jueves, 20 de noviembre de 2008

Cosas que hoy estarían prohibidas (y en los 80 no). Part 2

En el post anterior, hablábamos de algunas manifestaciones culturales de los años 60, 70 y 80, mayormente canciones, que en su momento no armaron ningún revuelo, pero que da la impresión de que hoy estarían prohibidas o perseguidas. La tesis es: en ciertas facetas de las libertades vamos hacia atrás. Habíamos hablado de pederastia, malos tratos infantiles, homosexualidad encubierta y machismo. Habíamos hablado de Almodóvar, de Teletubbies, de Epi y Blas… por cierto, mi amigo Rául me sopla que por lo visto el famoso monstruo de las galletas ahora come verduras, para evitar que salgan niños obesos. ¿Veis? A esas cosas me refiero. Hay que joderse.
Vamos con algunos temas más:
TEMA PELIAGUDO 5: MALOS TRATOS O VIOLENCIA DE GÉNERO
Estoy convencido de que en este tema las autoridades serían más intransigentes aún que con los que planteábamos el otro día. Sencillamente, porque este gravísimo problema lo tenemos en España ahora mismo, y que se sepa, no hay una epidemia de pederastia ni nada parecido. Una de las canciones más famosas y celebradas de Loquillo (una canción orgásmica, que diría mi amigo José Luis) se llama La mataré. Hoy habría tenido serios problemas para su difusión, opino. Trata de una mujer tan insensible que acaba desquiciando a Loquillo, que al final acaba diciendo que quiere matarla. Nunca supe si lo hizo. En cualquier caso, yo no se lo tendría muy en cuenta: en otras composiciones asegura que los gatos de su callejón maullan a gritos una canción, y que tiene una amiga (Linda) que se come la carne de los muertos. En fin, allá va una apología de la violencia de género versión Loquillo: LOQUILLO: LA MATARÉ (1987)
Pero esto no es nada. El siguiente sketch de Martes y Trece fue uno de los más celebrados de su especial de fin de año de 1991 (aquí me puede estar bailando la fecha, pido disculpas si es así). El gag presentaba a la doctora Elena Ochoa hablando con una mujer maltratada. La frase principal del gag fue recitada durante mucho tiempo por las calles con ese tonillo que utilizaba Millán: “mi marido me peggga”. Y nos moríamos de risa. No nos reíamos de las mujeres maltratadas, por supuesto que no. Nos reíamos de la gracia que tenían Millán y Josema, que fueron los más grandes durante cerca de 5 años. Como tampoco nos reíamos de Encarna Sánchez: nos reíamos del absurdo tema de las empanadillas. Porque así era el humor de Martes y Trece. Quien de verdad piense que este sketch se podría emitir hoy en TVE, vive en otro mundo. Y por favor, que me diga en cuál, porque yo también quiero vivir allí.
TEMAS PELIAGUDOS 6, 7, 8, y 9: OBÚS (UN CASO APARTE)
En 1984 el grupo de heavy metal Obús sacaba un disco que se llamó “El que más“. Si lo hubiera sacado hoy, sus miembros estarían directamente en la cárcel. En él hacían apología de la cocaína, el alcohol, la delincuencia, el machismo y algunas cosas más. Una joya de disco, que cada vez que escucho no puedo evitar acompañar con una permanente sonrisa y varias carcajadas. Igual que me pasaba en 1984. Vamos con él:
  1. “La raya”. Sí: el título se refiere a la raya de cocaína, no creáis que lo disimulan lo más mínimo. La canción cuenta que las rayas molan mucho en general (los barrotes de una prisión, las rayas de la carretera), pero que concretamente “te olvides de mí, no me cuentes batallas, que te olvides de mí cuando pillo una raya… yo me la paso por la punta de la nariz”. Blanco y en botella… coca. OBÚS: LA RAYA (1984)
  2. “Vamos muy bien”. Fue el himno de las cogorzas de los 80: “calimocho, whisky, birra, pipermín… vamos muy bien, borrachos como cubas, ¿y qué? aún nos mantenemos en pie, y ya no pararemos… hasta no poder ver”. Hoy las asociaciones de padres de niños perjudicados por el botellón pondrían el grito en el cielo y el tema llegaría al Parlamento. Pero en los 80 cantábamos esto con un pedo de órdago, al día siguiente te levantabas con resasca y no pasaba nada. O sea, igual que sucede hoy, sólo que sin un grupo de rock al que emular (aquí emular = bajarse sus canciones del emule). OBÚS: VAMOS MUY BIEN (1984)
  3. “El que más”. Es la historia de un mangui. Obús lo elogia, y dice de él que es “el que más… levantando un coche, pasándote costo, tirando de un bolso, burlando a la poli…” . Hoy la canción sería denunciada por incitar a la juventud a la delincuencia. Digo yo. OBÚS: EL QUE MÁS (1984)
  4. “Da igual”. Siempre me imagino a los chicos de Obús descojonádose mientras componían esta canción. El cantante nos confiesa que está tan salido que le daría igual tirarse a una tía fea porque, total, va a ser un minuto. “No me importa si es un callo, qué mas da … da igual, sólo un minuto será”. No quiero pensar en la reacción que tendrían las feministas de hoy, o las políticas y políticos en el poder y en la oposición, en defensa de la dignidad de la mujer. En los 80 no pasó nada. Y lo siento, pero yo me parto cada vez que oigo esta canción, igual que mi cuñado Julio. Y que mi novia, no os creaís que de esto sólo nos reímos los tíos. Allá va: OBÚS: DA IGUAL (1984)
Yo, siendo muy joven, me compré este disco de Obús. Y os aseguro que en los años siguientes no me emborraché miles de veces, ni me dediqué a tomar drogas, ni robé coches, ni recurrí al sexo con gente que no me atrayera. Maldita sea, releo esta última frase y compruebo que sí que hice tres de estas cuatro cosas. Bueno, no importa, en cualquier caso no creo que las hiciera por culpa de (o gracias a) Obús.

Pero es que tampoco he incrustado a mis sobrinos en la pared, ni me gustan los niños (sexualmente, digo), ni quiero matar a mis ex-novias (no conozco a las de Loquillo), y el otro día planché yo en casa (fatal, eso sí). No sé… ¿no creéis de verdad que en estas cosas de las prohibiciones vamos un poco hacia atrás?