Cada vez que una
película española se coloca en el primer puesto de la taquilla nos da una gran
alegría, sea la película producida aquí, dirigida allá, hablada en castellano,
inglés, catalán, suajili… sea la de Woody
Allen, Almodóvar, Urbizu o Fresnadillo.
‘Intruders’, de Juan Carlos Fresnadillo, se ha colocado líder provisional de la taquilla en su primer fin
de semana, superando el millón de euros y prácticamente en un empate técnico
con ‘Johnny English‘.
Eso es bueno para nuestro cine, y sobre todo para el de Fresnadillo. Habrá quien
haya ido porque es de miedo y sale Clive
Owen; tal vez haya ido gente de la que dice: “yo no veo cine español” porque
creyera que era americana o británica; tal vez haya ido gente que pensara “qué gracia, la dirige un tal Fresnadillo, ¡otro mexicano en EE.UU.!”;
tal vez haya habido algún alérgico al cine patrio quien se diera un susto de
muerte cuando viera aparecer a Pilar
López de Ayala... Y tal vez yo esté exagerando.Pero ese susto de muerte ya estaría en sintonía con la película. Intruders es de miedo, y mantiene una interesante teoría del miedo.
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Clive Owen girando su cuello y la niña Elia Purnell, que es muy lista. |
La historia que ha recaudado
ya un millón de euros trata sobre fantasmas o miedos compartidos: a un niño
español se le aparece en los sueños un monstruo (como nos ha pasado a todos, no
estamos hablando de apariciones chorras y sanguinarias como las de Freddy Krueger).
Mientras tanto, a una niña londinense le pasa algo parecido. Se produce una
especie de conexión y aparecen los Intruders
(si a estas alturas alguien no sabe que “intruder” significa “intruso” que se
vaya de la clase).
Pero lo bueno de la
película es que sí, de acuerdo, está contada y rodada como lo que es, un film
de género. Pero como dice su guionista, Nico
Casariego, es algo más. También es un cuento con elementos de
miedo e infancia, como ‘Caperucita roja’, como ‘Juan sin miedo’, como ‘Jacinto
Periquín y las asesinas ñoñas’ (éste último creo que me lo acabo de inventar).
Y el cuento del que
habla Nico tiene que ver con la historia que se cuenta al principio, con un
armario que encierra algo misterioso que tal vez no exista, con una historia
colectiva que va sumando sus temores a un miedo global, como las chinchetas que
se van clavando en un mapa para saber que países se han visitado o bombardeado,
según seas un turista o un genocida. La conclusión, y creo que de eso no cabe
ninguna duda, es que los niños imitan a los padres. Que los miedos son
hereditarios, que se transmiten, igual que el anuncio aquel de “si tú lees,
ellos leen”. Si tú transmites miedo, ellos los tendrán. Si tú te asustas, ellos
se asustan. Como dice el productor Enrique López Lavigne, Intruders pretende
hablar de los principios del terror.
Como bien sabe el
personaje que interpreta Clive
Owen, el miedo es inseguridad. Incluso lo sabe el propio Clive Owen, así, sin
personaje, porque tiene dos niñas aparte de las de sus ojos, y esas niñas pasan
miedo, y se asustan, y lloran, como cualquier niño que no sea un repollo. El
propio Clive dice que el miedo es un legado, que por muy buen padre que quieras
ser, transmites tus inseguridades como si fuera una cadena Y que en los niños,
esos miedos llegan a ser desproporcionados.
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Clive Owen girando su cuello y la niña Elia Purnell, que es muy lista. Como veis, esta frase es muy socorrida: vale para cualquier foto. |
Y hablando de niños (y
tal vez de repollos), la actriz Elia
Purnell, que hace de nena mayor, tiene una teoría más que
interesante: dice que los niños tienen más imaginación porque conocen menos
cosas de la vida, y creen que todo puede ocurrir. Un adulto no lo cree, aunque
luego le ocurran cosas mucho más horribles. Un adulto dice: “que no, que en el armario no hay un
monstruo, sino unos zapatos y la faja de mamá”. Pero el niño erre
que erre con el monstruo Y por eso las pesadillas de un niño son peores, porque
no tienen límites mentales. Todo esto lo cuenta Elia Purnell. Esta niña sabe más que muchos
adultos.
Este fin de semana les
he leído en twitter a Juan
Carlos Fresnadillo y a mi querido David Ulloa una preciosa
y breve conversación sobre lo que ‘Intruders’
les ha recordado a sus padres, a sus miedos, a las cosas que les contaban…
David decía que le habría gustado verla con su padre.
De todo esto va ‘Intruders’.