miércoles, 9 de marzo de 2011

Crematorio, por fin una serie española de calidad

Llevamos unos meses incumpliendo la segunda premisa que se anuncia en esta página: “un blog de cine y televisión”. Pero claro, con los Goya y los Oscar os pusisteis tan pelmazos que sólo hemos hablado de cine y de más cine. Bueno, tal vez el que se puso pelmazo fui yo, no vamos a discutir ahora por esa nimiedad. El caso es que tenía ganas ya de hablar de alguna serie de televisión, y últimamente, justo por esta sobredosis de cine que hemos tenido, sólo me había enganchado a Come fly with me, de la que hablaremos próximamente, sobre todo yo. De la que vamos a hablar hoy es de una serie que empezó el lunes en CANAL+ y que se llama Crematorio, igual que la novela de Rafael Chirbes, quizá porque está basada en la novela de Rafael Chirbes.
Digo en el titular que “por fin una serie española de calidad”. El título no es correcto, pero no os extrañe, yo titulo fatal desde la facultad, suspendí Redacción periodística en primero de carrera para junio y en tercero para septiembre. También es cierto que cuando yo estudiaba tomábamos apuntes con un cincel sobre una tablilla de piedra, que los tiempos han cambiado y que si ahora me mandan hacer una redacción sobre una vaca la haría mejor. Pero no es justo decir lo que he dicho en el titular, últimamente me he enganchado a Gran reserva, Pelotas, Qué fue de Jorge Sanz… y eran series españolas. Pero Crematorio es otra cosa.
Decía José Sancho (es que hace tiempo que se cabrea si le llamas Pepe, bueno, creo que se cabrea por muchas más cosas, pero no os lo puedo decir) que en realidad había rodado una película de 8 horas. Y en parte tiene razón: para empezar está dirigida por Jorge Sánchez Cabezudo, el autor de la considerable La noche de los girasoles. La segunda unidad la llevaba Oskar Santos, el director de El mal ajeno. Pero sobre todo, y a lo que se refiere José Pepe, es que la serie ha sido rodada a la vez, es decir, un día ruedan una secuencia del capítulo 3, a continuación otra del 5 y luego una del 2. O sea, que no van capítulo a capítulo, como en la tele. Y además, la serie tienen un principio y un fin, quiero decir, está basada en una novela y la han rodado en 8 capítulos. No puede haber segunda temporada, ni puede irse un personaje, ni puede entrar de repente Mario Casas a hacer de hijo sin camiseta.
José Sancho y sus chicas: Alicia Borrachero y Juana Acosta, de la que soy un poco fan.
De momento sólo hemos visto el capítulo primero, pero promete mucho. Tengo amigos sensatos (ya sé que no me pega, pero alguno tengo) que han podido ver ya los 8 y que me dicen que la serie promete y que además, cumple. Y luego tengo un compañero cretino que dice que la serie es una mierda, pero no la ha visto. Crematorio es entretenida, tiene su suspense, los personajes no chirrían y además tiene flashbacks de 30 años para los que no han teñido a Pepe José de negro, sino que han cogido a un actor joven que se le parece. Ole.
No os he dicho que trata Crematorio, ¿verdad? ¿eh? ¿eh? ¿eh? Pues bien, sus carteles promocionales dicen que es una serie sobre la corrupción en España. Más concretamente sobre la corrupción urbanística, el pelotazo, la burbuja inmobiliaria… ya no puedo decir más. Bueno, sí que puedo, pero estoy cansado.
Pepe Sancho con sus chicos. Atención a Vicente Romero: vuelve a bordar su papel, como casi siempre.
Estuve en el rodaje de Crematorio allá por abril del pasado año, en Alicante. Y pude ver lo bien que trabajan Jorge Sánchez Cabezudo y Oskar Santos en la unidad 2, vi el respeto que impone José Sancho, el Pepe, entre el equipo técnico y artístico, pero también me dio la impresión de que es un respeto cariñoso. Pude tomar un pichiflús con Juana Acosta, que hace de joven novia de José Sancho, y que en cuanto te descuidabas te contaba el final, y pude ver cómo sustituye su acento colombiano por el castellano con la facilidad con la que Carlos Latre pondría la voz de, por ejemplo, Michavila. También pude ver a Juana en plena demostración del “método”, despidiéndose de mí rogándome que no la hiciera reír (ni que yo fuera Chiquito de la Calzada) porque tenía los ojos rojos y estaba triste preparándose para su trágica y siguiente escena. Y también pude ver cómo se preparaba sus escenas Alicia Borrrrrachero, que hace de hija de Pepe Sancho y que odia a Juana Acosta, porque es la nueve novia de su padre y cree Alicia que lo que busca esa zorra es la pasta de su padre. Todo esto es ficción, que luego Alicia y Juana son superamigas y nos permitieron grabarles una charla entre ellas con varios vinos de por medio para esa serie documental que os conté aquí y que se llamaba Actrices

Otra gran serie española a la que me enganché, por cierto. Y por cojones, con perdón.