“Si algo puede salir mal, saldrá mal”, dice la ley de Murphy. Una gala de los Oscar con Eddie Murphy como maestro
de ceremonias y Brett
Ratner como productor, podía salir mal. Así que lo más seguro
es que saliera mal. Esto no va a suceder, porque llevamos un par de días muy
convulsos en esto de los Oscar en los que ha habido más dimisiones de las que
nos habría gustado ver en política en los últimos 4 años, por poner un ejemplo.
Pero vayamos a los hechos.
1. La ceremonia de los Oscar
últimamente está un poco desquiciada buscando su identidad, convencida de que
si la presentan James
Franco y Anne Hathaway van a captar nueva audiencia joven. Y no
es así, sobre todo si a James
Franco le da por dormirse en el escenario. Los Oscar lo ven los
aficionados al cine y a los premios, no los aficionados a los Oscar. Yo nunca
vería la gala de, por ejemplo, los Premios
de la Chamarilería por mucho que la presentara Martina Klein desnuda.
Bueno, retiro
inmediatamente lo dicho. Es más, la grabaría. Pero vestida ya no sé.
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Eddie Murphy, el posible presentador, y Ben Stiller, al que a mí me gustaría ver cómo lo hace. |
2. En esa línea, Brett Ratner iba a ser el productor de
esta gala (en la línea de captar audiencia joven, no de
presentar galas desnudo). Brett es el director de “X-Men: La decisión final”, “El dragón rojo”, el
piloto de “Prison break”
o “Un golpe de altura”,
recién estrenada y que protagoniza Eddie
Murphy. O sea, un director de las antes llamados “artesanos”,
que igual te dirige una churra que una merina. Además, es un poco bocazas
(recuerdo los extras del DVD de “El
dragón rojo”, en el que con 32 años se le veía comportarse como un
niñato sobradete), cosa que puede dar igual si no te nombran productor de la
gala.
Pero… presentando “Un golpe de altura”
Brett dijo una frase que le ha sepultado: “Los ensayos son para maricones”. Estoy
totalmente de acuerdo con Vigalondo
en que esta frase no es homófoba, como no creo que lo sea “maricón el último” o
“sin mariconadas”. Ojalá la homofobia fuera eso. La homofobia es otra cosa.
Nacho decía en Twitter que esto le recordaba a cuando en el colegio nos
llamaban “hijo de puta” y nosotros nos peleábamos porque habían insultado
a nuestra madre. No, la expresión “hijo de puta” no insulta a las madres, ni
siquiera piensa en las madres, es más, parafraseando
a Ernesto Sevilla, “hay que decirlo más”.
Pero es que unas semanas
antes, Brett Ratner había
alardeado de “tirarse a la
actriz Olivia Munn”, y contó que cuando Lindsay Lohan era muy
joven, la obligó a hacerse unas pruebas para demostrar que no tenía
enfermedades de transmisión sexual. Lo de los ensayos y los maricones era la
gota que colmaba un vaso ya muy lleno de fanfarronerías.
El Presidente de la
Academia, Tom Sherak,
aceptó instantáneamente su dimisión, y dijo que “Brett es una buena persona, pero sus declaraciones son
inaceptables”.
3. Eddie Murphy, impuesto por Brett Ratner para
presentar los Oscar tras la amistad nacida entre ellos tras el rodaje de “Un golpe de altura”, dimite
ese mismo día. No puedo decir que me entristezca, de hecho puedo decir que me
alegro (ya
me manifesté en este mismo blog cuando le eligieron como presentador).
Eddie declaró: “estaba deseando
ser parte del evento que nuestro equipo de producción y guionistas estaban
empezando a desarrollar, pero estoy seguro de que el nuevo equipo de producción
y presentador harán igualmente un trabajo genial”. Se comentaba que
el hecho de colocar a Eddie al frente de la ceremonia era una “ayuda” de Bret a
Murphy en su intento de recuperar popularidad, y más aún después de que “Un golpe de altura” se
diera una buena hostia en EE.UU. tras su primer fin de semana. ¿Unos Oscar sin
Murphy? No cantemos victoria.
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El Kodak Theatre. ¿Quién será su próximo presentador? ¿Eh? ¿Quién será será? ¿Eh, eh, eh? ¿Quién? ¿Eh? Bueno, ya me callo. |
4. Hace unas horas se anunciaba el nombre
del próximo productor: Brian
Grazer. Es un afamado artífice de éxitos de taquilla y
audiencia: “24?, “Una mente
maravillosa”, “Robin Hood”, “El intercambio”, “El código Da Vinci!… y “Un golpe
de altura”. Sí, es el productor de la película de Ratner y
Murphy. La Academia quiere a Eddie
Murphy, y Grazer parece ser de los pocos que le pueden intentar
convencer de que vuelva. Lo sabremos en las próximas horas.
5. Esto pone en stand-by
las campanas que se lanzaron al vuelo ayer en las redes sociales en forma de
sueños y de ilusiones… ¿quién debería presentar los próximos Oscar? El nombre
que más se escuchaba era el de Hugh
Jackman, el mejor presentador de los últimos años. Sonaba Billy Crystal, un
clásico, una apuesta segura que no va a revolucionar las galas pero tampoco las
va a hundir. Sobre todo, Ricky
Gervais, un imposible, un expulsado de los Globos de Oro con el
que difícilmente se atreverán los Oscar. Sonaba el que fuera su alter ego en
EEUU, Steve Carrell.
Sonaban nombres de la televisión: Jim
Parsons, Neil Patrick Harris, Ty Burrell… También sonaban
mujeres, no os creáis: Tina
Fey, Sofia Vergara, Emma Stone e incluso ¡Laura Linney!
Yo tengo dos apuestas de las que no me apeo ni loco: Ben Stiller y Eduard Punset hablando en inglés y doblándose por encima a sí mismo para la retransmisión en directo de CANAL+.
Yo tengo dos apuestas de las que no me apeo ni loco: Ben Stiller y Eduard Punset hablando en inglés y doblándose por encima a sí mismo para la retransmisión en directo de CANAL+.
Pero no soñemos
demasiado. Eso era ayer. Ahora mismo el candidato mejor posicionado vuelve a
ser Eddie Murphy.
EPÍLOGO: Hace unos días fallecía Gilbert
Cates, el productor que más ediciones de los
Oscar (14) ha dirigido, entre 1990 y 2008. Entre sus logros se encuentran las
apuestas por Billy Crystal,
Whoopi Goldberg o Jon Stewart. Más que suficiente para echarle
de menos. En su oficina tenía un gong que hacía sonar cada vez que confirmaba a
una gran estrella para presentar unos de los premios. Ese gong que ahora mismo
estará resonando urgentemente en la cabeza de los responsables de la gala.