domingo, 3 de abril de 2011

Smoking films & smoking cosas

I. Hace unos días, Joaquín Sabina se fumó un pitillo en un hotel de Uruguay durante una rueda de prensa. Igual que en España, eso está prohibidísimo. La gracia puede costarle 8.000 euros al hotel (dulce hotel). Caramba, qué excesiva multa.
II. Hace una semana, Catherine Denueve visitó España para promocionar la película de François Ozon Potiche, mujeres al poder. La distribuidora organizó la típica rueda de prensa también en un hotel, que estuvo muy concurrida porque Catherine no concedía entrevistas individuales. Muy diva, en su papel de estrella, de diosa acostumbrada a que no le nieguen ningún capricho, Catherine sacó un cigarrillo de su pitillera, posólo en sus labios superiores y encendiólo. Momento tenso: todo el mundo se quedó como si la diva acabara de asesinar a una foca monge. Un periodista la avisó tímidamente en un perfecto francés: “Madán Cazerín, senepá posible que vú de fumer, purcuá de la luá du tabac en la Españe” (el que no sepa francés, que se meta en Tradukka, este blog es internacional y superpolíglota). Y ella, con un gesto de fastidio, apagó el cigarrillo en la frente de François Ozon. Bueno, esto último no es cierto, pero habría molado, habría quedado como una diva de verdad.
Supongo que las dos cosas que acabo de contar son lógicas. Quiero  decir que la ley es así, y hay que cumplirla. No se puede matar, ni violar bebés, ni fumar en sitios públicos. Está prohibido. Así que Joaquín y Catherine (anda, si riman) no pueden fumar en sus ruedas de prensa. Otra cosa es que un servidor nunca haya matado ni violado bebés, pero sí haya fumado muchas veces en sitios públicos y no se haya sentido mal por ello.
III. Hace exactamente un año entrevisté a Rosa María Sardá en el Festival de Málaga para una serie documental que por aquel entonces se llamaba Actrices y que al final se terminó llamando Actrices. Lo hicimos en una sala que nos cedió el Hotel AC Málaga Palacio. Ella me pidió poder fumar, y yo le dije que por favor lo hiciera o hiciese, aunque estoy seguro de que ella lo habría hecho igual. Me parece que ya por aquel entonces no se podía fumar allí por el tipo de sala que era, pero hoy estaría terminantemente prohibido. Un año después, yo le habría vuelto a permitir que fumara y ella lo habría hecho independientemente de mi opinión. Tal vez nos denunciara el cámara, pero no lo creo. Yo jamás permitiría que nadie violara un bebé en mi presencia, pero a mí que fumen un poco me la suda. Y la imagen de Rosa María con el humo y el pitillo es de las más potentes del documental.
Rosa María Sardà. A ver quién tiene huevos de decirle que no fume.
IV. Hace un mes una persona denunció el espectáculo Hair porque se fumaba en el escenario. Se armó un pequeño revuelo y al final la obra fue declarada inocente, porque lo que fumaban los actores era una mezcla de hierbas (no de ESAS hierbas) y la ley se llama “anti-tabaco”, no “anti-fumahierbas”. Es decir, el espectador que denunció no se sintió molesto por la nicotina, no por sus pulmones, sino por el acto en sí, puesto que no llegó a oler ese humo. Bueno, en un teatro sería difícil. No sé si ese espectador habrá visto Hamlet, pero ojo, porque matan a gente. Eso sí, creo que no violan bebés.
V. Hace unas semanas, vi un espectáculo de Animalario que desearía no haber visto, pero eso es lo de menos. En un momento de la obra, Willy Toledo enciende un pitillo. Por el argumento no hace ni puta falta, pero lo hace. No sé si era una provocación o no, pero nadie se quejó, nadie denunció, no pasó nada, por Dios, era un teatro, claro que no pasa nada. También echan un polvo ( simulado) él y Nathalie Poza y no pasa nada, y en la calle no se puede hacer eso, creo, y yo he visto desnudarse en un teatro a Juan Diego Botto, Verónica Forqué, etc, etc, y en la calle no podrían hacerlo. Pero estamos en un teatro.
VI. Hay una página web americana, Scenesmoking, que puntúa las películas por pulmones, y denuncia los cigarrillos que aparecen en ellas, a quién los fuma, etc. Por ejemplo, Avatar es criticada porque el malote fuma puros y eso es malo para los niños. Que los humanos se carguen el planeta de los pitufos tochos esos, da más igual. No tengo noticias (que no quiere decir que no existan) de webs que denuncien malos tratos, machismo, videojuegos violentos o que condenen la serie Marco por mostrar a un padre que permite que un niño se vaya solo de Italia a Argentina con un monete.
Probad a quitadle la boquilla a Audrey y todo será distinto. La boquilla del cigarrillo, no la boquilla de la carilla.
Con lo del humo nos hemos vuelto un poco locos. y puesto que este es un blog de cine, ¿se imaginan un mundo en el que…
Groucho Marx no tuviera un puro?
Rita Hayworth y Gilda no fumaran con boquilla?
Humphrey Bogart no nos soltara su humo en Casablanca?
Bettte Davis no intimidara a Eva Harrington con su pitillo?
Anne Bancroft no sedujera a Dustin Hoffman en El graduado con un cigarrillo de por medio?
James Dean no fumara en Gigante?
Harvey Keitel no tuviera un estanco en Smoke?
Paul Newman tuviera un taco de billar en una mano y en la otra… nada?
Audrey Hepburn no llevara una boquilla extralarga en Desayuno con diamantes?
…El humo del cigarro de Gloria Swanson no nos hipnotizara en El crepúsculo de los dioses?
Yo no.

P.D. Recurro varias veces al desagradable ejemplo de la violación  unl bebé en apoyo a Ángel Sala. Que Herodes matara niños también es horrible, pero Jesús de Nazaret es muy bonita, y creo que esas muertes eran fingidas. En el cine se fingen las cosas, por Dios. No matemos al mensajero, sobre todo si, como Ángel Sala, ha hecho tantas cosas por difundir la cultura.