Desde el viernes por la noche
estoy en Málaga. Málaga es una ciudad preciosa pero muy rara de carácter. Estos
días, la ciudad está en las portadas de todos los periódicos de Málaga porque
se está celebrando en ella el Festival
de Cine de Málaga. En los diarios nacionales también estaréis
leyendo cosas del Festival. Porque el Festival de Málaga es el certamen más importante
de cine español, y tiene sus estrenos, sus alfombras rojas, sus estrellas, su
glamour y su pescaíto.
Yo, para que no se me olviden
las cosas, estoy escribiendo en una servilleta enorme un diario íntimo en el
que apunto desde las entrevistas que hago hasta la muda que me tengo que poner
mañana. Para trabajar poco, he decidido colgar en este blog las partes de ese
diario que hablan exclusivamente de cine, aunque es posible que se me hayan
colado algunos temas personales que no os interesan, porque estoy haciendo un
corta y pega de la servilleta al ordenador con mucha prisa, y no me estoy
fijando en lo que pongo porque estoy mirando al techo de la habitación del
hotel. Pero bueno, allá va un resumen de mis tres primeros días en el festival.
Viernes 16
16:30. Sale el AVE de Madrid.
En el AVE voy con mi chica, que se viene el fin de semana, y Cristina Teva, la
presentadora de mi programa, que viene de entrevistar a Enrique Bunbury y nos
cuenta su experiencia. Se me ocurren muy pocas compañías más placenteras que
viajar con mi chica y Cristina
Teva, y una de ellas es la de Rita Hayworth, que ya no vive.
19:00. Llegamos a Málaga.
Paramos un rato en el hotel y salimos a cenar. Cristina nos cuenta su
experiencia con Enrique
Bunbury.
0:00. Nos tomamos un copazo
con Gonzalo del Prado,
de Antena 3. Cristina nos cuenta su experiencia con Enrique Bunbury.
3:00. Me voy a la cama con la
sensación de haberme bebido 5 vinos y un par de vodkas. Seguramente sea
porque me he bebido 5 vinos y un par de vodkas.
![]() |
Esto es lo que veo desde la terraza de mi habitación. Cuando miro. Cuando no miro no veo nada. |
Sábado 17
8:00. Primer despertar en
Málaga. Me apunto en una servilleta que beber 5 vinos y un par de vodkas en la
primera noche cuando llegas a un Festival en el que vas a estar 8 días es
tontería. Pierdo la servilleta.
10:00. Se incorpora el resto
del equipo con el que voy a pasar toda la semana. Ya os lo iré presentando. Nos
ponemos a trabajar.
11:00. Dios, que no debe de
leer este blog ni tener CANAL+, decide que lo mejor para que un equipo de
televisión trabaje en la calle es que llueva como el día ése en el que Noé se
puso a emparejar bichos al tuntún.
12:00. El Festival de Málaga
nos reparte las acreditaciones. La mía no está hecha. La de Gonzalo Cabrera, el mejor
realizador que ha pisado Málaga, tiene impresa mi foto, que encima es absurda.
Pobre Gonzalo, os aseguro que en este intercambio de caretos sale perdiendo de
largo.
14:00. Llegamos al Hotel AC,
donde tengo una entrevista con Carlos
Saura. Por problemas de horarios, no he podido ver su película Yo, don Giovanni, que
inaugura el Festival y que trata de ópera, de Mozart, Salieri
y Lorenzo da Ponte.
Yo, que seguro que os parezco idiota, en el fondo soy un gran aficionado a la
ópera. Y además soy idiota. Pero gracias a esta afición tan así, y tras avisar
al maestro, consigo mantener una conversación coherente con él sobre la
película, la música, el cine y las actrices que han marcado su carrera (y
viceversa). Un lujo conocer a Saura,
el tipo más afable del mundo. En cuanto pueda veo su Yo, Don Giovanni, se lo debo
bastante.
15:00. Comemos en el mismo
hotel AC. Pido una sopa de melón con virutas de jamón, pero en vez de virutas
me echan en el cuenco un cerdo entero sin trocear. Me encuentro con Jordi Costa, que asiste a
una mesa redonda de críticos de cine pero se marchaba enseguida. No veo yo a Jordi Costa disfrutando a
muerte de un festival tan español como el de Málaga…
17:00. Entrevisto a Rosa María Sardà, que
recibe uno de los premios honoríficos de Málaga. Una entrevista larga y en
profundidad (unos 40 minutos) que disfruto como un enano cabrón, pero en la que
también compruebo el irónico y mítico carácter indomable de la Sardà.
![]() |
Charlando con Rosa María Sardà, ella con gafas de sol y yo con gafas 3D. |
19:00. Seguimos grabando cosas
por Málaga hasta que Mario,
el mejor operador, ayudante, sonidista y hombre orquesta que ha pisado la
ciudad, nos dice que grabar de noche es como echarle sal al bacalao. A Mario le
debo las fotos de la alfombra roja de este post (las otras las hizo mi chica).
