hermana mía, se
supone, o por lo menos trabajo en su mismo edificio) se intenta apuntar al
carro del éxito de Dexter. Dexter puedes seguirla en FOX los lunes
capítulo a capítulo, o bajártela de Internet. Pero poco más. En Cuatro no.
Cuatro la emitió de estrangis, la programó a las 12 de la noche y de dos
capítulos en dos. Así no hay quien siga una serie, como ocurre en Antena 3
con 24, en Telemadrid con Nick/Tup o como está haciendo la propia
Cuatro con Mad men. Tres
sacrilegios, porque estas tres series son tres joyas, pero así es el mundo
de las televisiones en abierto.
En resumen: que veais Dexter. Lo que siempre os digo: en
la tele, que os la presten en DVD, compradla o en último caso, bajáosla. Pero
vedla.