Ayer domingo se cumplieron 50 años del estreno en cines de la obra
maestra de Dios. Bueno, de una de sus obras maestras. Bueno, y de uno de los
dioses que hay, porque si en el mundo religioso ya hay demasiados (Jehová, Alá,
Zeus, Apis, Anubis, Piscis… ¿o Piscis no era un Dios y Apis era un foie-gras?
No sé, no sé), en el mundo pagano ya ni os cuento. Yo venero al Dios de Fernando Trueba, o sea, a Billy WiIder. Por eso digo que no es
posible hablar de “su obra maestra”, sino de ”una de sus obras maestras”.
Porque no podemos decir que Testigo de cargo sea mejor que El apartamento, o Sabrina que Perdición, o Primera plana que El crepúsculo de los dioses. Pero la película que ayer
cumplió medio siglo es quizá la más famosa y divertida de Wilder: Con faldas y a
lo loco.
- Con faldas y a lo loco está considerada por el
AFI (un Instituto estadounidense que se pasa la vida publicando unos
ránkings que a la postre se convierten en las clasificaciones oficiales)
como la mejor comedia y la 14ª mejor película de la
historia. La segunda mejor comedia es Los
bingueros.
- Que no, bobos,
que es broma.
- En la línea de nuestro
cursillo de inglés Fucking translations,
el título de la película no está muy bien traducido. Con el diccionario en
la mano, deberían haberla llamado A
algunos les gusta caliente, tal y como hicieron en Francia o
Italia. Pero si hoy en día en España traducimos Meet Dave por Atrapado en un pirado, pues por qué no
iban a llamar en los años 50 “Con
faldas y a lo loco” a Some
like it hot. En México y Argentina tampoco se cortaron un pelo:
allí se llamó Una Eva y dos Adanes.
Con un par de cojones.
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Con faldas y a lo loco. Sí, lo que pone en inglés no tiene nada que ver. |
- Wilder ofreció primero
a Jerry Lewis el
papel de Jack Lemmon,
pero él cómco de las mil muecas lo rechazó. Desde entonces y hasta su
muerte, Jack Lemmon
le envió a su amigo Lewis una caja de bombones todos los años,
coincidiendo con el aniversario del estreno de la película (o sea,
tal día como yer).
- La película iba a ser
en color. Marilyn
Monroe lo firmó así en su contrato y estaba supercontenta.
Pero tras hacer las pruebas de maquillaje con Tony Curtis y Jack Lemmon y ver lo
mucho que se les notaban los potingues en sus caretos de varón, Billy Wilder
decidió hacerla en blanco y negro para que no parecieran unas drag-queens.
Cuentan que Marilyn se enfadó mucho y que le dijo a WIlder muy cabreada:
“Doo-doo-bi-doo”, que es lo que mejor sabía decir Marilyn. No sirvió de
nada: la película se rodó en blanco y negro.
- Pero en realidad,
Wilder tenía muchos más motivos para enfadarse con Marilyn que viceversa:
la actriz llegaba tarde al plató, se olvidaba de los textos, llevaba al
rodaje a una profesora de interpretación a la que hacía mucho más caso que
a Billy Wilder,
se quedaba embarazada durante el rodaje (bueno, esto creo que en
realidad no le enfadó)… Una vez dijo de Marilyn: “Antes quedabas con ella a las 9 y llegaba a las
11. Ahora la llamas en mayo y llega en octubre”. Wilder dio orden
de que no se la invitara a la fiesta de fin de rodaje, para que veais si
acabó harto de la estrella.
- Pero ojo, Billy Wilder tampoco
era el colmo de la formalidad: rodó Sabrina
escribiendo el guión día a día. Pero una vez sólo pudo escribir un folio,
y todo su equipo estaba ya listo para rodar durante una jornada completa.
Llamó a Audrey Hepburn
aparte y le djo: “Audrey, hoy no tengo más
que un folio de guión. Hazme el favor de equivocarte muchas veces para que
sólo podamos rodar esta escena”. Audrey, que adoraba a WIlder, lo
hizo así. A la semana siguiente, ya estaba listo el guión completo.
- Y es que
Wilder también tenía su mala leche, a veces hiriente y a veces
infantil, como todos los dioses (el de la Biblia tuvo peregrinando por el
desierto a todo un pueblo durante ¡40 años! porque un día adoraron a un
becerro de oro, ¡eso sí que es mala leche!). En los Oscar de 1945, Perdicion optaba a 7 premios. Pero se los
fue llevando todos Siguiendo mi camino,
de Leo
McCarey. Cuando Leo se levantó a recoger el Oscar al mejor
director, Wilder estiró su pierna por el pasillo y le puso la zancadilla.
Tal y como lo leéis. McCarey dio un traspiés y subió al escenario
pensando que se había tropezado él solito.
Una vez, antes de morir en 2002 a los 96 años, le preguntaron a Billy Wilder si era importante que
un director de cine supiera también escribir. Contestó que no, pero que era
conveniente que supiera leer. Como homenaje al Dios de Trueba y a Con faldas y a lo loco, os dejo con el tráiler
original de 1959. Decía el viejecito Osgood Fielding que “Nadie es perfecto”… pero yo creo que el cine de
Billy
WIlder sí que lo es. ¿Y vosotros?