jueves, 21 de enero de 2010

El timo de los 905

Quería haber escrito este post el 28 de diciembre, porque el tema del que hablaremos hoy me parece una de las inocentadas más desagaradables que la televisión brinda al público en los últimos años, pero ese día estaba yo malherido porque mi sobrino me gastó una sutil broma consistente en introducir una bomba de la guerra civil en activo en mi esófago mientras yo roncaba plácidamente durante la siesta.
Ya recuperado, retomo el tema y os pediría más que nunca que al final me dierais vuestra opinión.
PLANTEAMIENTO
Hace muchos años, digamos que unos 15, las televisiones locales alcanzaron un absurdo auge. Los receptores de televisión, además de TVE, Antena 3, etc, comenzaron a sintonizar con cierta nitidez las señales de Tele 6, Tele Mundo, Minglanilla TV, Tele Sierra, Onda Playa o Tele Potorro. Eran teles cutres, emitían programas eternos en platós improvisados, repetían sus contenidos hasta la saciedad… y en algunas de ellas hasta podías encontrar destellos de ingenio. Pero de pronto, estas teles descubrieron un chollo: los teléfonos con prefijo 803. Las llamadas costaban unas 100 pesetas por minuto, de las que una cuarta parte neta iba a parar a las arcas de la televisión. Y entonces las locales se llenaron de falsos pitonisos, concursos facilones, líneas eróticas, etc. El chollo consistía en mantener a la gente en espera, no en atenderla, porque esas líneas permiten aguantar a muchas personas pagando a la vez, no como las normales, que si están ocupadas comunican y listo. Pero tanto fue el cántaro a la fuente que hubo que regular esta historia.
He aquí la foto del delito. Continuad leyendo.
NUDO
Pero lo que me indigna de todo es que de pronto las televisiones generalistas adoptaron este método. Puedo entender (pero no perdonar) que las televisioncillas locales cayeran en la fácil tentación, pero que Cuatro, Antena 3 o La Sexta engañen así su audiencia me parece indignante y denunciable. Lo hacen con una versión “legal” del concurso, aprovechando resquicios sin regular, pero al fin y al cabo engañan al público, como cuando salen Rappel u Octavio Aceves sacando dinero a la pobre gente que cree en estos farsantes. Si fueran las televisiones quienes les pagaran, me parecería bien, allá ellas, pero que les cedan un espacio para que obtener dinero de la gente que piensa que estos falsos brujos saben su futuro, me hierve la sangre (esta gente es dueña de sus actos, ya lo sé, pero generalmente también es dueña de menos cultura y posiblemente de menos dinero). Huy, qué serio me he puesto, en realidad no me hierve tanto la sangre, de hecho qué susto si me hirviera la sangre.
Dos de estos espacios los emite La Sexta, y se llaman Despierta y gana y Gana ahora. En ambos plantean un pasatiempo que podría resolver un feto de seis meses, tipo “busca la figura diferente” o “adivina cual es la provincia gallega que empieza por O”. Los animadores (porque no son presentadores, son payasos como los que van a los cumpleaños infantiles) aguantan y aguantan en pantalla diciendo chorradas y hablando supuestamente con el “realizador”, riéndose de bromas internas y haciendo tiempo para no coger el teléfono hasta el final del programa, quejándose de que nadie acierta la respuesta y mintiendo con cuentas atrás tras las que nunca pasa nada. Y mientras, la gente llama. Cuando al final y sólo al final entra un concursante y acierta la pregunta apta para embriones, gana una pequeña cantidad de dinero y se les plantea un reto final por 60.000 euros (que en todo momento parece el premio de la pregunta absurda): acertar cuatro letras del abecedario. Mi hermana Susana, de la que el mismo Einstein podría haber aprendido unas cuantas cosas, me calculó la probabilidad de acertar las cuatro letras: 1 entre 17.550.
El pasado 1 de noviembre, un tal Rubén llamó a Gana ahora. Acertó el puto acertijo inicial: “Asdrúbal”. Y se le planteó el reto de las 4 letras y los 60.000 euros. Las clavó: A-J-M-R. La presentadora se quedó paralizada (una tal María Sandoval, que no sé quién es pero que por lo visto salió de un concurso y se dijo que estaba liada con Cristiano Ronaldo). Y tas unos segundos en los que puso cara de ñoña y se rascó un poco, dijo con menos convicción que Belén Esteban retransmitiendo las uvas: “No es… tenían que estar en orden”.
