Andá, pero si mi anterior post
era el número 200 y yo sin enterarme, enhorabuena chavalote, cantemos todos
juntos, aleluya, aleluya, el Cid cabalga.
Dicho esto, hoy se estrena Robin Hood. No sé si os
suena Robin Hood:
era una especie de arquero inglés que se vestía como un elfo de calzas verdes y
robaba a los ricos para dárselo a los pobres, un poco como un implicado del
caso Gürtel pero con los valores éticos trastocados. El Robin Hood que se estrena
hoy es el de Ridley Scott.
Lo aclaro porque hay un huevo de versiones, e igual alguien piensa que lo que
se ha estrenado es el Robin
Hood de Douglas
Fairbanks de 1922. No, eso es tontería, ésa ya se ha estrenado.
Pero lo cierto es que mira que hay versiones de Robin Hood, casi tantas como de la canción Al Uruguay.
Cuando se les pregunta a Ridley Scott y Russell Crowe (que hace
de Robin Hood,
pero que también produce la película) que por qué han considerado que era
necesario hacer una versión nueva, dicen básicamente que porque en ésta se
cuenta lo que nunca se había contado: los orígenes de Robin de Locksley. Ni falta
que hacía, añadiría yo. Es más, esta justificación me pone un poco nervioso y
me parece un precedente muy peligroso, porque por esa misma regla de tres, Sylvester Stallone se
podría poner a contar los primeros pasos de Rambo,
y ahora que lo pienso, el cine español nunca indagó demasiado en los orígenes
de Joselito.
Así que como las entrevistas a Ridley
y Russell
se difundan mucho, pronto nos llegará Rambo
7: el nacimiento de la bestia parda y El cigoto del ruiseñor.
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Russell Hood cabalgando y cortando el viento cuando pasa por el puerto camini (pum pum) to de Jerez. |
Yo no he podido hablar con Russell Crowe ni Cate Blanchett (que hace
de Lady Marian),
pero mi compañera Raquel
Santos sí, y además está estos días en el Festival de Cannes, que
inauguró precisamente el jueves Robin
Hood. No como Ridley
Scott, que no ha ido a Cannes porque tiene un problema en la
rodilla, pues vaya, debería aprender de Xavi, que jugó lesionado porque es un
valentón.
A ver: Robin Hood no está mal,
pero a mí me sigue llamando mucho la atención que la gente emplee varios años y
mucho dinero en hacer cosas que ya estaban hechas y bien hechas, como por
ejemplo remodelar la Plaza de Colón de Madrid. Quiero decir que esta película
no aporta nada nuevo, que no hacía falta que se hiciera, que no es mejor que la
de Kevin Costner,
aunque tampoco mucho peor. Y a pesar de que aparecen más extras que en Ben-Hur mezclada con Braveheart, y aunque la
batalla final es como el desembarco de Normandía pero en tierra firme, y aunque
todo es espectacular, Ridley
Scott encadena con ésta demasiadas películas lejos de la
excelencia: Red de mentiras, Un buen año, El reino de los
cielos, Gladiator (a la que Robin
Hood me recuerda un huevo)… Como decía Antonio Gassett, “cada vez que Ridley Scott rueda una
película se confirma que Blade Runner la dirigió un primo suyo”.
En resumen, que si vuestro
padre no os da la paga y no podéis ir al cine, no os preocupéis mucho. Y si sí
os la da, pero no llega a los 200 € que hacen falta para ir al cine (entrada +
palomitas + botellita de agua + algo de chocolate para postre + unas gafas 3D
por si acaso + un menú Bigmac
con patatas grandes a la salida + un almax + el autobús de vuelta a casa + un
condoncete por si pillas), lo mejor que podéis hacer es alquilar en DVD
cualquiera de las versiones anteriores de Robin Hood. Yo me limitaría a estas 5:
1. Robin de los bosques, la
de Errol Flynn.
Antes está la ya mencionada de Douglas
Fairbanks, pero ésta mola más. Porque es un clásico. Porque Lady Marian es Olivia de Havilland.
Porque es la cara que más tiempo hemos asociado a Robin Hood. Porque en
cualquier DVD de Errol
Flynn puede suceder que en los extras nos deleite con un solo
de piano (ver
este post sobre Errol). Porque puestos a ver un Robin Hood australiano, entre
Errol Flynn
y Russell Crowe
no hay color.
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Errol Flynn como Robin Hood, aunque por la pose y la ropa parece el Duende Verde de Spiderman. |
2. Robin y Marian, la de Sean Connery. Porque si Ridley Scott presume de
mostrar los prolegómenos de Robin,
esta versión nos muestra la prórroga y los penaltis. Porque Lady Marian es Audrey Hepburn. Porque se
sale de la habitual película de aventuras entre arqueros y guerreros del Príncipe Juan sin Tierra y se
centra en una historia de amor otoñal. Porque sale Sean Connery post-007 y
pre-madurito con presencia arrolladora. Porque si en la anterior dudas de si Robin hará un solo de piano
(de cola), en estos extras podría suceder que se ponga a blanquear dinero y a
construirse una mansión recalificando el
Bosque de Sherwood. Por cierto, ¿robaría Robin Hood a los ricos
del Caso Malaya
para dárselo a los pobres? No sé, no sé.
3. Robin Hood de Walt Disney. Es mi
favorita. Desde la Canción
silbada de los créditos iniciales hasta la trova del gallo juglar
en ese extraño acento disneyano que no es mexicano, ni portorriqueño ni ná: “Robin Hood y Little John venían por el
bosque, riendo de las bromas que solían los dos desiiiir”. Y desde
lo malo y tonto que es el Prínsipe
Juan hasta los adorables que son los conejitos pobres a los que
roba el Sheriff de Notthingam.
Me encanta esta versión.
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El Robin Hood de Disney, que era un zorro, con el fraile, Little John y Lady Marian, que era una zorra. |
4. Robin Hood, príncipe de los ladrones,
la de Kevin Costner.
Porque no está nada mal como película de aventuras. Porque sale Morgan Freeman. Porque el
malo es Alan Rickman,
un pedazo de actor que aparte de salir en Harry
Potter se prodiga menos de lo deseable. Porque la canción de Bryan Adams Everything I do (I do it for you)
se ha quedado superñoña, pero cuando la escuché por primera vez en el cine me
pareció buenísima. Porque el cameo final de Sean Connery (ex-Robin Hood) como Ricardo Corazón
de León es antológica. ¡Atención, spoiler! Ah no, esto lo tenía que
haber dicho antes de contar el final ¿no? Mierda. Perdonándome.
5. Robin Hood el Magnífico.
La verdad es que ésta os la digo para que parezca que conozco muchas versiones,
pero recuerdo que la vi después de la de Kevin
Costner (es que curiosamente son del mismo año) y me pareció
bastante aburridilla. Salía
Uma Thurman, eso sí, pero yo pertenezco a ese reducido grupo de
machos ibéricos a los que no les pone demasiado Uma Thurman.
Según la IMDB, hay 115
versiones más de Robin Hood de las que os he dicho aquí. Y luego también podéis
alquilar Gladiator,
cerrar los ojillos e imaginad que Russell
Crowe, en vez de con redecilla y un pincho gordo, sale con unas
flechas y va vestido de verde chillón.