viernes, 28 de mayo de 2010

24 o veinticuatro

Si tú me mandas un mensaje, en mi móvil suena ESTO. ¿Y qué es esto? Os preguntareis pellizcando vuestras mejillas sonrosadas. Pues es el sonido de los teléfonos de la UAT. ¿Y qué es la UAT? Os preguntareis estirando vuestros antebrazos gordezuelos. Pues la Unidad Anti Terrorista, en la que trabaja Jack Bauer. ¿Y quién es Jack Bauer? Os preguntareis haciendo equilibrios con un spagueti crudo sobre vuestra chata naricilla.
Joder, parad ya quietos.
Jack Bauer es el nombre del protagonista de la serie 24”, al que Kiefer Sutherland lleva dando vida unos 7 años, la mayor parte de ellos como productor ejecutivo, y a menudo como guionista y productor. En sus ocho temporadas, 24” ha ganado 68 Emmys, uno de ellos para Kiefer (¿cómo traduces al castellano Kiefer? Porque el apellido está claro, “Tierra del surer”, pero ¿Kiefer?).
En España 24” la han emitido siempre Fox y Antena 3. Las dos primeras temporadas se dejaban ver en Antena 3, pero a partir de la tercera te tenías que esperar a las dos de la madrugada para tragarte los capítulos de tres en tres. Y si te levantabas de la butaca, entraba en tu casa Roberto Arce y te soltaba dos hostias. Así que mejor en Fox. La nueva temporada, que empezó en abril, se ve en Fox Crime, el nuevo canal de Fox que ha heredado algunas de las series del viejo canal de Fox.
Jack Bauer, oséase, Kiefer Sutherland.
Pero por si no habéis visto nunca 24”, os cuento su principal gracia: cada temporada son 24 capítulos, y cada capítulo es una hora en tiempo real. Quiero decir, que el capítulo 1 empieza a las 18:00 de un día concreto y acaba a las 19:00. El segundo narra la historia de 19:00 a 20:00, y así sucesivamente. O sea: que cada temporada son 24 horas, un día. La acción tiene lugar en un sólo día. Si vieras los 24 capítulos seguidos, la acción habrá transcurrido en tiempo real. Una idea cojonuda, ¿no?
Perdón, acabo de escuchar un chiste en mi idolatrada serie Pelotas sobre una leyenda urbana que dice que Jordi Hurtado está muerto, me he descojonado y se me ha ido el santo al cielo. Ya vuelvo.
Ocho temporadas después, la idea cansa. Pero qué queréis que os diga, a mí Cuéntame me cansó en la segunda. Y la otra gran innovación de 24” es que para cambiar de trama, nos pasan por una pantalla en la que vemos diferentes acciones en varias ventanas, o sea, que mientras en una vemos a Bauer matando terroristas (es que en  ocho temporadas habrá matado más terroristas que los que nunca han tenido los del IRA, la ETA y Al Quaeda juntos), en otra vemos cómo está huyendo el malvado y en una tercera vemos el despacho oval del Presidente de EEUU. Y en medio, el contador de tiempo: 18:15:10, 18:15:11, 18:15.12…
Ahora estamos viendo en Fox la séptima temporada (creo que vamos por el capítulo 6), y en cuanto acabe veremos la octava, casi seguida. Una semana antes, Fox emitió el telefilme “24: redención”, un capítulo aislado de dos horas de duración, que tenía lugar en un país ficticio de África llamado Sangala, y en el que pudimos disfrutar de actorazos como John Voight y Robert Carlyle. En el séptimo día (o temporada), hay un ataque al corazón estratégico de la Casa Blanca, y luego una invasión de rebeldes de ese país ficticio de África llamado Sangala. Por cierto, en esta temporada la Presidenta de EE.UU. es una mujer. En la segunda y la tercera el Presidente era negro, seis años antes de la elección de Obama.
Bueno, como veo que a lo mejor no os he convencido, os voy a contar cómo sería una tarde mía de estas estresantes desfaciendo entuertos en el mundo del cine y la televisión narrada por la serie 24” (Las noticias que os cuento son totalmente ciertas).
18:00:00. Pongo la radio antes de irme de la oficina: oigo que Jesucristo será protagonista de una serie animada para adultos en la cadena Comedy Central donde vivirá una vida normal en Nueva York. Coño.
18:02:00. Decido indagar: reinicio el ordenador y ¡nooooo! ¡no me funciona Internet! (guiño para los Muchachadófilos). Saco la pistola y le meto un tiro al portátil y salto por la ventana.
18:10:00. Llego al Cibercafé más cercano. Tecleo: Dios + serie + Comedy Central. No encuentro lo de Cristo pero leo que en un capítulo de South Park aparecía Mahoma, pero como no se le puede dibujar, le sacan disfrazado de osito de peluche.
18:15:00. Me descojono con la idea.
18:30:00. Me sigo descojonando.
