Seguramente cuando estéis
leyendo estas líneas ya habrá terminado en Valencia el rodaje de DD Hollywood, porque
acababa hoy miércoles exactamente a las tantas y pico.
- Yo no sé qué es DD
Hollywood.
- Ay, hija, es que no te enteras de nada. DD Hollywood es la nueva
película de Bigas Luna,
y la segunda parte de la trilogía que empezó con Yo soy la Juani.
- Ah.
Pues decía yo que la semana
pasada estuve en uno de los últimos días del rodaje, en el Hotel Westin de
Valencia, con tres compañeros de CANAL+ que nunca he sabido bien si son mejores
profesionales o personas (no voy a decir sus nombres porque si no este blog va
a parecer los agradecimientos de los premiados en los Goya) (se llaman Gonzalo Cabrera, Antonio González
y Mario Martos).
“Estuve en el rodaje” significa
“trabajé para hacer un
reportaje sobre la película”. Lo divertido de trabajar en
estas cosas es que entrevistas a directores, actores y actrices. Y la actriz de
DD Hollywod es Elsa Pataky. Y mola ir a
Valencia para hablar con Elsa
Pataky, porque cuando hablas con ella la tienes que mirar, y
eso mola. Y ella te tiene que mirar a ti, y eso mola más todavía. “Elsa Pataky me ha estado mirando durante más de un
cuarto de hora y no me ha insultado”. ¿Veis? Mola.
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Mi mítico cogote entrevistando de nuevo a Elsa Pataky |
- ¿Fulanita? Soy Jose. Ya estamos en Valencia.
- Hola ¿Dónde estáis exactamente?
- En el vestíbulo del
hotel. ¿Me estás viendo? ¿Tú dónde estás?
- Yo en Barcelona.
Vaya, empezamos bien. Así que
nos atendió Juanma,
el jefe de producción de la película, un tipo muy majete. Enseguida nos ayuda a
buscar un sitio para las entrevistas, y al momento aparece Bigas Luna.
Bigas Luna es un tío muy
inteligente, moderno para su edad y su tiempo. Le gusta innovar, investigar,
arriesgar, y yo eso lo valoro mucho. No soy devoto de su filmografía, pero Jamón, jamón y La camarera del Titanic me
parecen dos películas notables. Y aunque no me entusiasmó Yo soy la Juani, le agradecí
el riesgo formal y sobre todo el presentarnos a ese pedazo de actriz, pibón y
chica simpatiquísima que se llama Verónica
Echegui (la he entrevistado varias veces, y una de ellas, en la
que me confundió previamente con Quequé,
nos reímos mucho mucho y nos lo pasamos pirata).
Bigas me dijo que sólo
nos podría dedicar diez minutos, pero luego estuvo con nosotros unos veinte. Y
durante el resto del día nos trató muy bien. Me habló de la película y de “sus
chicas”, y reveló uno de esos conceptos fetichistas que de vez en cuando saca a
la luz: “para mí las mujeres
tienen dos iconos: las tetas y el coño” (“qué cerdo”, pensaréis, pero
no, esperad), “la teta como
símbolo de alimentación, y el coño como símbolo del nacimiento”.
Cuando se fue, Mario y yo nos quedamos pensando en esto de los iconos, los
símbolos, y las metáforas. Al final nos miramos y dijimos lo mismo: “ya, pero…. ¿y el culo qué?”
La entrevista con Elsa Pataky comienza a
demorarse sospechosamente, así que decidimos comernos unos sandwiches en el
hotel, que como es un Westin, pues te los cobran como si fueran cuatro besugos
al horno. Gonzalo y yo subimos a presionar y a ver si nos dejan grabar la
escena que están rodando hoy.
- ¿Grabar? No, es que es
una escena de cama, no os van a dejar ni Bigas ni Elsa.
- ¿De cama? ¿Pero la
escena de cama no era ayer, y por eso hemos venido hoy?
- Ah, sí. Es que la hemos
cambiado a hoy.
(Mierda)
- Pero a nosotros nos da
igual, podemos grabarla, no nos escandaliza…
- Buen intento, Josemari.
Pero no cuela.
En esto sale Elsa de la habitación,
sólo con un albornoz. Gonzalo y yo la miramos. “¡Qué guapa! MIra, qué chiquinina… Pues igual no es para
tanto, ¿no?” (yo es que a veces me hago el digno). Pero si Elsa me
hubiera mirado en ese momento, podría haber dicho eso de “¿llevas una pistola o es que te alegras
de verme?”
Volvemos a bajar. Le decimos a
Juanma que lo de Elsa se empieza a retrasar demasiado.
- Ya lo sé… está difícil
hoy… ¿Quieres entrevistar a Peter Coyote?”
- ¿Qué? ¿A Peter Coyote? No. O sea sí. No sé.
Yo a quien he venido a entrevistar es a Elsa Pataky.
- ¡Que te traigo a Peter Coyote en un momento! ¡Que
como me ponga, te lo traigo!
Al poco, Peter Coyote se va del
hotel con una mochila. No nos lo trajeron. Así que Antonio y Mario comienzan a
grabar una escena en la que Bigas
Luna recrea un programa de televisión. Qué bien, por fin
imágenes de un rodaje y de Bigas dirigiendo.
“No
consigo que parezca televisión… esto parece cine… no me convence esto…” Y de repente Bigas
Luna nos mira y nos dice con esa cara de Bigas Luna que sólo él
sabe poner: “¿Me dejáis vuestra
cámara?”
Y claro, se la dejamos. Mola
que Bigas Luna
te pida tu cámara y la use en una película suya. Aunque te deje sin cámara para
grabar cómo usa tu cámara en una película suya.
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El momento ése en el que Bigas Luna nos pidió la cámara y nosotros se la prestamos. |
Elsa Pataky estuvo encantadora. Es la tercera vez que la entrevisto, una de esas veces fue para un documental que hicimos Gonzalo y yo y que se llamaba “Cómo conseguir un papel en Hollywood”, que a Elsa le encantó. O sea, que pese a la tardanza hubo buen rollo. Eso sí, pretendíamos haber hecho más cosas con ella (de trabajo, digo), y le encantó la idea, pero prefería hacerlo en Madrid más descansada y más guapa. ¿Más guapa? Estaba en bata, por la escena que estaba rodando. Y a mí me parecía que así en bata estaba perfecta. Pero entiendo lo que quería decir. Al final nos concedió una entrevista breve pero jugosa, como sus labios, y brillante y candorosa, cómo sus pómulos de coral.
Cuando salió de nuestro set,
unos comentamos “pues habla
bien”, otros “ha
estado interesante”, unos terceros “qué maja es y tal”. Y Antonio tradujo todas
estas frases en una sola: “Está
buena, ¿no?”
Llegamos al tren, con un
tranquilizador margen de cuatro minutos. Pero lo mejor de todo es que hemos
vuelto a quedar con Elsa
Pataky para otro día, con fecha y hora. Mi amigo José Luis se quiere venir a
la entrevista, pero le he dicho que como no tiene nada que ver con este
trabajo, pues que no puedo llevarle, porque esas cosas quedan fatal. Pero igual
le cuelo disfrazado de cucaracha.