martes, 28 de octubre de 2008

Tres cubanos en Madrid

Una de las pocas películas que se puede ir a ver estos días al cine sin que te salga un forúnculo en el cerebelo (no os creáis que hay tantas, y además este viernes se nos viene encima otra buena cosechita encabezada por Hermanos por pelotas y Disaster movie), es “El cuerno de la abundancia“. El cuerno éste (que representa en Cuba a esa figura que nosotros llamamos “cornucopia”) (pedazo de aclaración ¿eh? como si yo llamara “cornucopia” a muchas cosas al día) está dirigido por Juan Carlos Tabío. Y la película, sin ser Ciudadano Kane, nos ofrece una hora y tres cuartos de cine, de sonrisas y de lágrimas muy agradables. Que ya es bastante.
Pero qué iba a decir yo. Ah sí, que más que hablar de esta peli, quería hablar del señor que la dirige, de su socio en la dirección y sobre todos recomendaros tres películas que son tres excusas como tres soles así de grandes para amar el cine cubano. Intentad verlas, alquiladlas, compradlas, buscadlas en DVD (es que como trabajo en cosas relacionadas con el cine, pues no esta bien que os diga que os las bajéis del Emule).
Mirta Ibarra, Jorge Perugorría y Vladimir Cruz en una terracita de Madrid
Son éstas:
Fresa y chocolate. La dirigió Juan Carlos Tabío con Tomás Gutiérrez Alea. Cuando fui a verla en 1994, me dormí en el cine porque la noche anterior había salido hasta tarde después de ver un concierto de Paco Clavel. Oye, os lo juro, qué pasa. Y lo poco que vi me gustó tanto que volví a los pocos días para verla entera (hablo de Fresa y chocolate, no de la actuación de Paco Clavel), y ya ni me dormí ni nada. Me encantó, luego la he vuelto a ver varias veces. Con qué delicadeza trata la homosexualidad, la rebeldía política, la represión cultural… en un país en el que no se puede hacer eso.
Guantanamera. También la dirigieron los dos al alimón. Qué cosas: fíjate la palabra “Guantanamera”. Antes solamente me evocaba la famosa cancioncilla, y ahora en cambio me recuerda a la barbaridad de las barbaridades de George W. Bush. Por cierto, a un conocido mío le encantaba esa cancioncilla, y la cantaba a grito pelado diciendo “¡Juan-Tala-vera, Gua-ji-ra, Juan Tala-veraaaa!”  A saber quién pensaba éste que era Juan Talavera. Un día habrá que escribir un post sobre las cosas que a menudo entendemos en las canciones. Todos tenemos algunas gloriosas.
Se me ha ido la pinza. Guantanamera  también la protagonizaban Jorge Perugorría y Mirta Ibarra, igual que Fresa y Chocolate. Y nos cuenta un surrealista cortejo fúnebre con un camión de por medio que va reflejando como es la vida en Cuba. Una delicia.
Lista de espera. Aquí ya dirige sólo Tabío (Gutiérrez Alea murió en el 96), y dos de los protagonistas también salían en Fresa y chocolate: Perugorría y Vladimir Cruz. Otra comedia maravillosa en la que las miserias (y las virtudes) de Cuba aparecen reflejadas en la eterna lista de espera de un autobús. Perugorría  se luce con el personaje de un pobre ciego que ve mejor que yo. Bueno, los que me conozcan saben que este dicho no significa gran cosa. Hay ciegos y topos que ven mejor que yo.
En el programa en el que trabajo conseguimos reunir a Mirta Ibarra, Jorge Perugorría y Vladimir Cruz 13 años después de que trabajaran juntos en Fresa y chocolate  (en un alarde de originalidad, les invitamos a tomar un helado de fresa y chocolate). Mirta Ibarra, que era la pareja de Tomás Gutiérrez Alea cuando falleció, me contaba que ha dirigido un documental sobre “Titón” (así era conocido), y que este mes, en Cuba, va a presentar la película, un ciclo de conferencias y un libro sobre su marido. Le pregunté si era una deuda con su cine. Y me contestó que no, que era una deuda con su amor.

Entonces te quedas callado, emocionado y dices: voy a escribir un post sobre el cine de estos cubanos, a ver si soy capaz de ponerme serio un ratito.