En este año 2009 se cumple un curioso doble aniversario: hace 100
años que nació Errol Flynn y hace 50 años que se murió Errol Flynn (Actividades: ¿A qué edad murió
Errol Flynn? Razona la repuesta).
Así que este post homenaje a
Errol Flynn
podría haber sido escrito en cualquier momento del año, pero he elegido hoy
porque el 20 de junio (o sea este sábado, pero yo os lo cuento ahora porque el
sábado he quedado), Errol cumpliría 100
años si viviera, pero no es el caso. Para celebrar el cincuentenario de su
muerte habría que esperar al 14 de octubre, pero ese día también he quedado. Y
seguramente a causa de estos dos aniversarios vais a ver este año en las
librerías una autobiografía titulada “Errol
Flynn, aventuras de un vividor”, que nunca se había editado en España.
Algunas de las cosas que os cuento hoy vienen en ese libro. Pero otras no.
Porque yo podría ponerme a escribir un post del estilo: “Oh, Errol Flynn, qué estrella más grande, ése Robín
de los Bosques, ese Pirata del Caribe, oh”. O ponerme a elogiar sus
dotes actorales, o su mítica figura. Pero no es mi estilo (Actividades: ¿Cuál es mi estilo? Y si encuentras una
respuesta a esta pregunta, ¿me la puedes enviar?). Así que mejor voy a
ser frívolo y contaros cosas que, al menos a mí, me resultan curiosas de este
tipo tan así.
Por ejemplo, que Errol en realidad se llamaba Leslie, como Leslie Nielsen y como la hermana pequeña de
la Nancy. En realidad era Leslie Thompson Flynn, y
nació en Tasmania, Australia, o sea, como el diablo de los dibujos y como Hugh Jackman, Nicole Kidman, Russell
Crowe, Mel Gibson… Tanto como se habla ahora del boom de los actores
australianos y resulta que el primero de ellos era del año de la tana (Actividades: ¿De qué año es “La Tana”? Es más,
¿quién coño es “La Tana”?).
Errolcín, de niño, estudió en los mejores colegios de París y Londres, y
fue expulsado de todos ellos. Errolcito, de adolescente, puso sus primeros cuernos con 17 años, mejor
dicho, ayudó a la mujer de su superior en el ejército a ponérselos a su marido.
Cuando el oficial descubrió a su cadete echando un polvete en su sofacete, le
empezó a dar de hostias hasta que la cosa acabó en el hospital. Acabó en el
hospital el marido cornudo, porque Errol salió ileso de la pelea. Errolcillo, de joven, trabajó como buscador de oro, contrabandista de
diamantes y policía. Era muy extremista, como veis.
En 1937, no me preguntéis
por qué, Errol Flynn
fue depositario de una importante suma de dinero destinada a la II República
Española. En cambio, el FBI tenía documentación de sobra que identificaba al
actor con una ideología próxima al fascismo. Es más, dada su ascendencia
irlandesa, se temía que el dinero pudiera acabar en el IRA. No hubo problemas:
la pasta no le llegó ni a Azaña, ni al IRA ni a Hitler
ni a nadie. Nunca se supo lo qué pasó con ella. Que se la fundió, vamos.
Sus fiestas eran míticas.
Eran prácticamente orgías. Y aquí llega el gran dato, la gran leyenda urbana.
En esas fiestas, cuando se tomaba más de una copilla, Errol Flynn deleitaba a
sus amistades tocando el piano con el rabo. Huy, perdón, que poco fino he
estado. Lo tocaba con el pene, ya sabéis, con el miembro, con el canutillo. Así
entre nosotros, a mí no me parece para tanto: yo toco la batería. Pero se
supone que, como os he dicho, esto es una leyenda urbana. Una leyenda, eso
sí, confirmada por la mismísima Marilyn
Monroe, que un día asistió a uno de estos conciertos para piano
y pepino en Re Mayor (Actividades: ¿es posible
tocar el piano como Errol
Flynn pero poniendo
acordes?).
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Errol Flynn. Nunca le he visto tocar el piano, pero lo de la foto son espadas. |
La verdad es que Errol era un poco alcohólico. Como dice Javier Cansado, fue el inventor del destornillador (mi anticuada y preferida copa, debo decir). Cuando le prohibían llevar alcohol a los rodajes, Errol inyectaba whisky en un kilo de naranjas, y se las iba zampando en el plató. Qué maestro. No en vano, el alcoholismo le castigó el hígado y el corazón de tal manera (el instrumento no sé si se lo castigó tanto, me refiero al piano), que murió con 50 años, pero la autopsia decía que su cuerpo parecía el de un hombre de 75. Cuentan que fue enterrado con seis botellas de whisky “para el camino”.
P.D. Iba a colgar una
secuencia de alguna de sus películas, pero hay un vídeo de “El informal” de cuando Florentino era gracioso - Florentino Fernández, no Pérez - que cada vez que lo veo me meo de la
risa (en las teclas del piano). Pertenece a la película El burlador de Castilla. Salud, Errol.