No es la primera vez que
felicito un año enviando esta secuencia a modo de christma, ni seguramente será
la última. Y lo hago por varios motivos:
- Porque si algún día
creo en un dios, será en uno que haya sufrido una pasión como la de La vida de Brian,
y no como la de Mel Gibson.
- Porque Monty Python son un
poco Dios.
- Porque el mensaje,
aunque utópico, es alentador: Mira siempre el lado bueno de la vida.
- Porque la forma ideal
de acabar un año y empezar otro es sonriendo. Y aunque no siempre es
posible, o no siempre apetece, a mí esta secuencia me provoca una sonrisa,
sea cual sea mi estado de ánimo.
También
vosotros me habéis hecho un poco más feliz durante el tramo final de 2008
con vuestras visitas, ocurrencias y comentarios. Gracias a todos.
¡Feliz
2009!