Ya sabéis que
con una cadencia exacta de una vez cada cierto tiempo, me gusta hacer un repaso
por la cartelera para ver cuántas películas he visto, cuántas no, en cuántas he
estado presente con el cuerpo y ausente con el alma y en cuántas me han
colocado unas gafotas sobre mis gafotas y me han hecho verlas como si viera de
la manera en la que no veo.
Y una vez hecho este repaso,
divido las películas en tres grupos: las que me han gustado, las que no y las
que pichís-pichás. Y luego, de las que no he visto, procuro hablar con las
personas de las que más me fío y que mejor me conocen para que me digan si me
van a gustar, no me van a gustar o si me van a parecer pichís-pichás (por
suerte, cuento con bastantes opiniones que para mí son palabra de Dios, te
rogamos, óyenos).
Pero para no haceros vivir in
situ este absurdo proceso, que me suele llevar unos 243 días, os voy a hacer un
delicado resumen y os voy a colocar cinco títulos en cada grupo. Os ruego
encarecidamente que aportéis vuestras opiniones y que completéis la lista con
los títulos que os de la gana, o dicho en un lenguaje más cinematográfico, que
os salgan del mismísimo pirindolo. Ah, que así no se dice en el lenguaje
cinematográfico. Yo qué sé, yo es que curro más en la tele.
PELÍCULAS QUE HAY QUE VER PORQUE SI NO, NO ERES NADIE Y TE
MIRARÁN CON DESDÉN EN LAS FIESTAS
AN EDUCATION. Porque es una
delicia. Porque se vio metida en el grupo de diez películas que optaron al
Oscar, aunque era la invitada independiente que no iba a ganar ni loca (como Juno, como Pequeña Miss Sunshine).
Porque es de la directora de dos joyas llamadas Italiano para principiantes y Wilbur se quiere suicidar.
Porque trata maravillosamente el tema de las relaciones entre chica joven y
hombre hecho y derecho, el mito del pigmalión y la tambaleante moral familiar
cuando hay comodidad social de por medio. Porque a una amiga guapa le ha
gustado mucho porque le encanta el tema de las lolitas. Me lo podía haber dicho
hace 15 años y ahí que me hubiera metido de cabeza.
EL CONCIERTO. Porque nos
demuestra que los rumanos no sólo saben hacer dramas o tragedias (maravillosas)
como 4 meses, 3 semanas y 2
días. Porque la historia de la orquesta rusa desmantelada hace 30
años por cuestiones políticas que pretende suplantar a la actual en un
concierto en París, es una gozada. Porque casi nadie le está haciendo caso, así
que se puede ver rodeado de paz y amor, sin que el de atrás coma palomitas y le
comente cosas tontitas a la de al lado.
EL ESCRITOR. Porque Polanski merece que
vayamos a ver todas sus películas. Porque nos cuenta una historia en la que no
podemos evitar pensar en Tony
Blair y un poco en Ana
Rosa Quintana. Porque poco a poco nos va metiendo en un
importante berenjenal político y diplomático (aunque fiables amigos me dicen
que para su gusto se excede en el tamaño del berenjenal). Porque Polanski está encerrado
en Suiza, así que no puede salir a ver An
education, plasmar su opinión sobre las lolitas y seguir liando su
idilio con la justicia.
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Ewan McGregor y Samantha la salida de "Sexo en Nueva York", en "El escritor". |
EN TIERRA HOSTIL. Porque
oficialmente es la mejor película del año. Porque derrotó a Avatar. Por la escena de los
francotiradores. Porque contar una ficción y que la gente diga que parece un
documental es muy difícil, muy meritorio y muy gratificante. Porque le encantó
a Verónica Forqué.
LA ISLA INTERIOR. Porque
desde que Dunia Ayaso y
Félix Sabroso
abandonaron la “comedia petarda”, hacen un cine que da gusto verlo. Porque Alberto San Juan cada día
es mejor actor (Candela
Peña ya no puede ser mejor actriz). Porque su retrato de la
esquizofrenia y del miedo a lo que se hereda es demoledor (pero ojo, pese al
entusiasmo que parezco destilar, la película no es redonda).
SHUTTER ISLAND. Porque
parece que Scorsese
remonta. Yo es soy de los que no creo que todo lo que hace Scorsese sea perfecto.
Porque tiene cosas que parecen de Hitchcock
(la película, Scorsese
no se parece en nada a Hitchcock:
Hitchcock
estaba más rellenete). Porque Ben
Kingsley es muy grande. Porque esta vez hasta me creo un poco a
Leonardo di Caprio.
