No pensaba hablar ya de Habitación en Roma y
dejarlo todo en aquello que os comenté el tercer día del Festival de Málaga.
Pero tampoco pensaba operarme los pechos y aquí me tenéis, cargando con dos
enormes melones. No tengo palabra ni fuerza de voluntad.
Así que como el viernes se
estrenó Habitación en Roma,
y este fin de semana me han preguntado muchas personas por ella, pues me he
dicho: “hijo, Jose, escríbelo y
así cuando te pregunten pues les das el link y que se lo lean los muy hijos de
perra, ¿no?”. Pues no, porque por la calle o en un bar no se puede
dar un link, o sí se puede dar, pero no sirve para nada porque no puedes
pinchar en él, porque estás tomando una cerveza en ese momento y si pinchas en
un link escrito en una servilleta con un boli, por mucho que éste sea azul y lo
subrayes, pues no se te abre ninguna pantalla.
No sé para que os explico
esto: es de cajón.
Habitación
en Roma la vi hará cosa de un mes en una sesión
especial para unas 8 personas en la sala de proyecciones de Morena Films, donde sólo
había sitio para 7, así que mi queridísimo Patxi Lorente se tuvo que sentar en una
silla dura porque Andrés Arconada
de la COPE, que llegó el último pero se sentó el primero, porque la COPE es más
importante. Yo le ofrecí a Patxi sentarme en la silla dura, pero Patxi es otro
caballero y me dijo que no, gracias. Entre otros ilustres, también estuvimos en
esa sala Carlos y Álvaro de Fotogramas.es
y Cristina Iglesias,
de mi canal. No es gratuito que os cite estos nombres: luego os cuento por qué.
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Julio Medem con sus chicas y productores el día del preestreno en Madrid de "Habitación en Roma". |
No me convenció en absoluto, Habitación en Roma. Y eso que
la vi en V.O.S., que es como hay que verla, porque Elena Anaya hace de
española y Natasha
Yarovenko hace de rusa, o sea, de lo que son, y hablan en
inglés, porque si vosotros y yo nos encontráramos con una rusa, también
intentaríamos hablar en inglés. Bueno, si yo me encontrara con Natasha Yarovenko
intentaría hablar lo menos posible, pero estoy seguro de que al final tendría
que hablar en inglés. Bueno, al final y al principio y en medio… a quién
pretendo engañar. Lo que quiero decir es que he visto imágenes de Habitación en Roma doblada y
me parece un desastre.
Pero que la película no me
convenza no tiene nada que ve con el idioma, sino con que me hizo pasar un poco
de vergüenza ajena. Yo cuando paso vergüenza ajena bebo agua, y en Morena Films nos dieron agua,
y luego me hago pipí y es una lata. Menos mal que no me da por comer pollo y
hacer popó. A Habitación en
Roma le reconozco cosas buenas, pero también cosas inbuenas o malas.
A favor…
La manufactura. Julio Medem rueda bien,
rueda bonito. La música es preciosa (sales cantando como una loca el tema Loving strangers de Russian Red). La fotografía,
los encuadres… son evidentemente bonitos, y no estoy elogiándolos en plan “¿qué tal la película?” / “pues muy bien
de fotografía” / “o sea que es un coñazo”… No, no me refiero a eso.
La estética es bonita de verdad.
Las actrices. Elena Anaya y Natasha Yarovenko son espectaculares, están espectaculares. A estas alturas todos sabréis que la película cuenta el encuentro de dos mujeres en Roma, que pasan una noche en una habitación de hotel de Roma, se enamoran, se cuentan sus vidas y tienen sexo. Y que se pasan la mitad del metraje desnudas, y la mitad de la mitad haciendo tralarí. Pues bien: las dos salen guapas hasta decir basta, sus cuerpos te dejan con la boca abierta y bebes más agua, y en ningún momento llegan a la pornografía. Natasha Yarovenko es lo que técnicamente se denomina como un pibón, supongo que objetivamente está más buena que Elena Anaya, pero lo mío con Elena es de una fidelidad sólo vista en algunos ejemplares de muflón ibérico.
Las actrices. Elena Anaya y Natasha Yarovenko son espectaculares, están espectaculares. A estas alturas todos sabréis que la película cuenta el encuentro de dos mujeres en Roma, que pasan una noche en una habitación de hotel de Roma, se enamoran, se cuentan sus vidas y tienen sexo. Y que se pasan la mitad del metraje desnudas, y la mitad de la mitad haciendo tralarí. Pues bien: las dos salen guapas hasta decir basta, sus cuerpos te dejan con la boca abierta y bebes más agua, y en ningún momento llegan a la pornografía. Natasha Yarovenko es lo que técnicamente se denomina como un pibón, supongo que objetivamente está más buena que Elena Anaya, pero lo mío con Elena es de una fidelidad sólo vista en algunos ejemplares de muflón ibérico.
Algunos detalles de la trama. Julio Medem sigue
tratando algunas cosas con su mítica delicadeza. Ciertos momentos de las
historias que se cuentan son de un refinamiento viscontiano. El momento en el
que Alba (Elena Anaya)
habla de su historia con Najwa
Nimri (que sale en la película grabada con un móvil, como si le
fueran a dar una paliza sus compañeros del cole, pero luego eso no pasa), el
personaje de Elena
se quiebra y se rompe. Y tú te rompes con ella.
Pero en contra…
Varios momentos sonrojantes.
Recordad: el de la flecha, el de la botella de vino de Toscana y el del pepino
hervido.
