viernes, 9 de abril de 2010

Qué ver y qué no ver en el cine

Ya sabéis que con una cadencia exacta de una vez cada cierto tiempo, me gusta hacer un repaso por la cartelera para ver cuántas películas he visto, cuántas no, en cuántas he estado presente con el cuerpo y ausente con el alma y en cuántas me han colocado unas gafotas sobre mis gafotas y me han hecho verlas como si viera de la manera en la que no veo.
Y una vez hecho este repaso, divido las películas en tres grupos: las que me han gustado, las que no y las que pichís-pichás. Y luego, de las que no he visto, procuro hablar con las personas de las que más me fío y que mejor me conocen para que me digan si me van a gustar, no me van a gustar o si me van a parecer pichís-pichás (por suerte, cuento con bastantes opiniones que para mí son palabra de Dios, te rogamos, óyenos).
Pero para no haceros vivir in situ este absurdo proceso, que me suele llevar unos 243 días, os voy a hacer un delicado resumen y os voy a colocar cinco títulos en cada grupo. Os ruego encarecidamente que aportéis vuestras opiniones y que completéis la lista con los títulos que os de la gana, o dicho en un lenguaje más cinematográfico, que os salgan del mismísimo pirindolo. Ah, que así no se dice en el lenguaje cinematográfico. Yo qué sé, yo es que curro más en la tele.
PELÍCULAS QUE HAY QUE VER PORQUE SI NO, NO ERES NADIE Y TE MIRARÁN CON DESDÉN EN LAS FIESTAS
AN EDUCATION. Porque es una delicia. Porque se vio metida en el grupo de diez películas que optaron al Oscar, aunque era la invitada independiente que no iba a ganar ni loca (como Juno, como Pequeña Miss Sunshine). Porque es de la directora de dos joyas llamadas Italiano para principiantes y Wilbur se quiere suicidar. Porque trata maravillosamente el tema de las relaciones entre chica joven y hombre hecho y derecho, el mito del pigmalión y la tambaleante moral familiar cuando hay comodidad social de por medio. Porque a una amiga guapa le ha gustado mucho porque le encanta el tema de las lolitas. Me lo podía haber dicho hace 15 años y ahí que me hubiera metido de cabeza.
EL CONCIERTO. Porque nos demuestra que los rumanos no sólo saben hacer dramas o tragedias (maravillosas) como 4 meses, 3 semanas y 2 días. Porque la historia de la orquesta rusa desmantelada hace 30 años por cuestiones políticas que pretende suplantar a la actual en un concierto en París, es una gozada. Porque casi nadie le está haciendo caso, así que se puede ver rodeado de paz y amor, sin que el de atrás coma palomitas y le comente cosas tontitas a la de al lado.
EL ESCRITOR. Porque Polanski merece que vayamos a ver todas sus películas. Porque nos cuenta una historia en la que no podemos evitar pensar en Tony Blair y un poco en Ana Rosa Quintana. Porque poco a poco nos va metiendo en un importante berenjenal político y diplomático (aunque fiables amigos me dicen que para su gusto se excede en el tamaño del berenjenal). Porque Polanski está encerrado en Suiza, así que no puede salir a ver An education, plasmar su opinión sobre las lolitas y seguir liando su idilio con la justicia.
Ewan McGregor y Samantha la salida de "Sexo en Nueva York", en "El escritor".
EN TIERRA HOSTIL. Porque oficialmente es la mejor película del año. Porque derrotó a Avatar. Por la escena de los francotiradores. Porque contar una ficción y que la gente diga que parece un documental es muy difícil, muy meritorio y muy gratificante. Porque le encantó a Verónica Forqué.
LA ISLA INTERIOR. Porque desde que Dunia Ayaso y Félix Sabroso abandonaron la “comedia petarda”, hacen un cine que da gusto verlo. Porque Alberto San Juan cada día es mejor actor (Candela Peña ya no puede ser mejor actriz). Porque su retrato de la esquizofrenia y del miedo a lo que se hereda es demoledor (pero ojo, pese al entusiasmo que parezco destilar, la película no es redonda).
SHUTTER ISLAND. Porque parece que Scorsese remonta. Yo es soy de los que no creo que todo lo que hace Scorsese sea perfecto. Porque tiene cosas que parecen de Hitchcock (la película, Scorsese no se parece en nada a Hitchcock: Hitchcock estaba más rellenete). Porque Ben Kingsley es muy grande. Porque esta vez hasta me creo un poco a Leonardo di Caprio.
