El título de este post lo he puesto para subir la audiencia. Es
totalmente engañoso, vale, pero sí que tiene que ver con el estreno más morboso
de este fin de semana: Los años desnudos, película de la que ya
os ha informado cumplidamente Menstyle. Yo he tenido el inmenso placer y honor
de entrevistar hace unos días (concretamente dos) a sus directores y
protagonistas, lo que quiere decir que… ¡sí! ¡he estado hablando cara a cara
con Mar Flores!
¡¡¡¡Toooooma!!!!
Pero vayamos por partes. Os
cuento:
- Los años desnudos es la última película
del tándem Dunia Ayaso
y Félix Sabroso.
Y es “Ayaso”, no “Ayuso”. Lo digo porque si ponéis “Dunia Ayuso“ en Google os saldrán unas 600
entradas. Pues no, es “Ayaso”.
- La película está
bastante bien. Y eso que a mí los anteriores trabajos de estos dos
directores me parecieron lo que (los que sabemos de cine) definimos
técnicamente como “pichís pichás”. Pero en Los años desnudos han hecho un
acertado retrato - muy digno, muy respetuoso, divertido, dramático y bien
narrado - de la época del cine de destape. No fui yo sólo el que salió
contento del cine: Javier
Ocaña, querido amigo y temido crítico de El País,
también salió bastante convencido de la película. Su crítica de este
viernes debería ser buena.
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Candela Peña, Mar Flores y Goya Toledo en una pose muy seventy-guarri |
- Candela Peña está que se sale de la
película. Por cierto, odio esta expresión, “esta actriz está que se sale”,
porque me parece que estoy diciendo que Candela se fue del
cine porque no le estaba gustado la historia, y eso es absurdo porque
ella estaba dentro de la pantalla. Es más mona, Candela… Se puso hasta
contenta porque le dije que estaba que se salía. Dice que ella nunca
hubiera hecho películas “S”, pero porque no la habrían llamado, que ella
hubiera hecho de la criada graciosa. Bueno, yo creo que Candela podría
haber hecho de lo que quisiera. Luego, y entre otras cosas, me contó
que para crear su personaje la ayudó mucho… ¡¡¡Susana Estrada!!!
(que tiene un cameo antológico en la película). Me encanta.
- Goya Toledo también estuvo muy
maja. No sé por qué, pero la conversación con ella se nos acabó yendo por
unos derroteros superfeministas, y me pareció muy bien. Como yo tengo 6
hermanas 6, pues siempre he tenido que decir que soy superfeminista, y al
final me lo he acabado creyendo. Así que no me costó nada seguirle en sus
teorías, que además suscribo una por una.
- Antonio de la Torre es un fenómeno. Lo
bien que me cae a mí este actor. Porque es simpatiquísimo, se sabe tu
nombre (bueno, el mío), no va de estrellita, te habla de su
personaje (un director de películas “S”) pero ni lo juzga ni se posiciona,
y te viene a decir algo así como que no tiene ni idea de qué habría hecho
si hubiera vivido esa época. Goya
Toledo, por ejemplo, aseguraba que ella no hubiera hecho
películas “S”. Él no lo sabe, y me pareció más humano. Por cierto, que ya
ha vuelto a recuperar su peso ideal (es que la última vez que le vi estaba
rodando Gordos de Daniel Sánchez Arévalo
y había engordado unos 30 kilos) (me refiero a Antonio, Goya está
estupenda, delgadísima y buenísima, como siempre).
- Y por fin llegamos
a… ¡¡¡Mar Flowers!!!
Es el morbo, el reclamo, la curiosidad de la película. Vamos, que
muchos medios fueron a la rueda de prensa sólo por ella. Pero luego,
con toda la parafernalia y todos los prejuicios pululando a tu alrededor,
resulta que la entrevistas a solas, y… ¡te cae bien! (bueno, me cae bien a
mí, que manía más tonta de hablar en segunda persona del singular). Oye,
que hasta me pareció sencilla y todo. Y humilde: te confiesa sus
nervios fuera de la cámara porque sabe que la van a mirar con lupa, y te
pregunta qué tal la has visto tú. Pues yo la he visto bien. A ver: no
es Meryl Streep, pero está bastante digna, y aquí vuelvo a coincidir con Javier Ocaña
(perdona Javier que te cite tanto, pero es que sé que tu opinión vale como
100 puntos más que la mía) (quiero decir que la mía vale 0 y la tuya 100).
Después apareció Pilar Rubio de Sé lo que hicisteis, me preguntó no sé qué, se me obnubiló una meninge y nublóseme la
vista, y creo recordar que incluso me robó a un entrevistado. No sé.
Cuando desperté (al revés que el dinosaurio de Monterroso), Pilar ya no estaba
allí.
P.D: Volviendo al titular
del día, os adelanto que las tres actrices no salen desnudas. Candela
sí, Goya un poco, y a Mar sólo se le aprecia un delicado seno de soslayo.
Así que no os hagaís demasiadas ilusiones…