21:00. Cenamos como unos
señores, primero en el Gorki
y luego en Casa no
sé qué.
1:00. Mierda, me he vuelto a
tomar unos 6 vinos.
Domingo 18
8:00. Dicen que el domingo
Dios descansó. Pues sería de crear el mundo, porque de llover no se cansa ni
para atrás. Aunque a lo mejor no es Dios el que llueve y es un
funcionario del cielo, y estoy yo aquí echándole las culpas al pobre.
10:00. Los que no descansamos
somos nosotros. Vemos Que se
mueran los feos, de Nacho
G. Velilla. No me ha vuelto loco ni muchísimo menos. Pero están
Javier Cámara, Carmen
Machi, Juan Diego, Julián López… y claro, alguna risa siempre
te arrancan. Me quedo con una frase que me dijo Carlos Alonso de Fotogramas.es: “no, si hay algunos chistes con
los que te podrías reír”.
11:00. Se incorpora a nuestro
equipo Antonio,
el mejor cámara y director de fotografía que ha pisado Málaga. Antonio lleva
sin dormir desde 1980 porque ha estado grabando las últimas semanas un
concierto de Bunbury
en 3D. Nos intenta contar su experiencia, pero ya nos la había contado Cristina Teva.
12:00. Una Cristina Teva que, por
cierto, entrevista a los actores importantes de Que se mueran los feos. En sus entrevistas, como
está ella, no se muere nadie. Yo, por mi parte, pongo en riesgo de muerte a los
actores secundarios, pero no menos importantes: Ingrid Rubio, María Pujalte y Tristán Ulloa,
que cada vez que me ve me da un abrazo y ya sabéis que a mí esas cosas me hacen
mucha ilusión y como no tengo nietos pues os las cuento a vosotros. También
hablo con Nacho G. Velilla,
que aunque no me haya convencido ni con esta película ni con Fuera de carta, sigo pensando
que es un genio por ser el artífice de la mejor comedia de televisión que se ha
hecho nunca en España: Siete
vidas.
![]() |
El reparto de "Que se mueran los feos" en la alfombra roja del Teatro Cervantes. Qué monos. |
14:00. Cuando acaba la
promoción de la película, entrevisto a Ingrid
Rubio durante unos 45 minutos. Me lo paso pipa, porque me
recuerda que ella era la niña del anuncio de “Quiero
una sopa”, me cuenta una anécdota preciosa de su primer cásting y
se me parece a Ana Belén en guapa.
15:00. Miguel Balanzategui, el
mejor productor que ha pisado Málaga, nos trae unos bocadillos que cuela
disimuladamente en el hotel, cuyo staff le descubre, también disimuladamente.
Nos los comemos todo lo disimuladamente que podemos.
17:00. Cristina Teva, la mejor
presentadora que ha pisado Málaga y a la que estuve pisando yo durante el viaje
de ida, termina de trabajar con nosotros y se vuelve a Madrid porque el martes
vuela a Nueva York a no sé qué de un gato mojao, dijo. Yo espero que la nube de
ceniza sea sensata y se quite para que pase Cristina, que es capaz de deshacer
la nube más tupida con el verdor de su cristalina mirada de clorofílica luz.
18:00. El público de Málaga se
vuelve loca con la alfombra roja de Que
se mueran los feos y de Planes
para mañana, una película de Goya
Toledo. Es que no veais cómo chilla el público de Málaga. No me
extraña, porque por la alfombra desfilan todos los actores citados y Manuel Gómez Pereira, Verónica Forqué,
María Botto, muchos chicos jóvenes de Los protegidos y de
series que no controlo, Imanol Arias,
Kiti Manver, Loles León, Jordi Vilches, etc. Glamour 100%.
![]() |
Goya Toledo y sus compañeros de "Planes para mañana". Mi compañero Miguel Balanzategui ha descubierto que conmigo eso de hacer "planes para mañana" es una quimera. |
19:00. Mi chica, la mejor que
ha pisado Málaga, me pide que le haga una foto con una de las estrellas de la
alfombra. Sólo con una. ¿Cuál?
Chiquito de la Calzada.
20:00. Citamos a Goya Toledo en el
vestíbulo del hotel antes de que salga para el estreno de su película. Está
nerviosa, pero nos recibe con su representante, Antonio Rubial. De camino, se encuentra con Jorge Sanz, que está
rodando una serie para el canal en el que trabajo, Fernando Trueba y Luis Alegre. Es que los
pasillos del Hotel AC son como el plató de una de esas películas de los 80 en
las que salía todo el mundo.
21:30. Decido terminar mi
tercera jornada de trabajo, cenar y acostarme sin beber vino. Es que como me
acostumbre a beber antes de dormir, luego no puedo dejarlo, como me pasa desde
hace años con los cepillos: no me duermo si no miro fijamente uno durante seis
minutos.