miércoles, 16 de noviembre de 2011

Vivir en “5 metros cuadrados”

Es curioso que una película que trata sobre los problemas de la vivienda y sobre la corrupción de los especuladores inmobiliarios que en parte nos metieron en el lío en el que estamos metidos ahora, se estrene justo una semana antes de las elecciones generales. Es curioso pero también es casual: la película tenía fecha de estreno mucho antes de que, en agosto, se eligiera el 20-N como inquietante fecha para cambiar de Presidente.
5 metros cuadradosse presentó en Málaga a finales de marzo. Días después, se proclamaba vencedora del Festival, con premios para Fernando Tejero, Jordi Bosch, el guión, la película y de propina el de la crítica que votamos los periodistas. Desde entonces, se barajaron varias fechas para su estreno, y al final se colocó esta. Meses más tarde, se adelantaron las elecciones.
Fragmentito del cartel de "5 metros cuadrados".
Estuve el otro día hablando con la gente que ha hecho posible esta buena, muy buena película, léase Max Lemcke, léase Malena Alterio, léase Fernando Tejero, léase Emilio Gutiérrez Caba, léase El Quijote, hombre. Se reían cuando les decía que 5 metros cuadrados iba a convivir en la cartelera con dos Gobiernos diferentes (y es curioso, ninguno me dijo: “no, hombre, a lo mejor gana el PSOE”). Pero estábamos todos de acuerdo en que la película denuncia una temática que sirve con cualquier Gobierno y en cualquier momento: la de le vivienda que, lamentablemente, no se va a solucionar en breve.
Justo ayer pusieron en TVE “El pisito” y antes hablaron de su película Max Lemcke y Fernando Tejero (porque ya en tiempos de Azcona y Berlanga conseguir un piso era difícil). Hablando con Max de berlanguismo y azconismo, el director me reconocía con humildad las influencias de estos dos genios en su película (“salvando las distancias”, decía), porque hay en la suya una amargura, un humor negro y una desesperación que recuerda a ese mágico cine de los años 60. Esos sí, 5 metros cuadrados no se queda en la memoria como una comedia, ni mucho menos.
“Regañé” a Malena Alterio y Fernando Tejero por tener la culpa de que cierta gente se espere una comedia. Pero ellos son conscientes: han trabajado juntos en dos comedias (“Al final del camino” y “Días de cine”) y muchas veces en “Aquí no hay quien viva”, así que saben que la gente se espera que con ellos vayas a echar unas risas. 5 metros cuadrados” te entrega algunas sonrisas tiernas y de desahogo, pero carcajadas ni una. Y Malena y Fernando, a los que sorprendí “discutiendo” sobre cómo llegó a sus manos el guión de Max y de los hermanos Remón, están más que orgullosos y contentos de haber hecho un drama (es que son muy amigos, Malena y Fenando, y si vierais qué majetes son… creo que es la tercera vez que les entrevisto como dúo). Cuando a un actor de comedia le dan un drama, es una bendición. Creedme, lo he vivido en mis propias carnes. Bueno, esto último es mentira, pero aun así, creedme.
De izquierda a derecha, Malena y Fernando.
Nunca había tenido el placer de coincidir con Emilio Gutiérrez Caba, porque rara vez concede entrevistas, de hecho le sorprendía bastante el sistema meticuloso y matemático que se utiliza para este tipo de encuentros con la prensa. Me pareció simpático, educado, amable, y además me pareció que todas estas cosas le salen por sí solas. Le felicité por el Premio Ondas que le acaban de conceder por esa serie que provoca en mí una extraña adicción y que se llama “Gran reserva”, y reconoció que la ilusión que le hacía era más por los demás que por él mismo. También me dijo, qué cosas, que aún no le habían llamado de los Ondas para darle esta noticia por la que le estaba yo felicitando. Supongo que a estas alturas ya lo sabrá…
Emilio Gutiérrez Caba interpreta al mafioso, al tiburón inmobiliario, al corrupto, al in escrúpulos, al hijo de puta que engaña a la gente con su dinero y su casa y luego pretende que le olviden, hombre. Emilio dice que ese tipo de gente da más miedo que los monstruos del cine de terror de toda la vida. Porque al final, sabes que Drácula y Frankenstein no existen, y esta gente sí que existe. Contaba que un día, hace mucho, en el gimnasio, escuchó esta conversación: “Lo bueno de la guerra de Kosovo es que luego podremos ir ahí a reconstruirlo”. Sí, esta gente existe.

5 metros cuadrados no está muy arriba en taquilla, porque no se ha estrenado en demasiadas salas. Pero me consta que por copia no está funcionando nada mal. Si echáis una mano a sus cifras en taquilla, no os vais a arrepentir.