martes, 25 de agosto de 2009

Pero qué mal se lo monta la SGAE

La SGAE está tonta. De verdad, yo creo que en la SGAE tienen un problema de márketing acojonante, que tienen a alguien ahí dentro que ha decidido que en vez de presentarse ante la gente como una sociedad de gestión de derechos, es mejor mostrarse como una especie de recaudadores de impuestos malotes y pérfidos, como los que acompañaban al Sheriff de Notthingamm en Robin Hood, versión Walt Disney.
El Sheriff de Notthingam, que recaudaba dinero de los más pobres y que era más malo...
Yo no estoy en contra de los derechos de autor. Creo que no es lo mismo componer una canción que hacer un trabajo que empieza, termina, y ya está (como el mío). Digo esto porque sé que mucha gente opina que los autores (porque eso significa la “A” de SGAE) deberían cobrar una vez por hacer su trabajo y no recibir más dinero nunca, como los churreros. Yo no estoy de acuerdo. El trabajo de un churrero (o un jardinero, o un sexador de pollos) no continúa generando dinero en el futuro. Es más, a los dos meses quieres más churros, la hierba crece o el pollo se hace una operación de cambio de sexo y hay que realizar el trabajo otra vez. Un autor y un cineasta generan un dinero a posteriori. Firman un contrato, eso sí, pero si éste no indica que ceden los derechos a la empresa (en cuyo caso no los cobran, como tristemente para mí sucede en la mayoría de los programas de TV), me parece bien que una parte de los ingresos publicitarios que genere esa película o ese documental vuelvan al autor. Como me parece bien que una emisora musical tenga que pagar una cantidad por la difusión de las canciones. Si no qué chollo: todos a poner una emisora y a vivir de la publicidad a costa de lo que han compuesto otros, hala, todos a montar Kisses efeemes. Por supuesto, hay otros trabajos que también siguen generando dinero y que no son considerados como “de autor”. También me parecería bien que hubiera forma de compensarlos.
El edificio en Madrid de la SGAE, que mira que es bonito. No es de Gaudí, como mucha gente cree, porque igual les cobraba derechos por habitarlo.
En cualquier caso, con este tema me pasa como con la gente que critica a los funcionarios “porque trabajan poco y viven de la sopa boba”. A mí me sale decirles: “pues estudia tú una oposición”. Estudiar una oposición está al alcance de todos, pero claro, no todos queremos sufrir estudiando una. Ser jugador de baloncesto, por ejemplo, no está al alcance de todos, porque yo sin ir más lejos me quedé enclenque y algo enanete y no llego a la canasta. Pero cuando la gente despotrica de los autores y de que cobren derechos, yo pienso: “pues sé tú autor, venga, listo, haz una canción, aaaah, se siente, haber compuesto tú el Cocohuahua”.

Aún voy más allá: yo tengo alguna cosilla registrada y cobro unos derechos de autor mínimos cada año (el último año no llegó al euro, os lo juro), pero no los cobro a través de la SGAE. Ah sí, es que existen más sociedades, aunque parezca que no. Yo soy de una que se llama DAMAUTOR, que la verdad es que tampoco es la bomba, pero por lo menos es más discreta, y no recauda creándose esa fama de vampiro que no perdona ni una. No es conocida más que por sus socios, como debería serlo la SGAE.
Pero a mí por suerte no me toca pensar cómo hay que gestionar estos derechos. Si un día me pagan, igual me pongo a pensarlo, pero mientras tanto prefiero comer panchitos y ver la tele. Pero sí creo saber cómo NO hay que gestionarlos. Y es como lo hace la SGAE. Me refiero a cinco ejemplos:
1. No se puede ir a Fuente Obejuna (pueblo de Córdoba) y reclamar derechos de autor por Fuenteovejuna (obra de Lope de Vega). Primero, porque es muy fácil para los medios sacar la cosa de contexto y vender que la SGAE lo que quiere es cobrar unos derechos caducados, puesto que Lope de Vega murió hace un tiempo, creo. En realidad la SGAE quiere cobrar los derechos de la adaptación. Pero resulta que el adaptador ha cedido estos derechos al propio pueblo, y encima no es socio de la SGAE, con lo cual la SGAE no pinta nada en este asunto. Para colmo, el adaptador se llama Fernando Rojas, casi casi como el presunto autor de La Celestina, de la que no sé si también la SGAE pretenderá cobrar derechos en un futuro. Mal por la SGAE: ella solita aumenta su mala fama sin ayuda de nadie (última hora: al final no va a cobrar los derechos de la representación de este año, pero va a intentarlo con los de otros, que fueron adaptados por otras personas) (Ver en prensa).
2. No se puede entrar en una boda o grabarla sin permiso, como si fueras los hombres de Harrelson o un cámara de Callejeros, ni debes pedirle al D.J. sus CDs para ver si son pirateados y cobrarle los derechos. No es buena publicidad. No da buena imagen (Ver en prensa).
3. No se puede cobrar el canon al dueño de un restaurante chino por la música china que se escucha en su local chino. Sobre todo, si esta música china es la música china que se escucha en todos los chinos. Dudo mucho que sus autores chinos sean socios de la SGAE y de Teddy Bautista (no encuentro esta historia en prensa, pero conozco a las personas que tramitaron esta demanda, que perdió la SGAE).
4. No se puede cobrar el 10% de lo recaudado en un concierto benéfico para salvar la vida de un niño. Bisbal cantó gratis. Pero la SGAE no. Ya sé, técnicamente es lícito cobrar esos derechos, porque son canciones de autores de la SGAE, pero ¿¿¿es necesario cobrarlo TODO??? ¿qué habrían decidido los autores de las canciones que se cantaron? ¿les consultó la SGAE si querían ceder sus derechos solamente esa noche? Da igual: crear la imagen de vampiro y recaudador implacable de la SGAE ha costado mucho tiempo, y ahora hay que mantenerla (ver en prensa).
5. No se debe cobrar un canon por todos los CDs y DVDs vírgenes así como así. Vale que aquí todo Dios se (nos) descarga(mos) canciones y películas de manera i(a)legal, pero yo ayer mismo pagué este canon por grabarles a los padres de mi chica las fotos que su hija y yo, muy atractivo y en mi peso ideal, nos hemos hecho estas vacaciones. Es como cobrar un canon por comprar  folios porque a lo mejor los usas para imprimir textos de Sánchez Dragó. Insisto: no sé cómo se hace bien, pero sé que esto es hacerlo mal (y ya lo del PP y PSOE de incluir en su programa electoral las dos formas antagónicas de afrontar este canon  me parece de traca).
Hace unos meses me invitaron a una especie de mesa redonda para hablar sobre un proyecto cultural de la SGAE. Uno de los temas del día era, precisamente, la mala imagen de la SGAE. Yo saqué a colación este tremendo problema que arrastra, y nadie, pero nadie de los que completaban la mesa redonda (que en realidad era rectangular) salió a defender a la SGAE. A unos más, a otros menos, y a otros más todavía, se les hinchaba la vena de la frente y quién sabe si la del pitilín cuando se mencionaba a la SGAE.
Qué mal se lo montan.
P.D: Sé que el tema de la SGAE suscita polémica allá por donde se saca a colación. Así que anda… contadme qué opináis vosotros de que los autores cobren derechos, del canon digital, de Teddy Bautista, si tenéis discos suyos, por qué los tenéis por el amor de Dios, etc.
Mirad: un extraño disco viejuno de Teddy Bautista. A Pepe Robles no tengo el gusto, pero está contentísimo.