miércoles, 7 de abril de 2010

Nosolocine

Hoy tengo uno de esos días difíciles. No, no tengo la regla, a mí eso ya no me pasa. Tengo uno de esos días difíciles porque me apetece hablar de cosas que no tienen nada que ver con el cine y la televisión, pero que me gustaría compartir, y no sé cómo hacerlo para no desvirtuar la temática de este blog.
-       “Jose, te pasas el puto blog hablando de cosas que no tienen nada que ver con el cine y la televisión. El otro día contaste la primera vez que saliste con tu amigo Luiso.”
-       “Pero salimos al cine.”
-       “Ya, pero eso a la gente qué le importa.”
-       “Huy, pareces Raphael.”
Esta voz interior que a veces me habla no sé ahora mismo si sale de mi subconsciente o de la dirección de contenidos de Menstyle. Por si acaso, voy a intentar vincular al cine y la televisión algunos de los temas que os quería comentar hoy.
1. Acaba de terminar de representarse en Madrid Frankenstein, una obra de teatro dirigida y adaptada por Gustavo Tambascio que respeta la historia original de Mary Shelley. O sea, que no tiene nada que ver con el Frankenstein que conocemos de Boris Karloff y que dirigió James Whale (deberes: ver la película Dioses y monstruos, fragmento de la biografía de James Whale. Si ya la habéis visto, deberes 2: leer un libro bueno). La obra va a hacer una minigira por España, así que a ver si podéis engancharla. En Frankenstein destaca Javier Botet, un actor con una enfermedad que le hizo crecer exageradamente y no engordar, y que ha hecho muchas figuraciones en películas de terror (sin ir más lejos es la famosa Niña de Medeiros de Rec). En Frankenstein, Botet es “la criatura”, y su nacimiento es espeluznante, desnudo, como un esqueleto frágil con una fina capa de piel, retorciéndose y dejando al público sumido en un silencio acongojado. Un público que respira aliviado cuando, en el segundo acto, ve que Botet es capaz de hablar, andar y correr como una persona normal, que no se rompe, que es un actor. Emilio Gavira, de El milagro de P Tinto, El séptimo día o Camino (sí: estoy citando su filmografía porque sigo intentando vincular este post al cine), como siempre, aparece contenido y en el registro exacto que requiere la obra. Interpreta varios personajes, y entre ellos brilla el del Doctor Waldam. Emilio es enano, pero ese pequeño detalle se te olvida por completo cuando le ves en teatro. Emilio es mi amigo, pero os juro, y él lo sabe bien, que no le estoy halagando por eso, cuando no hay que halagarle también se lo digo, pero no aquí, porque he dicho que somos amigos y a los amigos no se les insulta vía blog. Se les manda un SMS que diga. “Sms amgs, xo ers n sioputa”.
Los actores de "Frankenstein" colocados cada uno por su lado.
Y digo que Emilio Gavira sale contenido porque no veo tan contenido al Doctor Frankenstein, Raúl Peña, que hacía de hijo de Cándida en Cándida y que salía en La señora. Parece como si se inventara cosas, porque habla bastante más que los demás, y a veces no tiene sentido lo que dice. Y luego está Eduardo Casanova, el Fidel de Aída, que está más contenido en la obra que en la serie (bueno, Boris Izaguirre en una carroza del Orgullo Gay está más contenido que Eduardo en Aída). Creo que Eduardo no va a hacer la gira. El resto del reparto está más que correcto, y entre todos te permiten conocer la verdadera novela de Frankenstein (más deberes: ver Remando al viento, de Gonzalo Suárez, la historia de cómo se fraguó la novela). Y si podéis ver Frankenstein, hacedlo.
2. ¿Qué pasó con Manolete? No con el torero, que ya sabemos que lo mató el toro Islero en Linares, 1947, sino con la película de la que tanto se habló hace unos años y que supuestamente rodaron Penélope Cruz y Adrien Brody, que se parece un huevo a Manolete. Pero hace tanto que la rodaron que ya se nos había olvidado. ¡Pero si yo entrevisté a Sonia Grande en 2006 y me enseñó el vestuario de la película, y ya se había rodado! ¡Pero si en septiembre de 2007 mi programa de televisión y la Plaza de toros de Las Ventas acordamos que nos dejarían grabar una edición en el ruedo, porque se estrenaba ya la película! ¡Pero si se dijo que se iba a presentar en el Festival de Cannes de 2008! Bueno, pues el motivo de que no se haya estrenado es muy sencillo: parece ser que el productor Andrés Vicente Gómez no pagó a todo el mundo, y eso no está bonito, y la película no se ha podido terminar porque los trabajadores se han negado a concluirla hasta que no cobraran. Pero desde la productora dicen que no, que para San Isidro Manolete llegará a España (qué fecha más propia) y que lo que pasa es que la estaban acabando. Coño, ni que fuera Avatar. Pero en Construcciones Moya, que son los que hicieron los decorados, insisten en el incómodo tema de las deudas. Pero los productores dicen que no, que lo que pasa es que se han hecho 98 montajes han dado con el definitivo. Repámpanos.
