viernes, 15 de julio de 2011

Caída y auge del 3D

Leo en la prensa un dato que me deja perplejo: 6 millones de españoles no ven bien el 3D. Me reconforta bastante a mí, que no veo bien ni en 2D, yo, que incluso viviría feliz en un mundo en 1D. Pero el dato me inquieta dentro de una industria (la del cine) en la que la tercera dimensión parece haberse abierto el camino del futuro, en la que uno de cada 7 españoles dijera “qué bien se ve Avatar” cuando realmente no veía una mierda de profundidad.
Días más tarde, leo otra noticia que me impacta: “Fracasa el cine en tres dimensiones”. Me parece demasiado alarmista, creo que aún no ha habido tiempo para que triunfe ni para que fracase. Pero, ¿por qué durante el último mes hemos escuchado tantas cosas en contra de lo que, según Lucas, Cameron y Fofito, iba a ser el futuro del cine?
Los Pitufos 3D, pero los altos.
1. Obviamente, agarrarse al 3D en estos tiempos de piratería es lógico. Entre ver ‘Avatar’ en 3D en el ordenador de tu casa a través de la imagen que un gañán habrá grabado con su iPhone, a verla en un cine en tres superdimensiones, pues hay una gran diferencia, y la gente la pagó. Y parecía que el 3D podría ser la solución para que le gente volviera a las salas. Lo malo es que la historia de ‘Avatar’ da igual que te la cuente James Cameron a que te la cuente un limítrofe cerebral. No sé quién dijo que ‘Avatar’ era una película tridimensional con personajes monodimensionales. Mucho 3D y poco guión.
2. Entonces empiezan a apuntarse al 3D películas que no estaban pensadas para el 3D: ‘Alicia en el País de las maravillas’, ‘Piratas del Caribe 4', ‘Furia de titanes’… La gente comienza a olerse la tostada: las inflan a 3D en postproducción para cobrarme el euro de las gafota, pero las películas no están hechas en 3D. Y las historias siguen siendo flojas.
3. Algo parecido pasa con la animación: ésta se puede hacer más fácilmente en 3D. Pero ¿necesitaban unos dibujos maravillosos como los de ‘Los mundos de Coraline’ una tercera dimensión? Es como tridimensionar el ‘Kirikú’ de Michel Ocelot, o unos dibujos de Forges. Yo creo que planos ya están bien. Y ahora en verano llegan ‘Los Pitufos 3D’. ¿De verdad es necesario verlos en 3D? ¿No nos habremos vuelto locos y a partir de ahora vamos a tridimensionar a cualquier ser azul, ya sea un pitufo, un avatar o un amor azul como el mar, azul?
4. Yo, que en esto del cine tengo menos madera de líder espiritual que Aznar en la Acampada de Sol, pronostico que para que el 3D funciona, tienen que desaparecer las gafotas. Sí, sé que ahora mismo es contradictorio y técnicamente inviable, pero uno, que gasta unas buenas gafas ya de por sí, tiene que colocarse otras encima, que además quitan bastante luz y que, seamos sinceros, nos sientan fatal a todos. Y si se pretende exportar la tecnología 3D a la televisión…
5. …pues lo siento, pero no lo veo. Ni me imagino a mi suegro, que viene muchos domingos a casa a ver como pierde el Real Madrid en CANAL+ Liga, sentado a mi lado con una cerveza y cantando gol con unas gafotas. No lo veo, no lo veo. Para que el 3D triunfe en la tele, algún señor listo tiene que inventar el 3D sin gafas.
6. Y entonces ya sí: eventos como ese concierto de Bunbury en C+ (primer experiencia en España en TV en 3D), películas, documentales, etc. podrán triunfar en  3D. Pero para mí todavía queda por explotar un filón: el porno. Ver dos senos como dos carretas o un pene como una olla en 3D, mola. Ver como termina cada escena no sé si mola, pero seguro que tiene éxito. Y todo así. Pero claro, imagínense a un tío viendo porno con gafotas. Debe de ser como pensar en Harry Potter masturbándose.
Bunbury 3D.
7. Conclusión: que la tecnología 3D tiene que mejorar y sobre todo que la gente que apueste por el cine en 3D tiene que recordar que la clave de una buena película es una buena historia. Si los guiones no se tienen en cuenta, no tenemos película.

Toca esperar… pero hay que hacer las cosas mejor.