viernes, 24 de junio de 2011

El cine español y la falta de autocrítica

Esta semana ha sido rarísima para el cine español, pero no por sus películas, sino por las noticias que ha generado la industria. Suena a que os voy a soltar un rollo, ¿eh? “La industria”. Pues no. Han sido días divertidos y moviditos.
No me preguntéis por qué, pero la Academia y la FAPAE se han puesto de acuerdo para generar titulares innecesarios esta última semana. La polémica de los niños y los Goyas, de la que se ha hablado mucho (yo el primero), es la que se ha llevado toda la atención, y de manera totalmente innecesaria. Esto de que los menores de 16 años no puedan recibir Goyas se solucionaba con que los propios académicos no perdieran el culo en cuanto un niño hace un papel por encima de lo normal. Es absurdo que quien vota y nomina decida que no está bien que los niños sean candidatos. Coño, pues no les votes. Ahora, si te sale un Juanjo Ballesta, una Ivana Baquero o una Clara Lago, pues sí, nomínales. Pero ¿de verdad que los dos niños de Pa negre eran los mejores actores (revelación) del año? ¿Los dos? Lo dudo. Ayer crucé un par de tweets con Daniel Sánchez Arévalo, en cuya película Primos hay un niño que este año no podrá ser nominado. Lejos de molestare, Daniel no entiende la polémica, dice que el Goya no debe ser un fin, que los niños (y los adultos) deben preocuparse de divertirse y formarse, no de los Goya. Qué sabio es Daniel.


La otra polémica de la semana, algo eclipsada por este embrollo, se generó en las jornadas Madrid de Cine, un evento que reúne a agentes, vendedores, compradores y periodistas en torno al cine español. Y este encuentro evidenció una cosa que a menudo comprobamos en la gala de los Goya: la falta de autocrítica del cine español. Bueno, seamos justos, con Álex de la Iglesia esta autocrítica apareció un poquito, pero enseguida volvió a esconderse. En esas jornadas salió el siguiente dato, la estrella de la jornada:
“El cine español recaudó 90 millones de euros en el extranjero en 2010, mientras que en las salas nacionales se recaudaron 80, 2?.
Pues bien: a mí me habría gustado que alguien dijera: “vale pues hagamos películas que gusten más, o jodámonos”. Aunque haya otras razones. Pero no, el cine español (o los representantes de su industria) reaccionaron así:
- El descenso de recaudación con respecto al año anterior de más de 50 millones de euros se achacó únicamente al efecto Planet 51 en 2009. Conclusión: o hacemos películas de dibujos que parezcan americanas o el cine español no sube fuera ni a tiros.
- Fernando Trueba (padrino de esta edición) dijo que no sabemos vender el cine español. Que hay que recuperar a los medios de comunicación, porque el cine español sólo sale en ellos por las malas noticias. No, si al final esto va a ser culpa de la canallesca. Y no creo que sea así: cuando ganamos Oscars, salimos en todos los medios. El éxito de Celda 211 salió en todos los medios. Hace dos años, cuando las cifras de taquilla subieron, salió en todos los medios. Eso sí, cuando una película no tiene mucho éxito, sale menos (y no me estoy refiriendo a Chico y Rita, que sí que salió).
Luego, Fernado  Trueba añadió algo que debería haberse callado: “leo prensa inglesa y francesa, y muy poca española”. Captada la puya, pero si no lees prensa española no puedes decir que la prensa no apoya nuestro cine. Yo no sé si la prensa rusa apoya o no a su cine porque no leo prensa rusa.
Ahora, para que veais que todos podemos entonar el mea culpa, Nacho Vigalondo criticó el titular de estas jornadas de la página web de la SER:
“Batacazo del cine español en el extranjero”, para a continuación decir. “El cine español sigue interesando más fuera de nuestras fronteras, ya que nuestras películas las ven 16 millones de espectadores extranjeros y sólo 12 millones de españoles”. Es verdad que el titular es demasiado catastrofista.


Pero un poco más de autocrítica, por favor.