martes, 23 de agosto de 2011

El cine italiano no está tan mal

La pasada semana se dio un caso curioso en la cartelera española, un caso único en el mundo, extraño, casi diría que esotérico, inédito, nuevo, fresco, reciente, estrenado, virgen (se me acaba de ir la olla con los adjetivos, pero es porque he consultado el diccionario de sinónimos de Word). El caso es que coincidieron en la pantalla dos productos totalmente comerciales como Super 8 y Conan, el bárbaro. Instantáneamente se colocaron en los números 1 y 2 de la taquilla (eso sí, con Super 8 casi doblando a Conan). Cuando llegan a los cines productos así, o cosas tipo Harry Potter, Spiderman, etc, se produce un efecto acojone en la cartelera y se estrenan muy pocas películas más, guardándoselas las distribuidoras (y hacen muy bien) para otras fechas en las que puedan competir mejor. Y esas semanas en las que hay un película “estrella”, las demás que se atreven a ser estrenadas son documentales, películas iraníes, historias orientales y cosas así.
Esta semana, con Conan y Super 8, han llegado a la cartelera Le quattro volte, de Michelangelo Frammartino y Manuale de Amore 3, la nueva entrega de la exitosa (en Italia) franquicia de Giovanni Veronesi, en cuya historia inicial aparecen Robert de Niro y Monica Bellucci, a la que Dios la guarde en su seno y ojalá ella me guardara en los suyos.
“Le quattro volte”, extraña película.
Y este es el fenómeno ése que tanto me ha chocado, porque en España se estrenan muy pocas películas italianas al año (se podrían contar con los dedos de la mano, incluso la niña de Pa negre los podría contar con los dedos de su mano), y el hecho de que en una semana se estrenen dos, pues me parece extraordinario. “Vaya mierda de cosas te parecen extraordinarias, tu vida debe de ser un sopor”, os diréis. Bueno y qué. Yo soy muy de celebrar las pequeñas cosas, a ver si os creéis que organizo un JMJ cada vez que quiero celebrar un poco la vida.
El caso es que no voy a hablar de estas dos películas italianas porque sólo he visto la mitad, aunque cuehto con una opinión muy fiable para la otra mitad. Y podemos decir sin ningún temor que no son las dos mejores películas italianas de la historia. La una es demasiado extraña, quizá pretenciosa. La otra es tópica, predecible, prescindible.
Se dice, se habla, se comenta, que el cine italiano está de capa caída. Que no sea vuelto a repetir el cine que se hacía en el neorrealismo. Que no hay sucesores para Bertolucci, Antonioni, Visconti, Pasolini, Fellini, Rossellini, Tortellini… Que no volveremos a ver películas como Roma ciudad abierta, Amacord, 8 1/2, Ladrón de bicicletas, La dolce vita, o incluso Cinema Paradiso. Pero tampoco hay que ponerse esas tan altas miras. Tampoco habrá otra Nouvelle Vague, ni habrá más Berlangas, ni Buñueles, ni Bardemes, tal vez no vuelva a surgir un actor como Liberto Rabal.
Pero si te fijas, buscas o tal, encuentras verdaderas joyas, algunas de ellas de muchos quilates, en el nuevo cine italiano, si bien es cierto que no despunta un talento, que no hay una generación de directores o que no tienen un Almodóvar o un Amenábar (pero tienen un Nanni Moretti maravilloso). Hoy os recomiendo, con una repugnante sonrisa condescendiente en los labios, 14 películas italianas de los últimos diez años. Seguro que habéis visto algunas. Y si no, todas se pueden encontrar en DVD. Y merecen la pena. Las iba a colocar en orden alfabético, pero siempre me lío entre qué letra va antes, si la M o la U. Así que os las enumero en orden cronológico.
1. La habitación del hijo (Nanni Moretti, 2001). Nanni Moretti es sinónimo de calidad, si tiráramos del 2000 hacia atrás, entrarían más películas suyas. Quizá la mejor de su filmografía sea este desgarrador canto al dolor por la pérdida de un hijo.
"La habitación del hijo", quizá lo mejor de Moretti.
2. La mejor juventud (Marco Tullio Giordana, 2003). Una de las grandes gozadas que nos ha dejado el cine, italiano y no italiano, en los últimos años. Planteada como una miniserie en 4 partes, La mejor juventud se estrenó en dos partes de tres horas, fue un éxito en los cines minoritarios (en Madrid llegó a estar un año en cartelera), funcionó de maravilla en DVD… de verdad, si no la habéis visto, hacedlo. Ah, cuenta la historia reciente de Italia (unos 40 años, más o menos) a través de la vida de dos hermanos. Una delicia.
