martes, 25 de mayo de 2010

Azares del reparto: lo que el cásting se llevó

Seguro que alguna vez habéis pensado cómo habría sido vuestra vida si en lugar de ser seleccionados para vuestro trabajo (los que tengáis la suerte de tenerlo), lo hubierais sido para otro. O si hubierais rechazado esa oferta que aceptasteis, o si no hubierais cambiado de curro, o si a esa entrevista tan importante no hubierais tenido la absurda idea de acudir disfrazados de Fofito. Yo he tenido en mi vida alguna de ésas, a veces me he arrepentido y otras no. Algunas decisiones cambiaron mi vida y otras nunca podré saberlo. Pero parece ser que al mundo siempre se la pelaron mis azares laborales, incluso aquella vez en que me ofrecieron escribir guiones para Isabel Preysler (os lo juro). Porque yo soy un humilde gusanito hediondo y cabezudo en la inmensa sabana (que no sábana) de la historia del cine y la televisión.
Pero claro, no con todo el mundo sucede lo mismo, ah no, ahora resulta que las decisiones en la carrera de Tom Cruise interesan más que las mías, ah, claro, pues leeros el blog de Tom Cruise, hijos de perra.
Perdón, me he puesto muy nervioso.
No pienso eso de vosotros, al revés: os adoro. Me he venido abajo, venga, para que me perdonéis os voy a contar esas decisiones en las carreras de Tom Cruise y otros actores, consciente de que algunas de ellas podrían haber cambiado la historia del cine, y las mías no.
Pero que conste que me habéis hecho daño. Tal vez debí escoger aquel trabajo de stripper en el Fatty Widows Club y dejarme de televisiones y de blogs.
Empiezo con Tom Cruise, ya que lo he puesto como ejemplo y ya que algunas de las decisiones que han rodeado su carrera han sido fundamentales para que el séptimo arte no deje de llamarse “arte” o pase a ocupar la novena o décima plaza.
Así habría quedado Tom Cruise en "Matrix". Disculpadme, no soy muy bueno con el Photoshop.
Fue una de las primeras opciones para Matrix. Imaginaos a Tom Cruise ahí paradico y esquivando una bala con el cuerpo hacia atrás, como si estuviera bailando el Limbo rock. O con esa gabardina negra, que con su altura más que Neo habría parecido un murciélago. Mucho mejor Keanu Reeves. Además, como luego rodaron tres partes, a Tom no le habría dado tiempo a hacer la saga de Misión imposible, y eso habría sido una faena, ¿no? ¿Qué? ¿Que no? Ah, bueno.
Pues entonces igual os parece más faena que no hiciera El día final, porque también pensaron en él. Al final hizo el papel Arnold Schwarzenegger. Yo esto no lo entiendo: no me parecen el mismo perfil. Es como si llamas para el mismo cásting a José Carabias y Lou Ferrigno. Y además, ¿en qué podría haber acabado esto? Pues en un Tom Cruise de gobernador en Los Angeles y de un Arnold novio de Penélope Cruz, y esto sí que no me lo creo. ¿Qué? ¿Que lo de Tom y Pé tampoco os lo creísteis? Ah, bueno.
Mel Gibson también pudo cambiar el curso reciente de la historia del cine, porque pudo ser James Bond. Le ofrecieron el Goldeneye de Pierce Brosnan, y si hubiera aceptado,y la cosa hubiera salido bien, tal vez también habría hecho El mañana nunca muere, y El mundo nunca es suficiente… Conclusión: Mel se habría crecido y James Bond habría acabado hablando en arameo y lleno de sangre y ahí crucificado y diciendo Mi nombre es Cristo, Jesu Cristo.
Pero lo peor es que también pensaron en él para el papel de  Eliot Ness en Los intocables (el que hizo Kevin Costner), y que llegó a realizar una audición para el papel de Wolfgang Amadeus Mozart en “Amadeus”. Sí, el de la risita de “hahahahaha”. Mel Gibson mirando a Salieri y diciendo “hahahahaha”, crucificado y lleno de sangre. Qué chungo.
A ver, más: Julia Roberts. Julia Roberts empezó a rechazar papeles en los 90. Algunos eran un poco ñoños y es comprensible que no los aceptara, de no ser porque luego aceptó otros muchos más ñoños todavía. Por ejemplo, rechazó protagonizar Algo para recordar con Tom Hanks para que lo hiciera Meg Ryan, y también Shakespeare in love para que lo hiciera Gwyneth Paltrow. Pero llama especialmente la atención que rechazara Instinto básico, porque hubiera sido un cambio de registro brutal en su carrera que igual le habría venido hasta bien. Cuentan que rechazó el papel por dos escenas: la del famoso cruce de piernas para salvaguardar la integridad de las cámaras, porque con las piernas tan largas que tiene Julia parece ser que cada vez que las cruzaba le daba una patada al objetivo. Y la otra era la del picahielos: por lo visto Julia quería picar los cubitos con los dientes, y a Paul Verhoeven le parecía fatal.
Sharon Stone sí que aceptó ese papel, porque era capaz de cruzar las piernas sin dar patadas a nadie y mostrando con elegancia su chisme o chirri. Pero también es posible que aceptara por despecho, porque años antes se presentó al cásting de Atracción fatal, que al fin y al cabo era también la historia de una loca que se quería zumbar (y se zumbaba) a Michael Douglas. Yo no sé que tiene Michael Douglas, que para mi gusto tiene un poco cara de patata, pero que acaba volviendo chaladas a las protagonistas de las películas y frotando en ellas su veterana cebolleta. Sharon Stone, ya puestos, rechazó el papel de Kim Basinger en Batman y el de Madonna en Dick Tracy. Por lo visto es que quería cruzar las piernas en todas las escenas y a los directores no les convencía. En todas las escenas les parecía excesivo.
Pues sí: Leslie Nielsen estuvo a punto de hacer "El resplandor".
Leslie Nielsen, el grandísimo Leslie Nielsen, también rechazó sus papelillos (por cierto, creo que soy el único periodista español que le ha entrevistado dos veces, o al menos eso me dijo una persona de prensa que le trajo por última vez a España). Antes de caer en las benditas redes de los Zucker y Abrahams y de las sagas de “Cualquier cosa como puedas”, Leslie Nielsen era un actor serio y con trazas de galán. Pero claro, si hubiera aceptado el papel de Messala que le ofrecían en Ben-Hur, esas escenas que insinuaban una relación homosexual entre Stephen Boyd y Charlton Heston las veríamos ahora desconjonados. Y ya no os digo si hubiera aceptado el papel que Stanley Kubrick le ofreció en El resplandor: el de Jack Nicholson. Imaginad: la chica con la voz de Verónica Forqué gritando en el baño, el hacha destrozando la puerta, y cuando ésta se rompe aparece… ¡Leslie Nielsen! Qué lástima no haber llegado a ver eso.
Os podría contar miles de casos más, porque mi hermana Bea me suele contar  a mí cienes de miles. Pero mejor lo dejamos para otro día, para darles tiempo a las personas para que rechacen más trabajos y cambien la historia del cine, y porque me acaban de llamar para trabajar en el Circo Mundial para domar a un ligre, una curiosa mezcla entre león y tigre. Voy a escuchar la oferta…
(¿Habéis rechazado alguna vez algún trabajo que pudo cambiar vuestra vida?)