jueves, 10 de noviembre de 2011

Los Oscar y la ley de Murphy (de Eddie Murphy)

“Si algo puede salir mal, saldrá mal”, dice la ley de Murphy. Una gala de los Oscar con Eddie Murphy como maestro de ceremonias y Brett Ratner como productor, podía salir mal. Así que lo más seguro es que saliera mal. Esto no va a suceder, porque llevamos un par de días muy convulsos en esto de los Oscar en los que ha habido más dimisiones de las que nos habría gustado ver en política en los últimos 4 años, por poner un ejemplo. Pero vayamos a los hechos.
1. La ceremonia de los Oscar últimamente está un poco desquiciada buscando su identidad, convencida de que si la presentan James Franco y Anne Hathaway van a captar nueva audiencia joven. Y no es así, sobre todo si a James Franco le da por dormirse en el escenario. Los Oscar lo ven los aficionados al cine y a los premios, no los aficionados a los Oscar. Yo nunca vería la gala de, por ejemplo, los Premios de la Chamarilería por mucho que la presentara Martina Klein desnuda.
Bueno, retiro inmediatamente lo dicho. Es más, la grabaría. Pero vestida ya no sé.
Eddie Murphy, el posible presentador, y Ben Stiller, al que a mí me gustaría ver cómo lo hace.
2. En esa línea, Brett Ratner iba a ser el productor de esta gala (en la línea de captar audiencia joven, no de presentar galas desnudo). Brett es el director de “X-Men: La decisión final”, “El dragón rojo”, el piloto de “Prison break” o “Un golpe de altura”, recién estrenada y que protagoniza Eddie Murphy. O sea, un director de las antes llamados “artesanos”, que igual te dirige una churra que una merina. Además, es un poco bocazas (recuerdo los extras del DVD de “El dragón rojo”, en el que con 32 años se le veía comportarse como un niñato sobradete), cosa que puede dar igual si no te nombran productor de la gala.
Pero… presentando “Un golpe de altura” Brett dijo una frase que le ha sepultado: “Los ensayos son para maricones”. Estoy totalmente de acuerdo con Vigalondo en que esta frase no es homófoba, como no creo que lo sea “maricón el último” o “sin mariconadas”. Ojalá la homofobia fuera eso. La homofobia es otra cosa. Nacho decía en Twitter que esto le recordaba a cuando en el colegio nos llamaban “hijo de puta” y nosotros nos peleábamos porque habían insultado a nuestra madre. No, la expresión “hijo de puta” no insulta a las madres, ni siquiera piensa en las madres, es más, parafraseando a Ernesto Sevilla, “hay que decirlo más”.
Pero es que unas semanas antes, Brett Ratner había alardeado de “tirarse a la actriz Olivia Munn”, y contó que cuando Lindsay Lohan era muy joven, la obligó a hacerse unas pruebas para demostrar que no tenía enfermedades de transmisión sexual. Lo de los ensayos y los maricones era la gota que colmaba un vaso ya muy lleno de fanfarronerías.
El Presidente de la Academia, Tom Sherak, aceptó instantáneamente su dimisión, y dijo que “Brett es una buena persona, pero sus declaraciones son inaceptables”.
3. Eddie Murphy, impuesto por Brett Ratner para presentar los Oscar tras la amistad nacida entre ellos tras el rodaje de “Un golpe de altura”, dimite ese mismo día. No puedo decir que me entristezca, de hecho puedo decir que me alegro (ya me manifesté en este mismo blog cuando le eligieron como presentador). Eddie declaró: “estaba deseando ser parte del evento que nuestro equipo de producción y guionistas estaban empezando a desarrollar, pero estoy seguro de que el nuevo equipo de producción y presentador harán igualmente un trabajo genial”. Se comentaba que el hecho de colocar a Eddie al frente de la ceremonia era una “ayuda” de Bret a Murphy en su intento de recuperar popularidad, y más aún después de que “Un golpe de altura” se diera una buena hostia en EE.UU. tras su primer fin de semana. ¿Unos Oscar sin Murphy? No cantemos victoria.
El Kodak Theatre. ¿Quién será su próximo presentador? ¿Eh? ¿Quién será será? ¿Eh, eh, eh? ¿Quién? ¿Eh? Bueno, ya me callo.
4. Hace unas horas se anunciaba el nombre del próximo productor: Brian Grazer. Es un afamado artífice de éxitos de taquilla y audiencia: “24?, “Una mente maravillosa”, “Robin Hood”, “El intercambio”, “El código Da Vinci!… y “Un golpe de altura”. Sí, es el productor de la película de Ratner y Murphy. La Academia quiere a Eddie Murphy, y Grazer parece ser de los pocos que le pueden intentar convencer de que vuelva. Lo sabremos en las próximas horas.
5. Esto pone en stand-by las campanas que se lanzaron al vuelo ayer en las redes sociales en forma de sueños y de ilusiones… ¿quién debería presentar los próximos Oscar? El nombre que más se escuchaba era el de Hugh Jackman, el mejor presentador de los últimos años. Sonaba Billy Crystal, un clásico, una apuesta segura que no va a revolucionar las galas pero tampoco las va a hundir. Sobre todo, Ricky Gervais, un imposible, un expulsado de los Globos de Oro con el que difícilmente se atreverán los Oscar. Sonaba el que fuera su alter ego en EEUU, Steve Carrell. Sonaban nombres de la televisión: Jim Parsons, Neil Patrick Harris, Ty Burrell… También sonaban mujeres, no os creáis: Tina Fey, Sofia Vergara, Emma Stone e incluso ¡Laura Linney!
Yo tengo dos apuestas de las que no me apeo ni loco: Ben Stiller y Eduard Punset hablando en inglés y doblándose por encima a sí mismo para la retransmisión en directo de CANAL+.
Pero no soñemos demasiado. Eso era ayer. Ahora mismo el candidato mejor posicionado vuelve a ser Eddie Murphy.
EPÍLOGO: Hace unos días fallecía Gilbert Cates, el productor que más ediciones de los Oscar (14) ha dirigido, entre 1990 y 2008. Entre sus logros se encuentran las apuestas por Billy Crystal, Whoopi Goldberg o Jon Stewart. Más que suficiente para echarle de menos. En su oficina tenía un gong que hacía sonar cada vez que confirmaba a una gran estrella para presentar unos de los premios. Ese gong que ahora mismo estará resonando urgentemente en la cabeza de los responsables de la gala.