jueves, 10 de junio de 2010

Yo que tú no lo haría… (lo peor de la cartelera)

Ya sabéis que cada cierto tiempo me gusta hacer un repasillo por la cartelera para dividir las películas en las que hay que ver y las que no. ¿Cada cuánto tiempo exactamente? Pues no hay normas estipuladas, cuando me parece bien, cuando ha pasado un tiempo prudencial, cuando el cuerpo me lo pide (y últimamente me pide tan pocas cosas que cómo le voy a negar ésta).
Pero esta vez he mirado las películas que se pueden ver en las salas y una sensación de penuria y de lastimosa abulia crónica se ha apoderado de mi sensible corazoncete, al ver, oh Dios mío, que en los últimos meses se han estrenado bastantes más películas fofas que insignes obras maestras del séptimo arte.
Así que, por una vez y sin que sirva de precedente, os voy a citar solamente unos cuantos títulos que podéis ver en la cartelera, pero que si tenéis la ocasión de iros a comer unas porras a la chocolatería de al lado o de consumar algún plan más absurdo si cabe, pues yo no dudaría, como decía Antonio Flores, y añadiría: parachuru-ruchuru (esto lo añadiría el gran Antonio, yo jamás añadiría esa memez).
Por ejemplo…
Sexo en Nueva York 2. Es que es absolutamente innecesaria. Ya lo era la primera parte, así que imaginaos ésta. Las chicas de la serie, que tan cerradita y digna había quedado en nuestra memoria, viajan hasta Abu Dhabi, caminan por el desierto vestidas de Prada y calzando unos Manolos, y hay incluso mujeres árabes que bajo la maldita vestimenta “reglamentaria” de allí (y tan difícil de regular aquí) van vestidas de marca, diseño y divinas de la muerte. ¡Vergüenza (ajena) me da, Carry Brandshaw, con lo que tú has sido!
Las 4 chicas de "Sexo en Nueva York 2".
Furia de titanes. A pesar de que ya la critiqué en este blog, aún puede verse en algunos cines. Yo creí que los responsables de las salas me leían y quitaban de la programación lo que no me gusta. Pues oye, no es así. Furia de titanes resiste porque está en 3D. Bueno, o eso dicen…
Viaje mágico a África. De ésta me da más pena decir que es floja, porque es española, pero floja. Vaya, qué poco me ha durado la pena. Es la primera incursión en 3D de una película española, además de 3D de verdad, pero queda un poco batiburrillo, los bichos que salen también quedan raros, y si además la veis doblada (como se ha estrenado en la mayoría de las salas), la voz de Leonor Watling queda rarísima. Loable intento, pero un poco quiero y no puedo.
Desde París con amor. El título puede parecer el de un drama romántico ñoño. Mejor hubiera sido así, porque es un guiño a Desde Rusia con amor, de James Bond, y pretende ser una película de mucha acción. Pero es una triste imitación de los roles de la fórmula de Arma letal de poli legal y poli tarado, sólo que aquí Mel Gibson es John Travolta, Danny Glover es Jonathan Rhys Meyers y ambos pretenden evitar un ataque terrorista en París. No es lo mismo. Es como ver a un Vincent Vega caduco lidiando con un Enrique VIII contenido.
La última canción. O la penúltima, porque la última se la he visto cantar la semana pasada en la tele a Miley Cyrus en el Rock in Rio vestida como de fulana. La historia no puede ser más ñoña. Bueno, igual sí puede, pero ya es muy ñoña de por sí. Miley se va de veraneo con su padre divorciado, que es Greg Kinnear, y sólo se levan bien cuando se comunican con la música. Ahora que o pienso podría ser peor si la historia fuera un reality y Miley veraneara con su padre real, Billy Ray Cyrus, y ambos cantaran y bailaran en el apartamento de Torremolinos el Achy brachy heart con Coyote Dax tomando apuntes..
El plan B. Jennifer Lopez decide tener un hijo por inseminación artificial porque no encuentra a un hombre que la llene (con perdón de la expresión) y cuando la lechecita del amor funciona, zas, conoce al hombre ideal. El argumento en principio es nuevo, pero los gags de comedia romántica que vienen después no  es que sea previsibles, es que puedes irlos recitando en el cine antes de verlos.
Jennifer Lopez poniendo cara de "mira qué dulce soy" "El plan B".
Street Dance 3D, ¡a bailar! Sólo para pronunciar el nombre necesitas media útarde, así que el plan ya está casi hecho. La única gracia que tiene es lo del 3D (no hay versión en 2D), porque el resto es como de unos jóvenes que compiten bailando street dance, con mensaje de espíritu de superación de por medio. Yo no veo en 3D y si intento un paso de street dance se me esguinza el píloro.
El súper canguro. Es de Jackie Chan. Ya.
The crazies. El nombre bien podría ir referido a los productores de la película. Es un remake de una de George A. Romero, el máximo exponente de la historia del cine de zombies. Aquí los “zombies” se vuelven así por beber el agua del pueblo, y no son muertos vivientes, pero sí asesinos compulsivos. La de Romero no era gran cosa, pero en los 70 podía tener su gracia. La de 2010 tiene la gracia en el romero.
Y ahora pongámosle una vela al patrón del cine, que es San Billy Wilder, para que en las próximas semanas las películas mejoren y salgamos de esta crisis cinematográfica. Así a bote pronto, a mí se me ocurre bajarle el sueldo a los funcionarios y subir las entradas a los pensionistas.

Huy perdón, es que leo las palabras “salgamos de esta crisis” y se me agolpan las ideas…