viernes, 9 de julio de 2010

Faemino, Cansado y los Ilustres ignorantes

A poco que tengáis un mínimo de criterio, estaréis conmigo en que Faemino y Cansado son los dos tíos más grandes que ha parido el humor español en toda su vida, hombre. Y mira que el humor español ha tenido parejas ilustres. Hagamos memoria:
Para los más clásicos (o viejos): Zori y Santos, Lusón y Codeso, Los hermanos Calatrava, Pajares y Esteso, Juanito Navarro y Simón Cabido… La verdad es que vistos ahora no es nuestro humor por parejas pueda presumir de un pasado muy gratificante, si exceptuamos a los enormes Tip y Coll.
Para las generaciones cercanas y posteriores a la mía: Gomaespuma, Martes y Trece (grandes también, los cuatro), Cruz y Raya, Los Morancos, Las Virtudes, El dúo Sacapuntas… tampoco es para tirar cohetes.
Para los más expertos: Ceda el paso, Farsantes fingidos
Sólo para mi amigo Enrique Catá: Mané y la Profe.
Como veis, y salvo las tres excepciones señaladas, no hemos hablado de ninguna pareja genial. Y a principios de los 90 (sobre todo con la aparición de Telecinco cuando era Teleteta, no como ahora, que es TeleBelénEsteban), empezaron a proliferar parejas de humoristas, imitadores, o simplemente gansos que encontraron su hueco en dos programas llamados Tutti Frutti y Vip Noche, o Vip Guay, o Vip Corazón, o Vip Mar, o Vip a secas.
Y en ese panorama aparecieron de repente en televisión Faemino y Cansado. Creo que hace ahora justo 20 años desde que mi amigo Sigfredo, que es muy listo, me dijo que los viera en un programa que se llamaba Cajón desastre, porque me iban a hacer gracia. Y les vi, e hicieron un gag llamado “Santa Eduvigis”, en el que Cansado era un preso y Faemino era una Santa Eduvigis horrorosa que venía a ayudarle porque la Virgen no estaba libre ese día. Junto a alguno de Martes y Trece, creo que es el mejor sketch que he visto en televisión.
Cansado y Faemino, por orden de aparición.
Un año más tarde, en 1991, volé a Mallorca porque el puente ése para ir caminando, en bicicleta o autostop no terminaba de cuajar. Fui a visitar a mi hermana, que andaba por ahí trabajando en TVE. Y en el vuelo de vuelta se nos subieron Andoni Ferreño, Norma Duval (os da una envidia que te cagas, ¿eh?), unas bailarinas que estaban más buenas que la madre que las parió y Faemino y Cansado. “Qué curiosa combinación”, pensé yo mientras devoraba una ensalada reseca de ésas que te daba Iberia cuando todavía te daba algo. Días más tarde vi en Telecinco una gala horrorosa que se llamaba Desde Palma con amor, que se conoce que es lo que habían grabado todos éstos en Mallorca. Pero en esa gala horrorosa, Faemino y Cansado se marcaron un número llamado “Ricardo Corazón de León” que convirtió la gala horrorosa en un hito del humor en España.
Y qué más os puedo decir, que oye, fue decidir yo que eran graciosos y comenzar los chicos a hacer carrera. La serie que hicieron para La 2 y que sólo se podía hacer en La 2, que se grababa en la sala Galileo Galilei de Madrid y que se llamaba El orgullo del tercer mundo, nos ha dejado momentos históricos que se repetían cada semana, como el gag del psiquiatra y el enfermo que llora porque sueña con corderos (era la época de El silencio de los corderos) y esas ormas para colarse en el cine, el metro o la discoteca, que siempre se resolvían haciéndole decir al público que habían leído a Kierkegaard. La manera de hablar de Faemino haciéndose el tonto es de esas cosas que no puedes olvidar nunca. Yo tengo compañeros del trabajo con los que todavía hablo así.
¿Dónde ver a Faemino y Cansado? Pues en Madrid, los últimos miércoles y jueves de cada mes en la sala Galileo Galilei, y de vez en cuando en la sala La Sala, y valga la redundancia. Hay tortas para conseguir entradas, y para conseguir una mesa sentadito con cervecita ya ni os cuento. Yo habré ido a verles entre seis y ciento quince veces. En Barcelona, en julio, iban a andar por el Teatro Borrás. En el resto de España ya miradolo vosotros, o es que os creéis que soy la guía del ocio.
¿Y dónde ver a Javier Cansado solo? (es que a Carlos Faemino solo no se le puede, porque no se prodiga nada). Pues en un programa de CANAL+ que se llama Ilustres Ignorantes. El planteamiento es como un programa de radio, una charla absurda entre cuatro tertulianos moderados por un Javier Coronas en el mejor registro que le recuerdo. Los tertulianos fijos son el genial Javier Cansado y el escatológico Pepe Colubi. Y en cada programa invitan a otros dos tertulianos que completan el debate, con un tema central que va variando en cada ocasión. Sencillo, pero tremendamente eficaz.
Y así, entre las ideas de Javier Coronas, la mente de Jorge Ortiz y el trabajo tenaz e indispensable de Dani Rodríguez, acabas oyendo joyas absurdas como las siguientes:
  • “Los tartesos comían tapas sin pan” (Javier Cansado)
  • “Hay una leyenda urbana que dice que los monos titi cagan más que su propio peso” (Javier Cansado).
  • “El gran drama de Adán era no poder contarle a nadie que se estaba tirando a Eva” (Pepe Colubi).
  • “Yo nunca he vivido la leyenda urbana de la chica de la curva, pero sí la de la chica de la cama, que se aparece por la noche y cuando te despiertas al día siguiente ya no está” (Juan Carlos Ortega).
  • “Una vez le preguntaron a Juan XXIII: ¿Cuánta gente trabaja en el Vaticano? Y respondió: Aproximadamente la mitad” (cita recogida por Antonio Muñoz de Mesa).
  • “La peor tarea de hogar es planificar la compra para que no te caduque” (mi querida amiga Cristina Teva).
  • “El día del fin del mundo va a hacer bueno” (Fernando Gil).
  • Y luego he asistido a momentos mágicos como Pepín Tre explicando cómo es el sexo de los animales microscópicos, a Fernando Tejero llamando hijaputa a Ana Obregón sin llegar a ofender (a ella igual sí, pero a mí nada), o poniendo a caldo a José Luis Moreno con una elegancia descojonante, o a David Broncano hablando de sus miedos, un David que ahora mismo colabora en Uau! entre alguna polémica que otra pero que el año que viene va a trabajar conmigo y nos lo vamos a pasar rechupi y va a ser un placer así de grande…
Cansado con la bella Elena Ballesteros en Galileo Galilei, uno de los días que me he acercado a verles y a tomar cerveza gratis.
Y lo mejor de Ilustres ignorantes es que los que viváis en Madrid también podéis ir a Galileo Galilei una vez al mes a ver cómo se graba el programa. Ahora ya no, porque no vuelven hasta septiembre. Pero os garantizo que el día que me acerqué a ver debatir a Cansado, Coronas, Colubi, Arturo Valls, Corbacho y Cruz y Elena Ballesteros, una actriz a la que no seguía mucho desde “Periodistas” y que de repente la he visto delgadísima, rubísima, guapísima y con unos senos (o peras) que aún no he asimilado del todo, y mientras te tomas una cervecita con mi chica (o sea, cin la vuestra, o con vuestro chico) y con Dani (o con quien quieras), es un placer y un planazo. Y gratis hasta completar aforo.

Apuntáoslo para la temporada que viene. Sobre todo por Javier Cansado.