Mañana sábado, u hoy sábado, o
mañana sábado, el Festival de Venecia va a entregar a Sylvester Stallone uno de sus premios honoríficos.
Según ellos mismos dicen, el “director” Sylvester Stallone recibirá el Premio Gloria Jaeger
LeCoultre. Bueno, para mí Stallone no es un director. No sé si es un actor
(aunque le he visto en películas buenas, no olvidemos que “Acorralado”, “Rocky”
a secas o “Copland” son buenas). Yo creo Stallone es un personaje.
Hace unos años, cuando estrenó “Rocky VI”, tuve la ocasión
(gracias como siempre a CANAL) de entrevistar a Sylvester Stallone. Una revista me pidió un artículo
sobre el encuentro. Como el copyright es mío, como homenaje a Sly, y como
homenaje a mí mismo, que así de paso escribo menos, os transcribo cómo fue ese
artículo y ese encuentro. Fue algo así:
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Sylvester Stallone vestido de Rambo. Dios, qué bestia. |
Stallone vino a Madrid a presentar Rocky Balboa, una película que debería haberse llamado Rocky VI. Quienes la vieran en el cine (que no deben avergonzarse, porque la película fue número 1 en la taquilla de España) se encontrarían con un Stallone mucho más mayor y algo más fofo, pero sobre todo con un Stallone mucho más hinchado. Digo de cara. Las malas lenguas hablaron de bótox y operaciones quirúrgicas. No sé. El caso es que después de verle en la película, encararle en persona no impresiona tanto. Digo “tanto”. O sea, que sí que impresiona, pero menos que en Rocky VI, digo, Rocky Balboa.
Que ningún periodista les
engañe: en este tipo de entrevistas apenas se puede hablar más de cinco minutos
con la estrella. O sea, que no puedes hacerte una idea muy precisa de cómo es,
igual que la estrella tampoco tiene tiempo de hacerse una idea precisa de cómo
eres tú (aunque según las preguntas que le hagas puede dirimir fácilmente si
eres normal o completamente idiota: yo hay veces que en cinco minutos he conseguido
transmitir lo segundo sin ningún tipo de problema). Por otra parte, Adam Sandler me dijo una
vez que yo era nice. Y si Adam Sandler puede
sentenciar en cinco minutos que yo soy nice,
pues yo si quiero puedo dictaminar en cinco minutos que Sylvester Stallone es un
tipo afable y profesional. Porque te recibe con una sonrisa, con esa su sonrisa
medio torcida tras la que esperas que te vaya a comunicar que no siente las
piernas (esta puta frase se me vino a la cabeza más de una vez durante la breve
entrevista, qué patético). Te pregunta qué tal estás, te vende bien su
película, trata cada una de tus preguntas como si fuera inteligente (la
pregunta), es amable, contenta a los periodistas-fans que le piden autógrafos
(en este mundo hay muchos periodistas-fans que piden autógrafos)… A mí esto no
se me ocurrió, me da una vergüenza terrible, lo de los autógrafos, pero la
periodista-fan que le entrevistó antes que yo llevaba un DVD de Rocky (la uno, la buena), para que se lo
firmara, y Sly lo hizo amablemente. Igual
mientras firmaba el DVD pensó: “claro, me traes
la uno, la buena, pero la cinco seguro que no la viste ni bajada del emule”.
Stallone realmente piensa que los personajes que interpreta son paradigmas
del héroe, no tanto del americano como del mundial. Casi yo diría que del
universal. Siempre me llamó la atención que la mitad de sus películas lleven en
su título el nombre de su papel (este dato es falso, aquí la palabra mitad
actúa como hipérbole o exageración). Rocky (la I, la II, la III, la
IV, la V y la Balboa), Rambo, Rambo III, Rambo IV y la que viene (los
expertos en este tipo de cine sabrán que Rambo II no existe, que la II se
llama Rambo y que la I se llama Acorralado), Cobra, Get Carter, Tango y Cash, Juez Dredd… Sylvester piensa que “si no interpretas
a un personaje fuerte, la película tampoco tiene fuerza”. No sé, según a lo que
llames fuerte. Yo pienso por ejemplo en el Atticus Finch de Matar a un ruiseñor y no sé si a Stallone le parecerá un personaje
fuerte. Pero a lo mejor me equivoco con este juicio (pre-juicio), porque debo
repetir (o enunciar) que a mí este forzudo no me pareció tonto en absoluto.
Además, no considero que Stallone haga Rocky pensando que escribe una
página imborrable en la historia del cine, ni que se dirija a un público con el
que yo me deba identificar necesariamente. Ni usted, si no quiere.
Pero en esto último quizá
vuelvo a equivocarme: antes de acudir al pase de prensa de Rocky Balboa o Rocky VI (un pase de prensa es una proyección
de la película que nos ponen a los periodistas antes de que se estrene en las
salas, para que podamos hablar de ellas y realizar las entrevistas con un
mínimo de criterio), hice memoria y me sorprendió descubrir que había visto
todas y cada una de las cinco partes anteriores. La primera que vi fue Rocky III, en el cine, con 14 años y con mi
amigo Luis. De camino a nuestra casa, nos dio por practicar lo que habíamos
visto en la película con Fabián el Cabezón, de lo emocionados que salimos. Como
fuera que Rocky III nos pareció a los
dos una obra maestra del cine de autor, alquilamos en vídeo la I y la II. La I
la he vuelto a ver más adelante, y me sigue pareciendo una buena película. Con
la II, como que ya no me apeteció tanto repetir. Unos años más tarde, Luis y yo
volvimos al cine para ver la IV. La IV es alucinante. Es ésa en la que Rocky boxea en la Unión Soviética contra una
bestia parda, rusa y rubia; la destroza, y se acaba dirigiendo en un discurso
pacificador e integrador a unas irritadas masas con banderas de la hoz y el
martillo, que le empiezan abucheando como símbolo del capitalismo y le acaban
aclamando al grito de “¡Rocky, Rocky!”,
pero con esa “R” que ponen los en las películas malas para doblar a espías
rusos. Esto fue en el año 1986. Rocky V
la vi en Canal +. Me pareció un tostón. Para ver Rocky VI - Balboa, más de 20 años después de
ir a ver la IV, invité al pase de prensa a mi amigo Luis. Me pareció un bonito
homenaje a lo tontos que fuimos de adolescentes. La verdad es que nos reímos
mucho durante la proyección, aunque imaginarán que la película no es ni mucho
menos una comedia. No sé por qué he contado esta historia de la saga de Rocky, de mi amigo Luis y de mí. Ustedes
disculpen.
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Mi mítico cogote saludando a un hinchadete Sly. |
Tengo la impresión de que ambos la han liberado. Pero durante esta breve entrevista, Stallone me anunció que estaba empezando a preparar Rambo IV. O sea, que consiguió liberar a una bestia, pero me temo que aún le quedan otras dentro. Que Dios nos coja confesados.
Como sabréis, por supuesto que estrenó “Rambo IV”. Y no descartéis
un Vii y un V, respectivamente.
Yo creo que Stallone se merece este premio.