Por favor, mirad el vídeo. No tiene desperdicio.
DESENLACE
Rubén demandó al programa y ¡aleluya! ganó el pleito. Cobrará sus 60.000 euros porque el programa en ningún momento había explicado que las letras tenían que estar en orden, y no se puede legislar un concurso así sobre la marcha. Es como si yo gano la Bonoloto, voy a cobrarla y me dice el lotero: “no te puedo dar el premio porque es que tenías que ser chino”. Coño, pues que me lo hubieran dicho antes y habría sido chino.
La Sexta se lavó las manos, culpando a Llama TV. Incluso en SLQH criticaron el concurso y parodiaron la trampa. Me parece de un cinismo impresionante. Si un programa te parece fraudulento, pues no lo emites y punto, aunque lo haga una productora, igual que si un blog de cine y televisión te parece indigno, pues no lo publicas en Menstyle. Mierda, esto último no quería haberlo sugerido en alto.
Por cierto, desde entonces el programa de La Sexta sí que avisa de que las 4 letras hay que decirlas por orden. Mi hermana Susana me dice que eso reduce la probabilidad de acertar a 1 entre 421.200 (os recuerdo que antes era 1 entre 17.550).
ANTECEDENTES
Hace 14 años yo tenía un programa de un canal local de Madrid que se veía en toda España y que se llamaba Telesierra, o TVL, o Canal 39, según Hacienda persiguiera o no a sus dueños. Lo presentaba y escribía enterito con Enrique Catá, un tipo que podría ser una estrella de la tele o la radio, pero por desgracia para la audiencia también es el mejor documentalista de Europa, así que está en una de las editoriales más importantes de España controlando un poco todo.
En ese programa en directo había un concurso de 20 minutos en el que jugábamos con la gente a las películas (el juego de toda la vida, el de la mímica). Esta sección tuvo un curioso éxito y nos llamaban desde toda España a un teléfono que empezaba por 91, sin que hubiera un sólo momento en el que no tuviéramos a un concursante en antena, a pesar de que los premios eran ridículos y nunca pecuniarios.
A los dueños de la televisión se les pusieron los ojos como al Tío Gilito, con el símbolo $, y nos pidieron que cambiáramos el número a un 803. Lo hicimos unas semanas. Entonces nos pidieron que el concurso ocupara los 90 minutos del programa y que grabáramos más para emitir fuera de él, y nos negamos.
Meses después ya no nos lo pidieron, sino que nos lo exigieron, y ya no recuerdo si nos fuimos nosotros o nos echaron ellos, lo que sí recuerdo es que nos volvimos a negar y que no volvimos a trabajar en ese canal tan fofo.
Años más tarde, los dueños de esa televisión, que eran muy orondos y se apellidaban Del Campo, fueron condenados a prisión por estafa. Salió en la tele y todo. No sé si seguirán allí, ni siquiera sé si llegaron a estar en chirona o si pagaron la fianza con llamadas al 803. Tampoco me importa mucho.
Otro timo en La Sexta: el de la suma.
ANEXO
El 31 de diciembre por la mañana puse el programa de La Sexta por curiosidad. El saltimabanqui que hace de presentador, esta vez de género macho, planteaba un problema matemático: 9 x 11 – 25 + 5 +7 (6 x 5) = ?
Sólo hay una solución: 116. Varios concursantes dieron ese resultado, pero el sonrisas les dijo que era incorrecto. Y cuando alguien volvía a insistir, le regañaba porque ya se había dicho esa cifra. Es como si te dicen que el Quijote no lo escribió Cervantes porque la respuesta está repetida. De pronto, la suma desaparece de la pantalla y cambian de juego porque nadie acierta l suma, si es que sois todos unos torpes. Y cuando ya ha pasado un buen rato sin ver la suma, cuando ya nadie se acuerda de ella porque nadie es tan friki como yo, que le hice una foto y todo, dan el resultado “correcto”: 427. Por si acaso, vuelvo a consultarle a mi hermana pitagórica: la única solución posible es 116. Elegí un día del programa al azar y volví a ser testigo de un timo en toda regla.
(Caramba, me acabo de meter en Youtube y encuentro otro timo, otro intento de timo… ¡¡¡estos tíos son impresionantes!!!

VEREDICTO
Y ahora os toca a vosotros…