PELÍCULAS QUE CUANDO LAS VES SALES MOVIENDO LA CABEZA Y
DICIENDO “TCH, TCH, REGULÍN, REGULÁN”
AVATAR. Porque mucho 3D y
mucha gafa, pero poca chicha y poca historia. Porque un amigo muy listo me
contó que es la tercera película que opta al Oscar a la mejor película y no al
de guión. Una de ellas era Sonrisas
y lágrimas. ¿Y la otra? ¡Titanic!
Pero… la experiencia conjunta de ver a tanta gente disfrutando de algo nuevo
merece la pena. Eso sí, lo que me parece absurdo es bajársela de Internet o
verla en 2D.
CINCO MINUTOS DE GLORIA.
Porque es de Oliver
Hirschbiegel, y ese tío hizo El
hundimiento. Porque nos pone en un brete de elegir entre el perdón
y la venganza, y aunque en menor escala, muchas veces nos tira más la venganza.
Porque dicho esto, puedes elegir entre perdonar a Liam Neeson por su papel
en Furia de titanes
o vengarte de él. Porque me la recomienda Raquel Santos, fiable coordinadora de
programas de cine y habitual enviada a Cannes. Pero… de pronto la diatriba
moral se convierte en una peli de acción, y no pega nada.
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Liam Neeson en una foto bien sosa de "Cinco minutos de gloria". |
EL MAL AJENO. Porque Daniel Sánchez Arévalo ha
escrito un thriller a lo Shyamalan
muy muy interesante. Porque está bien dirigida. Porque Eduardo Noriega parece un
actor decente. Porque salen Angie
Cepeda y
Clara Lago, y yo las amo en silencio. Pero… Eduardo Noriega está
bien, pero podría estar mejor y subir la película. Y el papel de Belén Rueda lo han
cortado, estoy seguro, y se nota un montón.
LAS VIUDAS DE LOS JUEVES.
Porque la primera imagen, trágica, visualmente muy potente y en el que te
muestran el final de la película, te engancha sin remedio. Porque Juan Diego Botto y Leonardo Sbaraglia son
buenos, muy buenos (dicho esto con voz de Robert de Niro). Pero… Ernesto Alterio sigue un
poco asustado. Y yo me aburrí a ratos como una mona, una mona argentina, eso
sí.
SÓLO ELLOS. Porque la
historia es real, y eso parece que siempre se valora. Porque Clive Owen también es
bueno y no está asustado. Porque pudiendo ser un drama meloso y pegajoso, no lo
es. Pero… la escena en la que muere la madre de los niños (no os estoy
desvelando nada: por eso la película se llama “Sólo ellos”) parece la de la muerte de la madre
de Bambi, y no me gusta que se note tanto cuando me quieren hacer llorar.
PELÍCULAS QUE TAMPOCO OS VOY A INSULTAR SI VAIS A VERLAS,
PERO QUE SI TENÉIS ALGO MEJOR QUE HACER, COMO POR EJEMPLO ORDEÑAR A LAS
OVEJAS, PUES HACEDLO
EX-POSADOS. Porque Jennifer Aniston y Gerard Butler están muy
buenos, pero ya está. Porque desde que empieza la película sabes cómo va a ser
la escena siguiente. Porque estoy cansado de este tipo de comedias y también
estoy cansado porque he corrido por la Casa de Campo. Porque Gerard Butler me ha
decepcionado como conquistador y seductor, como Gigi L’amoroso.
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Jennifer Aniston y Gerard |
FURIA DE TITANES. Porque
no me gusta que me pongan unas gafas tan grandes para nada. Es como si vas a
comer una paella a un chiringuito y te obligan a ponerte una nariz con bigote.
Porque tenía un gran recuerdo de la versión de Harryhausen. Porque cuando la gente sale del
cine no se acuerda ni de quién era Andrómeda.
QUERIDO JOHN y RECUÉRDAME. Porque las
dos son ñoñas. Porque al no ser fan de Crepúsculo,
no me interesa vr tanto plano con muecas de Robert Pattinson. Porque en las dos se
cuenta la misma historia: un joven guapo y existencialmente perdido es redimido
por una chica guapa que le sirve de salvavidas. Cuando yo era joven y estaba
existencialmente perdido no me venía a salvar ni su puta madre. A ver si va a
ser porque no era guapo, se me ocurre de repente.
TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA. Porque sigo sin resolver la tensión que me produjo verla. Porque
la historia es un disparate. Porque fui incapaz de decirle a Norma Ruiz lo poco
que me gustó la película, y a los actores no les dije que me pareció buena,
pero sí que me había reído mucho, y tampoco era verdad. Mierda, soy un gusano.
Y como soy un gusano y es la
hora del aperitivo, ha aparecido un pollo grande y me ha confundido con la tapa
de su cañita. Qué mala suerte tengo.