Llega a los cines una
película alemana para niños pero que no es de animación (qué pocas se
hacen ya) y que se llama “Vicky el vikingo y el martillo de
Thor”. Es la segunda parte de una película de hace dos años
que se llamaba “Vicky el
vikingo”, así, a secas, sin martillo de Thor ni leches. No
tienen un aspecto demasiado apetecible (confieso que no he ido a verlas), pero
tampoco de lo peor que puedas llevar a ver a un niño.
Supongo que sabéis que
Vicky es la adaptación de aquella serie de dibujos que llegó a España en 1975 y
que fue creada por alemanes y japoneses un año antes. La de “hey, hey, Vicky, hey, Vicky, hey”.
Pero no nos vamos a poner a hablar ahora de dibujitos, pues este blog es muy
adulto, y quien diga lo contrario va a la seño.
Lo que vamos a hacer hoy
es desenmascarar definitivamente a Vicky. No la película, pobrecita mía, que
nos parece muy mona y que ojalá haga mucha taquilla, sino a los creadores del
personaje. Porque copiaron a Astérix. Pero no en la idea, no en el concepto de
los galos trasladados a los países nórdicos. La farsa de Vicky va mucho más
allá. Veréis.
Para empezar, “Astérix, el galo”, las
historietas de Goscinny y
Uderzo, aparecieron por primera vez el 29 de Octubre de 1959 en
la revista francesa “Pilote”, de Dargaud. 15 años antes que Vicky. El concepto
es parecido: una aldea de guerreros y navegantes en la antigüedad (los vikingos
por un lado, los galos en la época de Julio César por el otro). Las dos tribus
son invencibles. Y además…
Vicky
es un niño, el hijo del jefe. O sea, que no es el que manda en la aldea, pero
sí es el líder espiritual. Todo se le ocurre a él.
Astérix es el único guerrero listo de los galos. Es tan bajito como
Vicky. Todas las misiones se las encargan a él porque tiene buenas ideas. La
única diferencia con Vicky es que cuando se le ocurre algo no se frota la nariz
y le salen chiribitas alrededor. A Vicky sí. Yo siempre pensé que este comportamiento
de Vicky se debía a que se metía coca (y Astérix poción mágica, que a saber lo
que tenía en su composición).
Obélix
es un guerrero alto, gordo e invencible, porque se cayó e la marmita de poción
cuando era niño. Come como solamente le he visto hacer a mi cuñado Julio.
Faxe también come como una bestia parda, y también es invencible, también. Y alto. Y gordo.
Faxe también come como una bestia parda, y también es invencible, también. Y alto. Y gordo.
El jefe de los galos es Abraracúrcix. Tiene un
gran bigote, es gordo, es l segundo más corpulento de la aldea (más o menos). Y
es un poco tontorrón.
Halvar es el jefe de los vikingos. Tiene una gran barba, es gordo, es el segundo más corpulento de la aldea (más o menos). Y es un poco tontorrón. Y el padre de Vicky.
Halvar es el jefe de los vikingos. Tiene una gran barba, es gordo, es el segundo más corpulento de la aldea (más o menos). Y es un poco tontorrón. Y el padre de Vicky.
Karabella es la esposa de Abraracúrcix. Tiene mucho carácter y le maneja a
su antojo.
Ylva es la esposa de Halvar. Aunque es más dócil, también tiene mucho carácter y maneja a Halvar su antojo.
Ylva es la esposa de Halvar. Aunque es más dócil, también tiene mucho carácter y maneja a Halvar su antojo.
Panorámix es el druida de la aldea.
Tiene una gran barba blanca y está delgado. Es el más sabio, el único que
comprende las ideas de Astérix y el creador de la poción mágica.
Urobe es el vikingo más vejete de la
aldea. Tiene una gran barba blanca y está delgado. Es el más sabio y el único
que comprende las ideas de Vicky. No proporciona fuerza sobrehumana a los
vikingos, pero sí que cocina sus medicinillas.
Assurancetúrix es el bardo, poeta y cantante de la aldea, y toca la lira. Él
está convencido de que es un gran artista, pero los demás huyen cuando canta.
Ulme. El poeta de los vikingos, y toca la lira. Su arte tampoco es muy apreciado.
Ulme. El poeta de los vikingos, y toca la lira. Su arte tampoco es muy apreciado.
Esautomátix y Ordenalfabétix son el herrero y el pescadero. Son amigos, pero se pasan la vida
peleándose.
Snorre y Tejure no son pescaderos ni nada, pero también están todo el día
discutiendo.
Aún así, los niños de
todo el mundo y de varias generaciones aceptamos a Vicky como un compañero
original y novedoso, como su fuera la revolución en la TV.
Para que luego digan de Ana Rosa.
Para que luego digan de Ana Rosa.