jueves, 17 de diciembre de 2009

Donde viven los monstruos y Spike Jonze, ese tío raro

Este viernes se estrena una extraña película: Donde viven los monstruos. Extraña para mí, que también por definición soy extraño. Me resulta extraña porque está basada en un cuento del escritor e ilustrador Maurice Sendak, un cuento muy cortito y muy sencillo. Ese cuento estuvo en mi casa, pero mi memoria empieza a parecerse a la de mi PC (que no retiene más datos por culpa de las chorradas que tiene guardadas), y no recuerdo si lo tuve de niño, si apareció en casa en mi adolescencia, o si se lo leía a mis sobrinos cuando sólo eran pequeños proyectos de los adorables gañanes que son hoy en día.
Me resultaba extraña la adaptación porque el cuento no daba como para hacer una película. Pero también me resultaba extraña la decisión de que la dirigiera Spike Jonze, porque después de ver Cómo ser John Malkovich o El ladrón de orquídeas, pues no me parecía a mí que fuera el director ideal para hacer una película infantil.
¿O no tan infantil? El caso es que la gente de Warner me invita al preestreno de la película con todos los honores, en el patio de butacas y acompañado de quien yo quiera. Scarlett, Angelina y Ana Botella tenían no sé qué sarao, así que voy con mi chica. Y lo dicho: me cuesta entrar en la película. Bueno, miento, hay una primera parte en la que se explica la relación de un niño con su hermana y con su madre que me gusta muchísimo, me parece que el amor de una madre a un hijo cuando éste se porta bien o se porta mal, está perfectamente contado. Lo que me cuesta es el ratito en el que el niño se traslada a ese lugar donde viven los monstruos. Me gusta que Spike haya optado por plasmar los sencillos monstruos dibujados por Sendak tal y como eran, sin efectos digitales y con enormes disfraces, al estilo de Espinete o Don Pimpón. Pero me aburro en las secuencias en las que los monstruos y el niño luchan, juegan, construyen… Me gusta que cada bicho represente una parte de la personalidad del niño, pero me ponen nervioso algunos monstruos, y creo que si fuera más chiquitujo hasta me darían miedo. Dios mío, ¿habré perdido el niño que llevo dentro? No lo sé, mañana mismo me hago una ecografía.
Los monstruos de Sendak y las patas de los monstruos de Spike. Los ha hecho muy iguales.
El caso es que no ubico bien a quién va dirigida la película. Así que, como casi siempre que hablo de una película (os recuerdo que yo no soy crítico), contrasto mi opinión con la de gente a la que aprecio. Como la de Raquel, la persona que coordina el programa que teóricamente coordino yo, a la que le gustó mucho. O la de Jorge, la persona que coordina mis descoordinaciones, al que también le gustó bastante. O Javier, el crítico que mejor coordina las palabras, al que también le gustó mucho. Ya lo veis, de mí hay que fiarse poquito. No me gustan las cosas que le gusta a la gente lista. No sé qué hacéis leyendo este blog. Creo que voy a suicidarme.
Venga, no.
Pero la invitación de Warner tenía truco. Resulta que Spike Jonze es un tío raro y llevaba dos días en España sin conceder entrevistas. Los medios pudieron hablar con el productor y el niño prota, pero Spike como que pasaba. Y unas horas antes del estreno, nos dicen que Spiky (yo ahora de repente le voy a llamar Spiky) nos concederá tres preguntas a tres teles, pero no te creas que a más. Y ya que me han invitado… pues ya que vas… pues si vas a estar por ahí… pues házselas, hombre. Y allá que voy. A preguntarle cosas al señor que no quiere que le pregunten cosas. Lo malo es que ya no sé si acudir con las galas de invitado o con el mono de reportero, así que al final voy como siempre: vestido de mamarracho.
Spike Jonze presentando la película sobre el escenario del Cine Capitol de Madrid, junto al niño Max Records (que tiene nombre de discográfica) y el productor Vincent Landay.
Por el photocall (es que se llama así) pasan famosos como de hace diez años, porque a algunos hasta les conocía. Pasa Loreto Valverde con niños, Salvador Guerrero con niños, la Ronaldinha con un niño que es igual que Ronaldo, Raquel Rodríguez, que era una miss de cuando yo me sabía las misses… Bueno, también aparece gente del cine, como Javier Fesser, Asier Etxeandía o María Botto, y también algunos jovencillos y no tan jovencillos de algunas series españolas de las que no veo. Y Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes, que desde que hicimos las entrevistas de Spanish movie somos como íntimos, y que saludó también a mi chica, que la pobre pensaba que iba de invitada glamourosa y ahí estaba conmigo y con mi querido cámara Nacho, guardando nuestras cintas y cogiendo sitio en la sala para ver la película después. También apareció Marta Suárez, la hermana de Emma y ex-compañera de trabajo, a la que me encontré al día siguiente y me dijo que también le encantó la película.
Ambiente por fuera del cine en el que se estrenó "Donde viven los monstruos".
Por cierto, Spike Jonze es tan extraño como su obra. Respondió a mis tres preguntas con educación, brevedad y contenido, porque yo soy un gafotas repelente y porque mis preguntas eran muy buenas (me las había escrito Raquel), pero se lo hizo pasar mal a una reportera de EFE, a la que respondía con otras preguntas. La verdad es que la chica le sacaba unos temas bastante peregrinos, y en uno de ellos Spiky me preguntó a mí que qué querría decir esa muchacha, y yo se lo intenté explicar, y Spiky dijo que entonces la respondiera yo, y me metió muy sonriente el micrófono en el esfaguillo, y esto salió proyectado en la pantalla del cine, y lo vio la gente que ya estaba dentro, y qué vergüenza por Dios.

Y lo dicho, después vimos la película. Donde viven los monstruos. Recordad, se estrena el viernes.