Las dos o tres apariciones del
camarero italiano, el único actor que aparece en la película junto a estas dos
diosas del Olimpo más deidoso y Najwa
en el móvil.
La mezcla de sus historias con las de los cuadros que decoran la habitación romana. Alguna está bien, pero tantas…
La mezcla de sus historias con las de los cuadros que decoran la habitación romana. Alguna está bien, pero tantas…
El exceso de sexo. Sí, no me
he vuelto loco, sobra un poquito. Hay veces que dices: “ay, pero si ibais muy bien ahora, no os
pongáis a follar”.
Me interesan mucho lo las
opiniones femeninas de esta película, así que al salir de Morena Films pregunté.
También me interesa muchísimo la opinión de Patxi,
pero hasta que calcule yo que se le pasa el efecto de los cuerpos de estas dos
no le voy a preguntar. Me interesaba saber si Cristina se sintió incómoda o si le
pareció sensible, si le pareció creíble. Y más o menos sí. Pero como yo,
también se sonrojó con algunas escenas, y no precisamente las de sexo. Curioso,
¿verdad?
El otro día le contaba en la
radio a Tony Aguilar que me hace mucha
gracia que en el cartel de Habitación
en Roma ponga: “de
los productores de Celda 211” .
Sí, vale, es verdad. Pero es como si en el cartel de “Pájaros de papel” pones: “del presentador de VIP Noche”.
O sea, es vedad pero no tiene nada que ver. Como alguien vaya a ver Habitación en Roma pensando
que es parecida a Celda 211,
lo lleva claro. Vale, las dos chicas están encerradas, pero no es lo mismo.
Durante las últimas semanas he
tenido ocasión de hablar una vez con
Julio Medem, dos con Natasha
y tres con Elena.
Julio Medem
lo pasó un poco mal en Málaga porque estrenaba su película y le daban un
homenaje, y canceló nuestra entrevista. Así que me recibió el pasado martes en
Madrid, y decidimos hacer la entrevista completamente desnudos y en una bañera.
Que no, que es broma, ja ja, festival del humor. La hicimos vestidos. Es que Julio es timidísimo, es como
sus películas, muy para adentro. Me estuvo comentando que hacer tantas
entrevistas es un horror, él no hace cine para salir en los medios, le gustaría
hacer la película y desaparecer. Yo le entiendo, y le decía que es como si un
carnicero despieza a una vaca y luego aparecemos los periodistas a preguntarle:
“¿cómo ha sido el despiece?
¿has querido simbolizar con él el desmiembre de Europa?” Julio se
reía, y decía que así es, porque a veces nosotros hacemos esas preguntas.
Educado e inteligente, me habla de esa sensibilidad femenina que se le achaca,
de la película chilena En la
cama en la que se inspira Habitación
en Roma, de lo difícil que es rodar una dirigiendo a dos actrices
en unas escenas tan íntimas…
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Una de las primeras escenas de "Habitación en Roma". Os he puesto esta foto para que veais que es verdad que a veces salen vestidas. |
Hablar con Natasha Yarovenko es como
si te ponen delante a una diosa bajada de una nube de fresa con aroma a
feminidad y amor y te dicen “entrevístala”.
Bueno, más o menos. Al final no hace falta hablar en inglés con ella porque
habla español perfectamente. ¿Pues no va y me dice que el desnudo físico es
duro, pero que fue peor el desnudo emocional? Pues por mí hacemos la entrevista
vestidos emocionalmente y ya si acaso que se desnude de lo fácil. Simpática y
coqueta (“me molesta un poco la
luz” / “si quieres la bajamos, pero vas a salir menos guapa…” / “ah, entonces
dejadla”), le gusta el cine más íntimo, más de autor, no es fan del
americano. Y por lo que va conociendo, le gusta el cine español. El pasado
lunes salió en la tele en pelotas. Bueno, casi, en realidad salió en Pelotas, la serie. Pero
vestida. A lo mejor vuelve a salir hoy, es que yo soy fan de Pelotas.
Y un poco de Natasha.
De Elena Anaya últimamente
parezco su sombra, porque este año hemos trabajado juntos unas cuatro veces. No
ha debido de pasarlo bien Elena
en este rodaje. En esa escena que os comento en la que su personaje se rompe,
el dolor ha tenido que salir de algún sitio. Ella también incide en lo del
desnudo emocional, qué cosas. Pero como dice Elena,
ella es una actriz kamikaze, Julio
Medem lo sabe, y entonces la exprime. Y lo entiendo: yo veo
actuar a Elena Anaya,
que cada día me parece mejor actriz, y con esa cara, y con esos ojos… y hasta
Natasha se me queda chiquitita. Natasha
es la rusa, no es que ahora llame Natasha
a mi pirulina. Cuando me encontré a Elena
el martes me dijo riéndose que en la entrevista de Málaga se le
escaparon algunas cosas que no pensó demasiado, pero que estuvo muy bien.
Yo no sé si se refiere a lo de nuestro breve affaire en el 98 en un establo de
Memphis, Teneessee, o a otras cosas más íntimas, así que como soy un caballero
no voy a mencionar ninguna.
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Julio Medem con sus chicas y sin sus productores el día del preestreno en Madrid de "Habitación en Roma". |
La película se
preestrenó el jueves, y mis compis Irene
y Carlitos me han
cedido alguna de las fotos que habéis visto. Si queréis ver más de estas dos
guapetoncicas en la película, también podéis echarle
un vistazo al reportaje de GQ.
P.D. Lo de los enormes melones
del primer párrafo era una broma. No son tan grandes.