Es curioso que una
película que trata sobre los problemas de la vivienda y sobre la corrupción de
los especuladores inmobiliarios que en parte nos metieron en el lío en el que
estamos metidos ahora, se estrene justo una semana antes de las elecciones
generales. Es curioso pero también es casual: la película tenía fecha de
estreno mucho antes de que, en agosto, se eligiera el 20-N como inquietante
fecha para cambiar de Presidente.
“5 metros cuadrados ”
se presentó en Málaga a finales de marzo.
Días después, se proclamaba vencedora del Festival, con premios para Fernando Tejero, Jordi Bosch, el guión,
la película y de propina el de la crítica que votamos los periodistas.
Desde entonces, se barajaron varias fechas para su estreno, y al final se
colocó esta. Meses más tarde, se adelantaron las elecciones.
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Fragmentito del cartel de " |
Estuve el otro día
hablando con la gente que ha hecho posible esta buena, muy buena película, léase
Max Lemcke, léase Malena
Alterio, léase Fernando Tejero, léase Emilio Gutiérrez Caba,
léase El Quijote, hombre. Se reían cuando les decía que “5 metros cuadrados ”
iba a convivir en la cartelera con dos Gobiernos diferentes (y es curioso,
ninguno me dijo: “no, hombre, a lo mejor gana el PSOE”). Pero estábamos todos
de acuerdo en que la película denuncia una temática que sirve con cualquier
Gobierno y en cualquier momento: la de le vivienda que, lamentablemente, no se
va a solucionar en breve.
Justo ayer pusieron en
TVE “El pisito” y
antes hablaron de su película Max
Lemcke y Fernando Tejero (porque ya en tiempos de Azcona y Berlanga conseguir
un piso era difícil). Hablando con Max de berlanguismo y azconismo, el director
me reconocía con humildad las influencias de estos dos genios en su película
(“salvando las distancias”, decía), porque hay en la suya una amargura, un
humor negro y una desesperación que recuerda a ese mágico cine de los años 60.
Esos sí, “5 metros cuadrados ”
no se queda en la memoria como una comedia, ni mucho menos.
“Regañé” a Malena Alterio y Fernando Tejero por
tener la culpa de que cierta gente se espere una comedia. Pero ellos son
conscientes: han trabajado juntos en dos comedias (“Al final del camino” y
“Días de cine”) y muchas veces en “Aquí no hay quien viva”, así que saben que
la gente se espera que con ellos vayas a echar unas risas. “5 metros cuadrados ”
te entrega algunas sonrisas tiernas y de desahogo, pero
carcajadas ni una. Y Malena y Fernando, a los que sorprendí “discutiendo” sobre
cómo llegó a sus manos el guión de Max y de los hermanos Remón, están más que
orgullosos y contentos de haber hecho un drama (es que son muy amigos, Malena y
Fenando, y si vierais qué majetes son… creo que es la tercera vez que les
entrevisto como dúo). Cuando a un actor de comedia le dan un drama, es una
bendición. Creedme, lo he vivido en mis propias carnes. Bueno, esto último es
mentira, pero aun así, creedme.
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De izquierda a derecha, Malena y Fernando. |
Nunca había tenido el
placer de coincidir con Emilio
Gutiérrez Caba, porque rara vez concede entrevistas, de hecho
le sorprendía bastante el sistema meticuloso y matemático que se utiliza para
este tipo de encuentros con la prensa. Me pareció simpático, educado, amable, y
además me pareció que todas estas cosas le salen por sí solas. Le felicité por
el Premio Ondas que
le acaban de conceder por esa serie que provoca en mí una extraña adicción y
que se llama “Gran reserva”, y reconoció que la ilusión que le hacía era más
por los demás que por él mismo. También me dijo, qué cosas, que aún no le
habían llamado de los Ondas para darle esta noticia por la que le estaba yo felicitando.
Supongo que a estas alturas ya lo sabrá…
Emilio Gutiérrez Caba interpreta al
mafioso, al tiburón inmobiliario, al
corrupto, al in escrúpulos, al hijo de puta que engaña a la gente con su dinero
y su casa y luego pretende que le olviden, hombre. Emilio dice que ese tipo de
gente da más miedo que los monstruos del cine de terror de toda la vida. Porque
al final, sabes que Drácula y Frankenstein no existen, y esta gente sí que
existe. Contaba que un día, hace mucho, en el gimnasio, escuchó esta conversación:
“Lo bueno de la guerra de Kosovo es que luego podremos ir ahí a reconstruirlo”.
Sí, esta gente existe.
“5 metros cuadrados ” no está muy arriba en taquilla, porque no se ha estrenado en
demasiadas salas. Pero me consta que por copia no está funcionando nada mal. Si
echáis una mano a sus cifras en taquilla, no os vais a arrepentir.