martes, 20 de abril de 2010

Festival de Málaga. Diario de bordo 1: Rosa María Sardà y una pandilla de feos

Desde el viernes por la noche estoy en Málaga. Málaga es una ciudad preciosa pero muy rara de carácter. Estos días, la ciudad está en las portadas de todos los periódicos de Málaga porque se está celebrando en ella el Festival de Cine de Málaga. En los diarios nacionales también estaréis leyendo cosas del Festival. Porque el Festival de Málaga es el certamen más importante de cine español, y tiene sus estrenos, sus alfombras rojas, sus estrellas, su glamour y su pescaíto.
Yo, para que no se me olviden las cosas, estoy escribiendo en una servilleta enorme un diario íntimo en el que apunto desde las entrevistas que hago hasta la muda que me tengo que poner mañana. Para trabajar poco, he decidido colgar en este blog las partes de ese diario que hablan exclusivamente de cine, aunque es posible que se me hayan colado algunos temas personales que no os interesan, porque estoy haciendo un corta y pega de la servilleta al ordenador con mucha prisa, y no me estoy fijando en lo que pongo porque estoy mirando al techo de la habitación del hotel. Pero bueno, allá va un resumen de mis tres primeros días en el festival.
Viernes 16
16:30. Sale el AVE de Madrid. En el AVE voy con mi chica, que se viene el fin de semana, y Cristina Teva, la presentadora de mi programa, que viene de entrevistar a Enrique Bunbury y nos cuenta su experiencia. Se me ocurren muy pocas compañías más placenteras que viajar con mi chica y Cristina Teva, y una de ellas es la de Rita Hayworth, que ya no vive.
19:00. Llegamos a Málaga. Paramos un rato en el hotel y salimos a cenar. Cristina nos cuenta su experiencia con Enrique Bunbury.
0:00. Nos tomamos un copazo con Gonzalo del Prado, de Antena 3. Cristina nos cuenta su experiencia con Enrique Bunbury.
3:00. Me voy a la cama con la sensación de haberme bebido 5 vinos y un par de vodkas. Seguramente sea porque me he bebido 5 vinos y un par de vodkas.
Esto es lo que veo desde la terraza de mi habitación. Cuando miro. Cuando no miro no veo nada.
Sábado 17
8:00. Primer despertar en Málaga. Me apunto en una servilleta que beber 5 vinos y un par de vodkas en la primera noche cuando llegas a un Festival en el que vas a estar 8 días es tontería. Pierdo la servilleta.
10:00. Se incorpora el resto del equipo con el que voy a pasar toda la semana. Ya os lo iré presentando. Nos ponemos a trabajar.
11:00. Dios, que no debe de leer este blog ni tener CANAL+, decide que lo mejor para que un equipo de televisión trabaje en la calle es que llueva como el día ése en el que Noé se puso a emparejar bichos al tuntún.
12:00. El Festival de Málaga nos reparte las acreditaciones. La mía no está hecha. La de Gonzalo Cabrera, el mejor realizador que ha pisado Málaga, tiene impresa mi foto, que encima es absurda. Pobre Gonzalo, os aseguro que en este intercambio de caretos sale perdiendo de largo.
14:00. Llegamos al Hotel AC, donde tengo una entrevista con Carlos Saura. Por problemas de horarios, no he podido ver su película Yo, don Giovanni, que inaugura el Festival y que trata de ópera, de Mozart, Salieri y Lorenzo da Ponte. Yo, que seguro que os parezco idiota, en el fondo soy un gran aficionado a la ópera. Y además soy idiota. Pero gracias a esta afición tan así, y tras avisar al maestro, consigo mantener una conversación coherente con él sobre la película, la música, el cine y las actrices que han marcado su carrera (y viceversa). Un lujo conocer a Saura, el tipo más afable del mundo. En cuanto pueda veo su Yo, Don Giovanni, se lo debo bastante.
15:00. Comemos en el mismo hotel AC. Pido una sopa de melón con virutas de jamón, pero en vez de virutas me echan en el cuenco un cerdo entero sin trocear. Me encuentro con Jordi Costa, que asiste a una mesa redonda de críticos de cine pero se marchaba enseguida. No veo yo a Jordi Costa disfrutando a muerte de un festival tan español como el de Málaga…
17:00. Entrevisto a Rosa María Sardà, que recibe uno de los premios honoríficos de Málaga. Una entrevista larga y en profundidad (unos 40 minutos) que disfruto como un enano cabrón, pero en la que también compruebo el irónico y mítico carácter indomable de la Sardà.
Charlando con Rosa María Sardà, ella con gafas de sol y yo con gafas 3D.
