Una de las pocas películas que se puede ir a ver estos días al
cine sin que te salga un forúnculo en el cerebelo (no os creáis que hay tantas,
y además este viernes se nos viene encima otra buena cosechita encabezada por Hermanos por pelotas y Disaster movie), es “El cuerno de la abundancia“. El cuerno éste (que
representa en Cuba a esa figura que nosotros llamamos “cornucopia”) (pedazo de
aclaración ¿eh? como si yo llamara “cornucopia” a muchas cosas al día) está
dirigido por Juan
Carlos Tabío. Y la película, sin ser Ciudadano Kane, nos ofrece una hora y tres cuartos de cine, de sonrisas y de
lágrimas muy agradables. Que ya es bastante.
Pero qué iba a decir yo. Ah
sí, que más que hablar de esta peli, quería hablar del señor que la
dirige, de su socio en la dirección y sobre todos recomendaros tres
películas que son tres excusas como tres soles así de grandes para amar el cine
cubano. Intentad verlas, alquiladlas, compradlas, buscadlas en DVD (es que
como trabajo en cosas relacionadas con el cine, pues no esta bien que os
diga que os las bajéis del Emule).
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Mirta Ibarra, Jorge Perugorría y Vladimir Cruz en una terracita de Madrid |
Son éstas:
Guantanamera. También la dirigieron los
dos al alimón. Qué cosas: fíjate la palabra “Guantanamera”. Antes solamente me
evocaba la famosa cancioncilla, y ahora en cambio me recuerda a la barbaridad
de las barbaridades de George W. Bush. Por cierto, a un conocido
mío le encantaba esa cancioncilla, y la cantaba a grito pelado diciendo “¡Juan-Tala-vera, Gua-ji-ra,
Juan Tala-veraaaa!” A saber quién pensaba
éste que era Juan Talavera. Un día habrá que escribir un post sobre las
cosas que a menudo entendemos en las canciones. Todos tenemos algunas
gloriosas.
Se me ha ido la pinza. Guantanamera también la
protagonizaban Jorge
Perugorría y Mirta
Ibarra, igual que Fresa
y Chocolate. Y nos cuenta un surrealista cortejo fúnebre con un
camión de por medio que va reflejando como es la vida en Cuba. Una delicia.
Lista de espera. Aquí ya dirige sólo Tabío (Gutiérrez Alea murió en el 96), y dos de
los protagonistas también salían en Fresa y chocolate: Perugorría y Vladimir Cruz. Otra comedia maravillosa en
la que las miserias (y las virtudes) de Cuba aparecen reflejadas en la eterna
lista de espera de un autobús. Perugorría
se luce con el personaje de un pobre ciego que ve mejor que yo. Bueno, los que
me conozcan saben que este dicho no significa gran cosa. Hay ciegos y topos que
ven mejor que yo.
En el programa en el que trabajo
conseguimos reunir a Mirta
Ibarra, Jorge
Perugorría y Vladimir
Cruz 13 años después de que trabajaran juntos en Fresa y chocolate (en
un alarde de originalidad, les invitamos a tomar un helado de fresa y
chocolate). Mirta Ibarra, que era la pareja de Tomás Gutiérrez Alea cuando
falleció, me contaba que ha dirigido un documental sobre “Titón” (así era
conocido), y que este mes, en Cuba, va a presentar la película, un ciclo de
conferencias y un libro sobre su marido. Le pregunté si era una deuda con su
cine. Y me contestó que no, que era una deuda con su amor.
Entonces te quedas callado,
emocionado y dices: voy a escribir un post sobre el cine de estos cubanos, a
ver si soy capaz de ponerme serio un ratito.