sábado, 22 de octubre de 2011

Paranormal Activity 3: tengo fantasmas en casa

Os voy a contar lo que me pasó el otro día. Veréis: vi Paranormal Activity 3,  una tercera versión, casi tan innecesaria como la segunda, de esa película que salió tan barata y que recaudó tanto dinero y que se llamaba Paranormal Activity (1). Por lo que pude entender, es una precuela, o sea, que nos cuenta la anterior historia, en este caso la infancia, de las hermanas protagonistas de la primera parte y de la segunda. Supongo que ya sabéis de qué va esto: una cámara de seguridad o una webcam graba todo lo que pasa en las aparentemente tranquilas noches de una acogedora casa. Una casa que luego es menos tranquila que Pocholo en una plantación de hoja de coca.
Paranormal activity 3.
El caso es que después de ver la película me entraron los nervios, porque a  veces en mi casa, de madrugada, oigo la voz de una señora mayor rezando. Os lo juro. Así que decidí grabar lo que pasaba en mi habitación por las noches, y yo, que todo lo hago a lo grande, llamé a Antonio González, uno de mis cámaras favoritos, para que grabara discretamente mis noches. Antonio dijo que vale, pero que vendría con Mario para sujetar la pértiga y con Elena Pascual de realizadora para que lo montara luego todo con músicas modernas. Cuando ya empecé a llamar a Ruth para que produjera todo esto y a la gente de escenografía y al Ballet Zoom, mi chica me dijo que si estaba imbécil, y que no pensaba dejarme grabar una mierda.
Así que coloqué una webcam. Y cuando al día siguiente me descargué la grabación en QuickTime, vi esto:
0:00. Nada.
0:30. Nada
1:00. Me giro y me quedo dormido con el culete en pompa un rato.
1:15. Adopto una mucho más cómoda postura fetal, pero le doy un codazo a mi chica, que, dormida, me responde con una patada en el coxis. Seguimos durmiendo.
1:30. Aparece en la habitación un niño. Se me acerca. Me susurra: “en ocasiones veo muertos”. Como estoy dormido, sonrío y babeo. Tras él entra Bruce Willis, le toma de la mano y se van de la habitación, sonriendo antes a cámara y diciendo con la voz de Ramón Langa: “aquí huele a perrete”.
1:35. Nada
1:45. Nada
1:50. Entran dos criados y una institutriz. En un primero momento creo que son los de “Los otros”, pero no, deben de ser los de ¡Suspense! (1961, Jack Clayton), porque hablan como se hablaba en los años 60. Se sientan a los pies de la cama. Yo creo que los criados están muertos. En cualquier caso, juegan al bridge.
2:00. Entran otros dos niños. Joder, esto parece una guardería. Ahora sí que son los de “Los otros”, porque están muy blancos y dicen que qué bien se está en mi habitación, sin luz del sol.
2:05. Aparece Nicole Kidman. Apoya la cabeza en mi almohada, se opera las patas de gallo, da un grito desgarrador y me despierta.
2:10. Se van todos los niños y criados  y madres corriendo por la ventana.
Los otros.
2:12. Bebo un vaso de agua.
2:15. Me duermo otra vez.
2:20. Nada.
2:25. Se me escapa un regüeldete.
2:30. Nada.
2:50. Sale del armario una familia medio feliz. Parece el matrimonio de Terror en Amityville (1979, Stuart Rosenberg) con los niños. Se nos meten en la cama. Mi chica dice que me aparte un poco. Lo hago.
3:00. En la habitación empieza a recrearse una matanza. El marido coge impunemente mi Iphone y manda un whatsapp a un exorcista para que venga. A continuación se hace una foto del culo con el Instagram y se mea de risa.
3:10. Aparece el exorcista y se lía la de Dios. Pero de repente se van, no sin antes escribir el susodicho exorcista varios mensajes obscenos desde mi Twitter.
3:15. Me agito inquieto.
3:20. Me inquieto agito.
3:34. Oigo un ruido entre sueños. No me despierto del todo, me quedo en la fase REM. En la grabación se ve claramente que entra Patrick Swayze y monta al lado de la mesilla el kit completo de alfarería.
3:45. Entra detrás Demi Moore y se ponen a hacer junticos varias vasijas y unas jícaras preciosas.
3:50. Se suma Ashton Kutcher y saca fotos de las bragas de Demi y las cuelga en Twitter.
4:00. Entra Whoopie Goldberg y levanta el chiringuito. Cómo pueden hacer tantas cosas de barro por la noche, que se ve en el vídeo, y a la mañana siguiente haber recogido y limpiado todo. Cómo son estos fantasmas.
4:10. Entro en la fase MOR.
4:20. Aparece un compositor. Saluda a la cámara con una reverencia. ¿Pero estos cabrones de fantasmas por qué saben que está ahí la cámara? ¡Si la he escondido perfectamente dentro de un coco!
Al final de la escalera.
4:25. El compositor saca un cubo de cemento y construye una escalera.
4:30. Cae una pelotita de la escalera.
4:35. Vuelve a caer una pelotita.
4:40. Otra pelotita.
4:45. Otra pelotita.
4:50. Me despierto, sin duda hasta las pelotitas del ruido. Justo cuando me incorporo desaparecen el compositor, la escalera y las pelotitas (las del final de la escalera, no las mías).
4:55. No me duermo y sudo un poco.
5:00. Insomnio.
5:05. No parece que vaya a poder dormir ya.
5:10. Caigo como un fardo.
5:20. Nada
5:25. Entra una niña rubita. Se sienta a los pies de mi cama. Mi cama es como el coño de la Bernarda.
5:30. Se acerca a la tele que tenemos en el aparador y empieza a decir “ya están aquiiií”.
5:35. Qué cabrona, la niña.
5:40. Se mete en la tele. No le he visto la cara en el vídeo, igual era Nieves Herrero.
5:50. Aparece otro niño. Esto parece la guardería soñada por Iker Jiménez. Hostias, es el de El orfanato, lo sé por el sombrerete ese tan tonto.
5:55. Aparece Belén Rueda como cansada. Se apoya en el muro de carga y dice: “Un, dos, tres, toca la pared”.
5:57. Un, dos, tres…
5:58. Un, dos, tres…
5:59. Un, dos, tres…
6:00. Me despierto cantando: “¡aquí estamos con usted otra vez!”
6:01. Es hora de irse levantando.
6:02. Se siguen oyendo los rezos de la mujer mayor que me empujaron a montar este tinglado.
………
Pues al final eran las oraciones de una vecina mayor que se despierta a las 6 y pone Radio María. Os lo juro. No era un fantasma.
Despierto a mi chica diciéndole: “buenos días, ¿qué tal has dormido?”
Hay que ver la de cosas que pasan en mi habitación.