19:00. Seguimos grabando cosas por Málaga hasta que Mario, el mejor operador, ayudante, sonidista y hombre orquesta que ha pisado la ciudad, nos dice que grabar de noche es como echarle sal al bacalao. A Mario le debo las fotos de la alfombra roja de este post (las otras las hizo mi chica).
21:00. Cenamos como unos señores, primero en el Gorki y luego en Casa no sé qué.
1:00. Mierda, me he vuelto a tomar unos 6 vinos.
Domingo 18
8:00. Dicen que el domingo Dios descansó. Pues sería de crear el mundo, porque de llover no se cansa ni para atrás. Aunque a lo mejor no es Dios el que llueve y es  un funcionario del cielo, y estoy yo aquí echándole las culpas al pobre.
10:00. Los que no descansamos somos nosotros. Vemos Que se mueran los feos, de Nacho G. Velilla. No me ha vuelto loco ni muchísimo menos. Pero están Javier Cámara, Carmen Machi, Juan Diego, Julián López… y claro, alguna risa siempre te arrancan. Me quedo con una frase que me dijo Carlos Alonso de Fotogramas.es: “no, si hay algunos chistes con los que te podrías reír”.
11:00. Se incorpora a nuestro equipo Antonio, el mejor cámara y director de fotografía que ha pisado Málaga. Antonio lleva sin dormir desde 1980 porque ha estado grabando las últimas semanas un concierto de Bunbury en 3D. Nos intenta contar su experiencia, pero ya nos la había contado Cristina Teva.
12:00. Una Cristina Teva que, por cierto, entrevista a los actores importantes de Que se mueran los feos. En sus entrevistas, como está ella, no se muere nadie. Yo, por mi parte, pongo en riesgo de muerte a los actores secundarios, pero no menos importantes: Ingrid Rubio, María Pujalte y Tristán Ulloa, que cada vez que me ve me da un abrazo y ya sabéis que a mí esas cosas me hacen mucha ilusión y como no tengo nietos pues os las cuento a vosotros. También hablo con Nacho G. Velilla, que aunque no me haya convencido ni con esta película ni con Fuera de carta, sigo pensando que es un genio por ser el artífice de la mejor comedia de televisión que se ha hecho nunca en España: Siete vidas.
El reparto de "Que se mueran los feos" en la alfombra roja del Teatro Cervantes. Qué monos.
14:00. Cuando acaba la promoción de la película, entrevisto a Ingrid Rubio durante unos 45 minutos. Me lo paso pipa, porque me recuerda que ella era la niña del anuncio de “Quiero una sopa”, me cuenta una anécdota preciosa de su primer cásting y se me parece a Ana Belén en guapa.
15:00. Miguel Balanzategui, el mejor productor que ha pisado Málaga, nos trae unos bocadillos que cuela disimuladamente en el hotel, cuyo staff le descubre, también disimuladamente. Nos los comemos todo lo disimuladamente que podemos.
17:00. Cristina Teva, la mejor presentadora que ha pisado Málaga y a la que estuve pisando yo durante el viaje de ida, termina de trabajar con nosotros y se vuelve a Madrid porque el martes vuela a Nueva York a no sé qué de un gato mojao, dijo. Yo espero que la nube de ceniza sea sensata y se quite para que pase Cristina, que es capaz de deshacer la nube más tupida con el verdor de su cristalina mirada de clorofílica luz.
18:00. El público de Málaga se vuelve loca con la alfombra roja de Que se mueran los feos y de Planes para mañana, una película de Goya Toledo. Es que no veais cómo chilla el público de Málaga. No me extraña, porque por la alfombra desfilan todos los actores citados y Manuel Gómez Pereira, Verónica Forqué, María Botto, muchos chicos jóvenes de Los protegidos y de series que no controlo, Imanol Arias, Kiti Manver, Loles León, Jordi Vilches, etc. Glamour 100%.
Goya Toledo y sus compañeros de "Planes para mañana". Mi compañero Miguel Balanzategui ha descubierto que conmigo eso de hacer "planes para mañana" es una quimera.
19:00. Mi chica, la mejor que ha pisado Málaga, me pide que le haga una foto con una de las estrellas de la alfombra. Sólo con una. ¿Cuál? Chiquito de la Calzada.
20:00. Citamos a Goya Toledo en el vestíbulo del hotel antes de que salga para el estreno de su película. Está nerviosa, pero nos recibe con su representante, Antonio Rubial. De camino, se encuentra con Jorge Sanz, que está rodando una serie para el canal en el que trabajo, Fernando Trueba y Luis Alegre. Es que los pasillos del Hotel AC son como el plató de una de esas películas de los 80 en las que salía todo el mundo.

21:30. Decido terminar mi tercera jornada de trabajo, cenar y acostarme sin beber vino. Es que como me acostumbre a beber antes de dormir, luego no puedo dejarlo, como me pasa desde hace años con los cepillos: no me duermo si no miro fijamente uno durante seis minutos.