viernes, 6 de marzo de 2009

3 frustraciones, 3 quejas, 3 gilipolleces

Hoy me vais a permitir que utilice este blog como el diván de un psiquiatra, y a vosotros como psiquiatras. Porque tengo que manifestar tres frustraciones: una relacionada con el cine, otra con la televisión y otra con la telefonía, tres de las pantallas que rigen nuestros designios vitales (esto tan inteligente de las pantallas se lo he copiado al maestro Juan Cueto). Las dos primeras quejas me duelen especialmente porque se refieren a Majadahonda. Majadahonda es un pueblo de Madrid en el que no he nacido, pero en el que he vivido casi 20 años y al que sigo yendo todas las semanas.
FRUSTRACIÓN 1: JAVIER FESSER, CENSURADO
Nos guste o no, Camino, de Javier Fesser, es la película española del año. No lo digo yo, que también, sino la Academia de cine: mejor película, director, actriz, actor de reparto, actriz revelación… Eso es así. También fueron la película del año La vida secreta de las palabras y ¡Ay, Carmela!, son hechos objetivos que pasan a la historia de nuestro cine.
"Jesús te ama, niña, pero la Casa de la Cultura de Majadahonda no mucho".
Pues bien, la Casa de la Cultura de Majadahonda pensaba proyectar Camino el 20 de marzo. El cine, por si alguien no lo sabe, es una cosa a la que si quieres vas y si no quieres, pues no. Si la película no te apetece, no vas y no la ves. Y los que sí quieren verla, pues van y la ven. Esto parece una gilipollez, pero no sé si lo es tanto. Porque unos vecinos de Majadahona se han quejado al Ayuntamiento (PP) por la proyección de Camino seguramente porque habrán oído que no pone demasiado bien al Opus (y digo que “habrán oído” porque estoy seguro, pero seguro seguro, de que no la han visto) y la concejala de Cultura, Ana María Fernández Mallo, ha anulado dicha proyección. Y digo yo, ¿¿¿pero por qué??? Camino no ensalza el terrorismo, no incita a violar niños, no anima a asesinar al prójimo. No es anticonstitucional. O sea, que se está censurando su proyección por razones ideológicas o religiosas. Y ya estamos con lo de siempre: como yo no quiero casarme con un gay, pues que no se case nadie. Como yo no quiero abortar, pues que no aborte nadie. Como yo no quiero ver Camino, pues que no la pongan en mi pueblo. Perdonadme que me ponga tan serio, pero es que no puedo con este concepto de libertad coercitiva. Y por cierto, sientan un peligroso precedente, porque si ahora varios vecinos escribimos a la Casa de la Cultura para que no emitan Sangre de mayo porque nos aburre Garci… ¿se nos tiene que hacer caso? (Respuesta correcta: No)

FRUSTRACIÓN 2: EL ALCALDE TELEADICTO
Mi segunda frustración con Majadahonda es más absurda y arbitraria. Majadahonda ha tenido alcaldes ilustres, como Ricardo Romero de Tejada, “el hombre de las fotocopias”, o Guillermo Ortega,  uno de los implicados en el caso Gürtel. Pero eso no importa ahora, de verdad. Lo que voy a decir a continuación no tiene nada que ver con la política, ni con el PP, ni con el PSOE, ni nada, porque en todos los partidos cuecen habas. El caso es que leo que durante su mandato, Guillermo Ortega empleó 30.000 euros de las arcas municipales en que una productora le entrevistara periódicamente en dos teles locales. Supongo que eso no está bien, y que es un detalle super corrupto, no lo sé. Lo que a mí me soprende es que Guillermo Ortega quisiera salir tanto en la tele. Porque, queridos amigos, si yo tuviera el careto de Guillermo Ortega no querría que me sacaran ni en la foto del DNI.
Guillermo Ortega se gusta.
FRUSTRACIÓN 3: LA TELEFONÍA Y SUS COSAS

Esta última frustración os la cuento ya en plan amigos. Resulta que he tenido una serie de averías en mi teléfono fijo que, misteriosamente, me arreglan siempre “a distancia”, es decir, sin que un técnico venga a mi casa. Como esta reiteración me resulta extraña y, sobre todo, como era fin de semana y tenía más tiempo, me animé a llamar a mi compañía para pedirle explicaciones. Mi compañía es Telefónica.
Marco el 1004 (atención personal). Lo primero de todo, una máquina me pregunta si conozco el SISI PC con TFT (que va a ser que no) y que mi ADSL va a 3 Mb. Genial. Después de estos trascendentales datos, me pasan con una señorita que, tras escucharme, me dice que estoy en el 1002 (averías),  y que tenía que haber llamado al 1004 (atención personal). Respondo que yo he llamado al 1004, y que le he dicho a la máquina que quería “explicaciones por reiteración en averías”, y entonces la señorita me regaña por haberle dicho a la máquina la palabra “avería”, porque entonces me pasa con el 1002, hombre. Para mí que no se cree que he llamado al 1004, pero por si acaso me regaña más, cuelgo y vuelvo a marcar el 1004. Esta vez (después de lo del SISI PC y el ADSL) no le digo a la máquina la palabra “avería” sino cualquier otra, no sé si “patata”, pero cuela y me pasa con una COMERCIAL. Le cuento mi historia y me dice que para esas dudas tengo que llamar al 1002, averías. Vaya por Dios. La informo de que allí mismo me han remitido al 1004, y entonces me dice que entonces no puede darme una solución, que lo siente, pero que… ¡no cuelgue! que me van a preguntar si estoy satisfecho con la atención recibida. Me parece un gesto tan absurdo y suicida que espero. De nuevo una máquina (por supuesto) me pregunta si me he quedado contento, y entonces marco el 2 (= NO). La máquina me responde: “en ese caso espere, le pasamos con un COMERCIAL. Cuelgo y desisto. Es fin de semana y tengo tiempo, pero no tanto.

¿No os pasan a vosotros cosas así? En cualquier caso, gracias por escucharme.