martes, 21 de septiembre de 2010

Festival de San Sebastián 2

Ya me funciona el ordenador. “Qué bien, menos mal”, dijo la Humanidad aliviada. “Cáscaras”, dijeron fastidiados los lectores de GQ.com.
Antes de seguir desbarrando sobre San Sebastián, me gustaría aclarar que no pretendo con estas jornadas blogueras elaborar una crónica detallada del Festival. Para eso os recomiendo seguir las tribulaciones de insignes expertos como Carlos Boyero, Miguel Parra o Blas, el enano. Yo solamente ha pasado por Donosti unos días, y además mi misión en el Festival no era tanto cubrirlo como realizar un trabajo paralelo (sí, he querido decir que he hecho un trabajo apto para un lelo). Pero como soy un cielo y la gente me cuenta cosas del Festival, y me encuentro con Gonzalo de Prado de Antena 3, Juan Zavala de TCM, compañeros de TVE, TV3, y con mi maravilloso equipo de CANAL+, y todos van al cine y me dicen lo que les gusta o lo que no, os puedo dar algunas indicaciones sobre lo que se ha visto en el Festival. Así que vamos a dividir este post en dos:
  • La parte inútil: las cosas que me han pasado a mí.
  • La parte útil: las cosas que me cuentan los demás.
Vamos con las cosas tontas que me han pasado a mí.
- Tradicionalmente, yo reservo todos los años una mesa en el Aldanondo, para todos mis compañeros de la tele. Algunos van con ganas y otros sin ellas, pero al final van todos para que yo esté muy contento. Este año hubo tres invitados más en el Aldanondo: Javier Bardem, Pilar Bardem y Richard Jenkins, que estaban presentando Come reza amaJulia Roberts no fue, porque será muy guapa, pero si abre la boca en el Aldanondo le caben dentro cinco chuletones troceados y ya no queda para nadie. Estas cosas os las digo para que veais qué ojo tengo eligiendo: una vez reservé en un bar un poco cutre y apareció Leticia Sabater. Y como tengo ojo pero el otro día iba sin gafas, pues luego confundí a la dueña del Aldanondo con Pilar Bardem, porque de aspecto se parece un huevo. Durante toda la cena, unos paparazzi esperaron a Javier en la salida. Qué coñazo, caramba. Mirad las fotos en las revistas del corazón, porque si veis a los Bardem saliendo de un restaurante de San Sebastián y al fondo a ocho gilipollas mirando por la ventana con la boca llena, somos nosotros. Especial ilusión me hizo ver a Richard Jenkins: adoro A dos metros bajo tierra y The visitor.
Julia Roberts con su premio Donostia y Javier Bardem al que ya se le nota el bombo.
- Mientras los periodistas de verdad ven películas chinas, chilenas y paraguayas, yo me escapo a ver a Ana de Armas de El internado y a Florentino Fernández. Presentaban una película de animación a la que han puesto la voz: Gru, mi villano favorito. Y como David Broncano, mi nuevo compañero, es amiguete de Flo, y Cristina Teva, mi eterna compañera, es la única persona que conozco que se puede poner al lado de Ana de Armas y robarle parte de la atención, pues hicimos un reportaje con ellos. Y además me apetecía discutir un poco con la jefa de prensa de la película, algo que no hacía desde antes del verano.
Ana de Armas y Florentino Fernández en la playa de Zurriola. El del centro lleva gafas y sólo tiene un ojo, así que igual soy yo.
- Descubro que las personas mayores en San Sebastián se levantan de mala uva. Por sujetar un cacharro que refleja la luz cerca del Kursaal, un vejete me insulta, una señora que hacía footing muy despacio se enfada y un caballero canoso con traje me da un empujón para apartarme de su camino. Como yo soy débil y medio idiota, me entra la risa en las tres ocasiones. Os lo juro.
- También me han pasado algunas cosas dignas, como charlar con Álex Angulo, conocer al futuro director del Festival, celebrar el cumpleaños del mejor cámara de Europa, Eduardo Mangada, acostarme con un negro de Long Island… (bueno, una de estas cosas es mentira). Pero algunas de ellas os las contaré más despacio el próximo día.
Y vamos ya con la parte útil de este post: qué os puedo decir rápidamente de algunas películas presentadas en el Festival, por lo que yo he podido ver y por lo que me han contado amigos y compañeros de los que me fío. De los que no me fío, ni los escucho.
  • Abel. El prometedor debú como director de ficción del mexicano Diego Luna. Producen Gael García Bernal, que no ha estado en el Festival, y John Malkovich, que sí.
  • Bicicleta, cuchara, manzana. Documental sobre el alzhemier con Pasqual Maragall de protagonista. Creo que es estupendo, pero de momento no me he atrevido a verla.
  • Buried (Enterrado). Una de las sensaciones del Festival, aunque no compite por la Concha de su madre. Rodrigo Cortés mete a un tío dentro de una tumba con un móvil, una linterna y un reloj. Como dice David Broncano, qué suerte que no fuera con una tortuga, una maceta y un cenicero. Le han comparado con Hitchcock (a Cortés, no a Broncano).
  • Carancho, del argentino Pablo Trapero, con un Ricardo Darín que no esta apareciendo mucho para promocionar esta película. Se estrena este viernes, y la han definido como una película argentina tocada por Tarantino.
  • Come reza ama. Si la veis en V.O. creo que saldréis espantados. Si la veis doblada, escucharéis a Bardem hablando como si fuera un cubano tontito. Si no queréis verla, os espero en el Sport tomando un pintxo de foie que está de escándalo.
  • El gran Vázquez. Biopic sobre el autor de Anacleto, La familia Cebolleta y Las hermanas Gilda, a mayor gloria de Santiago Segura. El viernes os hablo de ella, ¿vale?
  • Elisa K. También se estrena este viernes. Una producción catalana sobre una niña que es violada pero que sólo recuerda este pequeño detalle cuando se hace mayor. Los directores dicen que les preocupa más el tema de la memoria que el del delito en sí. Parece que les preocupa más todavía el aspecto formal de la película. A mí me da igual todo.
  • La noche que no acaba. El documental sobre Ava Gardner del que os hablaba el otro día.  A mí me gustó bastante.
Cartel de "La noche que no acaba", y detrás el Kursaal.
  • Lucía. Una película chilena en la que mis queridos Elena Pacual y David Broncano cayeron fritos en el primer plano, que duraba cinco minutos y que era una chica quieta con el tic tac de un reloj de fondo. No me animaron demasiado a verla.
  • Misterios de Lisboa. Culebrón histórico portugués de cuatro horas y 16 minutos. Caramba, yo he estado menos tiempo en Donosti.
  • Norberto apenas tarde. Yo no entiendo el título, parece el de Bicicleta, cuchara, manzana, sólo que como eso va de alzheimer y de recordar palabras, sí lo entiendo. Según Cristina Teva y su amiga Sandra, el debú como director del actor Daniel Hendler es bastante decente.

Cómo es posible que pase tres días en San Sebastián y me dé para escribir tres posts. Es como una vez que salí con una chica fea y les conté a mis amigos que eran tres guapas. Seguiremos informando o inventándonos cosas…