lunes, 9 de marzo de 2009

“Gran Torino” y “A ciegas”

Hoy os voy a hablar de dos películas que echan en el cine, porque hace mucho que no me dedico a esto, que es a lo que en un principio se supone que me tenía que dedicar. Una de ellas se estrenó el viernes, o sea que ya la podéis ver si queréis. Y la otra llegará a los cines este viernes 13, anda mira, viernes 13 otra vez, como el mes pasado, fíjate, pues que viva Jason.
GRAN TORINO es la que ya está estrenada. Es la última película de Clint Eastwood, la última como director (de momento) y la última como actor (forever and ever). A mí con Clint Eastwood me pasa como con Woody Allen, que me encantaría que las obras maestras de muchos directores se acercaran mínimamente a las películas “menores” de estos dos genios. Que encima tienen más de 70 años (Clint tiene 78) y siguen haciendo una película al año, o a veces dos. Qué bestias. Sólo admiro más la fertilidad de Andrés Segovia, que tuvo un hijo con 77 años (con 77 años Andrés Segovia, no el hijo). Bueno, pues enlazando con lo de hace un rato, a mí Gran Torino me parecería una película menor de Clint Eastwood. No me engancha como Mystic river, Sin perdónMillion dollar baby o El intercambio. Incluso diría que me parece más floja que las dos de los japonese y americanos con la foto de la bandera y todo eso. Porque en Gran Torino veo a un Clint Eastwood tan cabreado, poniendo caras tan de malote, odiando tanto a los negros, coreanos y chinorris, que luego no me creo su progresiva mutación en tipo amable (no os estoy desvelando nada: esto lo veis en el minuto 15 y lo presentís en el segundo 50). Incluso me sucede que me espero un final inesperado. Quiero decir, no sabía lo que iba a pasar al final, no soy tan listo, pero sí imaginaba que en algún momento Clint iba a dar un vuelco sorpresa, el que fuera. Además, me parece que ha cogido retalillos de sus personajes de Sin Perdón, Million dollar y hasta Harry el sucio, con lo cual tampoco me ha enganchado por el factor originalidad. No, esta vez no me ha enamorado Clint Eastwood. Pero le sigue pasando lo de siempre, que no sabe hacer películas aburridas o directamente malas, porque ojo: Gran Torino no es ninguna de esas dos cosas. Además, si algo se ha ganado este señor a lo largo de su carrera es que el público le dé oportunidades, así que a ver si la veis, discrepáis conmigo, y debatimos.
Las espectaculares frases promocionales de Gran Torino
Aunque me llama la atención un detalle muy significativo: cuando una película es buena, la distribuidora la anuncia en los periódicos con frases sacadas de grandes medios, en plan: EL PAÍS: Obra maestra”, “ABC: Sublime, una pincelada de buen gusto”, FOTOGRAMAS: “Impactante, megachuli”. El cartel de Gran Torino ha tenido que recurrir a frases del diario Qué, de CAMBIO 16 (que yo no estaba muy seguro de que siguiera existiendo) y de Cinemanía“, que no está mal, pero que viene firmada por José Ignacio Cuenca, un corresponsal que vive en Los Angeles y al que conocí en México y me emborraché con él dos veces, pero que debo reconocer que no es una firma del calibre de Boyero, Ocaña o Heredero. Quiero decir, que si una película necesitara algún día recurrir a un elogio mío en este blog para promocionarse, es que mal vamos. Y que conste que estoy menospreciando mi firma, no a Menstyle, que por cierto, ha elaborado un magnífico reportaje sobre Clint Eastwood.

A CIEGAS
es la otra película que os decía, la que se estrena el viernes que viene (13), pero que ya he podido ver porque me invitaron al preeestreno, gracias como siempre a Cristina Iglesias, que les dice a las personas que me inviten porque yo soy un tío importante y las personas van y la creen. A ciegas es la adaptación de Fernando Meirelles del libro Ensayo sobre la ceguera de José Saramago. ¿Es posible, pardiez, no parir una obra maestra con tan bellos mimbres? Pues sí, lo es. Porque la película es correcta, agobiante, estéticamente fermosa… pero le falta ángel por todas partes. Se hace larga, y no lo es. Acelera en cosas que quieres ver tranquilo y se detiene en detalles que ya has entendid de sobra. No sé, yo creo que en el cartel van a tener que poner una frase promocional sacada de La Farola. Además, no consiguen emocionarme ni Julianne Moore, ni Gael García Bernal ni por supuesto Mark Ruffalo, por el cual, y para mi sorpresa, nos preguntó en la puerta del cine una anciana, que estaba muy interesada en saber si venía o no. No vino. El que sí que vino fue Gael, al que ya puestos entrevisté para CANAL+.
Mi ya mítico cogote charlando con Gael
Pero no sólo Gael acudió al estreno. Por la alfombra roja que grapó al suelo un señor enfadadísimo porque se la pisábamos mi amigo Eduardo y yo, pasó gente curiosísima, como Enrique del Pozo y su Transexual (que al principio yo pensé que igual era Ana Anguita que se había puesto así de grandota, yo es que el rollo corazón como que lo tengo muy abandonado, ¡con lo que yo he sido!), Fran Murcia, Trinidad Jiménez, Gaspar Llamazares (¿?) y uno de Locomía. También fue gente normal, no os creáis, como Ruth Gabriel, Juan Diego Botto o Luis Piedrahita, pero es que a mí me encanta resaltar primero a los friquis.
El tío ése de Locomía. "¿Pero quién invitará a estos tipejos a los estrenos?", me pregunto yo mientras le miro, y seguramente se pregunta él mientras me mira.
Por cierto, me comentó Gael que se le iba a hacer muy raro ver la película en versión doblada (extrañamente, así fue este preestreno, cuando asisten actores y directores, las películas se suelen mostrar en V.O.). A mí también se me hizo raro, nunca veo películas dobladas, aunque tampoco soy un fundamentalista de la V.O. (sólo cuando soy yo el espectador). Pero es que el doblaje al que asistimos dinamita su personaje y el de Mark Ruffalo. No sé cómo está Gael en esta película: me faltó escucharle. Así que como para ponernos ahora a doblar la películas al catalán… en fin, hay cosas en las que parece que vamos hacia atrás.

Y poco más os cuento. Que mi chica, que suele venirse a estos saraos, se puso a hacerle fotos a Gael García Bernal como si fuera una gruppie loca desatada y qinceañera. Y debo aclarar que no es quinceañera.