lunes, 20 de octubre de 2008

El comisario (y Chanquete)

Hay tres cosas que me gustan mucho y que mis amigos dicen que no me pegan: las películas de Leslie Nielsen (como demuestra el título de este blog), los panchitos y El comisario. Lo de los panchitos no sé por qué no me tiene que pegar. Y lo de El Comisario  puedo comprenderlo, pero no puedo evitarlo. Llevo enganchado a esta serie desde el año 2000 y desde entonces creo que sólo me he perdido un capítulo porque no se me grabó (y me perdí la primera temporada porque debía de estar yonqui perdido con Gran Hermano I, y eran demasiadas emociones para mí, aunque no estoy muy seguro de que las fechas encajen).
Me gusta el personaje del Comisiario Castilla, porque de lo increíblemente serio y formal que es, me lo creo totalmente (me pasa lo mismo con el Inspector Jefe Casqueiro). Cuando empezó la serie no me encajaba Tito Valverde de madero, y seguía viendo al papá de Pepa y Pepe  y todo eso. Pero ahora no es que le identifique con un poli, es que no me lo pongas en otro papel porque se me irá la pinza y sólo veré al Comisario Castilla, aunque haga de tranformista en una película de John Waters. Hace unos años, Tito Valverde cenaba los viernes en el mismo restaurante de alta cocina oriental que yo (bueno, en realidad era un chino de menú), y les contaba a sus hijos y a su mujer, María Jesús Sirvent, las escenas que había rodado esa semana. Mi novia y yo abandonábamos nuestras habituales conversaciones sobre Ibsen y Unamuno y arrimábamos la oreja a la mesa de Tito. Molaba enterarse de la trama antes que los demás. Ya no cenamos en ese chino. Mierda.
Charlie y Elo morreando. Qué fuerte.
Me cae bien Pope, aunque desde que bebe no hay quien lo soporte, pero eso es normal, también me pasó con Pajares. Bueno no, ya me pasaba antes. Además qué digo, si no tengo ni idea de si Pajares bebe o qué es lo que le pasa. No me cae bien su mujer Elo  (su mujer de Pope, no de Pajares), que es la que le ha arrastrado hasta el alcohol (a Pope). Ah, mala mujer, con lo bueno que fue Pope contigo. Y es que me pone nervioso, siempre sufriendo y siempre tan afectada y tal. Qué zorrilla. Me cae bien Mikel, aunque no sé pronunciar ni escribir bien el apellido del actor, Patxi Freytez, siempre añado alguna erre donde no va. Pero qué importa eso. Me creo a Lucas, me encantaba Pascual (el siempre impagable Joaquín Climent), me gusta un nuevo personaje que interpreta José Luis Torrijos, que tiene un Goya por La soledad. En El comisario  hay tres Goyas que yo sepa: José Luis, el propio Tito Valverde y Ruth Gabriel, que también es nueva y que hace de policía gitana. Toma ya. Y sufrí cuando se cargaron a Osma y a Alonso (Paula Echevarría y Pilar Punzano, sufrí sobre todo porque eran guapas), o cuando murió Chacón, el gran Francesc Orella. Porque en El Comisario, cuando alguien deja la serie… ¡zas! se lo cepillan. Como en la Mafia.
Pero tengo un problema con Charlie, o sea con Juan José Artero, sobre todo en esta undécima (récord de España) temporada. En esta undécima temporada, Charlie ha intimado con la mujer de su amigo Pope y se la está levantando (ya sé, la expresión “se la está levantando” no es muy apropiada en este contexto, lo digo antes de que me afeen mi vocabulario mis amigos Julio y Wolffo). Y claro, yo pienso: “Pope, tío, o tú eres tonto o no viste Verano azul“. Porque ahí radica mi problema: que mira que han pasado los años, pero yo sigo viendo en Juanjo Artero y en Charlie  a Javi, el rubio de Verano azul. Compréndanme, si es que en mi infancia y adolescencia llegué a ver esa serie nueve veces. Si es que con mi amigo Enrique Catá soy la única persona de Europa que me sé los títulos de todos los capítulos de la serie.
Y claro, a poco que Pope se hubiera fijado en Pancho, pues habría deducido que Javi (Charlie) iba a por su chica. Porque Elo es como Bea  y los dos van a por ella. Ya se han pegado, como en ese capítulo en el que luego recitaban “Ni que el viento la toque”. Cualquier día, ya veréis, Elo se hace mujer y tiene su primera regla, Pope se rompe una pierna y reparte leche en un burro y Charlie se desnuda en una piscina y su padre le mete una hostia. Y al final no se quedará con Elo ninguno de los dos, porque se morirá Chanquete (que digo yo que aquí será Tito Valverde) y se acabará la serie. Lo que no acabo de vislumbrar es qué personaje me recuerda a Desi. Gracias a Dios, añado.

Qué líos me hago. Pero cómo me gusta El comisario.