Manolete dispuesto a saltar al ruedo, desde cuyas gradas, por aquella época, Elsa Pataky todavía le gritaba: "¡Ole, mi torerito!"
Manolete se va a estrenar primero en Francia. A ver si hay buena suerte (o mala no, porque creo que Manolete no es precisamente Ciudadano Kane) y podemos verla en 2010. Que si no Penélope Cruz y Adrien Brody nos van a parecer dos pipiolos, como Brad Pitt en las escenas finales de Benjamin Button.
3. Verónica Forqué anda por Madrid representando en teatro La abeja reina. La pasada semana tuve el placer y el honor de repasar con ella toda su carrera para un documental que estamos preparando. Estuvimos hablando cerca de una hora y cuarto con cámaras, y una media hora sin ellas. Y en ambas conversaciones se comportó exactamente igual, porque Verónica Forqué, leyenda de nuestro cine, teatro y televisión, es tan cercana como sus personajes. Venía alucinada con En tierra hostil, que la vio el día antes, y tardó en arrancar la entrevista porque no tenía prisa y le apetecía hablar de esa película. La entrevista, que fue larga, se nos pasó a todos en un pis pas o plis plas o como se diga. Mis compañeros Javi, Antonio, Miguel y Toñi se reían de las cosas que contaba Verónica, y sobre todo de cómo las contaba, y eso no suele pasar cuando estás grabando o sujetando un micrófono durante más de una hora. Nos contó cómo recuerda a su padre (su padre es el autor de Atraco a las tres, ¿quizá la mejor comedia española de la Historia?), su primer desnudo en teatro (“hija, ¿tú quieres ser actriz o un putón verbenero?”), su admiración por Colomo o Trueba, la única vez que se enfadó con ella Pedro Almodóvar en Kika por no querer eclipsar en una secuencia a Rossy de Palma, su relación con Manuel Iborra y su “segunda familia” de Pepa y Pepe, su amor al teatro… Y chincha, que me dijo que parezco más joven de lo que soy, porque le sorprendió que me acordara de su serie Ramón y Cajal, y vaya si me acuerdo, que hasta le conté una tontería que hacía yo cuando emitían la serie, y le pareció muy bonito y me dijo que se la iba a contar en casa a Manuel Iborra. Yo no os la cuento porque me da vergüenza. Verónica Forqué se despidió dando las gracias por haberle hecho una entrevista así y se marchó repitiendo los nombres de los miembros del equipo que fuimos a grabarla. Qué guay.
Verónica Forqué y Miguel Rellán (vaya dos) en "La abeja reina".
4. También es teatro, pero lo que está haciendo El Brujo no sé cómo disfrazarlo de cine o televisión. Rafael Álvarez El Brujo es el mejor monologuista que hay en España, ya les gustaría estar a la altura de sus zapatos a los graciosetes del Club de la comedia. Con El testigo, El Brujo vuelve a doblarte de risa con la historia de un cantaor de flamenco (Miguel Pantalón) narrada por una de las personas que vivieron cerca de él y que, al contrario de lo que suele suceder, es capaz de decir una sola palabra buena del difunto. Intentad verla si pasa por vuestra ciudad.

P.D: “Había una vez tres muchachitas que fueron a una academia de policía. Les asignaron misiones muy peligrosas. Pero yo las aparté de todo ello y ahora trabajan para mí”. / “Soy Bill Maxwell, del FBI. Y este payaso del pijama rojo es Ralph Hinkley”. La pasada semana desaparecían los actores que pronunciaron estas míticas frases en televisión. John Forsythe, el Blake Carrington de Dinastía y la voz de Charlie, el de “Los ángeles de”. Y Robert Culp, el agente del FBI que acompañaba al Gran Héroe americano. Ambos trabajaron en miles de cosas más, pero sobre todo los recordaremos por esos grandísimos momentos quen nos dieron en las tardes y noches de televisión de los 70 y 80. Descansen en paz y en nuestra memoria.