sábado, 11 de octubre de 2008

Los Reyes de la Televisión

El título que he elegido para este post es, una vez más, inexacto. Pero queda mucho más bonito y pomposo “Los Reyes de la Televisión” que “Los Príncipes de Cuatro”, que es como debería haber encabezado estas líneas.
Todo esto viene a cuento porque hace dos días se pasaron por mi oficina don Felipe de Borbón, futuro Felipe VI de España, y doña Letizia Ortiz, futura Letizia I y última, porque no creo que vaya a haber en España más reinas que se llamen Letizia con “zeta” (me comunican por team radio que las reinas consortes no llevan número, que me fije en doña Sofía, que ni es primera ni nada. Lo que sí será Letizia es una reina consorte. Con una sorte que te cagas, matizaría yo).
Los Príncipes de Asturias saludan, muertos de la risa, a un trabajador de CNN+
Eso de “se pasaron por mi oficina” suena a que llamaron al portero y dijeron “Jose, somos nosotros, abre, que venimos a tomar un café”. Pero no, nada más lejos de la realidad. Os voy a contar lo que pasa cuando los Príncipes de Asturias van de visita oficial al edificio de un medio de comunicación como Sogecable.
1º. Para empezar, que quede claro que no venían a verme a mí. Ni siquiera a mi cadena. Venían a ver la sede de Cuatro. Lo que pasa es que los chicos de CANAL+ estamos en el mismo edificio, de hecho en muchos departamentos estamos mezclados. Pero vamos, que sus altezas no querían vernos a nosotros, que somos de pago, sino a Cuatro, que es en abierto. A ver: tampoco es que los de seguridad nos dijeran: “no, tú no , que eres de CANAL+, tú quita”. Pero casi.
2º. Dos días antes de la visita, unos señores pintaron algunos desperfectos de los pasillos, otros señores cambiaron la moqueta y unos terceros rociaron las plantas con un extraño líquido para que brillaran más. Os lo juro. Todo muy natural. Yo no me había dado cuenta de que trabajaba en un edificio de esquinas sin pintura, moquetas desgastadas y plantas mate. Pero es que soy muy dejado para esas cosas. Aunque yo creo que los príncipes tampoco se dieron cuenta, porque me fijé a ver si Letizia decía: “Mira Felipe, la sala de reuniones 0B Roja tiene sus junturas recién pintadas, o al menos con ciertos retoques”. Pero qué va, no se fijó, que estaba yo pendiente.
3º. Pero esto no es todo: a mi amiga Elena le hicieron quitar de su mesa una foto que tiene con Nacho Vidal. Sí, qué pasa, mi amiga Elena tiene fotos con quien quiere. Y yo me pregunto: ¿es que suponían que los Príncipes iban a reconocerle y deseaban evitarles ese sonrojo? “¡Mira Leti, pero si es Nacho Vidal!” “¡Es verdad, Feli! ¡Qué fuerte!”. No sé, no entiendo nada.
4º. También pasaron por la planta de Informativos de Cuatro, que están mezclados con los de CNN+. Letizia trabajó en CNN+ hace 10 años, antes de que diera el salto al informativo de Urdaci, la pobre. Me contaron que no pudo saludar espontáneamente a sus ex-compañeros en plan “¡Hombre Freddy, qué tal, qué pasa!”. Casi mejor, porque a ver qué coño se le responde a la Princesa: “Pues yo bien, ¿y tú qué tal? Al final te casaste, ¿no?” (a mi amigo Iván de CNN+ le dieron la mano dos veces, y a Sara, Ruth y Xiomara, una. Iván es el autor de la foto que he colgado más arriba, porque tiene un móvil que hace unas fotos guay).
5º. Al final se hicieron un retrato de familia (real) con todos los de Cuatro que quisieron ponerse, en un lugar del edificio donde antes no ponía “Cuatro”, pero que desde el jueves ya lo pone, y muy grande.
En fin, que a mí todas estas parafernalias reales me provocan un poco de urticaria. No sé, me humilla que no barran por donde yo paso cada día y que de pronto cambien la moqueta y abrillanten los ficus a toda prisa. Yo soy de los que colgaron un cartel republicano en su ventana el día de la boda real (absurdo y cobarde acto de rebeldía, porque por aquel entonces yo vivía en un bajo interior). Pero también soy de los que estarían encantados de tener una foto de los Príncipes dándome la mano. La hubiera colgado ahí arriba, en vez de la que me ha pasado Iván. Así que he descubierto que los que me ponen nervioso no son los Príncipes, sino los que nos autoproclamamos súbditos y cambiamos por completo la rutina y la realidad “sólo” porque viene la realeza a hacernos una visita “informal”. Y luego resulta que los únicos informales son ellos.

(Por cierto, y ya que hablamos de televisión y de Borbones, este lunes expira la fecha de caducidad que le auguré al programa de Tele5 XQ no te callas. En el último párrafo de uno de los primeros posts de este blog, vaticiné que desaparecería de la parrilla el 13 de octubre. Y aunque continua sin superar el 12% de share, y yo continúo pensando que su caída está muy cercana, he fallado claramente en mi predicción. Mea culpa, o meo fallo (lo de “meo fallo” me suena fatal, suena a que estoy orinando fuera de la taza). Una lectora me amenaza con cobrarse en carne cada día que falle en mi vaticinio. Por favor, yo no soy de ésos, pero por si acaso adjúntese foto y CV. Por mi parte, seguiremos apostando)