PELÍCULAS QUE CUANDO LAS VES SALES MOVIENDO LA CABEZA Y DICIENDO “TCH, TCH, REGULÍN, REGULÁN”
AVATAR. Porque mucho 3D y mucha gafa, pero poca chicha y poca historia. Porque un amigo muy listo me contó que es la tercera película que opta al Oscar a la mejor película y no al de guión. Una de ellas era Sonrisas y lágrimas. ¿Y la otra? ¡Titanic! Pero… la experiencia conjunta de ver a tanta gente disfrutando de algo nuevo merece la pena. Eso sí, lo que me parece absurdo es bajársela de Internet o verla en 2D.
CINCO MINUTOS DE GLORIA. Porque es de Oliver Hirschbiegel, y ese tío hizo El hundimiento. Porque nos pone en un brete de elegir entre el perdón y la venganza, y aunque en menor escala, muchas veces nos tira más la venganza. Porque dicho esto, puedes elegir entre perdonar a Liam Neeson por su papel en Furia de titanes o vengarte de él. Porque me la recomienda Raquel Santos, fiable coordinadora de programas de cine y habitual enviada a Cannes. Pero… de pronto la diatriba moral se convierte en una peli de acción, y no pega nada.
Liam Neeson en una foto bien sosa de "Cinco minutos de gloria".
EL MAL AJENO. Porque Daniel Sánchez Arévalo ha escrito un thriller a lo Shyamalan muy muy interesante. Porque está bien dirigida. Porque Eduardo Noriega parece un actor decente. Porque salen Angie Cepeda y Clara Lago, y yo las amo en silencio. Pero… Eduardo Noriega está bien, pero podría estar mejor y subir la película. Y el papel de Belén Rueda lo han cortado, estoy seguro, y se nota un montón.
LAS VIUDAS DE LOS JUEVES. Porque la primera imagen, trágica, visualmente muy potente y en el que te muestran el final de la película, te engancha sin remedio. Porque Juan Diego Botto y Leonardo Sbaraglia son buenos, muy buenos (dicho esto con voz de Robert de Niro). Pero… Ernesto Alterio sigue un poco asustado. Y yo me aburrí a ratos como una mona, una mona argentina, eso sí.
SÓLO ELLOS. Porque la historia es real, y eso parece que siempre se valora. Porque Clive Owen también es bueno y no está asustado. Porque pudiendo ser un drama meloso y pegajoso, no lo es. Pero… la escena en la que muere la madre de los niños (no os estoy desvelando nada: por eso la película se llama “Sólo ellos”) parece la de la muerte de la madre de Bambi, y no me gusta que se note tanto cuando me quieren hacer llorar.
PELÍCULAS QUE TAMPOCO OS VOY A INSULTAR SI VAIS A VERLAS, PERO QUE SI TENÉIS ALGO MEJOR QUE HACER, COMO POR EJEMPLO ORDEÑAR A LAS OVEJAS, PUES HACEDLO
EX-POSADOS. Porque Jennifer Aniston y Gerard Butler están muy buenos, pero ya está. Porque desde que empieza la película sabes cómo va a ser la escena siguiente. Porque estoy cansado de este tipo de comedias y también estoy cansado porque he corrido por la Casa de Campo. Porque Gerard Butler me ha decepcionado como conquistador y seductor, como Gigi L’amoroso.
Jennifer Aniston y Gerard Butler. Para esposarles a los dos.
FURIA DE TITANES. Porque no me gusta que me pongan unas gafas tan grandes para nada. Es como si vas a comer una paella a un chiringuito y te obligan a ponerte una nariz con bigote. Porque tenía un gran recuerdo de la versión de Harryhausen. Porque cuando la gente sale del cine no se acuerda ni de quién era Andrómeda.
QUERIDO JOHN y RECUÉRDAME. Porque las dos son ñoñas. Porque al no ser fan de Crepúsculo, no me interesa vr tanto plano con muecas de Robert Pattinson. Porque en las dos se cuenta la misma historia: un joven guapo y existencialmente perdido es redimido por una chica guapa que le sirve de salvavidas. Cuando yo era joven y estaba existencialmente perdido no me venía a salvar ni su puta madre. A ver si va a ser porque no era guapo, se me ocurre de repente.
TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA. Porque sigo sin resolver la tensión que me produjo verla. Porque la historia es un disparate. Porque fui incapaz de decirle a Norma Ruiz lo poco que me gustó la película, y a los actores no les dije que me pareció buena, pero sí que me había reído mucho, y tampoco era verdad. Mierda, soy un gusano.

Y como soy un gusano y es la hora del aperitivo, ha aparecido un pollo grande y me ha confundido con la tapa de su cañita. Qué mala suerte tengo.