18:45:00. Sigo leyendo y veo que la cosa acaba mal: la cadena recibe amenazas (¡pero de muerte!) de las asociaciones musulmanas y deciden retirar el capítulo. La intolerancia vuelve a vencer.
18:50:00. Me cabreo mucho y le meto un tiro al ordenador y al dueño del cibercafé, que le tengo unas ganas.
Jesucristo en South Park.
19:00:00. Plano en el que pasan del cibercafé a la peluquería.
19:07:00. Entro en la peluquería a cardarme el pelo un poco. Saco un tíquet: el 28. Van por el 22 y el 25 es Anasagasti. Me toca esperar.
19:10:00. Me leo el Hola.
19:15:00. Me leo el Semana.
19:20:00. Me leo el Cuore.
19:25:00. Me leo el Grandes descubrimientos arqueológicos del siglo XX, fascículo 4.
19:30:00. Cojo una revista de literatura eslava y ante mis ojos desfila la siguiente declaración de Ana Obregón: “Voy a protagonizar una miniserie para Tele 5 basada en un hecho real”. Y añade: “os dejará boquiabiertos”. Oh, Dios. ¿Será la historia de su romance con Alessandro Lecquio y de cómo educó a su hijo? Porque la parte de la educación se la pueden ventilar en una miniserie y casi en un spot…
19:40:00. No he digerido la noticia y se me quedan los pelos de punta. Le digo al peluquero que olvide el cardado y que mejor me pase la tijera.
19:50:00. El peluquero cierra en 10 minutos, va con prisa, me sienta en la silla con una pedalina para bajitos y me deja la cabeza como a un niño tiñoso.
20:00:00. Tomo un café con mis compañeros que han estado recientemente en el Festival de Cannes.
20:05:00. Demuestro un especial interés en la película ganadora, la de Apichatpong. Es que he oído que es muy rara, casi extravagante, y que mucha gente no ha entendido que gane la Palma de Oro.
20:10:10. Miguel Balanzategui, productor de CANAL+, me cuenta que tuvo que salirse de la película, que empieza con un plano secuencia de una vaca atada a un árbol que a los 10 minutos se suelta.
20:20:00. Le suplico a Miguel que no me cuente la película en tiempo real por muy rollo 24” que lleve este post.
20:30:00. Miguel pasa de mí y sigue. El siguiente plano de la película es de un mono con los ojos rojos que llega a casa de una señora y le dice que es su hijo desaparecido.
20:40:00. Se reserva lo peor para el final: una secuencia muy larga de una chica que hace el amor con un pez. Sí: la mítica frase “que te folle un pez” entendida literalmente.
20:55:00. Paso por la pescadería y me compro una lubina. Adoro las nuevas experiencias.
21:00:00. Cojo un tren a casa. Coincido con una amiga que está embarazada o se ha puesto gordísima.
21:05:00. Le doy dos besos y me vomita en el bolso, por lo que deduzco que está embarazada y le ha dado náuseas el olor a lubina.
21:10:00. Me dice que va a llamar a su bebé Jaime si es niño y Rita si es niña.
21:20:00. Le comento que los nombres más puestos este año en EE.UU. han sido Bella y Jacob, que son los nombres de los protagonistas de la saga Crepúsculo.
21:30:00. No se lo cree.
21:35:00. Que sí, tía.
21:40:00. Que no me lo creo, qué fuerte.
21:45:00. Saco el periódico y le enseño la noticia: me cree.
21:55:00. Despechado porque no me creyó sin leerlo, me arrojo del tren en marcha a la altura de Pitis.
22:00:00. Quedo a cenar con mis adorados Eva, Nacho y María. No os digo sus apellidos que luego os los pedís como amigos en el Facebook.
22:10:00. María me dice que si sé quién su nuevo mejor amigo.
22:15:00. Sin darme tiempo a pensar más me lo dice: Kevin Spacey. Creedme, y creedla: los amigos de María son casi siempre así. Kevin estuvo en España recientemente y María lo conoció y estuvo tres días con él. Se hicieron superamigos, y Kevin la ha invitado en septiembre al estreno de su nueva película en Los Angeles. Cómo mola, ¿no?
22:20:00. Me doy cuenta de que cuando yo tengo un “nuevo mejor amigo” se suele llamar Pedro o Carmen, pero nunca Kevin.
3:29:00. Unas cuantas copas y súplicas después María me permite contaros esta anécdota y poner esta foto.
Mery y Kevin.
P.D. Leo que ha muerto Gary Coleman, el niño-hombre que hacía de Arnold. Yo a veces en este blog digo ciertas cosas simplemente para que sonriamos un rato, y eso no quiere decir que me alegre cuando sucede una desgracia, como me ha llegado a decir alguien. El pobre Gary Coleman tuvo una vida muy difícil, y parte de ella la dedicó a hacernos disfrutar (o a intentarlo). Descanse en paz.