3. Buenos días, noche (Marco Bellocchio, 2003). Otro grande, Bellocchio. Capaz de mezclar una historia de amor con el tremendo asesinato en 1978 del Primer Ministro italiano Aldo Moro por parte de las Brigadas Rojas. Y que la cosa funcione.
4. No te muevas (Sergio Castellitto, 2004). Sin ser una gran película, algo más convencional que las que hemos mencionado hasta ahora, la película es muy pasable y además es muy importante para Penélope Cruz, porque gracias a su papel empezó a ser tomada un poco más en serio, ganó en los David de Donatello y en los Premios del Cine Europeo y se quitó la vitola de actriz para papeles tonticos que estaba asumiendo en Hollywood. El resto ya se conoce. La película merece una oportunidad.
5. Las llaves de casa (Gianni Amelio, 2004), otro grande, Amelio, y se hace más grande con esta historia sobre la minusvalía, la superación y los reencuentros emocionales, y con Charlote Rampling, que siempre se agradece. Qué párrafo más sesudo, no parece mío.
6. Después de medianoche (Davide Ferrario, 2004), más conocida como Dopo Mezzanotte. Una maravilla, un canto da amor al cine así de grande, a través de un joven que intenta conquistar a una chica a través de lo único que conoce: el cine. Cada vez que me acuerdo de esta película me acuerdo (una vez más) de la persona que mejor sabía transmitir su amor por el cine que yo he conocido en mi vida, Monsieur Tony Partearroyo, un abrazo, maestro. 
“Dopo Mezzanotte”. Deliciosa.
7. Manuale d’amore (Giovanni Veronesi, 2005). Aunque la franquicia ha degenerado, la primera parte parecía una bocanada de aire fresco en el ñoño mundo de la comedia romántica. Cuatro historias de amor con mucho humor. La segunda parte, en la que aparecía Elsa Pataky, me permitió entrevistar a la diosa Monica Bellucci, con una disfuncional entrevista que le hice íntegramente en italiano. Sólo que yo no hablo en italiano. La tercera parte es la que se estrena esta semana.
8. El caimán (Nanni Moretti, 2006). De nuevo el maestro Moretti, que esta vez mete una película dentro de su propia película. La que va dentro es una crítica descarnada y mordaz al Primer Ministro Silvio Berlusconi, lo que convierte a la de fuera en lo mismo. Muy grande.
9. No mires atrás (Andrea Molailoi, 2007). Interesante porque es un género poco utilizado en Italia, un thriller con policías, asesinatos y lío familiares. Interesante.
10. Caos Calmo (Antonio Luigi Grimaldi, 2008). Ora gozada que no es de Nanni Moretti pero lo parece, tal vez porque el protagonista es Nanni Moretti, que tras perder a su esposa decide volcer su vida en su hija, pero sin abandonar del todo su trabajo, lo cual crea situaciones preciosas, como verle atender sus negocios sentado en un banco del parque desde el cual ve el colegio de su hija.
11. Il divo (Paolo Sorrentino, 2008). Desde un punto mucho más políticamente correcto (y nunca mejor dicho) que Moretti, Sorrentino hace un gran retrato del ex-primer ministro Giulio Andreotti. Los italianos también saben hacer biopics.
12. Vacaciones de Ferragosto (Gianni Di Gregorio, 2008 ). Otra película imprescindible, absolutamente imprescindible. Su director y protagonista, un señor madurito y con menos fuerza de voluntad que el estilista de King Africa, ve como su única habilidad, cuidar a su anciana madre, se convierte casualmente  en el único trabajo remunerado de su vida. Insisto: imprescindible.
13. Gomorra (Matteo Garrone, 2008). Aunque en mi humilde opinión de erudito estuvo un poco sobrevalorada, el retrato que se hace de la mafia, basado en la novela del amenazado Roberto Saviano, es valiente, precisa y muy interesante.
14. Bienvenidos al Sur (Luca Miniero, 2010). El problema de Bienvenidos al Sur es que es un remake a la italiana de la estupenda y francesa Bienvenidos al Norte, pero es un buen remake, adaptando los tópicos gabachos a la cultura siciliana y napolitana. Gana enteros si no has visto la original.
 E insisto: toda esta cosecha en tan sólo 10 años, de 2000 a 2010 (- “Son once” / – “Calla, Antoñito”).

Pues eso, que no está tan mal la cosa… si se rebusca.