lunes, 10 de octubre de 2011

‘Intruders’: Teoría del miedo

Cada vez que una película española se coloca en el primer puesto de la taquilla nos da una gran alegría, sea la película producida aquí, dirigida allá, hablada en castellano, inglés, catalán, suajili… sea la de Woody Allen, Almodóvar, Urbizu o Fresnadillo.
‘Intruders’, de Juan Carlos Fresnadillo, se ha colocado líder provisional de la taquilla en su primer fin de semana, superando el millón de euros y prácticamente en un empate técnico con ‘Johnny English‘. Eso es bueno para nuestro cine, y sobre todo para el de Fresnadillo. Habrá quien haya ido porque es de miedo y sale Clive Owen; tal vez haya ido gente de la que dice: “yo no veo cine español” porque creyera que era americana o británica; tal vez haya ido gente que pensara “qué gracia, la dirige un tal Fresnadillo, ¡otro mexicano en EE.UU.!”; tal vez haya habido algún alérgico al cine patrio quien se diera un susto de muerte cuando viera aparecer a Pilar López de Ayala... Y tal vez yo esté exagerando.
Pero ese susto de muerte ya estaría en sintonía con la película. Intruders es de miedo, y mantiene una interesante teoría del miedo.
Clive Owen girando su cuello y la niña Elia Purnell, que es muy lista.
La historia que ha recaudado ya un millón de euros trata sobre fantasmas o miedos compartidos: a un niño español se le aparece en los sueños un monstruo (como nos ha pasado a todos, no estamos hablando de apariciones chorras y sanguinarias como las de Freddy Krueger). Mientras tanto, a una niña londinense le pasa algo parecido. Se produce una especie de conexión y aparecen los Intruders (si a estas alturas alguien no sabe que “intruder” significa “intruso” que se vaya de la clase).
Pero lo bueno de la película es que sí, de acuerdo, está contada y rodada como lo que es, un film de género. Pero como dice su guionista, Nico Casariego, es algo más. También es un cuento con elementos de miedo e infancia, como ‘Caperucita roja’, como ‘Juan sin miedo’, como ‘Jacinto Periquín y las asesinas ñoñas’ (éste último creo que me lo acabo de inventar).
Y el cuento del que habla Nico tiene que ver con la historia que se cuenta al principio, con un armario que encierra algo misterioso que tal vez no exista, con una historia colectiva que va sumando sus temores a un miedo global, como las chinchetas que se van clavando en un mapa para saber que países se han visitado o bombardeado, según seas un turista o un genocida. La conclusión, y creo que de eso no cabe ninguna duda, es que los niños imitan a los padres. Que los miedos son hereditarios, que se transmiten, igual que el anuncio aquel de “si tú lees, ellos leen”. Si tú transmites miedo, ellos los tendrán. Si tú te asustas, ellos se asustan. Como dice el productor Enrique López Lavigne, Intruders pretende hablar de los principios del terror.
Como bien sabe el personaje que interpreta Clive Owen, el miedo es inseguridad. Incluso lo sabe el propio Clive Owen, así, sin personaje, porque tiene dos niñas aparte de las de sus ojos, y esas niñas pasan miedo, y se asustan, y lloran, como cualquier niño que no sea un repollo. El propio Clive dice que el miedo es un legado, que por muy buen padre que quieras ser, transmites tus inseguridades como si fuera una cadena Y que en los niños, esos miedos llegan a ser desproporcionados.
Clive Owen girando su cuello y la niña Elia Purnell, que es muy lista. Como veis, esta frase es muy socorrida: vale para cualquier foto.
Y hablando de niños (y tal vez de repollos), la actriz Elia Purnell, que hace de nena mayor, tiene una teoría más que interesante: dice que los niños tienen más imaginación porque conocen menos cosas de la vida, y creen que todo puede ocurrir. Un adulto no lo cree, aunque luego le ocurran cosas mucho más horribles. Un adulto dice: “que no, que en el armario no hay un monstruo, sino unos zapatos y la faja de mamá”. Pero el niño erre que erre con el monstruo Y por eso las pesadillas de un niño son peores, porque no tienen límites mentales. Todo esto lo cuenta Elia Purnell. Esta niña sabe más que muchos adultos.
Este fin de semana les he leído en twitter a Juan Carlos Fresnadillo y a mi querido David Ulloa una preciosa y breve conversación sobre lo que ‘Intruders’ les ha recordado a sus padres, a sus miedos, a las cosas que les contaban… David decía que le habría gustado verla con su padre.

De todo esto va ‘Intruders’.