sábado, 24 de septiembre de 2011

Enrique Urbizu, José Coronado y los malvados

Enrique Urbizu. Bilbaíno. Director de cine. Nacido en 1962. José Coronado. Madrileño Actor. Nacido en 1957. Rafa Nadal. Manacorí. Pero éste último no viene a cuento, centrémonos en los dos primeros.
Porque esta semana se estrena, después de presentarse en San Sebastián con gran éxito de crítica y de público no se sabe todavía porque en el Festival va todo Dios a ver todo, “No habrá paz para los malvados”, una película de bonito nombre, con muchas cosas a favor y no demasiadas en contra (aunque sí algunas).
El principal logro de la película es el mismo que consiguió “La caja 507” hace 9 años: es un género que en España no se hace, normalmente porque se hace mal, que es el thriller policíaco. Y no se hace porque queda poco creíble, porque no estamos acostumbrados a ver policías españoles en la tele, y porque cuando nos los ponen, parecen clichés de los americanos. No, de los americanos no, de los de las series americanas. El día que alguien entre en una comisaría española y sea tratado por agentes de casting con lenguaje de telefilm como que vi la otra noche en la sonrojante “Homicidios”, que me avise. Pero ojo, no nos engañemos, que uno, por motivos que prefiere no recordar, estuvo en una comisaría de Nueva York y no fue atendido precisamente por el Capitán Furilo o Gary Sinise.
José Coronado: Santos, el malote.
Dicho esto, y superado el trauma de que uno de los policías sea Juanjo Artero, o sea, el Charlie Márquez de El comisario, la serie que me tuvo enganchado creo que 9 temporadas? (de Verano azul ya ni hablo), y que en la primera secuencia se carguen a su compañera en la serie Elo (Cristina Perales), la película se ve con cierta facilidad, y es verdad que el personaje de Jose Coronado está muy bien construido, y que Jose no estaba así precisamente desde “La caja 507”. Es entretenida, la trama tiene sentido (aunque me perdí un par de veces, pero luego me encontré), ese Santos que interpreta Coronado está justificado, el giro que hace la película es inesperado… Estas son las cosas buenas.
Pero… los personajes que rodean a Coronado no pasan de ser meros bocetos (excepto alguno, como el confidente árabe). Hay una juez muy fría a la que de repente se pretende humanizar en una secuencia aislada (interpretada por la cantante Helena Miquel, ver entrevista en GQ.com). El policía que interpreta Rodolfo Sancho está ahí solamente para que se vea que se le puede tener cariño a Coronado, pero no sabes por qué. El que interpreta el lostie Pedro Mari Sánchez es un poco cliché, da un poco de risilla. Estas son las cosas malas.
Total, que en mi línea habitual de crítico cagueta e indefinido, ni la ensalzo como si fuera un entregado a la causa ni me la cargo como si fuera Boyero (que en este caso, y previsiblemente, no se la carga, porque le pega totalmente).
Coronado en "La caja 507" hace 9 años, con Goya Toledo. Igual le vemos ahora con otra clase de Goya.
Pero dejando aparte la película, os decía que hay que ensalzar la valentía de Enrique Urbizu (hombre GQ de la semana, por cierto). Porque se sale de la comedia desenfadada, de las películas de la guerra civil, de las adaptaciones literarias, de los dramas locales vascos o catalanes… de los tópicos del cine español. Y por apartarse de algunas de sus primeras películas como “Cuernos de mujer” o “Cómo ser feliz y disfrutarlo”.
Y a José Coronado, que ya colaboró con Urbizu en “La caja 507” y “La vida mancha” por saltarse su imagen, por engordar a base de helados, por descuidar su imagen de galán… El otro día me contaba José que está oyendo muchos rumores, muy buenas vibraciones… Yo le decía que se le comparaba con “Malamadre” (comparación benévola, pero sé a lo que se refieren), y contrariamente a lo que suelen hacer los actores (“no, no, no digas eso, por Dios”), él confesaba haberlo escuchado también, pero tomárselo con cautela.

Pero Coronado huele a nominación a los Goya. Y tal vez cuando leáis esto ya le hayan dado la Concha de Plata al mejor actor.